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Twice the pain, twice the gain. por evynekomimi

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Notas del capitulo:

Aquí está~ la parte final~ 

Pensé que lo escribiría de una vez, pero lamentablemente me extendí.

Gracias a todxs los pervertidxs que me dejaron su review. Creo que nunca vi tantos reviews de parte de anónimos jajajaja.

Espero sea de su completo agrado. -suda en frío.-

-Kyungsoo, Kyungsoo…-escuchaba el tono de desaprobación de Kai. –Apenas comenzamos contigo…


-No… -dije suavemente, mis piernas temblaban y mis manos no me sostenían.


-Ay,  eres un pequeño flojo… -escuché a Jongin hablarme cariñosamente, mientras me tomaba de mis brazos para colocarme encima de él.  –Es por eso que tienes esa pancita tan linda.


-No estoy gordo. –me defendí sin fuerza, ya estaba sobre él y poco a poco me ayudó a apoyarme con mis brazos para mirarlo, le hice un mohín y él me sonrió. Definitivamente no se arrepentía de lo que dijo.


-No le metas mente a las zonceras de Jongin, así estás delicioso… -apremió Kai, su voz provenía detrás de mí, sentí como se acomodó en la cama, cerca de mi pate posterior para luego propiciarme una buena nalgada que me hizo gemir.


-¡Ey! ¡No le pegues! –me defendió Jongin.


-Sólo fue una nalgadita… Aish, en verdad no los soporto, si Kyungsoo no fuese tan apetecible los hubiese mandado a ambos a que sean felices y disfruten su tonto sexo vainilla.


-¡Y si no complacieras a Kyungsoo, dándole tantos orgasmos, ya te hubiese pateado los huevos!


-¡Estoy aquí!-me quejé. – ¿Podrían dejar de hablar de mí como si no estuviera presente?


-Shh, bebé, tengo hambre de nuevo y la cena proteínica que me diste hace poco no me llenó… -justo cuando terminó de hablar, Kai, tomó mis caderas y las colocó en un ángulo más elevado.


Gemí y temblé cuando Kai mordió uno de mis glúteos. Sentía como tenía su cara pegaba totalmente a mi parte trasera. Lamía y succionaba cada  centímetro de mi caliente piel. Su lengua llegó después, entrando suavemente en mí y yo cerré mis ojos y dejé caer mi cabeza en el pecho de Jongin.


Ese sexo oral que me propiciaba Kai me había dejado sin aliento, Jongin levantó mi rostro para besarme lento y profundo, acariciando mi  miembro, que definitivamente volvió a estar rígido. Kai me premió con unos cuantos lengüetazos más, sin perder el tiempo para murmurar lo rico que le sabía mi cuerpo, su aliento caliente causándome escalofríos.


-Ya está listo, Jongin, penétralo –dijo Kai, luego de darme un beso, uno simple y se consideraría hasta “inocente” si no hubiese sido en toda mi entrada.


-¿En serio yo primero? –Jongin se sorprendió.


-Jongin, nunca estás feliz… -rezongó Kai, tomando mis caderas y alineando la punta del pene de Jongin en mi entrada. –Siempre lloriqueas porque yo soy el que lo penetra primero y ahora que te dejo hacerlo…


-¡Estoy aquí, me gustaría poder elegir si quiero ser penetrado y por quién! –me indigné. –Además no me han puesto lubricante…la saliva no es suficiente.


-Tu culito siempre recibirá amorosamente el pene de Jongin y el mío, no te preocupes. Ahora no lo hagas esperar más… –Kai apremió otra vez,  mientras yo no ponía resistencia y me dejaba empalar suavemente. Jongin gruñó, maldiciendo por lo bajo cuando mis entrañas por fin abrazaban su virilidad y movió su cabeza a un lado, con una hermosa cara de placer.


-Kyungsoo…-Jongin gimió mi nombre cuando él mismo empezó a moverse, apoyando sus pies en la cama, flexionando las rodillas. –Ah, Kyugsoo…


Su miembro me escocía por la falta de lubricación, pero no era nada que no disfrutara. Después de todo, si las cosas no duelen, no sirven y definitivamente el sexo era delicioso con un poco de dolor, para comparar y contrastar con el orgasmo que es completamente lo opuesto.


Kai puso sus dos manos sobre mi trasero, elevándolo un poco,  luego tocó mi espalda suavemente, indicándome que inclinara la parte inferior de él. Incliné mucho mis posaderas hacia arriba, tanto que el pene de Jongin casi se sale completamente. Con gruñido de molestia me vuelve a penetrar con fuerza y esta vez yo soy el que gimió en voz alta su nombre.


Jongin se movía acompasadamente, pero de manera intensa, algo difícil de explicar, algo que sólo él me hacía sentir. Yo ayudaba a las penetraciones, moviendo únicamente mi trasero. Yo gemía como un gatito y él gruñía excitado por ello. Sus manos recorrían mis gluteos, jugando con ellos, abriéndolos y cerrándolos a su gusto.


-Qué envidia, yo también quiero –escuché a Kai murmurar.


-¡Espera tu turno! –le espeté, disfrutando demasiado de los  cariños que me proporcionaba Jongin, ahora besando mi cuello, marcándolo como suyo.


 Kai soltó una risita. -No me apetece esperar…. – y sentí como la cabeza de su pene, rozó mi entrada e instintivamente intenté alejarme de él.


-¡No! –me negué rotundamente y Jongin dejó de moverse de repente. A Kai se le venían a la mente ideas descabelladas de la nada.


-¿Lo harás hoy? –preguntó Jongin. –Pensé que te aguantarías más…


Así que ya Jongin lo sabía, como siempre ninguno pide mi opinión para nada.


-No, no, no, apenas puedo con Jongin ¡¿cómo se supone que pueda con los dos?! –me volteé como pude para mirarlo y que notara que yo hablaba muy en serio.


Kai se lamió dos de sus dedos con lujuria y sin decir nada los acercó a mi abertura, introduciéndolos con facilidad, haciéndose espacio por encima de la virilidad de Jongin. – ¿Lo ves?  -peguntó de manera retórica. –Estás hecho para poder con nosotros dos…


Jongin se estremeció de pie a cabeza, al parecer le excitaba mucho la idea de estar presente y participar de primera mano en mi primer “penetración doble.”


Me limité a gimotear, mientras me sentía más y más dilatado por tres dedos lubricados con saliva y el miembro de Jongin cada vez más duro y ancho.


-De verdad que naciste para esto, Kyungsoo… -Kai dijo de manera ronca mientras se alineaba y yo lo sentía entrar poco a poco, abriendo más mis paredes, al mismo tiempo, el miembro de Jongin, palpitaba, emocionado y durísimo, muriendo por moverse dentro de mí.


Sentí que me habían partido en dos, abrí mis piernas un poco más para ver si eso ayudaba, aunque solo logré que Kai se adentrara más en mí. Ambos chicos se quedaron inmóviles mientras mis paredes se ajustaban alrededor de ellos.


-Me podría correr ya mismo…-murmuró Kai. – Qué vista más espectacular la que tengo desde aquí.


-¡No te atrevas a venirte! –me alejé de él.


-¡Pero, Soo! –me tomó de las caderas impidiendo que me alejara. –Pensé que eras chévere. –dijo en tono burlón, salió completamente de mi interior, esperó un momento y me embistió, enterrándose totalmente, sorprendiéndome.


Jongin y yo gemimos con ese movimiento y la expresión que tenía Jongin en sus facciones me excitó mucho. Sus ojos estaban cerrados y su nariz arrugada y su boca entreabierta. Estaba demasiado extasiado por todo aquello que sucedía.


Empezaron a moverse cada uno a su ritmo y a mí no me quedaba otra que disfrutar de esa sobrecarga sensorial. Dos penes moviéndose dentro de mí, dos chicos idénticos tomándome simultáneamente, dos formas de gruñidos y gemidos de las mismas voces, los mismos olores… dos penes golpeando mi próstata sin piedad.


-¡Ngh! –gemí, jadeando como un perro, era demasiado para mí. – ¡Me vengo!- les advertí. Nunca lo hacía, nunca hablaba pero en ese momento tenía que hacerles saber que terminaría vergonzosamente rápido.


Justo en el momento en que dije eso, el ritmo que tenía Jongin fluctuó un poco.


-¡Ah! ¡Kyungsoo! –gimoteó Jongin y lo sentí explotar dentro de mí. Sentí como su pene palpitaba y despedía su semilla caliente, al parecer estaba tan abrumado por la situación que se dejó ir.


 No tardé mucho en convulsionar y correrme por tercera vez, escuché a Kai maldecir en voz alta y tomar mis caderas para envestirme con más fuerza cuando mis paredes se contraían tanto que casi expulso ambos miembros.


-¡Ah! ¡Se siente tan mojado! -gruño Kai envistiéndome sin piedad y yo podía sentir a qué se refería, también lo podía oír a medias mientras seguía sintiendo las olas de placer del orgasmo. Jongin estaba regresando a la tierra en ese momento, se corrió muy duro y en abundancia.


Me desplomé sobre Jongin, quien estaba en la etapa de relajación post orgásmica y yo apenas entraba en ella. El pene de Jongin salió flácido de mi interior y de alguna manera, estando solo Kai dentro de mí, me sentí vacío.


Quise quitarme de encima del moreno, pero el que se autodenominaba "genio morboso" me tomaba de mis brazos y me giraba para besarme...si es que lamer toda mi boca como si hubiese pasado cuarenta días en el desierto y en mi boca encontrase un oasis se puede llamar un beso.


Yo estaba arrodillado en la cama y él estaba de pie, inclinado hacia mí. Todo era tan intenso con Kai, él me apretaba los glúteos y me rasguñaba apasionadamente, sin hacerme daño, claro está y simplemente lograba volverme una fuente de gimoteos y chillidos, me volvía un sumiso total, me doblegaba bajo sus cuidados dominantes.


Aún Kai se encontraba duro como una roca, pero al parecer me estaba dando un descanso antes de volver a hacerme suyo. Kai seguía lamiendo, chupando y mordiendo mi boca cuando escuché a Jongin soltar un gruñido y sentí que se movió en la cama, pues el colchón se hundió a mis pies.


Supe que se había sentado al borde de la cama cuando sentí su boca sobre mi pene flácido. Lamió todo el semen que había ahí y se lo metió entero a su boca, con cuidado y lentitud, cuidando de no lastimarme con sus dientes. Yo gemía de manera amortiguada por la lengua de Kai.


-Ya…deténganse…-intentaba hacerlos detener esa deliciosa tortura, ya no tenía fuerzas para sostenerme, no aguantaría otra corrida sin desmayarme. Apenas tenía fuerza para ponerme medio duro…


Jongin dejó de hacerme la felación al instante y por dos segundos pensé que se detendrían, pero Kai me tomó y me alzó de la cama y Jongin se levantó de la cama y ayudó a levantar parte de mi peso, tomándome por debajo de mis muslos. Pude ver que  el último estaba duro nuevamente, ambos gozaban de un periodo refractario ridículamente corto y forzaban a que el mío fuera igual.


-Mi Kyungsoo, tan hermoso, tan suave… -Jongin me susurraba al oído y sus palabras eran como caricias, que me hacían retorcerme completamente. Siguió diciéndome cosas dulces al oído, aparentemente para distraerme del pene de Kai otra vez entrando en mí. Esta vez me ardió un poco mi entrada, pero fue mucho más fácil la penetración por la semilla de Jongin que ya empezaba a escurrirse fuera de mí. Kai apenas iba por medio camino cuando Jongin también entró. Ambos llenando mi interior una vez más.


Ninguno esperó mucho para moverse a su antojo, esta vez ambos con la misma capacidad de movilidad. Otra vez me abrumó la sobrecarga sensorial, dos manos sosteniéndome y dos más acariciándome. Una boca besando mi cuello y otra lamiendo mis pezones y dejándome chupetones en el pecho, sudor, olores masculinos, gruñidos y gemidos.


-Vamos, bebé, admite que amas que ambos te llenemos esa entradita tan avariciosa tuya… -y las palabras que Kai gruñía sobre mi piel mientras me embestía también me eran como caricias. Volvían a mi interior como una lavadora, me revolvían y estrujaban. Me gustaba que me hablaran, me excitaba de manera inmensurable y ellos lo sabían.


No respondí que sí, ni que no, no era como si pudiera hablar por tanto placer. Jongin empezó a besarme con hambre y yo apoyé uno de mis brazos en su cuello para corresponderle, mientras que con la otra mano también me apoyaba, colocándola sobre la nuca de Kai.


Las embestidas se volvieron animalísticas por parte de ambos y pensé que mi pequeño cuerpo estaba siendo tan apaleado que mi alma lo abandonaría por tanta tortura. Mi entrada pulsaba abrazando ambas longitudes y mi pene despedía hilos e hilos de pre-semen translúcido y brillante.


Esta vez ambos notaron la tensión en mi cuerpo y como si se leyeran las mentes, empezaron a acariciar mis partes.  Todo era demasiado, yo sollozaba, les pedía que por favor continuaran y que se detuvieran, contradiciéndome a mí mismo, mientras ellos soltaban risitas y me tomaban como dos lobos, devorando sin piedad un buen trozo de carne.


Me vine con un grito que sonó más como un lamento. Casi no brotó semen de mi interior, ya que ellos me dejaron seco al cuarto orgasmo. Ambas manos me continuaron estimulando y los dueños de ellas gruñían y me decían cosas sucias.


Poco tiempo después los apretones de mis músculos los ordeñaron a ambos. Las embestidas terminaron y todo se puso negro, mi cabeza cayó hacia atrás cuando perdí la consciencia por unos segundos. Al volver en mí, sentí de nuevo la suave cama debajo de mi cuerpo maltrecho y apaleado.


-Kyugsoo, lo hiciste muy bien… -Jongin me besó os labios suavemente.


-Jongin tienes que ver esto… -escuché a Kai decir. –Dios…esto me servirá para muchas pajas en el futuro…


-Descansa, mañana te compraré ese desayuno de McDonald’s que tanto te gus…


-Sí, sí, pancakes, una hamburguesa, huevos revueltos y jugo de naranja. –Kai agregó exasperado. –En serio mira eso Jongin, es nuestro semen saliendo a montones de dentro de él, parece salido de una peli hard yaoi.


-Yah, tómale una foto, entonces. –Jongin espetó, molesto porque arruinaban su momento.


-¡Qué buena idea! –se escuchó un correteo y luego el sonido de la cámara del celular al tomar fotos. No puse evitar girar los ojos ante sus disparates, o por lo menos eso intenté, no tenía energía ni para eso.


-Bueno Kyungsoo, descansa y recupérate, espera tu desayuno mañana ¿sí? –me besó de nuevo.


-Sí, hasta mañana, Soosin. Sabes que te amo ¿verdad? –me preguntó Kai, un poco dubitativo, yo solo gruñí. – Bueno, a mi manera, pero de todos modos… ¡Eres el mejor! –dicho esto me besó la mejilla y me lamió la nariz.


Sentí el peso desvanecerse de mi colchón y la puerta cerrarse con suavidad. Después de eso no recuerdo más nada, tal vez me dormí, caí en coma o me morí.


 En realidad no lo sé.


 


  

Notas finales:

¿Qué tal?

 


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