~POV KEVIN~
El campeonato cada día se acercaba más. En una semana sería y mi gran temor era que yo debía jugar. Sabía que tenía el apoyo de los chicos y aún más de mi amado novio, pero eso no me quitaba el temor de fallar o arruinar todo. No quería que todos me odiaran por ser el culpable de haber perdido. Eso no lo resistiría. Muchos decían que realmente había mejorado mucho y que se notaba que le estaba poniendo todas mis fuerzas para cada día ser mejor. No negaré eso, ya que era cierto, me había esforzado mucho para demostrarles a todos que yo sí podía y que no era solo el novio de Kiseop, sino que yo era alguien que si servía para esto. Sólo una persona de todo el equipo era el que no me apoyaba demasiado y lo entendia, él era el otro atacante por punta del equipo. Su nombre era Kyuhyun y el me causaba gran miedo. Realmente me trataba mal, pero yo sabía que era para que mejorará y fuera un aporte para el equipo. Su trato había empeorado cuando se entero de que yo jugaría de titular y él como reemplazo o en el caso de que Eli deseara cambiarme alguna vez. Este sería mi primer partido y estaba muy nervioso y ansioso por jugar. Kiseop me había estado ayudando todos estos días a practicar y me estaba dando su apoyo incondicional. Si no fuera por él, realmente no me presentaría a jugar.
La semana paso rápidamente y ya nos encontrabamos viajando en el bus todo el equipo. La mano de Kiseop no había soltado mi mano en todo el trayecto, cosa que realmente agradecí. Minutos más tarde bajamos y fuimos a cambiarnos a los camarines, seríamos los primeros en jugar. Caminaba nervioso de un lado a otro, realmente no se que haría. Había visto algunos jugadores del otro equipo y eran bastante altos, cosa que me daba miedo. Sentí unos fuertes brazos abrazarme y un beso ser depositado en mi mejilla. Era Kiseop y yo lo sabía.
Ki: tranquilo amor, todo saldrá bien -Susurro suavemente en mi oído-
Ke: ¿y si lo hago mal? -baje la cabeza-
Ki: somos un equipo, si perdemos nadie se enojaría contigo, será error de todos
Ke: lo se pero tengo miedo -lo abrace fuertemente-
Ki: tú puedes... todos confiamos en ti -me beso suavemente-
Ke: gracias Ki -me sonroje mientras correspondía-
Su palabras realmente me animaron, por lo que daría todo de mi y no me rendiría por nada del mundo. Hicimos un leve calentamientos y luego comenzamos a saludar a los del equipo contrario para luego dirigirnos hacia nuestro capitán, quien nos dio las posiciones en las que jugaríamos. Camine a mi posición muy nervioso y suspire al escuchar como iniciaba el partido. Los primeros minutos del partido fueron horribles. No recepcionaba ni un balón por lo nervioso que estaba. En el primer tiempo que se nos dio los chicos me apoyaron y mi novio me beso, lo que me dio animos de seguir. De a poco comence a tomar el ritmo del partido. Comence a recepcionar cuando era necesario y atacar cuando debía hacerlo. El primer partido lo ganamos, cosa que me emociono mucho.
Los partidos pasaban, en algunos jugaba Kyu o yo, o aveces hasta nos turnabamos dependiendo de lo que creyerá Eli hyung. Sentía como mi cuerpo se llenaba de adrenalina cada cierto tiempo, cosa que me volvía euforico. Así llegamos a la final.
Kyu fue elegido para jugar el primer set, pero al no dar el resultado que desearon me pusieron a mi. Íbamos empatados, los puntos eran de vida y muerte. Eli hyung, que aparte de ser el capitán era el armador, me preparo un balón para atacar, cosa que intente pero fallé al ser bloqueado por el opuesto del otro equipo. Podíamos hacer puntos de a poco pero era díficil, el partido estaba muy reñido. Logramos igualar al otro equipo, estabamos a un punto de saber quien ganaría. La tensión en el ambiente era horrible. Mi corazón latía a mil por hora y no sabía que pasaría. El balón estaba en cancha, los dos liberos eran muy buenos, por lo que sería un punto díficil. Aquel momento que no quisé que llegará lo hizo. YO DEBÍA ATACAR JUSTO EN EL ÚLTIMO PUNTO. ¡AH! Iba muy bajo, por lo que tuve que apresurarme y atacar rápidamente. El chico que debía ir a bloquear (opuesto) no reacciono rápido y el balón paso al otro lado, el libero se deslizo pero no llego al balón. Sentí los gritos de los chicos y como me abrazaban. Acababa de anotar el punto ganador. ¡Habíamos ganado! Nos despedimos de los chicos del otro equipo, para luego prepararnos para la premiación. Estabamos todos formados cuando nos llamaron para recibir nuestras medallas y un gran trofeo. La emoción nos inundaba. El público presente nos aplaudió. Sentí como mi novio me alzaba y comenzaba a besarme. Este sin duda alguna, era un día que nunca olvidaría, uno de lo mejores de mi vida.