Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Blank Space. por MitcheKiller117

[Reviews - 306]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaraciones:

Este capítulo está dividido en 2 o 3 posibles partes.

—Diálogos.

"Pensamientos"

Putos a remarcar.

>Mensajes de texto<

Al otro lado de la línea.

Dedico este capítulo a LittleGirl ♥ Es muy, muy tarde, pero feliz cumpleaños preciosa :3

 

 

Feels like I’m constantly playing a game that I’m destined to lose.

 

 

 

- - -

 

Teniendo cuidado de no resbalar como lamentablemente lo había hecho esa mañana, KyungSoo sacó un pie de la tina y estiró la mano para alcanzar la toalla de baño que había colgado cerca del espejo.

Su cuarto de baño no era nada fuera de lo común. Aunque los exagerados de sus más adinerados amigos siempre decían que no tenían ni idea de cómo sobrevivía con algo de ese tamaño, lo cierto era que Do pensaba que encajaba perfectamente con la longitud de sus extremidades.

Y sí, la habitación era algo así como un cuatro por cuatro y Tao se quejaba siempre de tener que agachar la cabeza cuando entraba, pero como el pequeño Soo siempre decía, nadie lo había mandado a ser un maldito gigante.

Sintiéndose ya acalorado, el de corte de honguito se apresuró a secarse. Su familia consideraba el aire acondicionado un gasto totalmente innecesario y el pequeño ventilador que siempre había sido su fiel compañero, había decidido abandonarlo la noche anterior luego de seis años de rendimiento perfecto.

Esas dos, eran las razones por las cuales aunque apenas iban a ser las doce del día, KyungSoo ya había tomado cuatro baños helados, sin contar ese.

Y si es que se podían llamar helados, porque seguramente el sol había estado quemando las tuberías externas desde muy temprano para que el agua saliese por el grifo hirviendo, como si esa fuese la mismísima casa de satanás.

Y no, la teoría que LuHan creía mantener en secreto respecto a su naturaleza, no era ni un poco acertada. Él no era el hijo del diablo, ni su rencarnación, ni nada parecido.

Cuando se hubo terminado de secar, abrió la puerta de un estirón e hizo falta que diese solo un paso para conducirse dentro de su habitación, que tampoco era ridículamente espaciosa como la de Tao o BaekHyun.

Y ya que pensaba en ellos, una brillante idea decidió centellear en la mente de KyungSoo.

Así que con la toalla rodeando su cintura, se condujo rápidamente hasta el escritorio donde había olvidado su teléfono móvil la noche anterior y lo tomó a prisa, decidido a mandarle un mensaje al Maknae de su grupo de amigos para pasar el día entero en su casa, sin tomarse la molestia de haberse secado bien las manos todavía.

¿Qué importaba? ¡En la casa de ZiTao había aire acondicionado día y noche!

Para su sorpresa, nada de eso fue necesario, puesto que ZiTao ya había saturado su aplicación de WhatsApp con un montón de mensajes sin leer esa mañana…

Tao El Esclavo:

>¿KyungSoo?

>Oye, ¿tienes que trabajar hoy?

El mencionado revisó la hora de los mensajes recibidos, encontrando que le habían llegado cerca de las siete, aunque los siguientes los recibió más allá de las nueve.

>¡Deja de ignorarme ojón del demonio!

>XiuMin Hyung ya me dijo que te despidieron ayer.

>¿Por qué jodidos no me lo habías dicho? Ugh, te lo digo enserio, KyungSoo, debes dejar de perder empleos de este modo si de verdad quieres ir a la Universidad…

>¡Esto no te pasaría si dejaras de ser tan orgulloso y me dejaras ayudarte un poco!

El pequeñito rodó los ojos, saltándose otros más en mayúsculas sobre lo cruel que era por ignorarlo y el pan de dios que ZiTao era por solo querer ayudarlo.

>¡CONTESTA, MALDICIÓN!

>KyungSoo, es importante.

Miles de caritas rojas de furia fueron recibidas más allá de las diez.

>¡Lo peor de ti, es que ni abres los putos mensajes!

>Está bien, siento haber usado ese montón de palabras ofensivas…

>Soo Hyun...

Lo gracioso de Tao era como pasaba de estar furioso a disculpándose de un segundo a otro.

>¡YA ESTUVO BUENO MALDITO OJÓN! ¡EL CORTE QUE TRAES TE QUEDA HORRIBLE, PARA QUE LO SEPAS!

O viceversa.

Ofendido, el de corte de honguito se tocó el cabello húmedo. No podía vérsele tan mal ¿o sí? Nah, sino ¿cómo era que se le seguían declarando diariamente en el Instituto? Lo que pasaba con Tao en ocasiones, era que tenía un pésimo gusto.

Recibió también un puñado de caritas llorando cerca del mediodía.

>¡Soo Hyun! ¿Qué te he hecho yo para que me odies tanto?

>¡Soo, soy tu donsen favorito, ámame mucho por favor!

En ocasiones, el nombrado no podía creer que Tao siguiese aprobando sus clases de coreano. Al contrario de LuHan, el menor era todo un desastre con la gramática, la diferencia, seguramente, era que éste último tenía un montón de dinero que ofrecer.

>¡KyungSoo! ¡Anda! ¡No te estoy pidiendo matrimonio ni nada! Es más, ni me gustas… ¡Se trata tan solo de ir al cine!

Finalmente, el mayor decidió saltarse toda la parte dramática y se puso a escribir una respuesta, dado que el panda acababa de ponerse en línea, y seguramente no tardaría ni un segundo en ponerse a lloriquear que lo había dejado en las famosas palomitas azules.

Y no se equivocaba, porque tan pronto como pestañeó un montón de spam con caritas amarillas al borde de las lágrimas, casi traba su teléfono celular…

<Ya cállate, Tao.

<Sí, me despidieron, pero en mi defensa yo no hice nada malo. El tipo estaba acosándome cuando se resbaló accidentalmente, eso fue todo.

<Y no, no tengo nada qué hacer hoy. Vayamos al cine.

Mientras el muchacho estaba escribiendo, KyungSoo se sentó en la cama y se agachó para sacar lo que se pondría de su cajonera. Porque no, él no tenía un armario del tamaño de una habitación, como BaekHyun.

Se colocó un bóxer negro, pantalones gastados azul marino y una camiseta igualmente negra, con mangas y todo. A KyungSoo, al contrario de la mayoría de sus amigos, no le gustaba exponer su piel lechosa y cuando lo hacía, únicamente era porque éstos lo obligaban.

Giró el rostro para leer lo que el otro había escrito mientras sacaba un par de tennis de bajo la cama y metía los pies en ellos.

>Estoy afuera de tu casa, Hyun

Con satisfacción, una sonrisa volcó los labios acorazonados del mayor, que se inclinó para atarse los cordones antes de tomar el móvil y salir corriendo.

Aunque no tenía ni idea, tratándose de ZiTao, por primera vez en mucho tiempo, iba a tener un fin de semana realmente interesante.

 

- - -

 

—¡Te lo digo enserio, Lay! ¿Por qué teníamos que venir justamente hoy al cine?

El aludido levantó la cabeza y le dedicó una bonita sonrisa llena de todo su espléndido hoyuelo a su compañero de baile.

—Ya te lo dije, Kai, era para que no estuvieses triste en casa. — Respondió animadamente, pasando relajadamente un brazo sobre el hombro del moreno — Y ni te atrevas a negarlo, porque estarías viendo películas románticas y atragantándote con helado si no hubiese ido a sacarte de tu habitación, lo veo en tus ojos. — Canturreó.

El menor hizo un extraño sonido con sus carnosos labios juntos y palmeó el brazo de Yixing para deshacerse de su absurdo agarre.

En el centro comercial podían encontrarse con todo el mundo, y lo que menos necesitaba JongIn, era un montón de gente rumorando acerca de su relación con el chino frente a Do KyungSoo.

Sabía que le gustaba un poco o por lo menos debería de ser así… solo tenía que esforzarse un poco más para obtener un sí.

La pregunta, sin embargo, era cuánto tiempo exactamente tendría que transcurrir para eso.

Y Yixing exageraba, en definitiva. Porque sí, todavía no había superado lo de pedirle ir a misa a KyungSoo pero no, él no había comprado helado. Solo frituras. El helado era demasiado femenino para su ultra masculina personalidad, claro.

—¿Qué película vamos a ver, de todos modos? — finalmente espetó, rindiéndose en un susurro.

Pero para su sorpresa, cuando se giró, no encontró a Lay por ningún lado. Y tampoco era que hubiese mucha gente. Era cerca de la una y esa clase de lugares siempre comenzaban a poblarse más allá de las cinco, sobre todo en esa calurosa época del año.

—¿Lay? — Lo llamó, echándose a andar para encontrarlo lo más pronto que fuese posible.

Siendo sincero, ese era otro de los motivos por los que no le gustaba mucho salir solo con Yixing. No importaba el día o la hora, de algún modo, el chino siempre encontraba la manera de perderse y, de no encontrarlo alguna vez, el remordimiento seguramente acabaría con Kai en la tumba.

—¡Yixing! ¡Demonios!

—¡Kai! — La voz del unicornio llegó a sus oídos pronto, alargando como siempre en tono soñador la letra a.

El bailarín se giró sobre sus pies y se encontró con el chico de pelo negro moviendo ambas manos en su dirección a modo de saludo. Pero no estaba solo, y oh, maldita, sea, no sabía ni por qué se sorprendía.

Yixing podía aparentar ser muchísimo muy tonto, pero lo cierto era que de estúpido no tenía ni un pelo.

JongIn caminó hacia él con aire resignado y las manos en sus bolsillos, Lay lo recibió muy amablemente acomodando una mano sobre su hombro y girándolo para encontrarlo cara a cara con la otra persona.

—…Como te decía, casualmente paseaba con Kai cuando te vi.

Kim JoonMyun.

Quien o enserio era muy estúpido, o también le gustaba hacerse.

—Oh, ya veo. — Murmuró el rubio más pequeño de estatura, saludando al recién integrado bailarín con una cabezada desinteresada. — Hola…

¿Cuándo jodidos iba a entender su primo el chino loco que ese chico no lo quería?

Ugh.

Se forzó a sonreír con amabilidad. El ricachón no le caía demasiado bien por haber logrado que Lay llorase muchas de las noches de la semana pasada. En su cama. Murmurando palabras en chino que él no entendía. Sorbiendo mocos. Sin dejarlo pegar ojo. Dejándole unas muy grandes y poco atractivas ojeras.

—¿Viniste aquí solo o…?

El rubio sonrió a modo de disculpa y zarandeó la cabeza. — En realidad, estoy aquí esperando a mi primo, pero no lo encuentro.

¿Era ese el día internacional de salir con tu primo o algo?

—¡Ya veo! — El unicornio exclamó, encantado por el sonido de la voz del otro, al parecer. — Si quieres nosotros podemos quedarnos contigo hasta que lo veas.

La sonrisa del riquillo ensanchándose a Kai se le antojó hipócrita. —Oh… — Murmuró agitando las manos. — ¡No es necesario!

—¡Tonterías! — Yixing dijo, tomando al muchacho por el brazo y arrastrándolo consigo. —A nosotros no nos molesta, ¿cierto Kai?

Jodido demonio.

¿Por qué KyungSoo no le había dicho que sí?

Estaba seguro de que por más aburrida que una parroquia fuese, la estaría pasando mucho mejor que viendo a su primo intentar ligar. Pero suspiró y se forzó a sonreír de todos modos, caminando unos pasos tras el par con las manos en los bolsillos traseros de sus vaqueros ajustados.

—Claro que no…

 

- - -

 

Cuando llegó finalmente, a XiuMin le sorprendió muchísimo chocar torpemente contra el fuertísimo pecho de Oh SeHun.

Cuando hacía entradas de ese tipo, luego de que la loca de su madre lo dejase en el estacionamiento del centro comercial, siempre terminaba chocando dramáticamente con alguien hasta ir a parar al piso, por lo que cuando tropezó, ya no le resultó extraño.

Lo que sí le resultó extraño fue que la persona lo sujetase hábilmente por los hombros impidiendo que cayera y, cuando alzó la mirada para disculparse y agradecer al mismo tiempo, Minseok solo pudo ver los siempre inexpresivos ojos del amigo de ZiTao.

—¡SeHun, hola!

El menor asintió en su dirección y Minseok no tuvo que pensarlo mucho para saber que se había olvidado de su nombre. No solo parecía un ser totalmente indiferente a todos y a todo, sino que también se le notaba a leguas que no era más que un chiquillo descuidado e incluso hiriente, el mayor era observador.

—Minseok, el, uhm, amigo de Tao.

SeHun asintió simplemente nuevamente. — Lo sé, Hyung. ¿Qué haces aquí?

Las manos del mayor se entrelazaron fuertemente frente sus piernas. Demonios, debió haber huido en cuanto pudo y no haberse andado con rodeos.

Sus planes habían sido desde el principio hacer su llegada sin ser detectado, ocultar su rostro bajo la gorra que llevaba puesta, esperar por una oportunidad y entonces tomarla siendo siempre ultra precavido.

Oh simplemente estaba ahí para frustrarle todos los planes.

—¡Oh, uhm… yo no...!

Con su indiferencia característica, el alto levantó una ceja. — ¿Estás aquí para tener una cita con tu novio?

Minseok pudo haber tomado la oportunidad para decir que sí y zafarse de todo problema. Su cerebro, sin embargo, se concentró en lograr que toda su cara se pusiera roja como un tomate y de su boca comenzasen a salir un montón de tartamudeos sin sentido alguno mientras zarandeaba las manos increíblemente rápido en negación.

—¡N-N-No es m-m-mi novio!

Extrañamente, SeHun sonrió de medio lado, no había dicho nombre alguno pero el Hyung estaba pensando en alguien. — O tu futuro novio, entonces…

Minseok casi se desmaya y el más alto alcanzó a captarlo, por lo que se apresuró a sujetarlo fuertemente por los hombros. Luego le dedicó una mirada preocupada. — Tranquilo, Hyung, únicamente estaba bromeando. ¿LuHan te invitó?

¡UF!

¡Qué jodido calor estaba haciendo ahí! Bueno, en parte Minseok también tenía la culpa porque bueno, el calor había estado atormentando a todo el mundo en la ciudad toda la semana y a él no se lo ocurrió nada mejor que vestirse con chaqueta y jeans negros, así como una gorra para cubrir su cabello.

Sí, no había sido muy listo al pesar que con eso iba a pasar desapercibido.

Pero al menos si lo tomaban por ladrón iría a la cárcel y BaekHyun jamás descubriría que había ido a espiarlo para cerciorarse de que le estuviese yendo perfecto en su primera cita.

Resultaba patético siquiera pensarlo, pero BaekHyun era tan idiota que seguramente metería la pata, y Minseok, que estaba tan preocupado como una madre, había terminado haciendo esa clase de estupideces de todos modos así que…

Un momento… ¿Había escuchado mal? ¡No! ¡SeHun había pronunciado con esos pequeñitos labios el nombre de LuHan! Sus ojos se entrecerraron con sospecha.

—¿LuHan está aquí contigo?

SeHun se quedó sin palabras.

Oh, tal vez la había cagado. “Estúpida boca suelta”.

—Uhm, no, por supuesto que no… Es solo que pensé…

El Hyung lo señaló acusadoramente con uno de sus delgados dedos justo en el puente de su nariz, logrando que el menor se volviese bizco por un instante. — ¡No me mientas Oh SeHun! ¡Soy tu Hyung y por respeto no puedes mentirme!

El aludido se forzó a sí mismo a reír, aunque su expresión parecía de lamento y el sonido que su garganta emitió, era como si alguien estuviese torturándolo.

—¿De qué hablas, Hyung? Yo estoy aquí solo.

Y su voz sonó tan certera, que el mayor parpadeó poniendo en duda el sí había escuchado o no bien. — ¿Enserio?

—Claro, Hyung… ¿No crees que si fuese a estar aquí ese tal LuHan te lo diría? ¿Son mejores amigos, no? Tao me lo dijo.

Lo cierto era que todo eso sonaba como pura basura pero XiuMin se distrajo con la última pregunta. ¿Eran mejores amigos? Por lo acontecido las últimas semanas, ya no podía estar seguro. LuHan parecía huir despavorido cada vez que lo veía, como si estuviese evitándolo. No contestaba todos sus mensajes y ya no lo llamaba todas las noches antes de dormir. Cuando estaban juntos, lucía terriblemente incómodo… Minseok sabía que algo andaba mal, pero no se había armado con el suficiente valor como para preguntarlo.

Apretó los puños con impotencia y un dejo de tristeza, SeHun se agachó para mirarlo. Porque podía hacer como que nada le importaba pero lo cierto es que era la clase de persona que rápidamente se encariñaba con cierta clase de muchachos.

ChuMin era uno de esos, aunque no se acordaba muy bien de su nombre. No era nada personal.

—Escucha, Miyeok Hyung, ¿dije algo malo? Porque lo lamento.

Afortunadamente, el mayor se dijo a sí mismo que estaba en una misión demasiado importante como para deprimirse ese día y levantó la cara luego de asegurarse de que no había lágrima alguna en el borde de sus ojos.

—¡Soy Minseok!

—¡Oye tranquilo pequeño, lo siento!

SeHun le sonrió honestamente por primera vez.

Minseok infló sus regordetas mejillas sonrojadas y le sacó la lengua. Iba a dejar que lo llamase así si quería, pero era solo porque SeHun realmente le caía muy bien y creía que podían convertirse en muy buenos amigos. Es más, en un momento así, el mayor hasta creyó que contarle su misión no le vendría mal. Porque ganarse un compañero siempre era una buena idea… ¿o no?

 

- - -

 

JongDae sabía que iba tarde, pero no tan tarde como para llegar al mismo tiempo que Park ChanYeol.

Con la excusa de que extrañaba compartir tiempo juntos, le había dicho al raro de su primo JoonMyun que se encontrasen en el centro comercial para ver una película, pero lo cierto era que JongDae tenía motivos mucho más científicos que eso.

O por lo menos eso creía. Porque había un montón de cosas que no se imaginaba, como el hecho de que había pensado exactamente lo mismo que un montón de personas más, Xi LuHan, con quien se sentía totalmente incompatible, incluido.

JoonMyun no era de los familiares que le gustase frecuentar, porque era rico y chismoso, según en colegio entero. Pero situaciones desesperadas, definitivamente requerían medidas desesperadas y él había decidido tomarlas cuando, la noche anterior, revisando el fondo de sus calcetines en su cajonera, se dio cuenta de que había gastado cada centavo de sus ahorros perfectamente guardados en nada más y nada menos que comida para Minseok.

Demonios… Eso de tener novio iba a salirle caro.

Las mejillas se le tiñeron inevitablemente de rojo cuando el pensamiento surcó su mente y se abofeteó mentalmente, porque XiuMin no era su novio y debía dejar de darle vueltas al asunto.

Quién sabe si el de cabello negro alguna vez fuese a aceptarlo. Lo cierto era que Chen se moría de miedo por hacer la pregunta y no tenía ni la menor idea de lo que el mayor le fuese a contestar. Precisamente por eso… Aunque estaban en el mismo año, Minseok era mayor, adorablemente mayor. Y a juzgar por los días que habían compartido juntos, aún si el de mejillas regordetas se reía de cada una de sus pésimas bromas, la inseguridad de JongDae le decía que seguro pensaba en él como un chiquillo tonto al que jamás de los jamaces podría darle el sí.

De todas formas, el motivo que lo había llevado ahí era otro.

Nada más y nada menos que la primera cita de su mejor amigo, Park ChanYeol.

Y el gigante era tan idiota, que Chen temía que fuese a meter la pata en grande, así que ahí estaba para ocultarse, observarlo de lejos y darle un empujoncito de ser necesario.

Quizá había exagerado un poco con su vestimenta. Chaqueta negra y pantalones del mismo tipo. Así como una gorra para cubrir su rostro.

Ah.

Poco sabía JongDae lo mucho que tenía en común con cierto comelón con carita de ardilla.

—¡JoonMyun! — Exclamó en cuanto lo hubo localizado, pero para su sorpresa, no estaba solo.

Tenía la cara más extremadamente incómoda que recordaba haberle visto alguna vez, estaba sentado comiéndose un helado junto a un hermoso pelinegro de piel aparentemente suave y cremosa. Parado frente a ellos, estaba a quien reconoció como Kim JongIn, la sexy máquina de baile del Instituto.

¿Pero qué carajos estaban ellos haciendo ahí?

—¡Hola JongDae! — el otro Kim lo saludó, poniéndose de pie a la velocidad de la luz y, lo cierto era que el aludido nunca se esperó ver a alguien tan feliz por su llegada. — ¡Al fin llegas!

El castaño se rascó la cabeza cuando finalmente se paró frente a ellos. — Lo siento, se me hizo un poco tarde.

El azabache, todavía sentado y saboreando su cono de helado, parpadeó tiernamente en su dirección. — ¿Kim JongDae? ¡No sabía que fueses el primo de JoonMyun!

—No muchas personas, de hecho — el rubio carraspeó y se metió las manos a los bolsillos de su caro pantalón — ¿nos vamos? ¿Qué haremos hoy?

¿Qué haremos hoy? Eso sonaba como si ellos en verdad se frecuentaran mucho.

Chen mostró su sonrisa gatuna analizando la situación. — ¿Qué tal una crepa y luego el cine? — Propuso mirando en dirección a los bailarines, porque ya había reconocido a Lay.

JoonMyun tiró rápidamente de su brazo y se precipitó a negar con la cabeza. — ¡N-No! E-Ellos ya se tienen que ir, ¿verdad?

Kai le dedicó una sonrisa maliciosa a Chen. — En realidad… No tenemos nada mejor qué hacer.

—¡Crepa y cine suena increíblemente bien! — Yixing exclamó poniéndose de pie y yendo a colgarse del brazo del adinerado. — ¿A ti de que te gustan las crepas, Myun-ee?

¿Myun-ee?

Tanto el moreno como Chen se mordieron los labios para tragarse una carcajada.

JoonMyun suspiró y se concentró en responder amablemente —B-Bueno…

Quedándose un poco atrás, JongDae extendió la mano para chocar cinco con JongIn

Oh, seguramente iban a llevarse muy bien. Además, fastidiar a JoonMyun mientras cumplía con su misión, sonaba increíble.

 

- - -

 

El teléfono móvil de LuHan no dejaba de sonar, el hecho sin embargo era, que el chino era una persona tan desastrosa, que llevaba horas buscándolo intentando guiarse por el tono sin éxito alguno.

Ya cansado y frustrado por lo tarde que iba a su no cita, Xi se agachó para buscar por última vez bajo la mesa. No era por nada, pero escuchar a F(x) cantar ya no le estaba gustando mucho…

Miró el reloj cuando se puso de pie nuevamente y tiró de sus negros cabellos, alarmado, porque si no salía de ahí en ese mismísimo momento iba a llegar realmente tarde y no solo con un elegante retraso.

Así que decidiendo que se olvidaría de su móvil, rápidamente caminó hasta la pequeña nevera y buscó con sus bonitos ojos algo que pudiese beber para no irse con el estómago vacío.

Oh, maldita sea, y todo por haberse quedado holgazaneando la noche anterior en internet hasta las tres de la mañana. Nunca debió teclear consejos para una primera cita en Google, para empezar, porque la suya no iba a ser una cita y SeHun no había escrito con mayúsculas en su último mensaje la noche anterior.

El último y el primero, a decir verdad.

Porque aunque LuHan lo había saturado con ellos luego de haberle sacado el número a ZiTao, el amigo de éste únicamente respondió con la hora y las palabras NO ES UNA CITA.

Pero es que el corazón del chino no había podido parar de revolotear tontamente ni con el mensaje, de todos modos.

Encontró un galón de leche y lo meneó, encontrándolo un poco más pesado de lo normal para la cantidad de líquido que parecía contener.

Se encogió de hombros y bebió del envase de todas formas, había hecho las compras una semana atrás y no había manera de que la leche caducase tan pronto… ¿Verdad?

Cuando se disponía a volver a colocar dentro el envase vacío, fue que el familiar tono de su teléfono móvil volvió a sonar y los ojos de LuHan brillaron triunfantes cuando lo vio colocado sobre el estuche que debía estar lleno de huevos.

Así que lo tomó y se apresuró a contestar sin molestarse en ver el remitente…

—Habla LuHan — Canturreó, cerrando la puerta del refrigerador y moviéndose para encontrar las llaves del departamento.

¿Enserio? ¡Y yo que buscaba a su majestad la reina de Inglaterra!

Concentrado en su tarea porque ahora no encontraba las llaves, LuHan recargó el móvil en su hombro para poder agacharse. — Ay, pues aquí no vive.

¡No seas retrasado, LuHan!

—¿Baek? ¿Eres tú?

¡No, soy su abuela!

—¡Hola abuela de Baek! ¡Yixing, un compañero de clases, tiene muchísimas ganas de conocerla desde que escuchó que tejía los mejores suéteres cuando su nieto iba en la primaria!

¡Estúpido! ¡Soy yo, Baek! ¿Por qué no contestabas?

Lejos de indignarse por el tono o la forma en que su mejor amigo lo había llamado, LuHan sonrió triunfante de haber podido encontrar sus llaves en el baño y se colgó una pequeña bolsa con dinero por el cuello, dirigiéndose rápidamente hacia la salida.

—Había extraviado mi teléfono, lo siento… ¿qué sucede?

Hubo un momento de silencio del otro lado de la línea y después de un largo suspiro, el ciervo escuchó a Baek gruñir. — Me preguntaba si sabías dónde estará Tao hoy…

LuHan lo meditó durante un segundo mientras se dedicaba a bajar las escaleras a toda velocidad. Gracias a dios, su entrenador de futbol en el pasado lo había puesto a subir y bajar las gradas un montón de veces, porque de no haber sido así, el chino jamás hubiese sobrevivido a vivir en el último piso, siendo que siempre estaba haciéndosele tarde para todo, menos para el Instituto, cosa que era casualmente rara y nadie nunca entendía.

—Creo que lo escuché decir algo sobre comprar Gucci en el centro comercial.

¿Cuál centro comercial?

—Uhm, ¡MyeongDong! ¡Donde siempre vamos!

Oh… — se hizo el silencio nuevamente. Baek no se escuchaba cómodo de estarle preguntando esas cosas, por algún misterioso motivo. — ¡Espera, ¿qué?! ¡¿Por qué ahí?!

LuHan se echó a reír dulcemente. — Baek, no va a ir a espiarte, deja de preocuparte por eso.

Como si sus palabras lo hubiesen tranquilizado, el otro suspiró nuevamente y le agradeció de forma queda. — Gracias Lu, hablamos al rato.

—Claro, ¡asegúrate de divertirte, Byun BaekHyun!

Cortó la llamada un segundo después y se encogió de hombros intentando asegurarse a sí mismo de que era inocente. ZiTao probablemente no iba a espiarlo, pero eso no significaba que LuHan no fuese a hacerlo. Se arregló la bonita camisa a cuadros negra que Baek le había regalado el año pasado por navidad y se subió los ajustados pantalones amarillos mientras pensaba que no estaba haciendo nada malo en absoluto.

Se froto las manos con malicia y empujó la puerta para salir del edificio.

SeHun estaría esperándolo ya.

 

- - -

 

—¿Escuchaste, o te lo repito?

Kris se movió más cerca y cerró sus brazos alrededor de un muy guapo BaekHyun.

—¡Muchas gracias, hermanito! Sé que vas a tener un día excelente hoy.

Con los ojos entrecerrados, el bajito de los dos lo apartó con un solo dedo amenazante sobre su pecho. — Si me entero de que le has hecho algo a Tao, te juro que voy a matarte.

No estaba exactamente seguro de por qué lo había hecho. YiFan no se había sincerado con él, ni tampoco le había mencionado lo acontecido un año atrás, aunque BaekHyun perfectamente sabía que implicaba a su mejor amigo menor. Su hermano simplemente había acudido a él soltando una bomba de preguntas que él se aseguró de no responder para no hacer quedar mal a nadie y, finalmente, rogando por auxilio, diciéndole que encontrar a Tao ese día, era definitivamente fundamental.

Baek no sabía si créele, pero le había sorprendido lo suficiente que su hermano entrase diciéndole que Tao tenía novio como para no hacerle un pequeño favor. No consentía la idea de que su mejor amigo estuviese ocultándole más cosas de las que ya, e incluso había llegado a sentirse patético por haberle mandado un nervioso mensaje al panda, haciéndole saber sobre su cita ese mismo día.

Lo cierto era que al final de cuentas, el Byun sabía que su hermano pese a ser un idiota, era una buena persona. Y que si se estaba esforzando tanto, darle un pequeño empujoncito para llegar a donde debía, no le hacía ningún mal a nadie.

Y aunque no se equivocaba, no podía saberlo a ciencia cierta y eso le frustraba.

Kris negó rápidamente con la cabeza frente a sus ojos y pasó una mano por su cabello negro para molestarlo, aunque no lo despeinó en absoluto.

—No haré nada estúpido, lo prometo.

BaekHyun suspiró y se dirigió al espejo para darle un último retoque al delineador bajo sus ojos antes de salir.

Se veía…

Guapísimo. — YiFan espetó, lanzándole un guiño y las blancas mejillas del bajito se tiñeron de rojo muy toscamente.

—¡Ya lárgate de mi cuarto!

Alargando una exclamación adorable, el más alto se inclinó para abrazar por la espalda a su hermanito. — ¡Mi pequeño hermano va a tener su primera cita! ¿No es increíble? ¡Nana Yeri, trae la cámara, tenemos que filmar este momento!

Baek lo alejó sacudiendo las manos y entrecerró sus perfectamente delineados ojos en su dirección. — ¡Deja de intentar avergonzarme!

El mayor presionó dulcemente sus mejillas, Baek intentó morderle un dedo.

Ya habiéndose calmado un poco, el pelinegro volvió a mirar en dirección al espejo y revisó su atuendo. Camisa azul claro de manga corta con el cuello naturalmente desdoblado, jeans entubados negros rotos en el área de las rodillas, un par de supra desinteresadamente amarrados y maquillaje a juego.

Lucía guapo y en verdad le había costado demasiado convencerse de su atuendo. Primero porque quería impresionar a ChanYeol y después porque no quería hacerlo sentir incómodo, así que prácticamente había volteado de cabeza su armario hasta encontrar algo que le fuese bien y se adaptase al estilo del gigante.

Porque solo lo había visto un par de veces fuera del uniforme de Instituto que le sentaba tan bien y con esas pocas ocasiones, Baek no podía predecir el atuendo que fuese a usar durante su… Oh, por, dios… su cita.

Las mejillas se le tiñeron automáticamente de rojo y tragó saliva.

¿ChanYeol estaría esperándolo fuera del cine? ¿Tendría las manos en los bolsillos mientras se recargaba en una de las paredes repletas de posters? ¿O se cruzaría de brazos y optaría por una posición más seria que nerviosa? ¿Estaría tan nervioso como él? ¿I-Iba a ofrecerle su mano para caminar juntos dentro?

BaekHyun se había estado preguntando miles de cosas desde la noche anterior. A decir verdad, estaba tan ansioso, que había tenido que tomar un par de pastillas para dormir y así no tener unas espantosas ojeras que ahuyentasen a cualquiera por la mañana.

Tenía muchas ganas de ver al gigante y su imaginación no hacía más que darle vuelcos a su corazón numerosas veces.

Iban a ir a cenar después… ¿ChanYeol insistiría en pagar la cuenta? Porque Baek no pensaba permitirlo. ¿Le gustaría el auto de Baek o pensaría que era asquerosamente lujoso y terminaría sintiéndose mal al respecto? ¿Intentaría sujetar su mano mientras conducía o la mantendría sugerentemente sobre su rodilla para que BaekHyun se viese tentado a tomarla por él?

Se mordió el labio nerviosamente, sintiendo como sus palmas sudaban.

Hacía un calor del demonio. ¡O no! ¡¿Le iban a sudar las manos si ChanYeol intentaba tomárselas?! ¡Eso sería terriblemente incómodo!

Baek se limpió el sudor en sus jeans oscuros rápidamente y meneó la cabeza. Debía dejar de pensar tanto si no quería estar tan nervioso que su cerebro acabara poniéndose en blanco y dejándolo sin habla como un estúpido.

Era su primera cita.

Y no una primera cita cualquiera.

Una primera cita con Park ChanYeol.

—Pero gírate un segundo y dile algo a la cámara, hermanito. — Kris dijo, pinchando la burbuja de sus pensamientos en la que se había sumergido. — Vamos, inmortalicemos tus palabras para que cuando tengas bebés, ellos puedan ver este video y saber cómo actuar cuando tengan su primera cita.

El bajito giró la cabeza como alma que se la lleva el diablo.

Bo Ah estaba limpiándose las lágrimas por un pañuelo que seguramente nana Yeri les había otorgado a todos y cada uno, porque aunque no lloraba, YiFan también pretendía secárselas. Tiffany, que sostenía la cámara, levantó un pulgar en su dirección, haciéndole saber que lo aprobaba y SeoHyun se puso a aplaudirle orgullosamente.

Iba, a, matarlos, a, todos.

Eso, claro, si nana Yeri se lo hubiese permitido. Porque la rubia envolvió sus delgados brazos a su alrededor antes de que ahí pudiese haber una masacre. Lo estrechó fuertemente entre sus brazos y besó su coronilla, haciendo que su estómago revoloteara nuevamente hecho un mar de nervios.

—¡Mi pequeño está creciendo tan rápido!

Baek respiró profundo, sintiéndose repentinamente asfixiado por el abrazo que había pasado de ser uno fuerte a uno de oso. — ¡S-Soy mayor de edad, nana Yeri!

—¿Y eso qué? ¡Siempre vas a ser un bebé para mí!

¡Quemaría la jodida cinta cuando Kris estuviese durmiendo!

—Estás exagerando, nana ye-

—¡Pamplinas, Baek! — Escuchó a Bo Ah exclamar y asomó levemente la cabeza, justo a tiempo para ver cómo la mujer se sonaba los mocos en el pañuelo bordado a mano. — ¡Apenas ayer usabas pañales!

El aludido rodó los ojos y cuando por fin se zafó del asfixiante abrazo de su nana, resopló acalorado y se cruzó de brazos. — ¡Ustedes ni trabajaban aquí cuando yo nací!

SeoHyun paró de aplaudir para ponerse a sollozar. — ¡Tan insensible como siempre, no puedo creer que estemos filmando uno de tus momentos de necedad! ¡Apaga la cámara, TiFanny! No dejemos que sus bebés se enteren de la clase de monstruo que su padre era.

¡Mujeres!

Tan malditamente exageradas…

—Seo, yo no…

—¡No digas nada, Baek! ¡Anda, a crecer! — Exclamó la bella castaña de cabello largo señalando la puerta para que saliese por ella.

YiFan continuó limpiándose lágrimas imaginarías y hondeó un pañuelo en despedida. Bo Ah sollozó mucho más fuerte, hundiéndose en los brazos de Yeri, que rápidamente fue a consolar su sensible corazón.

—¡Míralo, Tifanny, sus pasos son tan grandes!

—¡Son enormes Seo, enormes!

Baek cerró la puerta a sus espaldas y suspiró, caminando rápidamente para alejarse lo más pronto posible de ese montón de lloriqueos totalmente innecesarios.

Kris también se las pagaría, por dramático exagerado y terrible hermano.

Seguramente él había ayudado a Tiffany a armar el numerito ese. Qué vergüenza.

El chofer le dio las llaves cuando se las pidió esta vez y no hubo pero que pudiese detenerlo, Baek realmente iba a conducir fuera por primera vez desde sus exámenes de manejo.

Las manos le sudaban cuando sujetó el volante pero asintió a sí mismo frente al retrovisor para darse seguridad. Todo tenía que salir perfecto.

Escuchó el sonido de la bocina de otro auto antes de arrancar y miró a Kris a través del cristal polarizado de su auto. Su hermano asintió en su dirección, lanzándole un guiño. Baek pasó uno de sus dedos sobre su cuello mientras murmuraba un estás muerto mudo. El mayor le sacó la lengua y se apresuró fuera de la mansión rápidamente, el menor solo esperaba que enserio las cosas fueran bien para él también.

Su bolsillo vibró justo cuando estaba a punto de utilizar su maravilloso teléfono como GPS. BaekHyun lo desbloqueó y se maravilló con un precioso mensaje.

Su corazón retumbó dentro de su caja torácica y los espasmos recorrieron su cuerpo entero mientras una sonrisa se materializaba en sus bonitos labios.

ChanYeol no había escrito mucho, pero todo BaekHyun estaba derritiéndose con tan solo leer sus palabras…

>No puedo esperar para verte.

Y él tampoco podía.

 

Notas finales:

¡Hola a todos!

Siendo sincera, tengo este capítulo como desde el Domingo (mi hermana es testigo) pero no lo había publicado porque quería esperar un tiempo prudente. Entonces se suponía que actualizaría ayer, pero me dije a mí misma que enserio tenía que responder todos los reviews pendientes y, pues resulta que eran sesenta y tantos... SESENTA. Me llevó entonces la mitad del día responderlos y todavía me faltan cuatro (me duelen los dedooooooos), que ya no alcancé a responder hoy porque me quitan de la compu pero que mañana sin falta voy a responder c: Eso lo prometo y ya saben que yo sí cumplo.

En fin, me alegró leer que varios de ustedes no me habían abandonado pero muchos no se aparecieron de nuevo </3 Eso destrozó mi corazón, pero gracias a quienes me siguen, ustedes hacen que yo siga encontrando tiempo e inspiración para escribir, Mitche los quiere mucho a todos ♥

10.1. Les mando muchos besitos tan gheis como Tao, porque hoy es su cumpleaños *u*

Espero poder leerlos :c 

Pronto viene la parte dos. ¡Cuídense! -truena los dedos y se va corriendo como Kai pretendiendo desaparecer en "The Strongest Group"-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).