"Got a long list of ex-lovers, they'll tell you I'm insane".
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…Lee SungMin.
Cho KyuHyun.
Kim Seok Jin.
Jung Ho Seok.
Kang Dae Sung.
Jeon Jeongguk.
Park Kyung.
Park Jung Soo…
La puerta de su habitación se abrió sin un toc toc previo.
—Nana Yeri pregunta si no piensas bajar a cenar.
BaekHyun rodó los ojos y giró la cabeza para mirar de mala gana a Kris, que estaba cómodamente recargado sobre la puerta con los brazos cruzados.
—¿No habíamos hablado ya sobre el concepto de privacidad y lo bien que me vendría que aprendieras a tocar antes de entrar?
Con una sonrisa maliciosa, el alto golpeteó fuertemente con sus nudillos la madera de la puerta y luego caminó habitación adentro. — No estaba dentro, genio. Además, ¿cuál es el problema? No es como si hubieses estado masturbándote y, en dado caso, yo no soy de los que se sorprenden.
—Mirón… — Baek cuchicheó, sintiéndose repentinamente apenado.
El mayor se sentó en el borde de la cama, tal como Minseok lo había hecho esa misma mañana. — Sabes que bromeo, diablillo. — Espetó, estirando una mano para revolverle el pelo al aludido en cuestión — Deberíamos bajar o Yeri enserio…
Su parloteo se detuvo cuando las cuencas de sus ojos cayeron sobre la libreta que BaekHyun tenía entre sus brazos sobre la cama. Arrugas aparecieron de un segundo a otro en su nariz. Al menor no le gustaba cuando fruncía el ceño, pero el chico lo hacía demasiado para su mala suerte.
—Pensándolo bien, encontrarte con eso es mucho peor que encontrarte jalándotela.
Baek rodó los ojos y se apresuró a cerrar el cuaderno antes de atraparlo entre sus brazos, como si fuese su más grande tesoro y tuviese que protegerlo a toda costa. —Muy gracioso, YiFan, ¿para eso fuiste a Canadá? ¿Para aprender modales?
El alto se lanzó sobre la cama repentinamente, tumbando al Byun sobre la cama y atrapándolo bajo sus largas extremidades. BaekHyun se aferró al cuaderno como si su vida dependiera de ello.
—Déjame verla.
—No.
—Baek…
—¡No quiero!
Kris resopló, sacándose el flequillo de la frente y después rodó las caderas, sentándose nuevamente sobre la cama y permitiéndole al menor volver a respirar.
—Si valoras tu vida y esa cosa, entonces no vuelvas a llamarme YiFan.
El del delineador en los ojos se puso de pie como alma que se la lleva el diablo y atravesó la habitación en unos cuantos pasos hasta localizar su cajón más seguro, donde depositó la libreta y después encerró, con una clave, por supuesto. Porque le había pedido a su padre uno de esos cajones estilo caja fuerte y seguía creyendo que había sido su mejor inversión.
Cuando se giró, el recién llegado todavía estaba sentado, aunque lo miraba divertido y con una ceja arriba. — ¿Tan paranoico estás? Solo bromeaba, sé que primero me lanzarías por un precipicio y luego revelarías todos los nombres en esa cosa, aunque no importa, porque los idiotas ahí escritos se encargan de violar el acuerdo de confidencialidad por sí solos.
—Canadá te hizo mucho daño, te llamas YiFan y te llamaré así cuando yo quiera. —BaekHyun protestó, caminando de vuelta hacía la cama e ignorando las palabras dichas por el otro hasta que se lanzó sobre las blandas mantas y giró solo un poco la cabeza. —Y no te lanzaría por un precipicio, exagerado.
Kris se recostó junto a él también, ambos mirando fijamente la gran fuente de luz en el techo de la habitación.
—Solo quiero olvidar a YiFan… YiFan no era tan fuerte como Kris.
BaekHyun sonrió de medio lado. — ¿Estás bromeando? YiFan le rompió la nariz a Young Bae cuando habló mal de mí…
El aludido rodó sobre su cuerpo, girándose en dirección al del más pequeño. — Siento que ese ya era Kris, solo que todavía no lo sabía.
—Sabes… — Baek se giró del mismo modo, enterrando ambas manos bajo la mejilla recostada sobre la cama, pudiendo así mirarlo fijamente. — YiFan o Kris, para mí siempre vas a ser un héroe.
Un momento de silencio cómodo transcurrió mientras se sonreían.
Al menor le gustaba muchísimo la sonrisa del chino porque era de esas que podían decir más que mil palabras, y cuando YiFan lo hacía, no se las dedicaba a cualquier persona.
—Yah… — El alto golpeó con su puño el pecho del otro —. Deja de avergonzarme, además, Young Bae lo merecía, al igual que todos los patéticos miembros del equipo. Únicamente hablaban porque jamás los consideraste para formar parte de tu libretita.
BaekHyun batió las pestañas con cansancio. — Ninguno de ellos me parecía realmente gay.
—Porque no lo son, solo querían un poco de atención.
El silencio volvió a apoderarse de la alcoba. BaekHyun cerró los ojos, aunque no estaba pensando realmente en nada y Kris se apresuró mover su hombro para que lo volviese a mirar. En su rostro había algo parecido a la preocupación.
—Excepto Park ChanYeol, por supuesto, siempre me pareció rarito…
Los ojos delineados de Baek se ampliaron y abrió la boca, pero no salieron palabras.
Kris volvió a girarse para mirar el techo. — Cuando los vi tomados de las manos, lo primero que pensé fue que solo era otra más de tus víctimas.
De inmediato, el más pequeño se incorporó con interés.
—Pero después estaba la forma en que lo miras… Puedo jurar que jamás te vi ver a alguien de ese modo. Me hace feliz, eh. — Murmuró lentamente, golpeando su hombro con el del otro. — Saber que mi hermano encontró a la persona con la que quiere sentar cabeza, porque creo que ya era hora de que dejases de pensar en otros y te concentraras en ti.
Una sonrisa dulce se esbozó en los pequeños labios del Byun, que se lanzó inmediatamente a los brazos de Kris, que ya lo esperaba para cerrar un abrazo sobre su cuerpo cariñosamente.
—Quiero que seas feliz, Baek y es por eso que me alegra tanto que sea Park.
BaekHyun no podía saber a ciencia cierta a qué venían esas palabras y tenía muchas ganas de averiguarlo, pero llevaba más de un año sin abrazar a su hermano de ese modo y francamente, aunque nunca lo hubiese admitido en voz alta, lo había extrañado como a nadie.
YiFan anunció que iría a Canadá con sus abuelos una larga temporada el mismo Abril en que se graduó. A Baek no le gustó mucho la idea y a su padre tampoco, porque le interesaba mucho que el mayor se enfocara en una carrera para hacerse cargo después de la compañía. El hombre no pensaba en BaekHyun como una opción para administrar su empresa y, por más extraño que pareciera, el chico lo agradecía. Sin embargo, por aquellos tiempo el padre de ambos estaba recién casado y la esposa era una buena mujer, por lo que se encargó de convencerlo de dejar ir a YiFan por lo menos un año.
Desde que partió, BaekHyun estuvo preguntándose el motivo por el cual había decidido dar tal giro inesperado en su vida, pero jamás encontró una respuesta. Pasado por lo menos un mes desde que se hubo marchado, YiFan lo llamó diciéndole que ahora se llamaba Kris.
Habían ocurrido cambios espontáneos e inesperados desde entonces, pero después de todo, lo único que al Byun le interesaba era tener a su hermano de vuelta en casa, donde pertenecía.
Su padre se había casado con la señora Wu cuando Baek tenía apenas los seis años y YiFan más allá de los siete. La señora Wu fue la mejor madre que BaekHyun pudo recordar, era amable, educada y podía cantar las mejores canciones de cuna. Kris y Baek se entendieron perfectamente desde el principio. Peleaban casualmente, pero los dos sabían que si no lo hacían no sería divertido.
La muerte estrechó a la mujer entre sus brazos, sin embargo, cuando el menor cumplió los once. Había sido el matrimonio más largo de su padre y su perdida, le afectó a la familia entera muchísimo. Y quien sabe, probablemente por eso habían permitido que Kris se quedase con el apellido Wu, razón por la que nadie en la escuela solía emparentarlos, generando terribles rumores sobre su relación. Desde entonces, el señor Byun había contraído matrimonio tantas veces con tantas mujeres, que ninguno de los dos podía recordar ya el número.
Más de una vez, ellas habían quedado embarazadas o, peor aún, tenían hijos. Los dos recuerdan perfectamente a Choi Seung Hyun. Un buen chico, con una madre terriblemente interesada que no paró hasta conseguir una buena parte del dinero después de un divorcio arreglado.
Seung Hyun había sido el primero en la lista de BaekHyun.
Y todavía no recordaba haber sido tan feliz alguna vez. Porque después de ese fin de semana que compartieron juntos, las cosas no volvieron a ser las mismas para el muchacho. Y ahora que lo pensaba, había demorado bastante en escribir el nombre de Ji Yong, porque llevaba años estando demasiado seguro del hecho de que esos dos eran tal para cual.
—¡Todavía no puedo creer que en verdad esté aquí! ¡Byun BaekHyun que-
El aludido rodó los ojos y suspiró sobre el pecho cubierto de tela de Kris.
—¡Ay, qué vergüenza!
—¿Cuándo van a aprender a tocar? — Gruñó el del delineador, gimiendo cuando su hermano se incorporó, sentándose sobre la cama y dejándolo caer incómodamente sobre su regazo.
—¡Perdón! ¡No sabía que estaban ocupados!
—Xi LuHan, tan exagerado como lo recordaba.
—¡Yo no soy exagerado! Espera… — El pelinegro que todavía sostenía el pomo de la puerta entre sus manos entrecerró los ojos. — ¡¿Kris?! — chilló.
Ya todos sus amigos estaban perfectamente enterados del cambio de nombre que el muchacho había tenido en el extranjero. BaekHyun justo alcanzó a apartarse antes de que LuHan se arrojara literalmente sobre el alto.
—Oye, tranquilo amigo.
—¡No puedo estar tranquilo cuando llevo más de un año sin verte!
Esos dos se entendían bastante por su país de origen, aunque Baek nunca lo pondría como excusa, porque Tao también era de China y jamás había podido llevarse particularmente bien con Kris.
—¿Enserio es Kris?
KyungSoo se adentró en la habitación, seguido de un curioso Minseok. Y BaekHyun todavía no podía entender qué rayos estaban haciendo ellos ahí, pero tampoco protestó y simplemente atinó a levantarse.
—Él mismo. — El aludido se pavoneó con una sonrisa sexy.
El Byun rodó los ojos por enésima vez en lo que iba de la noche y entonces, se encontró con la imagen de ZiTao fuera de la habitación.
No lo miraba, miraba a su hermano mayor ser abrazado como bienvenida por sus mejores amigos y, todo lo contrario al resto, no se veía feliz.
Sus dedos se movían temblorosos como una de sus características nerviosas tradicionales. Su ceño estaba fruncido y no se le veían muchas ganas de estar ahí. BaekHyun nunca vio tanta incomodidad en el chico desde que más de un año atrás lloró en su regazo hasta quedarse dormido.
Y Baek nunca pudo saber la razón, porq ue Tao le hizo jurar jamás volver a mencionar el asunto. Y sin embargo, mientras miraba sus ojos aguarse, el Byun volvió a involucrar hechos significativos en su cabeza.
Pero el hecho, de todas formas, era que no podía encontrar un motivo por el cual el chico estaría viéndose de ese modo por la llegada de YiFan.
Y pese a ello, él no pensaba quedarse para averiguarlo.
—Tao, ¿no vas a saludar a Kris?
La voz de Minseok Hyung interrumpió las acciones de Baek, que estuvo a punto de tomar a Tao y llevárselo a la cocina para que bebiera un delicioso vaso de la leche de vaca que tanto le gustaba.
—Y-Yo…
Desde donde estaba tenía una perfecta apreciación de la forma en que el chico cara de panda todavía permanecía parado y, claro, como Kris levantó la mirada para verlo.
Algo en los ojos del mayor, le dijo a BaekHyun que no importaba qué fuera. Las cosas definitivamente no estaban bien entre ellos.
—Hola Tao…
El corazón del aludido martilleó en sus oídos, queriendo escapársele del pecho. Sus pensamientos le gritaban que saliera corriendo y sin embargo, sus piernas se negaban a moverse.
Los pequeños ojos de Kris estaban ahora fijos sobre los suyos. Y era exactamente la persona que recordaba haber conocido, solo que ahora tal vez era un centímetro más alto y llevaba el cabello negro en lugar de rubio.
Quizá se debía a que ese era Kris y no YiFan y esa era la primera vez que él se encontraba con Kris.
—H-Hola gege…
No tenía idea de dónde había sacado fuerzas para pronunciar palabra alguna, pero se sentía afortunado de que hubiese sido así.
El Wu le sonrió pero la sonrisa no llegó a sus ojos.
—Ha pasado mucho tiempo.
Tao lo sabía, él no tenía por qué repetirlo.
Recordaba también su último encuentro. No era algo que se olvidase fácilmente y un año jamás sería suficiente, por lo menos no para él. Así que asintió despacio, desviando la mirada porque los recuerdos lo atormentaban y sabía que si continuaba viéndolo, únicamente conseguiría romper en llanto.
Ante el silencio repentinamente incómodo, escucho los pasos de alguien y después la suave textura de una mano entrelazándose con la suya.
—Quiero galletas, ¿vamos? Bo Ah preparó tus favoritas esta mañana.
Una de las razones por las cuales Tao consideraba a BaekHyun realmente su amigo, era porque lo conocía y nunca era necesario un grito de auxilio.
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La galleta crujió, destrozándose bajo los afilados dientes de Tao.
—Extrañaba tus galletas, Bo Ah.
Kris dijo, peor BaekHyun no estaba escuchándolo realmente. Había mantenido su mirada bien fija en el panda desde que todos se habían vuelto a reunir en la sala con un vaso de leche y platos de galletas.
—BaekHyun, todavía no puedo creer que estés en casa, vamos a tener nuestra primer pijamada juntos.
El aludido se giró para mirar fijamente a un emocionado LuHan. Sabía que estaba fingiendo y que seguramente únicamente había ido ahí en cuanto se enteró de que no había ido a ningún lado ese fin de semana, para evitar a toda costa pasar mucho tiempo a solas con XiuMin.
—Puedo ver tu cara de emoción, gracias por avisarme que vendrían, por cierto.
—No seas amargado — sentenció KyungSoo—, todos estuvimos de acuerdo y pensamos que sería una agradable sorpresa, es todo.
—No estoy amargado…
“Si no previniendo lágrimas” pensó, mirando de reojo a un distraído ZiTao.
—Yah, mejor cuéntenme sobre el Instituto, — Kris espetó, tratando de dispersar la tensión — ¿muchos cambios? ¿La profesora de Ciencias sigue acosando alumnos?
—Nada de cambios, diría yo — se apresuró a responder el pequeño hobbit del grupo. — Y sí, lo hace, su favorito de mi salón es un tal JongIn y se aprovecha de eso, lo odio.
LuHan cruzó la pierna. — Yo soy su favorito.
—¿Kim JongIn, del club de baile? — YiFan espetó, ignorando por completo al ojos de ciervo. — ¿Cómo está Lay?
Un foco se encendió en lo profundo de las neuronas de BaekHyun.
Tao se removió incómodo y algo en el todavía presente brillo de sus ojos, se extinguió. Kris realmente parecía interesado en una respuesta. BaekHyun guardó silencio, atando rápidamente los cabos sueltos.
—¿Lay? —Minseok se llevó una mano al mentón, acariciándolo perezosamente — ¿Te refieres a Zhang Yixing?
Tao se hundió más sobre su lugar. Kris le echó un vistazo rápido antes de asentir.
—Escuché que competirá en las nacionales, así que creo que le va bien.
Una sonrisa profunda emanó de un nostálgico Wu. Y justo en ese momento, BaekHyun recordó que en la graduación de su hermano mayor, ZiTao le había pedido unos minutos para hablar. Y, extrañamente, esa misma tarde fue cuando lloró hasta parecer haber quedado seco.
Un retorcijón llenó de furia el estómago de BaekHyun.
¿Cómo, se, atrevía?
Ahora sabía de dónde le sonaba tanto Zhang Yixing. ¡Era el chico con el que su hermano estuvo obsesionado durante tanto tiempo! ¡El mismo que todo el mundo decía era demasiado distraído como para notar que el grandísimo YiFan se moría por él! Todavía era un poco pronto para sacar conclusiones, pero el Byun creía estar perfectamente seguro del motivo por el cual Tao lo odiaba tanto.
De inocente no tiene un pelo. Palabras de ZiTao. Su mirada, su forma de expresarse con respecto al bailarín…
Kris podía ser su hermano, pero en ocasiones, no era más que un jodido asco.
—Está perfectamente bien, intentando a toda costa conseguir el corazón de JoonMyun.
Todos los presentes lo miraron como si hubiesen visto un fantasma, pero Tao… Tao trazó una sonrisa en sus labios para él y aunque sabía que podía hacerle algún daño a su hermano, algo en el fondo del corazón del chico del delineador, le decía que estaba haciendo lo correcto.
Depositó el vaso de leche vacío sobre la mesa. — Y creo que lo logrará, es muy simpático. Vino a mí pidiendo consejos, ¿no, Tao?
El aludido asintió tímidamente.
—¡Vaya! Es la primera vez que escucho algo como eso — KyungSoo sonrió con malicia. — Ya era hora de que alguien se interesara en el ricachón.
—Soo, basta, es obvio que Zhang no lo hace por eso.
—Quién sabe. — Tao espetó por primera vez en la noche, por lo menos en presencia de Baek. —Tengo que irme…
Cuando se levantó de un tirón, para sorpresa de todos, no fue el único que lo hizo.
—Te acompaño.
—No es necesario, gege. — El de las ojeras siseó, poniendo su ponzoña especialmente en el sobrenombre que únicamente usaba para el Wu.
—¿QUÉ?¡No, tú no vas a ningún lado, es noche de chicos!
Baek colocó pacíficamente una mano sobre el muslo del desconcertado chino de menor tamaño entre los presentes, pidiéndole que se tranquilizara con la mirada. Minseok le dedicó una mirada profunda desde el otro sillón y zarandeó lentamente la cabeza, rogando silenciosamente que dejara las cosas como estaban.
Gracias a todo lo divino, BaekHyun no parecía ser el único enterado de la situación.
—Estás loco, deja que te acompañe.
—No quiero gege, estoy bien. —El énfasis en la palabra bien no le sonó así a nadie en absoluto.
El panda se echó a andar fuera del recuadro de la habitación y Kris lo siguió como un perro. Los presentes escucharon el bufido de ZiTao cuando se giró para comprobar que el testarudo recién llegado realmente estaba siguiéndolo.
BaekHyun creía que no había tenido peor noche un sábado desde… Bueno, desde el sábado pasado.
La puerta de la entrada se cerró de un portazo y milisegundos después volvió a abrirse antes de repetir el proceso.
—¿Qué demonios sucedió aquí?
KyungSoo parpadeó con sus grandes ojos, sintiéndose perplejo pero no capaz de decir nada.
Minseok dejó su vaso medio lleno de leche sobre la mesa también y luego suspiró. — En cuanto vi a Kris aquí, supe que todo esto había sido una terrible idea.
Los cuatro miraron los vasos sobre la superficie de la mesa.
—¿Tienes idea de qué-
El mayor le dedicó una larga y pausada mirada a LuHan, que inmediatamente después apartó la vista para mirarse los nudillos blancos.
Esa había sido una respuesta breve pero definitiva.
Si Minseok sabía algo, no iba a decirlo porque no le correspondía hacerlo.
BaekHyun iba a ponerse a silbar para cortar la tensión, cuando el conocido silbido de su tono de llamada entrante se le adelantó.
Girl it’s really good to see you come around, I know you been lost, I’m glad you got found ‘cause I’ve been a little lost myself…
Con toda la calma del mundo, el pelinegro caminó hasta la barra de la cocina para tomar su celular y llevárselo al oído sin molestarse en mirar quién lo llamaba. Seguramente era Joy pidiéndole que le recordase alguna de las cosas en la lista imaginaria de compras que Bo Ah siempre le hacía.
—¿Calabaza? O qué tal… ¿Pepino japonés? Oye sí, asegúrate de traer ese pepino contigo.
—¿B-Baek?
Un escalofrío sacudió el cuerpo entero del aludido.
Esa voz…
—¿P-P-Park?
—S-Sí, l-lo siento, ¿e-esperabas a alguien más?
Demonios, joder, joder, joder, mil veces joder. — ¡N-No, c-claro que no! — No podía verse pero estaba completamente seguro de que tenía la cara completamente roja.
Sus amigos se giraron, dedicándole curiosas miradas que él prefirió evitar.
—O-Oh… Lo siento, ¿es un poco tarde, no? Lo siento, s-solo quería… uhm, saber si habías llegado bien a tu casa y-y eso…
Por el tartamudeo al otro lado de la línea, el pelinegro se alegró de no ser el único nervioso ahí. ¡Pero nadie podía juzgarlo a él! ¡Lo último que se esperaba era una llamada de Park ChanYeol, se había rendido a las dos horas de no recibir siquiera un mensaje de texto!
—¡No es para nada tarde! — quizá mentía. — Uhm… E-Estoy bien, gracias por preocuparte, ¿qué hay de ti? ¿Todo en orden? ¿No te arrestaron por ser tan alto?
Oh, demonios, debía dejar de hacer bromas estúpidas.
¡Eso había sonado tan extrañamente bobo! ¡Ni un nerd se reiría de ello!
ChanYeol, sin embargo se carcajeó del otro lado.
—Estoy bien, BaekHyun, me alegra escuchar que tú también lo estás.
¿E-Era eso un coqueteo? No, no, no, definitivamente no.
No se habían despedido como era debido. No sabía ni si se repetiría. Eso no había sido una cita para Park, seguramente lo llamaba para confirmar que BaekHyun terminaría los dibujos del procedimiento en su casa. Eso debía ser.
El aludido enrolló el hilo imaginario de su móvil con un dedo y bailó sobre uno de sus inquietos pies, no pudiendo evitar el sonrojo de sus adorables mejillas.
A sus espaldas, LuHan levantó una ceja en dirección a XiuMin que río silenciosamente e hizo una seña para que guardaran silencio. KyungSoo no podía dejar de sentirse interesado también, aunque él no era un chismoso del tipo Xi.
—BaekHyun…
¡Su nombre sonaba tan bonito cuando él lo decía! Nunca se había sentido tan feliz de que su padre lo nombrara así.
—¿S-Sí?
—Uhm… Está tarde, f-fue divertido.
¡Que San Siwon lo despertara si estaba soñando!
—Dios, eso sonó estúpido, ¿quién se divierte haciendo tarea? seguramente ahora piensas que soy un ñoño, o bueno, tal vez eso lo pensabas antes, yo…
—¡Concéntrate Park ChanYeol!
BaekHyun sabía que conocía la otra voz al fondo del teléfono de Park, pero estaba tan concentrado en no olvidarse de cómo respirar, que no tuvo tiempo de reparar en ello.
—Y-Yo solo llame porque…
Una vieja canción conocida comenzó a sonar en la cabeza del Byun…
I just called to say I love you; I just called to say how much I care…
—…quería desearte buenas noches.
¡Justo en el corazón! BaekHyun se retorció como un gusano y comenzó a hacer una danza extraña. Tal vez un día…
Sus amigos lo miraron con temor.
—N-no, yo también me divertí mucho… ¿Pero sabes? El cine también hubiese sido divertido, m-mi propuesta sigue en pie.
¿De dónde carajos había sacado el valor para decir eso? No tenía idea, pero agradecía a todo lo divino por ello. Debía escucharse patético tartamudeando como imbécil, pero poco le importaba.
La respiración de Park se detuvo y después pudo jurar que lo escuchó tragar saliva. — Y-Yo uhm, también lo creo… ¿H-Hablamos el Lunes de eso?
¡Sí, maldita sea, sí!
—Y de lo que tú quieras… — Se recargó con aura soñadora sobre la barra.
BaekHyun podía ser mantequilla de maní si ChanYeol lo quería. Lo que no sabía era que ChanYeol podía ser su jalea si él así lo deseaba.
—C-Creo que debería colgar ya.
—¿Deberías?
El gigante río, deleitando al mayor. — Esto me suena un poco.
—Si deberías o no, podría ser nuestro siempre.
BaekHyun jamás podría saberlo porque no estaba mirándolo, pero ChanYeol sonrió resplandecientemente cuando lo escuchó.
—Has leído demasiado a Jonh Green.
—Supongo que sí.
—B-Buenas noches, BaekHyun.
—Sigue diciendo mi nombre de ese modo y tendré que violarte, Park. — Entonó juguetonamente.
—¿E-Es eso una amenaza?
—No, es una advertencia.
—L-La voy a… uhm, a tomar muy enserio.
Baek río, rogando porque su corazón pudiese recuperar su ritmo cardiaco normal. — Buenas noches, Park.
—Buenas noches BaekHyun…
Bobamente, ninguno de los dos colgó demasiado pronto.
Por alguna razón, escuchar la respiración silenciosa del otro parecía suficiente como para pasar la noche en vela.
Cuando finalmente se giró, luego de un enigmático profundo suspiro, BaekHyun se encontró con la mirada pícara interrogante de cada uno de sus mejores amigos.
—Ay, no…
---
Pese a que lo había perseguido durante manzanas enteras, Tao no se detuvo ante ninguno de sus llamados y YiFan dejó de intentar hacer que parara cuando estuvieron ya demasiado cerca de su casa.
Tal vez no podía caminar junto a él, pero ver su espalda era suficiente por ahora.
Kris tenía las piernas largas, pero Tao no se quedaba muy atrás pese a ser menor.
El panda no se entretuvo demasiado quitando el candado del barandal de su casa y se apresuró a cerrar la verja una vez estuvo dentro. Lo único que el alto recién llegado alcanzó a ver cuándo finalmente se paró fuera, fue uno de los ojos oscuros de Tao dedicándole una mirada molesta antes de cerrar bien la puerta de la entrada.
No hubo un buenas noches de su parte.
Pero Kris tampoco lo había estado esperando.
Hacía calor como el jodido demonio en esos momentos y había sudado mucho tras la persecución, pero el jugador de baloncesto tampoco se arrepentía de haberlo hecho.
En la planta superior de la casa, una luz se encendió en la ventana que daba al gran árbol que los Huang habían plantado quién sabe cuántos años atrás ahí.
Y probablemente no supo que lo veía, pero Kris observó la silueta del panda recargarse sigilosamente junto a la ventana tras las cortinas, tal vez esperando a que se marchara, o quizá recordándose a sí mismo las razones por las que debía ser cruel con Kris.
—Buenas noches, Tao-ssi…
Sabía que no lo escuchaba, pero realmente no le importó. Un segundo más tarde se dio la vuelta y regresó por dónde había venido.
Sabía también que no importaba lo que hiciese, iba a ser muy difícil que el chico lo perdonara, pero después de un año aislado en Canadá, Kris finalmente se había dado cuenta de que había actuado como un idiota y no iba a parar hasta compensar lo que había hecho.
Mientras caminaba calle abajo, cuidado sus zapatos de los charcos en las calles propinados por la lluvia, una imagen se materializó involuntaria en la mente de YiFan…
Era Tao con las mejillas rojas y la cabeza gacha.
Repitiendo las palabras me gustas mucho una y otra vez hasta perder el aliento.
Era él riéndose un poco.
Era el deja de bromear, te dije que no te enamoraras de mí que se escapaba de sus labios.
La misma imagen que tanto detestaba recordar.
Imbécil.
Era una lástima que se hubiese tardado tanto en reconocer que lo era.