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Blank Space. por MitcheKiller117

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Notas del capitulo:

Aclaraciones:

—Diálogos.

"Pensamientos".

Puntos a remarcar, palabras en otro idioma, citas o nombres de libros y películas.

.

 

 

“Boys only want love if it’s torture.

Don’t say I didn’t say, I didn’t warn ya”.

.

 

 

 

En semanas como esa, a BaekHyun le parecía que la vida escolar iba demasiado rápido.

Para cuando recordó preocuparse por la tarea que la profesora de Ciencias les había encargado para el día viernes, ya era miércoles y él no podía simplemente llamar a su compañero para juntarse después de clases y terminar con el reporte de Laboratorio.

Y no podía precisamente porque era miércoles.

Día de chicos.

Sí, de chicos y no de chicas porque ponerle un nombre al día de por sí ya sonaba muy afeminado y aunque la mayoría no tenía problema alguno con ello, LuHan todavía parecía resistirse.

De todas formas, al final del segundo descanso, cuando sus pies pisaron el salón de clases después de haber salido por un poco de aire fresco, BaekHyun fue interceptado por Kim JoonMyun, el presidente de la clase con quien por desgracia había sido asignado para reportar los resultados de la práctica en el Laboratorio de Ciencias.

—Byun, ¿nos encontramos hoy después de clases para hacer la tarea?

BaekHyun levantó las cejas y barrió con la mirada a su mayor.

JoonMyun no solo era el presidente de la clase, ni el más chismoso de todo el instituto incluso superando a LuHan, el chico también debía ser la persona más rica en todo Seúl, solo después de Choi Siwon, que resultó ser algo así como su medio hermano. Así que, probablemente, solo un idiota y, en este caso BaekHyun, se atrevería a mirarlo de esa forma.

Pero BaekHyun no solo era un idiota, sino que como ya se había mencionado anteriormente, tampoco tenía vergüenza, así que terminó mirándose las uñas mientras fruncía los labios.

—Hoy no puedo, juntémonos mañana.

El ceño del rubio teñido se frunció.

BaekHyun recordaba, únicamente por el tono de sus cejas y no porque alguna vez le hubiese puesto la suficiente atención, que el chico solía tener el cabello negro. Aunque por supuesto, eso fue mucho antes de que su grupo se formara y media escuela se tiñese para evitar comparación alguna con… los suyos.

—No puedo ningún otro día.

El menor iba a rodar los ojos y añadir algo como que solo les quedaban esos dos días, pero prefirió no hacerlo en tanto se encogía de hombros y pasaba del Kim para caminar hacía su asiento.

—Entonces dividamos el trabajo y listo, envíame tu parte esta noche.

—¡Pero Byun!

BaekHyun no lo escuchó más, las risas poco discretas de LuHan se interpusieron entre sus orejas y la voz chillona de JoonMyun.

Cuando el chino levantó cinco, Baek rodó los ojos pero chocó sus palmas de todas formas. El resto de sus compañeros les dedicó una mirada curiosa, pero pronto LuHan encontró algo interesante de lo que hablar.

—¡Revisé la cartelera y está Cincuenta Sombras de Grey! — Chilló el mayor, encontrando un lugar donde apoyar su cabeza entre sus palmas. — Debemos entrar a verla.

—¿Estás hablando enserio? — Con incredulidad, Baek le espetó mientras levantaba una ceja.

El ciervo parecía realmente emocionado al respecto, pero BaekHyun en el fondo pensaba que únicamente se trataba de otro de sus trucos para aparentar ser súper heterosexual.

—Por supuesto que sí, no hay nada más interesante, de todas formas.

El menor estuvo a punto de decir algo como que él prefería no dormir esa noche por haber entrado a ver una película de terror, que ver a unos tipos revolcarse, pero se mordió la lengua y prosiguió por un área mucho menos sensible.

A BaekHyun le gustaba usar las palabras adecuadas.

—¿Qué tiene Grey de interesante?

Los brillantes ojos de su mejor amigo se salieron de orbita. — ¡¿Estás de broma?! ¡¿Quién no quisiera un maldito Christian Grey?!

Bingo.

Con una sonrisa en los labios, Baek observó sus uñas y contó hasta diez mientras LuHan continuaba parloteando lo interesante que el maravilloso tipo literario le parecía.

—Y… — Cuando BaekHyun contó diez, LuHan se detuvo y él alzó la vista. — P-Pero por supuesto que Ana es la parte más interesante, qui-quiero decir, es tan guapa y… verla en poca ropa… yo…

—¡Ah, claro, Anastasia! Por un momento creí que te habías olvidado de su pequeñísimo personaje. — El menor escupió con sarcasmo, nunca olvidándose de su sonrisa.

Avergonzado como estaba, el chino recargo sus brazos sobre la superficie del pupitre y enterró su cabeza entre ellos.

BaekHyun no lo escuchó hablar por el resto del día escolar.

 

 

 

- - -

 

 

—¿Qué le dijiste ahora?

El susurro de KyungSoo hizo que BaekHyun por fin sintiera un poco de culpa.

Estaban en los baños y, mientras se lavaba las manos, el mayor de ambos miró  al pequeñito a través del espejo. El Do estaba frunciendo el ceño, aunque más que enojado, parecía preocupado.

Por mucho que fuese agresivo, KyungSoo siempre estaba preocupándose por cada uno de ellos y, sobre todas las cosas, nunca perdonaría a alguien capaz de arruinar su tan esperado y semanal día de chicos.

—No dije nada malo. — Baek espetó frunciendo los labios, sacudiéndose las manos y teniendo cuidado de no salpicar la impecable camisa blanca de manga larga del uniforme que estaba usando — Él fue quien volvió a resaltar lo homosexual que sabe que es.

Después de un momento de silencio, Soo rodó los ojos y palmeó con un poco de rudeza el hombro de su amigo.

—Deja de hacerlo quedar mal consigo mismo.

—Pero Soo-

—No — El pequeñín lo cortó, acercándose para arreglarle adecuadamente la corbata. — Lo admitirá cuando tenga que admitirlo, déjalo respirar.

Un suspiro se le escapó de los labios al más alto, aunque solo lo era por unos cuantos centímetros.

—Lo sé Soo, lo siento, es solo que a veces…

El chico con altura de hobbit le dedicó una bonita sonrisa mientras se alejaba hacía la puerta. — Todos nos desesperamos en ocasiones, Baek.

Y tenía razón.

Cuando salieron del baño, los otros tres chicos estaban esperándolos en el pasillo. Desafortunadamente para él, Tao estaba cargando con las mochilas de sus Hyungs mientras Minseok revoloteaba alrededor de LuHan haciendo adorables pucheros en busca de lo que BaekHyun pensaba, era una sonrisa de parte del ciervo.

—¡Lu-Ge! ¡Tienes que sonreír, es miércoles, no puedes estar triste los miércoles, recuerda lo enojado que KyungSoo suele ponerse y el miedo que me da!

—¡Oye! — El implicado frunció las cejas, aunque segundos más tarde se echó a reír.

Y era probablemente precisamente eso lo que a BaekHyun le encantaba de su grupo de amigos. Podían pelear, podían comportarse como idiotas o realmente ser unos, pero al final, siempre terminaban riéndose juntos.

Más que amigos, tal vez eran algo así como una pequeña familia.

—¡Oh dios mío, míralo Lu-Ge! ¡Está juzgándonos! ¡No me gusta cuando nos juzga! ¡Sabes que me da muchísimo miedo y ya sabes lo que hago cuando me da mucho miedo!

Oh, todos ellos conocían a Minseok asustado, era bastante gracioso.

Inevitablemente una sonrisa volcó los labios del chino mayor y las carcajadas no se hicieron esperar.

—XiuMin-ee, tienes que dejar de hacer esto.

El mayor le dedicó una amable sonrisa mientras negaba y entrelazaba animadamente sus dedos con los suyos. —Nop, Lu-Ge, seguiré haciéndolo todo lo que sea necesario hasta que te rías, ya sabes que odio verte triste.

Las mejillas del ciervo se tiñeron de rosa, Minseok ignoro ese hecho por completo y se echó a andar, arrastrando al muchacho consigo de la mano. Los demás los alcanzaron casi inmediatamente, Tao asegurándose de pasarles sus mochilas asegurando que él no era ningún criado.

La sonrisa de LuHan era de pronto tan radiante, que las personas ya estaban mirándolos curiosamente de nuevo, por enésima vez en lo que iba de la semana.

—Oye… — BaekHyun chocó levemente su hombro con el del chico. — ¿Olvidas lo de esta mañana?

El de ojos bonitos parpadeó y luego asintió gustosamente, entrelazando su mano libre con la del pelinegro del delineador. — Pero de todas formas vamos a ver Cincuenta Sombras.

BaekHyun rodó los ojos y Tao suspiró ruidosamente.

—¡¿Qué demonios tiene de entretenido ver a unos pervertidos follarse en el cine en una sala llena de adolescentes calentones?! ¡Para eso está el porno, LuHan!

Y bueno, ahí estaba.

BaekHyun agradecía el hecho de que junto a ellos, siempre había alguien que pensaba lo mismo que él.

 

 

- - -

 

 

Pese a todo lo que pudiesen decir sobre él, BaekHyun no sentía que el fuese una zorra.

Pero ahí, con sus amigos insistiéndole en que hiciese algo ridículamente estúpido, comenzaba a sentirse como una.

Todo el problema había empezado porque según LuHan, los creadores de los cines eran unos hijos de puta egoístas, que por ser viejos, pensaban que los jóvenes no tenían ganas de ver las películas más nuevas. Lo cual, en pensamientos del propio BaekHyun, sonaba y era estúpido.

El caso era que ni Tao ni KyungSoo poseían identificación todavía, lo cual era totalmente normal, porque bueno, eran menores de edad y BaekHyun todavía dudaba que la migra no se fuese a llevar a ZiTao uno de esos días.

Tan jodido como estaba, el chico del delineador supo que no le quedaba ninguna otra opción cuando tres pares de manos lo empujaron hacía enfrente y su cara casi se estrella contra la ventanilla de la taquilla.

—Cinema Corex, buenas tardes, — el joven detrás del cristal poseía una voz demasiado amable y cuando lo miró BaekHyun lo reconoció de inmediato — ¿qué boletos le podemos ofrecer?

Era ese tal Seung Ri, el tipo que siempre se ligaba a los extranjeros del colegio, el que lo había intentado con Tao sin conseguir nada pero que de todas formas prefería a los o las japonesas.

—Buenas tardes, — BaekHyun tragó saliva, no olvidándose de parpadear coquetamente, esperando secretamente no arruinar su perfecto delineado con tanto pestañeo que él creía tan ridículo como un maldito tic — cinco para Cincuenta Sombras de Grey.

—Claro… — El muchacho le sonrió, correspondiendo su coquetería y a Baek casi se le escapa un suspiro de alivio. — ¿Me permite sus identificaciones?

¡Ahí estaba el jodido pero del asunto!

Sacando su billetera con su tarjeta de crédito dorada, BaekHyun continuó parpadeando como estúpido. —Oh, ya sabes, creí que podríamos omitir ese pequeño paso. — Murmuró, deslizando la tarjeta de crédito bajo la ventanilla.

¡Benditas clases de japonés!

Sus padres lo habían prácticamente obligado a asistir a ellas desde que tenía memoria y bueno, para algo debían servir de todos modos.

El joven le dedicó una mirada intensa y luego sonrío mientras se mordía el labio inferior, tomando la tarjeta y rozando provocativamente sus manos, casi causándole arcadas a Baek.

—Por supuesto que podemos… Son cinco entradas, sitio preferente, sala once.

BaekHyun le sonrió mientras recogía las entradas y metía la tarjeta dorada en el interior de su cartera, permitiéndose mostrarle los dientes porque sentía que si no lo hacía, la sonrisa luciría un poco demasiado cínica.

—Ay, te lo agradezco. — Pronunció, guiñándole un ojo y apartándose de la taquilla para que las demás personas pudiesen pasar.

—¡Oye! ¿Qué tal un café?

BaekHyun no recuerda haber caminado tan rápido en toda su vida.

No, el tipo no era feo, pero eso no le quitaba lo cerdo. Las personas en el colegio deberían criticar primero a tipos como él.

—¡Los odio tanto! ¡Me deben mucho después de esto!

LuHan no esperó a que él pudiese seguir con el montón de cosas que tenía para decir, tan pronto como estuvieron a su alcance, el ciervo le arrebató las entradas de las manos y se apresuró a conducirlos a la sala que los boletos indicaban.

Afortunadamente para Baek, los chicos se habían encargado ya de comprar palomitas y golosinas, así como los nachos con queso extra de KyungSoo, que no podían faltar los días miércoles incluso si no alcanzaban entradas.

—Demonios, huele a urgido. — Tao murmuró, llevándose una mano a la nariz en cuanto se hubieron adentrado en la sala once, que estaba repleta de personas, por cierto.

El de ojos delineados lo codeó, provocando que casi se le cayese el trasto de palomitas que compartía con él. — Cállate, no te olvides de que vienes a ver la misma película.

ZiTao continuó maldiciendo a LuHan y a sus gustos raros en voz alta incluso cuando encontraron sus asientos al fondo del cine.

BaekHyun amaba esa parte de las salas y no por lo que cualquiera se imaginaria, como que es un sitio oscuro perfecto para meter mano. La realidad era que BaekHyun no frecuentaba el cine con nadie que no fuesen sus amigos pero eso sí, era un fanático de las películas y le parecía que en esos asientos podía verlo todo mucho mejor.

Después de lo incómodo que fue ubicarse en sus sitios ya a oscuras, que estaban justamente en medio de la hilera de asientos, BaekHyun aplastó su trasero en último lugar, junto a Tao, seguido de KyungSoo y LuHan, que casi golpea al chico que no se quitaba del puesto reservado para Minseok.

—No puedo creer que vayamos enserio a ver esto.

—Ya cállate, Tao, bien que querías verla, hasta lanzaste a BaekHyun a Seung Ri para poder verla. — KyungSoo murmuró por lo bajo justo cuando la pantalla se encendió y la sala entera quedó en absoluto silencio.

Los colores se le subieron al rostro al pequeñito, sus amigos lo sabían aunque no podían verlo y es que había murmurado tal cosa con la boca llena de nachos.

A BaekHyun le parecía adorable tan solo imaginarse los labios en forma de corazón de KyungSoo bañados en queso amarillo.

—¡KyungSoo, eres el dios de los actos vergonzosos! — La voz se LuHan se escuchó sofocada y Baek supo que probablemente ese había sido el codo del hobbit directo a las costillas del chino — ¡oye!

Un shhh general se escuchó por toda la sala y BaekHyun contuvo las ganas que tenía de echarse a reír.

La protagonista apareció finalmente en la pantalla y se escuchó un ruidoso suspiro, que por como lo había oído, debía ser de LuHan.

—¿No crees que es bonita, XiuMin-ee?

—No lo sé Lu-Ge, sabes que no me gustan las mujeres.

—Yo creo que está vieja. — De nuevo KyungSoo con la boca llena.

Tao le pasó a BaekHyun el contenedor con sus palomitas ya habiéndose quedado con las suyas, sin dejar de murmurar cosas como no puedo creer que realmente estemos viendo esto o malditos heterosexuales bastardos o deberían hacer unas Cincuentas Sombras de Tao, eso sí que sería intenso.

—Dejen de ser tan escandalosos. — Baek sentenció, no encontrando mejor lugar para poner las palomitas que en su pierna derecha, recargadas contra el portavasos.

Sus amigos finalmente se callaron y en la multitud únicamente se escuchaba a las personas masticando sus aperitivos, así como también varios suspiros o contenciones de aliento cuando algo medianamente interesante sucedía.

No es que BaekHyun hubiese leído el libro siendo obligado por LuHan, qué va. Pero se estaba preguntando ya qué escenas habrían incluido y cuáles no. Tampoco era que le gustase el drama, pero ya quería escuchar los lloriqueos de los hormonales a su alrededor cuando Anastasia subiera al elevador para marcharse.

¿Es usted gay, señor Grey? — LuHan chilló al mismo tiempo que la protagonista.

La multitud rugió nuevamente en shhhhs para nada discretos y BaekHyun se palmeó la frente mordiéndose la lengua para no gritar algo como: ¡Gay!

Su diestra se movió, alcanzando las palomitas y entonces pasó.

No solo se trataba de sus dedos enredándose con los de alguien más dentro del recipiente que Tao le había dicho era suyo, sino también de la voz profunda atreviéndose a murmurar lo que él, segundos atrás, había devuelto por su garganta.

—¡Gay!

Las carcajadas de las personas a su derecha no fueron exactamente lo que hizo que un escalofrío recorriese la espina dorsal de BaekHyun por completo.

Levantó la mirada, ahí donde se encontraba, evitando pensar en lo mucho que XiuMin debía estar esforzándose en contener a LuHan para no empezar una pelea dentro de la sala. Y sus ojos se encontraron por primera vez así de cerca.

Uno, dos, tres, cuatro… Cuando BaekHyun contó diez y sus ojos todavía se mantenían fijos sobre los suyos, supo que probablemente ya no sería necesario anotar un tiempo record en lo profundo de su mente.

Los dedos del muchacho tampoco se habían apartado de los suyos y aunque estaba oscuro, lo luminoso de la pantalla no hacía ciego a Baek. Él sabía perfectamente quién estaba sentado a su lado, hombro con hombro.

O bueno, quizá hombro con cabeza, porque todavía no entendía cómo alguien podía ser tan jodidamente alto.

Cuando recordó como respirar y los ojos le ardieron por haber permanecido tanto tiempo sin parpadear, BaekHyun apartó la mano de esos largos dedos y frunció levemente el ceño.

—Eh… — Murmuró, alzando el hombro lo más alto que pudo para empujar levemente el brazo del muchacho. — Son mis palomitas, búscate las tuyas.

Con una sonrisa que días atrás jamás hubiese pensado que el chico iba a dedicarle, Park ChanYeol deslizó su mano fuera de su contenedor de palomitas y sujetó el suyo cerca, meneándolo para hacerle saber que estaba vacío.

—Tengo ese problema con el cine, siempre me como todo antes de que la película empiece.

Las espesas pestañas del Baek se movieron involuntariamente, pero extrañamente, no se sentía estúpido revolotear de ese modo con Park.

—Creo que muchos padecen tu problema pero… — con un gesto de mano, el más bajito señaló las escaleras—. La salida está por ahí y seguramente no te perderás camino a la dulcería.

Quizá era la escases de luz, pero BaekHyun casi pudo jurar que el chico le lanzó un guiño vacilante antes de responder de forma audaz. — No sería divertido si me pierdo a tu amigo citando los diálogos.

El chico del delineador sonrió y colocó el contenedor de palomitas en la larga pierna de su compañero de clases.

—Tienes razón, creo que compartir estará bien por hoy.

ChanYeol volvió a sonreír.

BaekHyun recordó el motivo por el que estaba ahí y giró la cabeza hacía la gran pantalla, no gustándole demasiado con lo que se encontró.

¿Cuándo exactamente habían comenzado esos dos a desnudarse?

Tao tenía razón.

Él lo sabía.

El porno debía verse en casa. A solas.

No con Park ChanYeol rozando tu hombro.

Ugh.

Incómodo.

—¡Yo no hago el amor, yo follo duro!

—¡LuHan! — Tao susurró en protesta, hundiéndose en su asiento.

Las risas de los que debían ser los amigos de Park no se hicieron esperar. Los dedos de Baek volvieron a encontrarse con los de ChanYeol cuando buscaba distraerse con las palomitas.

Sus miradas se encontraron de nuevo.

Quizá era su imaginación, pero el bajito había comenzado a sospechar que el chico en lugar de mirar la película, se había estado dedicando a observarlo.

—¿Qué?

—¿Enserio se los sabe todos?

Con una sonrisa que no sabía por qué le estaba dedicando, BaekHyun asintió.

Una hora de jadeos y peticiones de más después, el pequeño pelinegro estaba lo suficientemente abochornado –y acalorado- como para seguir soportándolo y, al parecer, ZiTao se había rendido mucho tiempo atrás, porque se había excusado para ir al baño y no había regresado en más de media hora.

Discretamente, BaekHyun se deslizó fuera de su asiento y le dedicó una última sonrisa a ChanYeol antes de salir de la fila y conducirse escaleras abajo.

 

—Te tardaste más de lo que pensé. — Tao lo recibió sentado sobre la superficie de los lavabos en el baño.

Un ruidoso suspiro se le escapó de los labios al coreano. — Es la peor película que he visto en mi vida después de Una loca película de vampiros.

El chino se echó a reír. BaekHyun era un amante de Crepúsculo y él realmente había odiado esa película.

—Quiero decir, ¿esto es romance hoy en día? Que Jane Austen los perdone.

Tao le dio una calada al cigarrillo que había estado fumándose, estratégicamente en un lugar donde el humo no tocaba la alarma de incendios.

—Y que nadie te escuche diciendo que lees novelas románticas de época.

BaekHyun se lavó las manos con el ceño fruncido, mojando a propósito los pantalones grises del uniforme del menor. Tao no se inmutó pero apartó la pierna de todos modos, golpeando con un dedo la colilla de su cigarrillo.

—¿LuHan realmente estaba siendo gracioso, o te gustó el chico que estaba junto a ti?

El mayor detuvo sus movimientos rápidamente. Secretamente, la razón por la que había permanecido tanto tiempo en la sala era el gigante de su clase, pero tampoco era como si fuese a admitirlo en voz alta y Tao debía estar bromeando, porque no había manera de que pudiese descifrar algo como eso.

BaekHyun siempre era un misterio.

—¿Bromeas, no?  Sabes que no me gustan los chicos de ese modo.

Tao sonrió y sus ojos rasgados casi fueron una línea durante un segundo. El mismo segundo en que Baek levantó la vista para revisar que su delineado siguiese en orden y se encontró con el reflejo de Park ChanYeol devolviéndole tristemente la mirada desde la puerta.

Ay, joder.

—Lo siento… — El chico murmuró, dando un paso hacia atrás y cerrando la puerta un instante después.

Oh, maldita sea.

—¿No era ese tu compañero de clases? ¿El raro?

Así que Tao no había alcanzado a ver quién estaba sentado junto a él. No era que a BaekHyun le aliviase, a decir verdad, no había nada que le aliviase en un momento como ese.

Aunque no sabía por qué y ya había comenzado a marearse.

No había dicho nada que no fuese cierto.

¿Por qué estaba tan mal que Park lo hubiese escuchado?

Y, sobre todo, ¿Por qué su corazón latía despacio e intranquilo?

Las suyas fueron preguntas que se quedaron momentáneamente sin respuesta pues, un minuto más tarde, Minseok irrumpió en la habitación escandalosamente con el rostro rosado.

Sí, rosado.

—¡XiuMin! ¡No estés molesto!

Teniendo en cuenta que unas dos horas atrás los papeles estaban invertidos, BaekHyun no pudo evitar levantar ambas cejas en señal de confusión.

KyungSoo cerró la puerta del baño después de entrar, recargándose en ella y dejando escapar un ruidoso suspiro. Tanto Tao como él no dejaron pasar desapercibido el rubor escarlata en sus mejillas.

Minseok daba vueltas bajo la lámpara principal del baño, no dejando que LuHan lo tocase, pero habiéndose detenido únicamente para arrebatarle a Tao el cigarrillo y comenzar a saltar arriba de él.

Nadie se quejó, ni dijo nada al respecto. Todos sabían lo mucho que el mayor detestaba los vicios.

—¿Qué fue lo que pasó? — El chino menor espetó al fin, bajándose de donde había estado sentado para enfrentar a sus amigos con su insistente curiosidad.

KyungSoo negó, todavía recargado en la puerta del baño y ocultó su rostro entre sus manos. Fuera lo que fuera no debía ser nada bueno.

—¡Nos echaron de la sala! ¡Echados, como viles delincuentes!

Si algo tenía XiuMin era que quizá se pasaba de dramático, pero la forma en que se abanicaba la cara con las manos, le dijo a los chicos que no estaba exagerando esta vez.

—¿Qué? ¿¡Por qué!?

Tao el curioso. Si alguien competía por el primer lugar en ser una persona informativa en el Instituto con JoonMyun, ese era ZiTao.

—¡LuHan se puso a llorar mucho antes de que llegara el final! ¡Y se puso a decir lo que iba a pasar! ¡Llenó a media sala de spoilers! ¡Llamaron a seguridad! — El rostro enrojecido de su Hyung, lo hacía parecer un adorable bollo al vapor, aunque seguramente no era momento para pensar en ello. Es que XiuMin lucía bastante adorable como fuese, incluso molesto —. ¡Nos pidieron identificación porque LuHan parecía una princesa! ¡Eso dijo, una princesa!

El ciervo asintió cruzándose de brazos, como si estuviese indignado, pero BaekHyun sabía que defender la heterosexualidad de su amigo, no era la razón por la que Minseok reparó en ese detalle.

—¡KyungSoo no tenía identificación, así que encendieron las luces y nos echaron! ¡Debiste haber visto sus caras, medio tercer grado estaba ahí! ¡Dios mío, JongDae estaba ahí!

Uy, justo en el blanco.

 —¡Qué vergüenza! — KyungSoo se deslizó hasta el piso.

—¡XiuMin-ee! Si se avergüenza de tus amigos, ese es un motivo más para que no salgas con él.

Tao tuvo que sujetar al mayor para que no se lanzase encima del ciervo, que corrió a esconderse en uno de los cubículos.

Oh, sus amigos eran todo un caso.

BaekHyun estalló en ruidosas carcajadas, ganándose miradas de sorpresa por parte de cada uno.

—¡Somos un maldito desastre! ¿No lo ven? ¡No podemos ni ir al cine sin terminar llamando la atención!

Afortunadamente, no tuvieron que pasar muchos segundos para que sus amigos se le unieran.

 

 

- - -

 

 

—Juro que no vuelvo a ir al cine con un LuHan hormonal a ver una de sus sagas favoritas. — Tao espetó con la mochila al hombro.

Habían esperado como media hora para asomar la cabeza fuera del baño, luego claro, de ignorar las advertencias del gerente del cine de tirar la puerta si no abrían en ese mismísimo instante. Pero es que ellos simplemente no querían tener que toparse con ninguno de los conocidos que habían evacuado de la sala donde lastimosamente ellos habían estado tiempo atrás.

BaekHyun únicamente esperaba que no corrieran a Seung Ri si lo encontraban culpable de tal alboroto, el muchacho no tenía la culpa de nada que no fuese ser un cerdo, después de todo.

—JongDae ya no va a querer hablar conmigo.

—Yo no tengo la culpa, simplemente no pude contenerme.

—No pude comprar mi ración de nachos para llevar.

Todos le dedicaron una mirada severa a Kyungsoo. — ¿Qué? — éste espetó con seriedad. — BaekHyun siempre la compra para mí.

El aludido despeinó cariñosamente al pequeñito. — Te compraré el doble la siguiente semana, ya olvídalo y tú, Minseok Hyung, si JongDae no quiere hablar contigo después de esta épica humillación, entonces no vale la pena.

Los chicos sonrieron y se despidieron en la esquina de siempre, desde donde cada uno partía en direcciones contrarias.

El Byun tuvo que esperar casi diez minutos a que su chofer llegase a su encuentro, pero no hubo reclamo alguno de su parte, únicamente se sentó en el asiento trasero y recargó la cabeza contra el cristal.

Sus manos recorrieron el cuaderno rosado que llevaba en el regazo. Ya era mitad de semana y él todavía no había elegido a su siguiente víctima. Era la primera vez que se había demorado tanto, así como también era la primera vez que simplemente no le importaba.

Un suspiro se le escapó de los labios cuando entrelazó sus dedos juntos.

El recuerdo de la mano de su rizado compañero de clase le puso los bellos de punta y todas las preguntas que hasta ese momento había estado evitando, volvieron a invadir sus pensamientos.

Por alguna extraña razón, no podía sacarse los afligidos ojos de Park ChanYeol de la cabeza.

BaekHyun no podía estar seguro de nada, excepto de que jamás se había sentido así por nadie.

 

Notas finales:

Hola cositas bonitas de la creación.

Tengo como dos capítulos más escritos pero no los voy a publicar porque soy bien mala(? Es bueno leer sus comentarios, pues siempre me sacan una sonrisa. Ojalá les guste el capítulo.

Que por cierto, no van a ser así de largos siempre, solo que esta vez me emocioné(? (Sí, ya sé que en TT comencé emocionándome y después hacía capítulos de 40 páginas en Word pero tengan por seguro que esto no va a suceder aquí). Puede que no vean mucho ChanBaek todavía, ni la insinuación clara de otra pareja (MUAJAJAJA), pero es que si las cosas no suceden lento, no se siente real. Además todavía estoy introduciendo al resto de los chiquillos. Ya saben, entre más motivado se siente uno, más sigue escribiendo. ¿Y saben que me motiva? Seh, los reviews(? No se olviden de dejarlos :v

En cuanto a las actualizaciones, creo que voy a estarlos sorprendiendo esta semana y media que me resta de vacaciones, con el único objetivo de no decir una cosa y luego cambiarla. Cuando regrese a la Uni estableceré los días de actualización para amoldarme a mi horario, lo prometo c:

Y, en cuanto a TT, ya está casi, casi listo el epílogo y los sorprenderé con mi aparición por allá está semana –llora sangre y se sorbe los mocos como cuando Yixing escuchó a Myun-ee hablar de su pasado a Minseokie- Ups, me emocioné(?

Síganme en Instagram si todavía no lo hacen(? Ahí suelo publicar fotitos de mis fanfics, dibujitos, cosas gheis y por supuesto, alerta de actualizaciones: @mitcheetommo.

Besitos tan gheis hormonales como LuHan :*           

PD: No se tomen tan enserio los comentarios sobre la película, yo ni la he visto.


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