By Jonghyun
Ha pasado dos semanas y sigo sin encontrar a KiBum. Estoy tan frustrado y desesperado por encontrarlo o por lo menos verlo y darle unas palmaditas en su perfecto trasero para que jamás se vuelva a alejar de mí. El día que me di cuenta que KiBum no estaba perdí el control de mi cuerpo. Me convertí en lobo y empecé a tratar de salir de la casa para ir a busca a KiBum, pero Jung no me dejo hacerlo. Aullé toda la noche por la pérdida de mi otra mitad, me dolía el pecho el saber que KiBum se había ido sin mí. No entendía el porqué de sus acciones, la noche anterior le había explicado que no me importaba su pasado, si no formar con él un futuro. Pero aun así, sin importarle nada se fue dejándome con el corazón roto.
Lizzy trato de consolarme pero no lo logro, de hecho todos trataron de reanimarme pero no lo lograron. Ellos no entendían que KiBum se convirtió en el aire que respiro, y sin él me dolía hacerlo. Jung al verme en ese estado tan deprimente se ofreció ayudarme en parte por mí y en parte por KiBum. Sabía todo lo que había sufrido y quería que regresara a la casa, a nuestra casa. Si le incomodaba estar entre tanta gente, no había problema podríamos comprar un apartamento y vivir solo los dos. KiBum no entendía que lo que él me pidiera yo lo cumpliría, no importaba si pareciera difícil o un tanto excéntrico yo lo haría porque… me he enamorado de él.
Los días pasaron y seguía sin saber nada de sobre KiBum. Raina me había ayudado a rastrearlo pero cada vez que estábamos a punto de saber dónde se encontraba él desaparecía. Tenía una manera de evitar que siguiera su olor o la pobre conexión que teníamos. Jung me explico que eso lo había aprendido en su anterior casa, era un reflejo de protección.
Baekho me ayudo a buscarlo a través de la web, pero seguíamos sin resultado. Cada vez me sentía más angustiado, desesperado que incluso trate de llamarlo a través del vínculo que teníamos, pero aún era demasiado débil como para que él lo sintiera o le hiciera caso. La única manera de hacer que el vínculo sea más fuerte era hacer el amor, pero por respeto a KiBum no lo habíamos hecho y también porque no me dejaba acercarme a él.
He tratado de encontrarlo de mil maneras y he fracasado mil veces. A veces parece que la tierra se lo hubiera tragado. Cada vez sentía más desesperación y a mi mente venían los peores cuadros; tal vez le pasó algo malo, estaba perdido o secuestrado y eso hacía que en mi pecho se instalara un dolor enorme. No me imaginaba una vida sin KiBum…
En la casa casi todos me decían que me había vuelto loco por haberme enamorado de alguien que ni siquiera me dirigía la palabra. Pero ellos no entendían que habíamos formado un vínculo, uno débil pero uno al fin de cuentas y que ellos no entendieran era otra cosa.
Y por ese mismo vínculo ahora estaba en dirección hacia un lugar apartado de la ciudad, muy apartado; por no decir solitario. La carretera 35, Raina me dijo que ahí había soñado que estaba KiBum. No estaba tan segura de sí su sueño fuera verdad o no, pero para mí era más que suficiente.
Acelere al acercarme cada vez más al lugar donde Raina me señalo. Sentía como mi corazón se aceleraba y mi pulso se disparaba. A lo lejos pude ver una gasolinera y era ahí a donde debía llegar. Al hacerlo estacione el auto en uno de los puestos que había y me frote el cabello. Este era mi última opción, si no lo encontraba aquí no sabía dónde más buscara, me terminaría volviendo loco por no encontrarlo. Por no tenerlo a mi lado, por dejarlo ir…
Suspire y entre al supermarket. Vi a un chico y mi corazón se oprimió al ver que no era KiBum. De igual manera llegue hasta donde estaba el. Nada perdía preguntando.
—Disculpa...
—Woohyun creo que el microondas se dañó — gire mi vista hacia donde venía esa voz y me quede paralizado al ver a KiBum parado detrás del chico. Una sonrisa se disparó entre mis labios al verlo. Al fin había encontrado a KiBum. No podía de la emoción… Camine hasta estar frente al chico y ver mejor a Key.
—KiBum, al fin te encontré — trate de acercarme a él, pero el chico no me dejo.
—¿KiBum lo conoces?
—Este....
—KiBum, por favor no sabes todo el infierno que he pasado buscándote — susurre mientras apretaba mis ojos. Lagrimas empezaron a acumularse y a bajar suavemente por mis mejillas.
—Si lo conozco Woo
—Bueno, entonces puede pasar — mire como ese chico se hacía a un lado, así pude acercarme hasta KiBum y abrazarlo con todas mis fuerzas. No quería soltarlo porque tal vez si lo hacía de nuevo se alejaría de mí. Llore como un pequeño niño en su hombro mientras sentía sus tibias manos acariciarme la espalda.
—¿Por qué me dejaste?
—Jonghyun, no es el lugar para hablar de eso. — me aleje de el para secarme las lágrimas y mirarlo. Me tomo de la mano y entramos por una puerta de madera que nos guio hasta una sala. Me senté en un sillón y a lado mío se sentó KiBum
—Ahora si vas a responder.
—Jonghyun. Me aleje de ti porque sabes que lo nuestro nunca va a funcionar. — susurro y note como apretaba sus perfectas manos.
—Déjame intentar. Dame una oportunidad, danos una oportunidad.
—No puedo...solo no puedo.
—¿Por qué no? ¿Dime porque no podemos estar juntos? — grite mientras me levantaba y me ponía a su frente. Quería respuestas, sabía que no era todo por su pasado. Ahí había algo más y planeaba descubrirlo.
—¡Porque tengo miedo! Feliz… Tengo miedo, por eso no puedo — él también se levantó y me grito haciéndome dar un paso hacia atrás. Estaba sin palabras, KiBum tenía miedo ¿de qué?
—¿Miedo de que?
—De que me dejes… que te chances de mí y me dejes como ya lo hicieron antes.
—¿Quién?
—No importa. Jonghyun no quiero estar contigo porque si encuentras a un chico mejor que yo me vas a dejar y no creo que mi corazón lo soporte — susurro mientras empezaba a llorar. No podía verlo así, su dolor era mi dolor y en ese momento podía sentir una gran opresión en mi pecho. Me acerque hasta poder rodear con mis brazos su cuerpo.
—Eso no pasara ¿sabes porque?
—¿Por qué?
—Porque tú eres mi todo. Nunca tendré otros ojos para nadie más. Ni si quiera pensare en alguien más. De hecho ya solo pienso en ti. Jamás te cambiaría por nada, ni por nadie porque tú eres mi corazón.
—Ya he escuchado esas palabras antes.
—Entonces te lo demostrare con acciones.
—¿Cómo?
—Puedes escuchar mi corazón ¿verdad? — asintió su cabeza.
—Late por ti, solo por ti y nadie más. Tu eres el aire que respiro y si tu no estas a mi lado siento que puedo morir — susurre mientras tome su mentón para hacer que su mirada se topara con la mía.
—Te amo KiBum — podía ver sus lágrimas bajando por sus mejillas. Las seque con mis pulgares y me acerque lo suficiente para hacer que nuestros labios se juntara suavemente. Me sentí en la gloria al sentir aquellos labios tan suaves, tan esponjados. Cuando nos separamos pude ver un leve tono rosado en sus mejillas y como en sus labios se extendía una sonrisa.
—Creo que también te amo. — sonreí.
Nos quedamos un tiempo más abrazados, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Ahora me sentía completo, sentía que mi alma había regresado a mi cuerpo. Hasta mi lobo se sentía feliz de encontrar a su zorro. Nos separarnos y caminamos hasta la cocina, lo acompañe en todo el proceso de la preparación de la cena. Después de todo me convenció que pasáramos la noche aquí haciéndole compañía a su amigo ya que su padre llegaría mañana. No me opuse porque como me había contando lo sucedido, por lo menos le debíamos esto.
Cenamos tranquilamente los tres conversando de cosas varias, y a veces hasta sin sentido. Me agrado en demasía estar así de tranquilo con KiBum. Planeaba al llegar a nuestra casa, pedirle que viviéramos juntos ya sea dentro de la mansión o en otro lugar. No me importaba el lugar siempre y cuando KiBum estuviera a mi lado.
Terminamos de cenar, nos despedimos de Woohyun y fuimos a acostarnos. Yo fui con KiBum ya que había una sola habitación de invitados y por lo mismo íbamos a dormir juntos. Sentía muchos nervios por dormir en la misma cama que él. Entramos y KiBum cerró la puerta, camino hasta un armario y saco unos pantalones pasándome a mi uno de ellos.
—Como no trajiste con que dormir, te presto mi pantalón. Pero creo que mis camisetas no te quedan — me arrogo el pantalón y yo lo tome en el aire.
—Está bien
—Me cambiare en el baño y tu aquí — dijo eso y camino hasta una puerta a lado de la peinadora para entrar ahí y después cerrarla. Estaba muy nervioso de dormir con KiBum, sentía un calorcito embriagar mi cuerpo. Me baje los pantalones y mire como mi pene empezaba a empalmarse.
—¡No! Ahora no. — lo aplaste pero lo único que logre fue que una corriente recorriera mi cuerpo. Me puse rápido los pantalones y desee que KiBum no se diera cuenta de mi pequeño problemita allá bajo. Me senté en la cama esperando a que KiBum saliera del baño y también tratando de respirar y controlarme. Después de unos minutos KiBum salió del baño, vestía unos pantalones holgados y un polera que dejaba ver su hermosa piel.
Los dos entramos en la cama y sentía que hervía. Mi piel quemaba y mis dedos hormigueaban por tocar a KiBum, pero no lo haría si él no me deba permiso. Me acosté en un extremo de la cama y el al otro. Sentía mi pulso i r en aumento al sentir que KiBum estaba a lado mío, cerré los ojos tratando de pensar en cosas tranquilas. ¡Maldita! Temporada de apareamiento.
Empecé a imaginarme cosas tranquilas en mi mente…Un gatito, una ovejita, una rana, un dorito, un pollo, KiBum debajo de mi cuerpo, KiBum gimiendo mí nombre…no esto no funciona. Me movió un poco y sentí una presión a un lado de mí. Regrese mi vista y KiBum estaba acurrucado en mi espalda. Moví mi cuerpo y abrace a KiBum por la espalda dejando que mi semi-ereccion descansara a pocos centímetros de su trasero. Cerré los ojos tratando de buscar el sueño, pero KiBum se acercó más a mi haciéndome soltar un suspiro cuando su trasero choco contra mi erección.
El contacto se volvió más íntimo ya que KiBum empezó a moverse de adelanta hacia atrás, lo abrace más fuerte para que se quedara quieto y pudiera sentir mi erección palpitar contra su trasero.
—Ahhh… — KiBum soltó un suspiro mientras yo ejercía más presión. Pero de un momento para otro KiBum me giro situándose el encima mío.
Podia ver sus pupilas dilatas por el deseo al igual que yo, pero no iba a obligarle hacer algo que tal vez él no quería y solo lo hacía por el efecto de la luna.
—¿KiBum que haces?
—Tómame Jonghyun. Hazme sentir valioso — susurro con algunas lágrimas acumulándose en sus ojos. Lleve mi mano hasta su mejilla para acariciarla suavemente.
—No importa si hacemos el amor o no. tú siempre serás lo más valioso para mí.
—Lo sé. Pero quiero sentirte Jonghyun, quiero que solo tu toques mi cuerpo, hazme olvidar por favor.
—¿KiBum, estas seguro?
—Muy seguro. — sonreí y con cuidado lo baje de mi cuerpo para ahora yo situarme encima suyo evitando que mi peso lo aplaste. Me acerque hasta posar mis labios suavemente sobre los suyos y poder sentirlos de nuevo, sentir la sensación de que estoy en el cielo.
Bese sus labios, su nariz, sus ojos su frente para de nuevo llegar hasta sus suaves labios y comenzar un beso un poco más demandante. KiBum abrió sus piernas y así pude situarme mejor entre ellas. Lleve mi pulgar a su mejilla para acariciarlo mientras nos besábamos. Podia sentir su corazón latiendo fuertemente al igual que el mío.
Mordí su labio inferior logrando que se abriera una pequeña herida lamiendo así la poca sangre que brotaba de la misa. KiBum empezó a mover su cuerpo, logrando que nuestras erecciones se tocaran haciéndonos gemir de placer a ambos. Mis manos bajaron hasta el inicio de su polera y la empecé a alzar para sacarla por completo. Baje con mis besos por su cuello deteniéndome en esos hermosos botones rosas que llamaban para ser lamidos. Me detuve en el pezón izquierdo mientras empezaba a succionarlo, modelo y lamerlo. Lleve mi otra mano hasta el filo de los pantalones de KiBum y me adentre en ellos para tocar la erección de él. Empecé a acariciar y a masturbarle lentamente, tomaba el líquido pre seminal de la punta como lubricante.
Solté su pezón izquierdo con un beso antes de regresa a sus labios y volverlo a besar. Sentí como las manos de KiBum aplastaban mis nalgas haciendo que una corriente cruzara todo mi cuerpo y se situara en mi pene. Me levante para poder sacarme mi pantalón y bóxer, haciendo lo mismo con los de KiBum. Cuando lo tuve desnudo frente a mis ojos, el aire me falto. Simplemente era perfecto, sus labios rojos e hinchados por los besos, su pezón izquierdo rojo y su pene descansado sobre su vientre. Lamí mis labios y baje mi cabeza hasta frotar mi mejilla en el pende de KiBum. Lo tome por la base y empecé a dar pequeñas lamidas de arriba a abajo por todo su falo. Chupe el líquido pre-seminal que salía de la hendidura.
Subía y bajaba por la extensión de KiBum. Lamiendo succionando y hasta dejando que mis dientes suavemente rozaran su carne. Alce la vista y note como mantenía sus ojos cerrados mientras que de sus hermosos labios salían pequeños gemidos. Lo saque de mi boca y pude notar el hilo de saliva y semen que aún nos conectaba hasta que me aleje. Aplaste mi pulgar en la punta del pene y empecé a masturbarlo lentamente.
—ahh….Jong… — sonreí al ver como KiBum reaccionaba ante mis caricias.
Con una mano lo masturbaba mientras que con la otra tocaba a mi miembro que empezaba a doler. El ritmo de mi mano fue aumentado poco a poco hasta que llegue e desvestir el pene de KiBum para de nuevo volverlo a revestir. Los dos empezamos a jadear de la pura excitación del momento.
—ahhh…Jong….me voy a correr. — lo solté y me acerque para darle un último beso antes de seguir bajando con mi lengua por sus testículos hasta su entrada rosa. Estaba pulsando; y se abría y cerraba de acuerdo a las respiraciones de Key. Le di un lengüetazo para después lamer los dedos índice y corazón de mi mano.
Con mucho cuidado inserte un dedo, pasando su anillo de músculos y haciendo que KiBum de un pequeño brinco por la intromisión. Empecé a simular embestidas suaves pero después fui aumentando el ritmo hasta hacer que mis nudillos chocaran contra su carne. Inserte otro dedo al ver que la entrada se iba dilatando poco a poco y luego otro hasta tener tres dedos míos abriéndose dentro de KiBum. Lo embestía suave, pero profundo llegando a acariciar con mis yemas su próstata haciendo que soltara un grito.
—Ahhhh…..
Saque mis dedos y tome miembro para poder llevarlo hasta su entrada ya dilatada. Empecé hacer presión, mirando el rostro de KiBum esperando alguna molestia. Sonrió y movió su cabeza en señal de aceptación. Tome mi pene y empecé a empujarlo, sintiendo como sus paredes se abrían para mí, al mismo tiempo que también sentía su estreches.
Los dos soltamos un suspiro cuando lo penetre por completo. Me movía suavemente haciendo primero que el cuerpo de KIBum se acostumbrase a la intromisión. Pasaron los minutos y mis embestidas se fueron haciendo cada vez más rápidas y fuertes. Tome las piernas de KiBum y las lleve hasta mis hombros para así poder llegar más fondo.
—Ahh…Jonghyun…mas…mas…más rápido — Todo mi miembro salía para volverlo a penetrar con más fuerza. Baje una de sus piernas para llevarla hasta su pecho y con la otra hacer que me abrasase la cintura.
—Ahh…KiBum…mmm
Tome el miembro de KiBum en mis manos para empezar a masturbarlo al mismo tiempo que mis embestidas. Se podía escuchar el sonido de nuestros gemidos y el de la piel chocando. Unas caricias más y KiBum se tensó arqueando su espalda.
—Jonghyun….
Di unas cuantas embestidas más para sentir luego como mis testículos se llenaban y expulsaba mi semen dentro de KiBum.
Nos quedamos así un tiempo, tratando de controlar nuestras respiraciones. Me acerque hasta sus labios y deje un suave beso.
—Te amo.
—Yo también.
::
Abrí mis ojos y sonreí por lo acontecido anoche, gire para poder mirar a KiBum, pero el ya no estaba. De nuevo se había ido…