Dueño del juego
¿Qué hacer?
Por primera vez, Baekhyun se hacía esa pregunta.
Por primera vez en su vida, Byun Baekhyun sentía que tenía las manos atadas.
Llevaba días encerrado en su habitación, recorriéndola como perro enjaulado, haciendo nada más que perseguirse la cola, esperando inútilmente que alguna oportunidad brotase del suelo o las paredes, lo que fuese con tal de salir de allí y cobrar venganza. Sin embargo, no había nada, al parecer Kim Minseok había desaparecido de la faz de la tierra.
Lo peor, es que ni siquiera podía informarle a Junmeyon los últimos acontecimientos, si ese hombre fue capaz de escuchar una conversación casual junto a Sehun, perfectamente podría escuchar una con su jefe y definitivamente no expondría tanto su vida, ni sería tan evidente revelando sus siguientes pasos. Si no había rastro alguno de él, pues usaría el tiempo en encontrar alguna respuesta a tantas interrogantes.
Por eso su mente no dejó de trabajar, dentro de su burbuja turbia de pensamientos mezclados con la frustración, marcaba y repasaba uno a uno las arista de su esquema, esperando que su desordenada caligrafía le diera las respuestas que buscaba.
El nombre 'Kim Minseok' estaba en la cabeza, y entre paréntesis el nombre ficticio de 'Kim Jongin', dos líneas fuertemente trazadas abrían paso a dos opciones, 'los magnates coreanos' y 'la mafia China' quién este último llevaba un pequeño círculo remarcado llamado 'Kris' y todo eso encerrado en lo que sería 'Woomin Records'.
Era una locura, desde hace una semana dibujaba el mismo esquema una y otra vez, mientras se preguntaba, ¿quién es Kim Minseok?, ¿quién es Kim Jongin?, ¿qué conexión hay con la mafia China?, ¿cuál es el propósito de la unión con los magnates?, ¿existe Kim Jongin?, ¡¿Y en dónde carajos estaba ese imbécil?!.
Era una especie de ritual, al levantarse se repetían en ese orden las preguntas, al comer repasaba los hechos y revisaba sus notas mentales, al encerrarse en su habitación, recorría con la mirada su gran mapa de la ciudad y buscaba alguna salida o algún lugar que pudiese llevarlo hasta él, pero nada se le ocurría. Kim Minseok, era un completo extraño y él estaba en sus garras.
"Ten un buen día, Byun Baekhyun. Esto ya no es una amenaza, el verdadero juego recién comienza"
Recordaba sus palaras de la nada cada vez que un nuevo plan se aparecía en su mente, deteniendo cualquier motivación para salir y buscarle para romperle la cara y así desenmascarar su estafa pero se sentía ridículamente acorralado y humillado. En un par de minutos ese hombre había logrado lo que muchos pensaron que sería imposible.
Hacer que Byun Baekhyun, pensase dos veces antes de actuar.
Y el coraje se acumulaba, se desconocía pero no tenía opciones, quizás por primera vez tendría que ser paciente, porque al final no hay deuda que no se pague y el que ese hombre haya desequilibrado su manera de hacer las cosas, le costaría muy caro.
—Joder... — susurró furioso desordenando sus cabellos con desesperación.
—Deja tu pelo, quedarás calvo antes de los treinta— escuchó decir desde la entrada de su habitación.
Lo que menos quería ahora era hablar con alguien, se sentía tan enrabiado que solo ansiaba estar solo, para idear la mejor forma de vengarse.
—No estoy de ánimos ahora, Jongdae...
—No si eso lo veo, no has tenido ánimos desde hace una semana y ya es preocupante— habló cerrando la puerta tras de sí. Baekhyun suspiró, su amigo podía ser tan insistente como él.
—Solo me estoy tomando un descanso— intentó explicar su situación pero al ver el rostro de su amigo y por cómo cruzaba sus brazos frente a él, supo que no era creíble.
—Te conozco Baekhyun y esto no es un descanso— sentenció apuntando a su muralla tapizada de información.
—¿Y qué mierda quieres que te diga? — preguntó frustrado. — A quién mierda estás siguiendo ahora— exigió y Baekhyun alzó sus cejas de la sorpresa— Yixing, no es muy bueno guardando secretos y más cuando está borracho, me contó que le llevaste a una fiesta de etiqueta para espiar las conversaciones de unos hombres— le explicó seriamente pero él no le tomó de la misma manera.
Ya hablaría con Yixing, quizás le haría aprender a la fuerza el significado de 'guardar secretos', o tal vez le enseñe de la forma más práctica lo que se refiere 'mantener la boca cerrada'.
—¿También le usaste? — interrogó evitando el tema.
—Lo hice porque me estás preocupando— respondió sinceramente— presiento que te estás metiendo en algo muy grande, Baekhyun. Temo incluso por tu vida...
Baekhyun también, la mafia China involucrada y aún no sabía qué clase de hombre era Minseok; bueno quizás podría deducir que era uno que terminaba el trabajo con sus propias manos pero del resto no tenía certeza. Solo, que las cosas se estaban complicando y distorsionando más de lo que esperaba.
—No seas dramático, Junmyeon me tiene protegido, nada va a pasarme— mintió
—Entonces sí es algo peligroso— confirmó aún más consternado— ¿cuándo dejarás de meterte en los asuntos que no te corresponde? — interrogó comenzando el típico sermón que, Baekhyun ahora mismo no tenía ganas de oír.
—Cuando cierres tu maldita boca.
—Ni aún así lo harás, Baekhyun. Comprende, este camino no te llevará a nada ¿crees que la CNN ocupará una plaza para contratar a un periodista amarillista que se la pasa correteando a famosos día y noche? ¡Eso no tiene ningún sentido! — habló mientras se enfurecía con cada palabra — Tienes un talento único, ¡aprende a usarlo, maldita sea!
—Haré lo que quiera, como quiera y aún así conseguiré lo que quiero, no porque te creas mi madre te obedeceré— refutó igual de molesto. No necesitaba pelear con él, solo quería un poco de soledad para planear sus futuras jugadas, pero Jongdae siempre encontraba el momento más inoportuno para sermonearle y frustrarle en el camino.
Porque sabía que era el momento preciso para hacerle flaquear y rendirse fácilmente.
—Estas mal, si piensas que la vida siempre será fácil— murmuró entre sereno y preocupado— que siempre será como tú quieres que sea... a veces no basta con creerse mejor que los demás, ni serlo tampoco, hay momentos en que tienes que ceder para ganar...
Y se marchó dejándole furiosamente confundido, ¿qué era esa mierda de ceder para ganar?.
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Hoy después de mucho tiempo se dignó a salir de su departamento, desconfiado no utilizó su motocicleta imaginando que quizás algún dispositivo de GPS haya sido instalado sin su consentimiento, así que tomó indignamente el autobús.
Había sido llamado por el Decano de su facultad de forma imprevista solicitando su presencia en su oficina lo más pronto posible, debido a su tono duro y apresurado, Baekhyun temió que todo esto se tratase de alguna revisión sorpresa de su tesis, la cual no había avanzado en nada, por lo que debía pensar en alguna excusa creíble e irrefutable para salir ileso de esta situación.
Al llegar al edificio del la facultad, subió apresurado las escaleras y una vez que la secretaria le confirmara que el Decano Choi le esperaba impacientemente en su oficina, Baekhyun olvidó por completo su excusa debido a los nervios y la incertidumbre.
Tocó suavemente la puerta y esta rápidamente se abrió mostrando al anciano profesor al borde de un ataque de histeria.
—Creo haberte pedido que vinieras lo más pronto posible— le habló el profesor tomándole del brazo guiándole nuevamente hacia las escaleras.
—Mi motocicleta se averió y tuve que tomar el autobús— respondió confundido mientras bajaban apresuradamente los escalones.
—Te he llamado por una razón— habló entrecortadamente mientras soltaba su brazo y le pedía con un rápido movimiento de dedos las llaves de su auto a su secretaria— pero antes déjame decirte que no he sido yo, quién ha tomado esta decisión, por lo que no te tomes atribuciones y ni creas que obtendrás créditos extras, ha sido una mera petición de nuestro cliente y que no pudimos rechazar.
Baekhyun parpadeó confundido, entonces esta situación no tenía nada que ver con su tesis, si bien podría respirar tranquilo, la actitud nerviosa de su maestro lo estaba sacando de casillas.
¿Qué era lo que se traía entre manos ese anciano?
—Harás una entrevista para la revista de la universidad, uno de nuestros contribuyentes ha hecho una gran donación al área médica y ha accedido a darnos una premisa.
Cuando escuchó que entrevistaría para la revista, su cerebro dejó de funcionar. En todo sus años de estudiante, una de sus máximas aspiraciones era poder escribir para la prestigiosa revista de la universidad, que no solo abarca el campus de la universidad, sino que además importantes sectores del área empresarial y político, por lo que si su nombre aparece en una de sus hojas, sería un boleto gratis a la cadena CNN.
—¿En-en serio? ¿y-yo? — tartamudeó sin dejar de sonreír mientras se detenía al costado del auto del Decano.
El mayor suspiró derrotado porque sus advertencias no habían sido procesadas por el cabeza egocéntrica de su alumno, pero sinceramente no podía recriminárselo, él era uno de los mejores y esta oportunidad significaría que se alejaría de ese caminito del periodismo amarillista y se dedicaría a lo que realmente es bueno, por eso no tuvo problemas en aceptar la condición del entrevistado.
—No tengo tiempo para repetirte las cosas dos veces, partimos ahora mismo a una reunión con él— le informó abriendo la puerta de su auto y Baekhyun saltó detrás de él—Lamentablemente no manejo mucha información, es su primera entrevista, así que intenta abarcar la mayor cantidad de preguntas posibles, la idea es hacerle un buen perfil , ya sabes que la revista se lee en muchos sectores importantes, así que trata de dejarlo bien parado, aunque sinceramente no tendrás problemas con eso, he escuchado que es una persona intachable así que te será pan comido.
El auto partió mientras seguían conversando y repasando uno que otro enfoque para darle a la entrevista un carácter más formal y digno para el formato de la revista. Baekhyun archivaba todo en su mente, era una gran oportunidad, más bien, era LA oportunidad de su vida profesional y también personal, que llegaba del cielo, si su nombre salía impreso en una de las páginas de la revista universitaria, ni siquiera tendría que postular a CNN, más bien ellos vendrían a su puerta rogando que firmara con ellos. Además que volver a sentir el control y esas cosquillas en su cuerpo, le daban indicios que esto era lo suyo, las entrevistas inoportunas e importantes, de relevancia nacional o social, con esto vibraba él, de esto se trataba su vida, para esto había nacido.
Esta inesperada situación lo tomaba como un alto al fuego, Kim Minseok había desaparecido del mapa y él podría hacer lo que realmente le apasionaba lejos de él. Era justo y necesario, le ayudaría a tomar al toro por las hasta, sobre su mente y sus acciones, de volver a ser el mismo de siempre, el irremplazable e invencible mejor alumno de la facultad de periodismo y actualmente el As del Decano Choi.
Cariño, Byun Baekhyun, estaba de vuelta en el juego.
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Ambos ingresaron apresuradamente al lobby del Hotel Rang y un hombre pulcramente vestido se acercó a ellos saludándoles educadamente.
—¿Uds. son el Decano Choi y el joven Byun? — les preguntó guardando sus manos detrás de su espalda.
—Así es, hemos sido citados a una reunión con el señor Kim— habló el hombre, logrando que Baekhyun temblara en su lugar.
—El señor se encuentra en el restaurant del hotel, si me permiten les llevaré hasta allí— habló indicándoles que le siguieran.
Por alguna extraña razón Baekhyun se sentía incómodo y observado, primero por el alcance del apellido, pero aún así trató que eso no se acomodara tanto en sus pensamientos, ya que la mitad de la población coreana tiene ese apellido, quizás solo es una mera coincidencia. Sin embargo, la sensación de estar siendo vigilado hacía temblar levemente su espalda.
—Recuerda, que esta entrevista es muy importante para nosotros, no lo estropees sino yo mismo me encargaré que nadie te contrate por el resto de tu vida— le advirtió el Decano entre dientes.
—Una consulta... — murmuró a su lado, notando que uno de los meseros no le quitaba la vista— ¿Quién es ese hombre intachable al que tengo que entrevistar? — preguntó consiguiendo que el hombre se detuviera en seco.
—Cierto, con el apuro no te lo dije— confesó avergonzado mientras ingresaban a un pasillo tenuemente iluminado.
—El Seño Kim, les está esperando— anunció el joven abriendo una puerta de vidrio polarizada.
Y Baekhyun no necesitó una respuesta, porque en el centro de aquel lujoso y asquerosamente pretencioso salón, se hallaba Minseok almorzando tranquilamente, acompañado por su fiel perro sabueso más conocido como Chanyeol.
Sencillamente perfecto.
Continuará...