Baekhyun, era un estudiante de 23 años a punto de graduarse de periodismo. No es consciente desde cuando comenzó a interesarle esa carrera pero una vez que su formulario debía ser llenado para dar el examen de acceso a la universidad, esa fue su primera opción.
Desde el primer año se destacó con historias que nadie se atrevía a contar, verdades que incomodaban o mentiras que solo dañaban a gente inocente, de ahí que su especialidad fuese ese tipo de periodismo y aspiraba a más, si bien se encontraba atascado en una revista que casi nada tenía que ver con sus reales objetivos, era la piedra de inicio para su soñada carrera como periodista en la internacional cadena de CNN .
Si era sincero a Baekhyun le molestaban los rumores y tener que escribir algo de gente que no le interesaba y que solo conseguía desviar la atención de la gente de asustos que realmente importaba en la actualidad, pero este era su comienzo y dada su naturaleza curiosa y perseverante, pues terminaba destacándose por ello.
Por el momento su pensamiento era que, haría todo lo posible por conseguir sus metas, por lo que el primer paso en su carrera debía ser contratado por la revista, esperar dos años y luego postular a la importante cadena.
Así que a toda costa debía sacar este nuevo reportaje, aún si eso significaba sacrificar su vida en ello.
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Luego de recibir el correo con los detalles, Baekhyun se encerró en su habitación a investigar. En el gran mapa de la ciudad que yacía pegado en su pared, marco lugares específicos, áreas de residencia, rutas de seguimiento y otras alternativas para evitar ser visto, planificó un horario y una rutina para comenzar a tantear terreno, verificó si tenía algún conocido en el área para complementar su información y antes del atardecer, ya tenía todo transcrito en su libreta para comenzar al día siguiente.
—Hey, ¿vas a comer algo? — le interrumpió Jongdae, uno de sus compañeros de piso.
—Sí, ya voy... — contestó aún verificando en el gran mapa de su pared que nada se le escapara.
—Apresúrate, que Yixing se lo acabará todo— le advirtió luego gritándole al susodicho que se dejara de comer.
—Lo siento, es que no estoy acostumbrado a comer carne tan deliciosa— se excusó tiernamente, por lo que su amigo no le siguió recriminando.
—¿Es que no hay carne en China? — preguntó Baekhyun tomando una gran cantidad de carne asada y la unto en la salsa picante.
—Sí, la hay pero cuesta una fortuna, de donde yo vengo solo las familias de apellidos renombrados pueden comerla— explicó copiando la cantidad de extracción de carne de Baekhyun con tantas ganas que Jongdae bufó molesto.
—Si siguen así terminaré comiendo ramen, déjenme un poco.
—No sé qué te retiene, solo debes sacar— se quejó Baekhyun devorando su arroz.
—Con verles comer tan desesperadamente, se me revuelve el estómago.
—Qué delicado— remató Baekhyun.
—Oh por cierto, Baekhyun-shi ¿no dijiste que serías contratado? ¿cómo te fue? — le interrogó el extranjero logrando que él solo suspirara derrotado.
—Qué manera la tuya de arruinar mi cena— le dijo mordazmente, consiguiendo que el chico le mirase dudoso y preocupado por lo que había dicho pero Jongdae salió en su defensa.
—Para tu tren— le dijo secamente golpeando la nuca de su amigo— pero es bueno ver que no consigues lo que quieres, eres tan malcriado que verte frustrado con algo me llena de alegría.
—Si hay que ver la clase de amigo que eres.
—No entiendo, ¿y eso que significa? — interrumpió Yixing, aún sin descifrar la situación.
—Que no fui contratado, genio— le dijo molesto evitando rápidamente la mano audaz de Jongdae— debo hacer otro reportaje, si todo sale bien, pueden que me contraten hasta por cinco años.
—Y hay van otro de tus castillos de arena, deberías desistir de pertenecer a esa revista, por muy confiable que sea, es una vergüenza para el periodismo, ¿a quién le interesa lo que sucede en la casa o cabeza de otra persona? te terminarás metiendo en algo tan grande, que ni siquiera alcanzarás a firmar ese contrato— le dijo Jongdae, sus palabras eran un discurso recurrente pero su plan era aprueba de idiotas, conseguiría todo lo que se ha propuesto, aunque eso signifique tener a medio Corea en su contra.
Baekhyun nunca se tomaba nada en serio, aunque los sermones provengan de su amigo de la infancia, como ahora solo terminaba haciendo muecas de burlas e imitándole logrando que Yixing riera por ello, a pesar que el chino fuese tratado a veces de forma bruta por su parte, siempre sucumbía a sus bromas y chistes lo que hacía explotarle de risa.
—Cálmate, Godzilla— le dijo mientras llenaba nuevamente su plato con carne— no hay nada que Byun Baekhyun, no pueda hacer — sentenció llevándose aquel bocado a su boca.
—¡Que me dejes algo de carne, maldita sea! — gritó haciendo que la risa algo asmática de Yixing retumbara por todo el departamento.
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Baekhyun salió temprano hacia el barrio de Gangnam, al ser un barrio dedicado al entretenimiento de la música, se vistió lo más juvenil que pudo, en su mochila había otra muda por si debía proteger su identidad, su pequeña cámara, su inseparable libreta y su móvil, para el día de hoy solo haría un reconocimiento del área y si la suerte estaba de su parte podría recabar información sobre el quiebre de la agencia.
Al llegar aquel barrio, confirmó que su vestimenta pegaba con el ambiente, así que con más confianza se dispuso a recorrer los alrededores, buscando la famosa agencia 'Woomin Records'.
Todo lo que conocía de la agencia, era lo que el resto de los mortales sabía. Había sido fundada hace diez años por Kim Jongin, el cual era el fuero de importantes rostro del entretenimiento actual, ya sean actores, comediantes, MC y hasta grupos famosos de kpop, si todo lo que su jefe le habían entregado era cierto, el futuro de aquellos artistas, estaría contado con los dedos de una mano.
La información era clara, la agencia desde el primer trimestre de ese año, ha venido sufriendo una baja en la valorización de sus acciones y sumergidos en la desesperación se han intentado restablecer gracias a sus grupos idols, que poco y nada han podido conseguir, aumentando vergonzosamente su déficit, aunque la verdadera cara de esta moneda es que, su presidente ha estado metido en el bajo mundo de la mafia, movilizando grandes cantidades del dinero de la agencia para financiar trabajos sucios, dándoselas de intocable, evadiendo impuestos y falsificando documentes que declaraban su patrimonio ... pero para Baekhyun, algo no calzaba.
¿Cómo de la noche a la mañana, se podría poner en jaque el dinero recaudado por diez años y seguir todo como si nada?
Por más influencia que tuviera, era un movimiento muy riesgoso y descuidado, más con el actual gobierno conservador. Definitivamente, algo no calzaba.
Parado frente la agencia de 'Woomin Records', se dejó maravillar por la magnitud de aquel edificio y lo contemporáneo de su fachada, en su interior pensaba que daría lo que fuese para poder saborear aunque sea un instante de poder estar por sobre todos, pero debía conformarse con tenerlo solo sobre una mísera hoja de papel, ahí estaba su poder y verdad que podía resultar igual de devastadora.
—Aquí, vamos— susurró para sí mismo, más como un lema de batalla y se adentró al edificio.
Si por fuera resultaba imponente, por dentro parecía ser de otro mundo, la palabra tecnología y vanguardia estaban escritos por cada rincón del lugar, tanto así que resultaba ser algo intimidante, por lo que buscó asesoramiento de la forma tradicional. Un par de metros hacia el fondo, encontró un mostrador innecesariamente grande y moderno con una agradable jovencita que al notarle le sonrió ampliamente.
—Bienvenido a Woomin Records, ¿en qué puedo ayudarle? — le saludó mecánicamente.
—Bueno, verá... estoy interesado en presentarme a una audición.
—Oh, lo siento, la agencia no estará llevando ninguna audición hasta el próximo verano.
—¿En serio?, que lástima... — murmuró 'apenado', dando rienda suelta a su perfecta actuación, seguida por esa expresión de 'cachorro abandonado' que Jongdae tanto decía que odiaba, por lo eficaz que era.
—Pe-pero, creo que puedo darte un formulario con anticipación— dijo la muchacha, ya no viéndose tan mecánica como antes, aquel rubor en sus mejillas y el temblor de su voz, le indicaban que ella había caído, así que prosiguió descaradamente.
—¿Segura que puedes? no me gustaría causarte problemas— cuestionó intentando verse apenado, causando aún más efecto en la muchacha, quién negó reiteradas veces restándole importancia a sus palabras.
—Descuida, muchos sacan formularios para sus amigos o parientes, no tiene nada de malo— le explicó pasándole una carpeta algo abultada con el logo de la agencia— solo guárdala antes de salir.
—De acuerdo, muchas gracias— dijo obedeciéndole al instante para luego regalarle una sonrisa que hizo que el sonrojo de la chica aumentase más.
—De nada, espero puedas pasar la audición— y se despidió saliendo de allí lo más pronto que pudo.
Solo había salido de allí con una carpeta y no con la información que quería. La muchacha dijo que las próximas audiciones serían en verano, eso quiere decir que la agencia aún estimaba manejarse hasta que otra generación de artista saliese a la luz, por lo que podrían haber dos opciones. O la agencia estaba intentando arreglar el problema que tenía, quizás por otros medios aún más sucios o era solo una mera distracción para lanzar la bomba de la quiebra en cualquier minuto.
De todas formas, ninguna de las dos le convencía.
No dejándose influenciar por su primera derrota, se dispuso a revisar su libreta para moverse hasta el próximo punto pero su teléfono celular interrumpió su propósito.
'Dirígete a las afuera de la ciudad, puerto Hyunjou, dentro de una hora se llevará a cabo una reunión'
Aquel mensaje de su jefe, no podía ser más oportuno.
—Aquí vamos de nuevo— susurró dirigiéndose rápidamente hasta su motoneta.
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Según la información de su feje, la reunión debería estarse efectuando ahora mismo pero una vez recorrido el lugar y de cambiar sus ropas, nada sucedía.
Aún era de día, así que le llamaba la atención que algo mafioso ocurriese con esta luz por mucho que el lugar estuviese desierto, lo que aumentaba sus sospechas con este caso, resultando ser un fuerte dolor de cabeza, porque nada de lo que él pensaba calzaba con la información que poseía y lo poco y nada que había recabado, al perecer todo esto era como vivir el mundo al revés.
Y era frustrante pero a la vez le estimulaba a querer llegar al fondo de todo esto cuanto antes y poder escribirlo.
El ruido de un par de motores le sacó de sus pensamientos y apegándose aún más en la esquina donde se escondía, divisó un desfile de autos y motocicletas última generación que ocuparon todo el perímetro de la explanada de aquel abandonado puerto. Teniendo su cámara lista, se dispuso a esperar el momento oportuno para fotografiar los momentos más destacables.
Como si de una película se tratase, los vehículos motorizados, se dividieron hacia la derecha e izquierda correspondiendo al bando al que pertenecían, los primeros bajarse de ellos fueron los motociclistas quienes rodeaban como un muro de protección al resto de los vehículos, con una pose imponente y uno de sus brazos hacia atrás lo que debería significar que estaban armados.
Baekhyun tragó con dificultad, esto era mil veces mejor que espiar a Taeyeon y Tiffany en New York.
El resto en bajarse parecían ser los guardaespaldas de los líderes, del bando de la derecha distinguió a un moreno alto, con unas enormes ojeras bajo sus ojos y pircing en sus orejas, con una expresión de pocos amigos que le hacían ver muy maleante, luego de guardar su descripción en su memoria le fotografió para tenerlo de registro.
Del lado izquierdo divisó a alguien muy alto, de piernas algo chuecas y orejas grandes pero que su expresión denotaba extrema astucia, el hombre lucía más inteligente que mafioso, aún así le tomó una foto.
Cuando al parecer todo el arsenal de miembros se dieron a conocer, fue el turno de los líderes, el primero en aparecer fue el de lado derecho el cual tenía el aspecto y el porte perfecto para ser considerado un mafioso, era aún más alto que el hombre del otro bando, con rostro pequeño y cabello rubio engominado hacia atrás. Antes de que se le olvidara respirar tomó otra fotografía.
El segundo en aparecer decepcionó por mucho sus expectativas, el líder del bando de la izquierda era bajito, y parecía un adolescente al lado de su guardaespaldas y su rostro joven e inexpresivo, no pegaba ni de broma con el aspecto imponente del líder del otro grupo.
Baekhyun le sacó una foto, creyendo que era quizás una broma, nadie tan joven puede ser tan malo para liderar un grupo mafioso.
De todas formas algo no calzaba, ¿aquel hombre era Kim Minseok o Kim Jongin?, si su jefe le había enviado allí, debería ser el primero pero ¿qué hay del presidente? ¿será que ese hombre pequeño había tomado a la fuerza el control de la agencia y se estaba juntando con el otro grupo para entregarse información y destruirla?.
Para cuando los líderes estuvieron frente a frente, Baekhyun maldijo el no haber traído su micrófono de alto alcance, de nada servía estar allí si no podía escuchar algo.
—Soy un imbécil... — susurró aún sin soltar su cámara.
Bueno, quizás no podría escuchar pero tomaría tantas fotos como le fuese posible, por si hay alguna transacción o acuerdo entre ellos lo capturaría al instante.
Desde su posición alta, y gracias al lente del pequeño aparato, podía distinguir que ambos hombres hablaban pero no de forma muy amena, menos con un aire de profesionalismo, lo que les rodeaba era un aura oscura de poder, de sonrisas sarcásticas y quizás hasta de provocaciones bajas, Baekhyun no mentiría, estaba como un loco sacando fotos a diestra y siniestra, luego las vería con mejor detenimiento para analizarlas.
Al parecer la conversación estaba pasando su límite para pasar a una discusión acalorada, puede que los líderes nada expresasen en su rostro pero la forma en cómo sus guardaespaldas se movían o se inclinaban hacia ellos y a algunos miembros armados, le daba a entender que en cualquier momento las cosas podrían salirse de control.
Pero no fue hasta que el rubio se acercó hasta el más bajo y le susurró algo solo para él que sintió que todo se iría al carajo. La expresión de aquel hombre cambió por completo pareciendo la de un asesino a sangre fría, su estatura podría ser despreciablemente baja, pero su rostro marcado por el enojo, denotaba la talla de lo que era capaz de hacer si se le provocaba y él tampoco lo pudo negar, sacándole más fotos de las que necesitaba no se percató que el otro líder se marchaba con su gente.
Lo único que lo sacó de su hipnosis fue recibir aquella mirada fría que fue capturada por su cámara.
Atónico y paralizado por la intensidad de desprendían sus ojos, dejó de fotografiarle para hacer contacto visual directamente con él.
—Mierda... — susurró presa del miedo y dispuesto a marchase pero un fuerte golpe en su nuca lo dejó inconsciente.
Continuará...