—Hankyung hyung...— Dice SiWon en un tono nervioso, y ella puede observar como es que ambos hombres se miran fijamente, y sobre todo, lo que llama su atención, es como su esposo se arregla descaradamente al estar frente a él.
Lo reconoce, sabe quien es él, su ex compañero y amigo, HanGeng.
Pero hay algo que no le gusta, y ella lo siente, lo percibe. Hay algo extraño que sucede, y no puede entender.
—ShiYuán~.— Musita HanGeng en su lengua nativa, casi saboreando el nombre.
HeeChul oprime el hombro de HanGeng al escuchar el tono que usa, y el chino gira un poco el rostro para verlo y sonreírle.
SiWon frunce el ceño.
—Sólo quería felicitarte a tí y a... Tu esposa.— Menciona HanGeng de inmediato apenas regresa la mirada a SiWon, dejando un claro espacio entre aquella palabra que le taladra el corazón, costandole trabajo decirla, más sin embargo, otorgandole una sonrisa a dicha mujer a lado del coreano, a lo que ella corresponde con lo mismo.
—Muchas gracias.— Responde ella, y SiWon ni siquiera aparta la mirada de HanGeng, como si buscara algo en sus ojos.
—Bueno, creo que es mejor que me vaya.— Dice HanGeng creando una reverencia, al igual que HeeChul.
—¿Regresarás a China?— Cuestiona SiWon de inmediato.
—Me supongo que si, sólo quería venir a la boda de 'Mi mejor amigo'.— Hace énfasis en dicha frase, casi haciendo a HeeChul reír.
—Bueno...— SiWon no sabe que responder. Se frota la nuca con la diestra, pensando en qué decir, aún poco más nervioso. —Me gustaría que te quedaras más tiempo, hace casi un año que no... hablamos.— Agrega por último.
HanGeng no puede evitar sonreír de tan sólo recordar el último cumpleaños de SiWon. Allí en esa fiesta donde ambos se encontraron.
Y por supuesto que tiene en mente como y donde terminaron ellos luego de la famosa fiesta de Jackie Chan.
—De acuerdo, sólo un corto tiempo más.—
Dice HanGeng justo antes de retirarse, y HeeChul dedica una mirada retadora a SiWon, a lo que él sólo sonríe a medio lado sardónicamente, negando.
Su esposa notando aquello, crea una mueca entre confusión e intriga.
—¿Por qué HeeChul te miró de esa manera?— Preguntó ella.
SiWon logra escuchar apenas la voz de su esposa, y sonriendole, niega con tranquilidad.
—No lo sé, sabes como es HeeChul.—
—¿Y Hankyung?—
Al oír ese nombre, SiWon regresa la mirada a su esposa.
—¿Qué hay con él?—
—Siento que ocurre algo entre ustedes dos. ¿Tuvieron alguna disputa?—
SiWon niega.
—No, no hay... Nada.— Suspira en aquella pausa. —Entre nosotros dos.—
Pierde la mirada en la mesa al pronunciar aquello, provocando que ella ladeé el rostro extrañada, tomando luego la mano de SiWon.
-
Y así transcurrió la fiesta, entre bromas, espectáculos, músicay risas. El esperado baile llegó, a lo que todos aplaudieron en el momento en que la feliz nueva pareja de casados pasaron al centro de la pista de baile.
Y guardaron silencio.
Era un baile lento y suave.
Y HanGeng recuerda su cumpleaños número 25.
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SiWon había preparado una cena sorpresa para él.
Velas, luz baja, música tranquila y Champagne.
Una cena que termino en un baile, tan similar a ese que ocurre frente a sus ojos, tan igual que pareciera que le clavan una navaja en el pecho al percatarse de dicha similitud.
Justo así es ese dolor que le causa ver ello.
De la misma manera como a ella, él lo tomaba de la cintura, danzando suave como una ligera ráfaga de viento.
HanGeng no puede más.
Se levanta de la mesa, sintiendo un nudo en la garganta, dirigiendose al sanitario de hombres.
HeeChul sin pensarlo va tras de él.
SiWon no pierde vista de lo que acontece, practicamente ignorando a su esposa.
—También lo recordé...— Musita para sí mismo.
Pero ella logra escuchar ese murmullo, y responde con esa misma intensidad.
—¿Qué recordaste, mi amor?—
Choi vuelve en sí, reincorporandose para poder mirarla.
—¿Mh?—
—Si, dijiste recordar algo.—
…l no sabe que decir.
—Recordé... Lo mucho que me gusta olvidar todo mi al rededor por estar sólo contigo.—
Ella sonríe, pero jamás sabrá la gran mentira que su esposo ha dicho.
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HeeChul llega lo más rápido que puede al sanitario de hombres, más sin embargo ha sido tardío, pues HanGeng a cerrado la puerta.
Llama un par de veces, pero el sonido de su celular lo interrumpe. Xuefu lo llama, causandole el alejarse de allí.
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La fiesta continúa, y cuando todos piden bailar con la novia, SiWon aprovecha para buscar a Hankyung.
Sigue el mismo camino que notó a HanGeng emprender, quedando en estado de shock al encontrarse de lleno con el chino saliendo del sanitario, alcanzando a notar sus ojos rojos.
"Ha estado llorando" SiWon pensó.
—¿Te sientes bien, Hannie?—
"Hannie" Hacía tanto que no lo llamaba de ese modo.
Recuerda la última vez que el coreano lo llamó con ese diminutivo, o más bien gimió en aquel cuarto de hotel en el pasado cumpleaños del menor, donde acompañado de un "Te amo" mientras lo penetraba, logró estremecerlo.
HanGeng sólo agachó la cabeza.
El nudo en la garganta de nuevo se hace presente, y quiere evitarlo.
Es que ese "Te amo" ahora lo siente como una vil mentira.
Una vil mentira en la que él inocentemente cayó.
Ya no.
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