*POV Suho*
- 1.73, ¡Deja de reprocharme que eres más alto, Chanyeol! – respondí a regañadientes, era la quinta vez en el día que me lo preguntaba
- ¡Ay ya! No te molestes – rió
- ¿Por qué no molestas a Baekhyun? ¡¿Eh?!
- E-e-eso no importa – se sonrojó
*Hace ya varios meses que Chanyeol estaba enamorado de Baekhyun, más no le decía nada. Y yo tenía que vivir con la terrible tarea de ocultarle a Chanyeol que su amado “tocino” sentía lo mismo…
¡Ay! Si es que yo tuviese algo así…
…Alguien a quien querer*
- ¿Suho? ¿Suho? ¡SUHO! – gritó Chanyeol sacándome de mis pensamientos
- ¿SÍ?
- Nada… - volteó los ojos
************
Al día siguiente al igual que el día anterior, Chanyeol y yo salíamos de la cafetería después de una jornada de trabajo, cuando de pronto:
- ¡Espera! – me detuvo
- ¿Qué pasa?
- Olvidé mi saco
- Entonces ve por él
- Pero… - bajó la mirada – Ahora mismo Baekhyun está trabajando
- ¿Y?
- Que me da vergüenza regresar… ¿Podrías ir por él? – hizo un puchero
*Suspiré* - Claro –
Di media vuelta y caminé hacia la cafetería, la cual no estaba lejos.
Entré.
- Olvidé mi saco, Baek – grité
- Está en el perchero, Suho – me respondió este
Cogí el saco y salí del local.
Ya afuera, caminando de hacia Chanyeol me di cuenta de algo.
*Sentí a alguien… ¿Mirándome?*
************
Mi turno había empezado, y como siempre el café estaba lleno, pues era de mañana y nada puede reconfortar más que un café caliente.
- Disculpe, ¿qué va a ordenar? – me acerqué a un chico, aparentemente de mi edad, quien inspeccionaba el menú desde hace varios minutos
Levantó la mirada, posándola sobre mis ojos.
- Y-y-y-y-y-y-y-y-yo… -
Fruncí las cejas
- Emm… u-un… c-café –
Reí, haciendo notoria una sonrisa.
- Claro – respondió
Me dirigí a la cocina, aún pensando en esa persona.
*¡Qué tierno! La manera en que se puso nervioso…*
************
La luz de los faroles alumbraba la calle, pues ya era de noche.
Entre la oscuridad caminaba rodeado de mis amigos, Chanyeol, Baekhyun y la pareja desde siempre: Kyungsoo y Kai.
Ingresamos al café en donde trabajo, pues era el único lugar de donde aún no nos habían votado.
Una vez adentro noté que hacíamos mucha bulla, pues varios de los comensales volteaban a vernos, lo cual no me importó mucho, de todos modos éramos jóvenes, la culpa es de las hormonas. Sin embargo una persona que nos observaba, cuyo rostro ya conocía.
*Es… el chico de la otra vez… el que se puso nervioso*
- ¿Suho, por qué sonríes? – preguntó Baek curioso
Volví a la realidad, y efectivamente, sonreía
************
- ¡Qué frío! – dije para mí mismo
Salí de la cafetería, cerrando el local, hoy me tocaba hacerlo.
*Mira, a estas horas de la noche hay alguien en la calle, me sorprende mucho.
¡Espera! ¿Ese es Lay?
Sí, me sabía su nombre, porque… bueno… Baekhyun siempre lo atiende… y siempre hay que poner el nombre en el café… y… ¡Yah! ¡No me juzguen!*
De pronto un pordiosero pasó cerca del lugar, pidiendo alguna moneda.
Lay salió fuera del alcance de mi vista.
Esta persona se acercó a mí, pidiendo limosna.
- Denme un segundo – le hice una seña para que esperara
Entré a la cafetería, serví un café para después entregárselo al señor.
*Esto irá a mi cuenta, pero al menos ayudé a alguien…
¿Lay me habrá visto?*
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Hoy el café estaba demasiado aglomerado, y solo estaba yo.
*No debí acceder a quedarme atendiendo solo en café…
Pero por otro lado es por una buena causa, hoy al fin Chanyeol se lo dirá a Baekhyun*
Retomé mis labores y fui a la caja, donde ya había una gran fila. Miré hacia la gente, intentando calcular cuántos eran, de entre toda esa gente estaba… Lay.
*¡Concéntrate!
No sonrías… mejor sonríe...
¡No! Mejor no hago contacto visual… pero… quiero verlo siquiera un poco…
¡Rayos está viéndome!
¡Rápido! Desvía tu atención*
- Hola Sr. Choi – saludé a la señora que estaba frente a mí
- Hola Suho – respondió sonriendo – que bueno que te encuentro! Podrías ayudar a Kyuhyun con su asesoría del mes, le va muy mal con álgebra
- Claro Sr. Choi –
*TINGG*
La campana sonó, eran Chanyeol y Baekhyun, venían tomados de la mano.
Por suerte mía, vinieron hasta mí y se encargaron de los demás clientes.
*No pude atender a Lay…*
Suspiré
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Como todas las noches, íbamos caminando por ahí, cuando noté la silueta de Lay al otro lado de la calle.
Me puse nervioso.
- ¡Uh! Miren, ahí está el chico que le gusta Suho – dijo Baekhyun quien había notado mi nerviosismo
- A mí… - no dije nada
- ¡Hay que ir a saludarlo! – señaló Kyungsoo
- Mejor los presentamos – propuso Kai
- Déjenlo en paz… - me defendió Chanyeol – ¡Hay que abandonarlos juntos!
- ¡Basta! Solo vamos a pasar junto a él como si nada
- ¡No seas aguafiestas, al menos hay que hacer algo! – reclamó Baekhyun
- Cuéntale un chiste – dijo Kyungsoo sin esperar que hicieran caso a su idea
- Claro
Seguimos caminando hasta donde estaba él.
- Disculpa… – por lo visto irrumpí en sus pensamientos
- S-si – respondió
- Bueno… ammm… - Ya me sabía su nombre, pero no quería que me creyese un acosador
- Lay – me dijo su nombre
- Okey, Lay… Una pregunta
- ¿C-cual?
- ¿Sí o no que él se ve como Pororo? – pregunté poniéndole al frente a Kyungsoo
Reí – S-si
Todos rieron, pues sin pensarlo el chiste había sido gracioso de verdad.
- Gracias… Lay – dije retirándome
Avanzamos aún riendo.
- Para ser un chiste fingido fue muy gracioso – indicó Chanyeol
- ¡No fue fingido! – refunfuñé
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Ya habían pasado las horas, días e inclusive semanas y cada día iba a la cafetería con la esperanza de ver a Lay.
*Me enamoré de él*
Y como de costumbre desde hace unos días, me sentaba en el mostrador, viéndolo de vez en cuando.
- ¿Otra vez viéndolo? – dijo Baekhyun apareciendo por mi tras
- ¡Ah! – grité del susto – no tienes que hacer eso
- ¿Entonces… si lo hacías?
- Si – respondí avergonzado
- ¡Al fin lo admites! – sonrió
Volví a sentarme detrás del mostrador, pues del susto me había caído.
- Entonces… ¿Se lo dirás?
- ¿Qué? ¡No!
- ¿Por qué no?
- No lo sé… ¿Por qué lo tendría que hacer?
Lo pensó – Porque en este preciso momento acabas de admitir que te gusta, es el momento indicado y debes aprovecharlo a como dé lugar. Tal vez mañana conozca a alguien y tu no tendrás oportunidad, puedes decirme simplemente “hoy no”, pero entonces ¿Cuándo?
Me quedé en silencio
- Ve – concluyó
Me levanté de la silla y busqué con la mirada a Lay, quien estaba a punto de irse.
Lo detuve.
- Hola… Lay… - pronuncié el nombre que tanto me gustaba – He visto que pasas por aquí muy seguido – *Obviamente. ¡Dale un cumplido!* - e-eres muy bonito – sentí mis mejillas arder - ¿Te gustaría salir algún día?
- S-seguro