Dormía tranquilamente cuando el horrible sonido del despertador me saca de mis sueños. Como detesto cuando las sesiones son por las mañanas. Me levanto de mala gana, tomo un baño, me pongo unos jeans azules desgastados. Me van algo ajustados... saco una musculosa blanca del closet, tomo unos lentes de sol y mis llaves. No quiero llegar tarde. No de nuevo
Es la primera vez que me toman fotos con un cantante, espero no lleve mucho tiempo. Me dijeron que es muy famoso pero no acostumbra a salir en revista. La verdad me siento molesto porque eso significa que llevara mucho tiempo, estoy cansado como para aguantarme todo el día junto a alguien que no sabe posar.
Soy de los mejores modelos de Corea, no es que sea egocéntrico solo es que llevo mucho en este medio
Estaciono mi auto en la calle y entro al lugar donde debo trabajar hoy, veo a un par de personas dentro así que entro tranquilo, saludo cordialmente y espero a que me presenten a mi compañero, estas fotografías serán importantes, son para una marca de ropa para hombre muy importante, así que espero todo salga bien. Un modelo y un cantante. No creo que sea una mala pareja
Luego de terminar el desayuno que me prepare vine rápido a este lugar, quise verlo con tranquilidad para ambientarme un poco. Esto no me agrada. Soy famoso, lo sé pero odio que me tomen fotos, no soy muy fotogénico... cuando las veo no me desagradan, salgo bien, muy bien diría yo. Después de todo no puedo negar que fui bendecido con un bello rostro pero el segundo que tardan en tomar una foto me incomoda, detesto sentir el flash frente a mi rostro y sobre rodo que me digan cómo es que debo pararme, que gestos hacer, si sonrió o no
Todo eso me molesta
Me siento en la banca del jardín que hay en el patio trasero de esta casa a esperar que todos lleguen
Mi manager dijo que en poco llegaría así que mejor me voy relajando para lo que me resta del día
Siento una mano en mi hombro y me doy la vuelta
-Ey, vamos que ya llegaron todos. Tengo que presentarte al modelo que será tu compañero hoy-
-Esta bien. Vamos.- le respondí de mala gana a mi manager
-Relájate, Jung Min. Todo saldrá de maravilla-
Proverbio Hyung Jun
-¿Y con quien serán las fotos? - pregunté a una de las chicas que trabajarían como mis maquillistas y vestuaristas
-¿No lo conoces? Él es muy famoso y muy lindo-
-¿A si? Lo siento, no se mucho sobre k-pop y idols-
-Se llama Romeo, es famoso pero no muy mediático.-
-Espero haga que sea rápido. Hoy estoy cansado...- termine la conversación haciendo una mueca cual niño que hizo que esas chicas sonrieran.
Pobres, si supieran que a mí me van los tipos no se sonrojarían de esa forma ni me coquetearían.
Estaba respondiendo un mensaje de texto cuando dos hombres se acercaron a saludar. Hice una reverencia en señal de saludo, el mayor se presentó muy educado y también me presento a quien lo acompañaba, me presente al igual que ellos y seguí escribiendo pero una corriente hizo que volviera a mirar al hombre más joven, estaba matándome con la mirada
-Podemos empezar con esto de una buena vez-
-Es que el otro chico no llego, el cantante. Es con él con quien serán las fotografías-
-No me digas- me respondió irónico
-Él es el cantante- me explicó el hombre mayor
-Ay, lo siento pero es que me dijeron que te llamabas Romeo y él dijo que eras Jung Min- trataba de explicarme pero él no quitaba el enojo de su rostro
-Así es como me dicen, idiota. ¿Que no me conoces?-
-¿Por qué debería? Yo solo vine aquí a hacer mi trabajo así que empecemos de una vez- le conteste, no es que quisiera ser grosero solo que el tono en que me lo dijo fue desquiciante. ¿Quién se cree que es?
Proverbio Jung Min
Nos estábamos acercando cuando pude ver a un chico hermoso. No voy a negarlo. Es demasiado lindo. Su cuerpo se ve tan bien, esos pantalones marcan a la perfección sus piernas y esa musculosa deja ver parte de su pecho y aunque su rostro esta en parte cubierto por esos lentes negros se puede ver que es dueño de una gran belleza. Sin duda él debe ser el modelo con quien hare el catálogo. Bueno, después de todo no creo que esto vaya a ser tan malo
Saludamos a parte del equipo y fuimos donde él. Nos presentamos incluso mostró una sonrisa muy amable sin embargo en seguida volvió a prestar atención a su celular
¿Qué le pasa? ¿Me está ignorando? ¿No le importa quién soy? Idiota por más lindo que seas quien te crees que sos para ignorarme de esa forma. Soy Park Jung Min. Maldición. No soporto esto
Discutimos por esto y efectivamente el muy imbécil no me conocía ¿Es que vive en una burbuja? Soy de los artistas más importantes en Corea ¿Cómo podrías no conocer mi rostro?
Para colmo él es el ofendido y se va rápido a una de las habitaciones
-No empieces con tus berrinches. Mejor ve a cambiarte. Entra a la misma habitación que él. Ahí están los cambios de ropa- ruedo los ojos y entro tras el lindo modelo
Entre a la habitación y ahí estaba él con una de las encargas del vestuario
-Woo oppa, entra- me dijo la muchacha - Este será el primer conjunto- agregó entregándome unas prendas
-Gracias- le respondí mientras salía del lugar
Me di la vuelta observándolo y él sin ningún tipo de pudor empezó a quitarse la ropa, primero se despojó de su musculosa dejando a la vista su pálida y ancha espalda que descendía en una pequeña y bien formada cintura. Luego se quitó sus jeans para que admirara sus largas piernas. En ese momento aunque supiera que estaba mal no podía desviar mi mirada, solo quería detenerme a admirar ese cuerpo frente mío, solo quería aprender de memoria cada esquina de ese cuerpo, cada parte del que ese hombre era dueño quería recordarlo...
Se volteó agrandado mi agasajo de esa forma, dándome más lugar del que disfrutar, el color de su cuerpo es hermoso, la línea en medio de su bien formado pecho se ve exquisita y su abdomen de solo verlo quisiera que mis dedos recorrieran un camino en el
-Apúrate- dijo sacándome de mis pensamientos
-No voy a cambiarme frente tuyo- conteste nervioso
-¿Por qué? Somos hombres, no tienes nada que no haya visto antes- respondió pero ciertamente eso no era lo que me importaba. -O es que te pongo nervioso- Eso era. Le dio al clavo y no me gustaba el camino que iba tomando esto sobre todo cuando lo vi aproximarse a mí a paso lento.
Tomo las puntas de mi camiseta y empezó a subirla dejando a la vista mi abdomen, siguió con su trabajo hasta pasarla por mi cabeza y quitarla por completo. Sentí que me tomaba de las manos y quitaba parte del vestuario que tenía entre ellas, se acercó a mi rostro y mostró su blanca sonrisa.
Lo tomé por el cuello acercándolo aún más pero se alejó rápidamente tirándome la ropa que me había quitado
-Vístete rápido. Quiero irme temprano- señaló mientras se ponía sus pantalones.
Odio a ese chico.
Si quiere jugar, está bien, entró a la jugada a partir de ahora y no me gusta perder.
Proverbio Hyung Jun
La primera parte de la sesión estuvo increíble aunque el tema no es muy original si lo fue el hecho que lo hicieran dos hombres. Me pregunto que pensaran las fans de este hombre, espero que hayan analizado bien sobre las repercusiones de este catálogo. Aunque por lo que paso hace un momento no creo que si llegan a decir que le gustan los hombres estén lejos. Al menor no le desagradan.
Ahora volvimos a cambiar los vestuarios. Jung Min esta de negro y yo de blanco, supongo que él sería como la maldad y yo la pura inocencia. Me encanta...
Tomamos posiciones y flashes de distintos puntos nos ciegan aunque en un principio se podía ver a mi compañero algo nervioso ahora se ve más relajado. A mí ni me inmuta, estoy acostumbrado a esto. Es mi trabajo después de todo
Nos piden que nos acerquemos y así lo hago, me pongo frente suyo, apoyo mi mano en su pecho y lo miro directo a los ojos. Nos felicitan por lo bien que lo vamos haciendo y siguen disparando destellos hacia nosotros.
Luego traen una silla y le piden a Jung Min que se siente y mantenga una cara seria así lo hace le toman unas a él solo y luego me piden que me acerque y haga cualquier posición.
Me encamino hacia él y aunque hubiera sido divertido sentarme sobre sus piernas, me paro detrás de la silla, apoyo mi mano en su hombro y me acerco a su oído
-Te ves tan sensual- le susurro y para nada era mentira. Es así como lo veía. El traje negro que llevaba puesto resaltaba su piel algo bronceada y hacia su cabello completamente negro lo hacía mucho mejor. Sus ojos delineados y sus gruesos labios levemente maquillados hacían que su rostro se viera aún más perfecto.
Si no fuera por las cámaras que estaban allí presente sin duda hubiera seguido con el juego que comencé hace unas horas.
-Perfecto, Jun. Ahora Jung Min levántate y haz como que quieres cazar a Jun. Tú eres un vampiro y quieres convertir al indefenso ángel. - interrumpió una de las directoras de producción
No pude evitar reír ante sus palabras
¿Indefenso?
Estaba sonriendo por ello hasta que sentí como Min tomaba mi mano y me empujaba hacia una pared apoyando su mano en ella justo entre mi cuello y hombro
-Tu no te ves mal, niño- me dijo de frente
Sonreí y agache la mirada posando para la camarógrafa
-Muy bien. Ahora haz como que lo muerdes- exigió
Y así lo hizo, empezó a acercarse a mi cuello y mordió en el con delicadeza
-Mmh- pronuncie despacio cerca de su oído
-Sabes cómo terminan los que juegan con fuego ¿No?- me susurró
-Genial, chicos. Hagamos otro cambio de ropa-
Proverbio Jung Min
Nos encontrábamos a punto de ir juntos a cambiarnos cuando fuimos interrumpidos
-Jun espera. Quiero tomarte unas solo-
-Claro- le respondió a la fotógrafa mientras me mostraba una sonrisa de por mas traviesa
Este niño definitivamente esta buscando que lo joda
Entre a hacer el último cambio y era más casual que los anteriores. Llevaba unas bermudas de un celeste muy claro junto a una camisa azul con pequeñas hojas estampadas en color blanco, peinaron mi cabello hacia arriba y soltaron unos botones dejando al descubierto parte de mi pecho. Me pidieron que posara para unas fotos en solitario, estaba haciendo mi mayor esfuerzo en mirar fijo hacia la cámara cuando lo vi salir de la habitación donde nos cambiábamos. Estaba vestido con una bermuda rosa que iba tomando color a medida que llegaba más abajo, un cinturón marrón y una camisa celeste arremangada hasta los codos, en la cabeza llevaba un sombrero que era de color similar a los mocasines que llevaba puestos, para colmo salió sonriendo y dando una vuelta para lucirse frente a una de las maquillistas.
-Bien. Terminamos Jung Min- me informo uno de los fotógrafos
-¿Si? ¿No me van a tomar unas con él?- pregunte señalando a Jun
-No lo creo, espérame que voy a preguntar a la directora- diciendo eso se alejo
Yo solo observaba a Jun, se veía bien con esa ropa aunque pensándolo bien sería mejor si no tuviera nada. Al parecer sintió mi mirada encima de él y se volteo para encontrarse con mis ojos, sonrió y volvió a darme la espalda.
-Jun ven, vamos a tomar unas pocas juntos- lo llamo la directora a cargo de las sesiones. Se acercó y se paró a mi lado
-Bien, miren a la cámara-
Así lo hicimos, solo fueron pocas y luego me dijeron que me podía ir así que fui a cambiarme por mi ropa.
-¿Terminaste?- pregunto mi manager entrando a la habitación
-Si- le conteste mientras me ponía los zapatos
-Genial. Vámonos entonces. Fue un día largo-
-No. Ve solo, yo traje mi auto, tengo que terminar algo
-¿Qué?- me cuestiono pero solo lo mire enojado. Está bien que deba estar a cargo de lo que hago pero tampoco es para tanto. Es mi vida después de todo.
Me senté en uno de los sillones que había en ese lugar y espere a que Hyung Jun terminara
-Oppa, ¿puedo llevarme la ropa?- pregunto una de las ayudantes
- Si si- conteste irritado. No me agrada que me llamen de esa forma
Empezó a impacientarme el que no entrara sobre todo porque se podía oír como levantaban los materiales que utilizaron durante el día
Me levante con dirección a la puerta para ir a buscarlo pero cuando estaba a punto de tomar el picaporte, se abrió y el apareció tras de ella
-Eh ¿Todavía no te fuiste?- me pregunto sorprendido
--En realidad sí, yo soy un holograma que deje aquí tirado- le conteste sarcástico provocando que Jun frunciera el entrecejo –Te estaba esperando- le dije tomándolo de la mano y jalándolo hacia dentro; cerrando la puerta con seguro
-Bien. Ahora terminemos con el juego- señale acercándome a él que se mantenía firme sin ningún tipo de expresión en su rostro.
Me molesta. ¿Sabe quién soy? Soy Park Jung Min, miles pagarían por estar en su lugar sin embargo él está ahí parado sin hacer ni decir nada.
Hare que sigas mi juego, niño
-Para hacerte llamar Romeo no eras nada romántico- dijo mostrándome su blanca dentadura
Proverbio Hyung Jun
Se acercaba lentamente a mí, paso a paso sin embargo por mi mente miles de cosas pasaban por segundo
No se puede negar que es endemoniadamente guapo, egocéntrico pero bueno no todo se puede.
Su rostro es perfecto, cada parte de él esta harmonía con la otra incluso su voz encaja perfecto con él.
Pero yo… No debería
Me gusta, lo admito, este tipo me encanta y lo deseo dentro mío en estos momentos pero no quiero convertirme en este tipo de persona.
No me gusta eso de pagar con la misma moneda
No sé qué hacer, mi cuerpo quiere esto y lo más probable es que haga oído sordos a lo que mi cabeza me dice, después de todo si estuve jugando con fuego como el me lo dijo, quiero ser quemado ahora mismo por Jung Min
Seguiré mis instintos
Me acerque cortando la distancia entre nuestros cuerpos
Me tomo por los hombros apoyando mi espalda en una de las paredes acorralándome entre sus brazos. Sonreí por ello viendo cómo se acercaba a mi boca pero por alguna razón ladea mi rostro a un costado
-No importa- dije tratando de pensar solo en Jung Min y lo que deseaba pase en esa habitación –No necesitas recitarme un poema para tenerme a tus pies, Romeo- dije lascivo mientras iba descendiendo hasta llegar al piso y viendo como su mirada era de total sorpresa por lo que hacia. No era la primera que hacia una felación así que no tuve por qué sentirme avergonzado, por el contrario, tener la mirada de mi amante encima mío, observando febrilmente cada movimiento de mi lengua y boca, era excitante.
Siempre se piensa que quien tiene el control en la cama es el activo. Gran mentira. O al menos en mi caso no es así. Las cosas se hacen cuando y como yo digo, es estos casos en que hago uso de mis encantos, se lo que le gusta a quien está encima mío y yo sé cómo complacerlo. Todo depende si acepto o no hacerlo.
Sin embargo, no siempre el sexo es suficiente, lo he aprendido, lo he visto y lo sufro hasta ahora.
Tocar el cuerpo de tu amante, sentir como se abre paso entre tu cuerpo, como besa cada parte de ti es grandioso pero no es nada comparado como cuando lo haces con quien amas
¿Por qué? ¿Cómo?
No lo sé, en algún punto se siente distinto y no logro descubrir el porqué.
No es cuestión de confianza, tampoco de pasión, solo es distinto. Se siente distinto
Y por desgracia hace mucho que deje de sentir ese tipo de estremecimiento de al ser tocado por alguien a quien amas.
Hace mucho que solo soy tocado
Tal vez es como muchos dicen, pasamos a tener sexo y a dejar de hacer el amor.
¿Por qué pienso en esto ahora?
¿También pensaste en esto cuando me lastimaste de ese modo?
¿Ya no me quieres?
¿En algún momento cruce por tu mente? ¿O solo pensaste en él?
No quiero seguir con esto, ahora ya no duele pero sigue siendo humillante
No es que no te haya perdonado solo que me es imposible olvidar
Ya basta
Tome el cierre de su pantalón y empecé a bajarlo encontrándome con su miembro semierecto, tome la tela de su ropa interior con mis dientes y emprendí a bajarlo, él solo observaba con ojos lujuriosos lo que hacía, se sostuvo de ambos brazos con mayor firmeza de la pared viendo como descendía esa prenda hasta dejarla por sus rodillas.
Me sostuve de una de sus piernas y abordé a dar pequeños besos en su longitud, roce y acaricie cada parte de su cuerpo que podía, lamí sus muslos regalándole besos cada tanto, seguí por su cadera intentando desesperarlo pero a diferencia de lo que esperaba, el solo observaba con cariño sin siquiera el ademan de tomarme de los cabellos y hacerme tragar su miembro; sonreí al pensar que tal vez este tipo egocéntrico en realidad era alguien considerado, sin dar más vueltas, en un ágil movimiento metí por completo su carne en mi boca hasta el fondo, sintiendo como llegaba a mi garganta haciendo ahuecar mis mejillas para que fuera más adentro, sentí sus piernas temblar cuando un gemido ronco salió de sus labios por la desconcierto que provoque en él.
Por alguna razón quería hacerlo llegar al cielo con el solo tocar de mi boca, deseaba marcarlo para siempre, que recordara quien fue el hombre que le dio la mejor felación de su vida, que recordara mi lengua lamiendo con gula su extensión
Apure el ritmo que llevaba mientras acariciaba sus testículos con afición manteniendo mis ojos firmes en los suyos provocándolo aún más, disfrutando de verlo sudar y apretar sus ojos de desesperación intentando calmarse al momento que movía mi lengua con su miembro dentro mío con entusiasmo
Succionaba su carne con desesperación, como si mi vida se fuese en ello, lamia de él y volvia a absorber todo de Jung Min. En esos momentos lo único que deseaba era darle placer a ese hombre y la forma en que gemía, en el temblar de su cuerpo y sobre todo sus ojos me manifestaban que lo estaba logrando.
Cuando sentí que era el momento en que estaba llegando a su punto, libere su miembro de mis labios dejando que se corriera libremente, se descargó en el suelo y parte de mi rostro con un áspero gemido.
Proverbio Jung Min
Una corriente atravesó cada punta de mi cuerpo avisándome que estaba llegando al auge, vi como Jun libraba mi miembro, dándome espacio a que me corriera, y sin esperarlo esparcí mi esencia. Intentaba calmar mi respiración cuando sentí como sus pequeños labios besaban dulcemente la piel alrededor de mi hombría. No iba negarlo, Jun haciendo eso se veía tan apacible que lo único que deseaba era tenerlo entre mis brazos pero eso era mucho para mí, jamás lo haría con alguien, mi orgullo y ego solo me permitió tomar con delicadeza su mejilla, simulando limpiar parte de mí que llego a él, pero en el fondo, muy en el fondo, solo quería acariciar su suave piel.
Tomo mi ropa interior en señal de que todo había terminado mientras los subía lentamente pero yo no quería eso. Yo también quería tener su cuerpo, quería hacerlo mío a como dé lugar.
Agarre sus manos con fuerza haciendo que me mirara y promoví a quitarme los zapatos, solté una de sus muñecas y me ayude a deshacerme de los pantalones junto a mi ropa interior. El solo observaba sin enunciar nada, no demostraba estar a gusto pero tampoco disgusto así que continúe rápidamente.
Lo levante de un brazo haciéndolo llegar a uno de los sillones que allí había, tome su camisa y desabroche sus botones uno por uno arrojándola con furia luego, seguí con su cinturón y luego con los botones de sus pantalones. Estaba desesperado y cada segundo de espera me molestaba, quería sentirme aprisionado por él, por las paredes de su cuerpo, quería estar dentro de una maldita vez.
Arranque toda su ropa al fin observando fijamente su cuerpo desnudo, cada parte de Jun parecía haber sido moldeada con total delicadeza y voluntad. Desde sus cabello completamente negro, sus grandes ojos, su pequeña nariz y boca, su mentón, su largo cuello y su manzana de Adán sobresaliendo de esta, sus hombros y su clavículas perfectamente marcadas, su ancha espalda que iba descendiendo hasta formar una pequeña y frágil cintura, todo en él estaba tan perfectamente formado que era una honor poder admirarlo.
-No me mires de esa forma- Dijo interrumpiendo mi fantasía. –En el bolsillo de mis pantalones esta mi billetera, alcánzamela.- me pidió fríamente
-Claro.- conteste yendo a buscar lo que me pidió algo confundido. Se la acerque observando atentamente como la abría y sacaba un pequeño sobre plateado. Si, era un preservativo. No digo que este mal, para nada pero fue degradante el que solo pensara que estoy enfermo o algo por el estilo. Pero que más daba, no iba a ofenderme por semejante estupidez, estaba demasiado caliente como hacerlo
Abrió el contenido y me hizo gesto con su dedo índice para que me acercara, sintiéndome hipnotizado por sus ojos, camine hacia él, poniéndome encima suyo, tanto como me lo permitía el incómodo sillón, sintiendo como descendía su mano hasta mi miembro colocándome el preservativo. Su delicado toque hizo que escondiera mi cabeza entre su hombro y cuello, inhalando su aroma para luego empezar a lamer de él.
-No me dejes marcas, por favor.- Y aunque toda la energía que llevaba dentro me pedía que mordiera de él, que marcara su blanca piel obedecí su petición pensando que por ser modelo era obvio que no podía andar con chupones por todo el cuerpo.
Descendí hacia su formado pecho, lamiendo lentamente de él, deleitándome con el sabor inigualable de Jun, jugué un momento con su ombligo mientras acariciaba su cadera, tome sus piernas y las subí por mis hombros dejando totalmente expuesta su entrada, lamí mis labios intentando calmarme, posicione mi miembro y me adentre suavemente en este pequeño y rosado lugar. Contuve la excitación que corría por mi sangre para no embestirlo con fuerza esperando que se preparara, fueron los segundos más tormentosos de mi vida en los que Jun se mantenía firmemente agarrado de los apoya brazos del sillón y con su rostro totalmente rojo por el dolor acostumbrándose a mi intromisión, vi como tiro su cabeza hacia atrás y se removió dándome la señal que estaba listo.
Tome con fuerza sus caderas levantándolas más saliendo de él para volver a entrar con poderío, llegando hasta el fondo y así embestirlo de una forma que jamás olvidara.
Deseaba recordara siempre el momento en que fue mío, fue en ese instante en que solo es pensamiento recorría mi mente en el que conocí lo posesivo que podía ser. Ese día Jun me demostró que a pesar de que lo conocí ese mismo día, que lo único que conocía de él era su nombre y su cuerpo, quería que fuera todo mío, aunque fuera en esos pequeños instantes, solo lo quería para mí, completamente de mi propiedad.
Seguí con un ritmo frenético, haciendo que cada vez se esforzara más por acallar sus gemidos para que nadie fuera los escuchara. Pero era algo prácticamente imposible para ambos, estábamos en total éxtasis y pocas cosas podíamos controlar en esos minutos, agradecía que del otro lado estuvieran levantando y moviendo cosas sino de otra forma estaríamos dando un gran espectáculo.
De repente Jun tomo su miembro y solo fue necesario un par de caricias para que se corriera en su mano, en cuanto a mí, solo basto verlo auto complacerse para llegar al clímax. Salí de él, sentándolo con cuidado en el sillón, me quite el condón y luego de hacerle un nudo lo arroje en el cesto de basura, cubriéndolo con unos papeles mientras observaba de reojo a Jun acomodándose el cabello.
Se levantó algo torpe y se dirigió a tomar su ropa, lo seguí haciendo lo mismo, admirando probablemente por última vez su cuerpo. Tomo sus zapatos dispuestos a ponérselos cuando su celular comenzó a sonar
-Hola- contesto a su interlocutor - Claro Kyu, en media hora estoy ahí- le informo mientras observaba su reloj de mano
Yo solo seguí acomodando mi ropa hasta que él termino y se acercó a la puerta listo para irse. Me alarme creyendo que si iría así sin más cuando internamente yo me debatía entre pedirle o no el número de celular
-Me voy- me dijo de espaldas - Debo irme rápido-
-¿Por qué?- pregunte sin ningún motivo
-Por esto- Dijo señalando su celular - Mi novio me espera- confeso con una sonrisa en el rostro – Por cierto Romeo, puedes decirme el nombre de alguna canción tuya, tal vez la descargue y vea si eres bueno o no.- me pidió con cinismo
-Give me your heart-
¿FIN?