ÿþDesde que había entrado a ese lugar no podía dejar de pensar las palabras que le había gritado a su padre. Estaba arrepentido. No lo odiaba, definitivamente, no. Y se dio cuenta que esas 2 simples palabras habían sido sólo el reflejo de su furia. Se había dejado llevar por el enojo, típico en un adolescente. Tal vez en eso su padre tenía razón, tenía que madurar.
-Park!- una fuerte voz justo frente a él lo distrajo de sus pensamientos. Haciendo que volteara a ver a ese hombre bien fornido y masiso. Con una cara dura, gritándole. Era un hombre más bajo que él, cómo la mayoría de las personas. -Park!- Volvió a gritar, haciendo que ChanYeol se sintiera confundido ¿Por qué gritaba? ¿Por qué hacerlo si estaban tan cerca incluso para oír el latido del corazón del otro?
-¿Puedo ayudarle?- apenas terminó de decir eso el hombre de cara dura comenzó a reír, e inmediatamente después todos los hombres con traje en distintos tonos de verde (los cuales supuso eran militares) comenzaron a reír también. Haciendo que el menor se sintiera incómodo al no encontrar nada gracioso en sus palabras.
A ambos lados se desencadenaba una fila de hombres con ropas causales, quienes también estaban a punto de iniciar su servicio militar. Trató de mirarlos a todos no pudiendo encontrar a alguien que pareciera menor de 25 años, seguramente él sería el más joven de todos en el cuartel. Lo cual lo hizo sentir un poco agobiado.
El hombre frente a él dejó de reír y lo miró con una cara mucho más severa que la de antes.
-Te crees muy gracioso, no?- Estaba a punto de responder, pero algo en su subconsciente le dijo que no lo hiciera -¿Crees que por ser de la grandiosa familia Park tienes privilegios?- dijo haciendo gestos exagerados en la palabra "grandiosa". -Pues estás muy equivocado. Y tu chistesito te traerá consecuencias- le dijo amenazantemente. -Yesung!- le gritó a otra persona pero viéndolo a él -Llévatelo- ordenó al hombre con cara indiferente que se había acercado.
-Vámonos- le dijo tomándolo del brazo y jalándolo con un poco de rudeza. ChanYeol no entendía que había hecho mal, y mientras era jalado se dedicó a pensar que sólo estaban aprovechándose de él por ser muy chico. O que aquel hombre era un hombre de izquierdas y le gritó desde el primer momento por saber que el importante Sr. Park era su padre.
Al llegar a donde el tal Yesung lo llevaba, pudo notar a 3 personas más. Pero que no tenían facha de superiores cómo el hombre que le había gritado, o el que lo había llevado ahí.
-Les mandan esto.- dijo fuertemente refiriéndose al chico y haciendo que todos los demás dejaran de hacer lo que estaban haciendo para mirarlo con curiosidad y un toque de pena. Era un cuarto amplio, con muchas literas, todas iguales. Las paredes pintadas de gris claro y las sábanas y fundas de uno un poco más fuerte -enséñenlo- gritó de nuevo para dejar la sala. Al centro de la gran habitación habían unas mesas, en las cuales los hombres estaban trabajando boleando zapatos, y doblando ropa perfectamente.
-Ho... Hola- saludó ChanYeol con un poco de miedo
-Siéntate ahí y empieza- le dijo uno de ellos bruscamente, haciendo que ChanYeol se sobresaltara y tomara asiento inmediatamente. La seriedad con que el hombre había hablado le había hecho estremecerse hasta lo más profundo de su alma, aparte de la cara de frialdad que no había borrado desde que el de las orejas grandes llegó ahí.
-Aish... No tienes por qué ser así con los niños, Kris- reprochó otro con cara más amigable, a lo que el otro lo vio con cara irritada y bufó, para después volver a hacer lo suyo. Volteó a ver al chico -¿sabes cómo hacerlo?- preguntó sonriendo. Haciendo que el otro sólo agitara la cabeza en un gesto negativo -Bueno, no es tan difícil cómo parece- empezó, y siguió hablando para explicar, pero el chico no puso atención y se dedicó a examinar a todos los ahí presentes.
El chico de la cara fría y pocos modales estaba metiendo las agujetas a un par de zapatos.
Frente a él había otro hombre que parecía mayor a los otros 2. Un poco subido de peso, y con una cara demasiado amigable, sin embargo, era el único que no había dicho nada. Y por último el que le estaba explicando, tenía una linda sonrisa y una linda frente. Y aunque dos de ellos parecían muy amables, no se sentía cómodo. No se sentía seguro. Quería volver a casa.
-¿Entendiste?- volvió a preguntar, haciendo que ChanYeol lo mirara y sonriera, dándole a entender que no.
-Idiota. No te puso atención- soltó Kris. El otro lo miró y suspiró pesadamente. Para después dirigirse al chico de nuevo.
-¿Eres nuevo aquí?- ChanYeol asintió -¿Desde cuándo?- siguió haciendo lo de antes
-Desde hoy
-¿Y ya estás aquí? Waah- se sorprendió -entonces tienes muchas cosas que aprender- continuó -mi nombre es SuHo. Y ellos son ShinDong y Kris- ChanYeol volteó a verlos una vez más -Aquí traen a los que han hecho algo mal- se detuvo -y.. Bueno, normalmente también traen a los que somos cercanos a ellos. Por eso estamos aquí. Siempre es lo mismo. Kris hace algo y nos traen a los dos -dijo algo molesto -Y ShinDong...- trató de reprimir una risita -él comió doble porción- finalizó y los tres hombres se echaron a reír. Por lo cual el chico se preguntó cómo podían estar tan felices allí dentro.
-¿Y tú?- habló por primera vez el robusto -¿Qué hiciste?
-Yo.. No.. No lo sé. Nada- Kris río ahogadamente
-Sí, claro- soltó con sarcasmo -sólo te trajeron porque te odian, no? -¿Acaso no era así?
-Tuviste qué haber hecho algo- habló de nuevo SuHo -Tal vez no te diste cuenta porque eres nuevo, pero te aseguró qué hubo algo- No, ChanYeol no recordaba haber hecho nada malo. -Ya aprenderás- le sonrió protectoramente para después explicarle cómo se doblaba ropa perfectamente.
Estuvieron ahí al rededor de tres horas. Y ChanYeol se dio cuenta que no eran las malas personas que él había creído. Ni si quiera Kris. Hablaban y reían muy animadamente. Callaban cuando se acercaba un superior y después volvían a reír. Entonces decidió ya no separarse de ellos. Pero su decisión se vio truncada cuando le asignaron una cama. Al parecer los ordenaban por fecha de reclutamiento. Y a ellos ya sólo les faltaban ocho meses, haciéndolo sentir desafortunado cuando se enteró. Cuando llegó a la habitación que le habían dicho, notó la única cama libre. Era la parte de abajo, a él realmente le hubiera gustado la de arriba, pero no estaba en condiciones de elegir.
-Hola, nuevo compañero de cama- habló con una sonrisa un chico acercándose a él -mi nombre es JongIn- le tendió una mano, ChanYeol la estrechó.
-Hola, soy ChanYeol- respondió el saludo -pareces más joven que los demás- dijo para él. Pero JongIn pudo escucharlo perfectamente.
-Sí- rió -todos aquí son muy viejos. Parece que tú y yo somos los únicos que decidimos hacer esto lo antes posible- afirmó. Pero ChanYeol no estaba del todo de acuerdo.
Aún así, se sentía más cómodo con alguien más de su edad.
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