“No eres tan bueno como creí” Esas palabras retumbaron en su mente y taladraron en su orgullo de músico. ChanYeol era una persona modesta, pero incluso él sólo sabía aceptar que su música era buena. Muy buena. Se quedó mirando a hyukjae, bajó los brazos con la guitarra aun en sus manos y su rostro completamente serio. HyukJae tenía el mismo rostro inmutable de siempre. Y Siwon los veía a ambos simultáneamente, con los ojos completamente abiertos. ChanYeol puso la guitarra delicadamente en el suelo, y se acercó a paso lento hasta donde estaba HyukJae.
-¿Qué?- preguntó HyukJae retándolo con la voz. Y sin responder a su pregunta ChanYeol levantó su mano hecha un puño y la estrelló contra la mejilla del azabache, quien sin esperarlo se vio dando varios pasos hacia atrás por el golpe que acababa de recibir. Miró a ChanYeol con ojos completamente enojados, ChanYeol sintió miedo. HyukJae caminó hasta él. Escuchó la voz de Siwon, luego golpes en la puerta, gritos. Y todo pasaba realmente rápido, no sabía si era por la adrenalina o si él era demasiado lento, pero de un momento a otro la puerta de esa polvorosa oficina se abrió y aparecieron las figuras de Yesung y KangIn.
-¡Lee HyukJae!- El grito detuvo al azabache, que estaba con su puño prácticamente en la cara de ChanYeol. – ¡Park ChanYeol! Los quiero afuera ahora- HyukJae no se movió, se quedó ahí viendo a ChanYeol, tragándoselo con la mirada. Y ChanYeol sólo lo veía, entendiendo que había cometido un gran error, sabiendo que nunca debió golpear a HyukJae. Ni siquiera sabía por qué lo había hecho, pero ya había pasado. Y sabía que ahora HyukJae lo único que querría era molerle la cara a golpes, su oscura mirada decía eso. Y no habría nada que lo detuviera, ni siquiera la presencia de los dos superiores que se encontraban ahí.
-¡HyukJae!- grito KangIn de nuevo –Te quiero afuera ahora- pero HyukJae no se movía, seguía viéndolo con su cuerpo completamente duro, sus hombros fruncidos por la fuerza que estaba haciendo en los puños.
-HyukJae- habló esta vez Yesung, pero de una manera más calmada. Su voz era tranquilizante, incluso logró calmar un poco a HyukJae. Pues vio cómo poco a poco aflojaba su cuerpo y cerraba los ojos. Se dio media vuelta y salió de ahí. Yesung se fue detrás de él.
ChanYeol se quedó ahí con Siwon y KangIn.
-Park- dijo su superior –Ya te lo había advertido.
Su espalda dolía de haber estado recta tanto tiempo, sentado en la incómoda silla de una oficina muy elegante. Reconocimientos por todos lados que hacían alusión a Lee SooMan, el director de la milicia en Corea. Sabía que iban a regañarlo, sabía que lo merecía. Pero lo que más le atemorizaba era lo que fuera a pasar con HyukJae. Siwon ya le había dicho una vez que era un hombre de poca paciencia, y que era extraño que alguien le agradara. Y ChanYeol no tendría el privilegio de ser de esas pocas personas
¿Por qué lo había golpeado? Pero no podía simplemente echarse toda la culpa. HyukJae había sido muy grosero, desde que lo conoció. Pero ofender su orgullo de músico era algo que ningún músico podría permitir. Decirle que no era bueno cuando obviamente lo era.
Escuchó la puerta abrirse, esperó por fin conocer al tal SooMan, pero no. Era HyukJae. Apenas conectaron miradas el ambiente en la pequeña habitación se había vuelto tenso. ChanYeol creyó que HyukJae le golpearía, o le diría unas cuantas ofensas. Pero no lo hizo, sólo se sentó en la silla que estaba a un lado del alto chico, pero de una manera más suelta. Las piernas abiertas completamente y la espalda pegada al respaldo. Lo veía, lo veía fijamente. ChanYeol sólo pudo bajar la mirada, escondiéndola de esos ojos que le quemaban donde lo mirase. Vio de reojo a HyukJae, que lo seguía viendo, pero con una sonrisa. Una sonrisa burlona que lo retaba, pero ¿a qué?
La puerta se abrió de nuevo, ChanYeol levantó la cara y volteó a ver al hombre que acababa de entrar. El hombre lo miró a él, luego a HyukJae y suspiró.
-¿Qué tal?- saludó amablemente mientras se dirigía a su asiento al otro lado del escritorio. Se sentó y apoyo sus codos en el escritorio a la vez que acercaba su rostro y se sobaba el puente entre los ojos. Finalmente volteó a verlos de nuevo, sus ojos lucían cansados – ¿Qué hiciste ahora?- preguntó viendo a HyukJae.
-Nada- respondió a la vez que encogía sus hombros. SooMan lo miró incrédulo, pero HyukJae estaba diciendo la verdad. ChanYeol era quien lo había golpeado. Hyukjae no le había hecho nada, quizás si Yesung y KangIn no hubieran llegado si lo hubiese hecho, y ahora ChanYeol estaría en el hospital con uno o dos huesos rotos. Pero afortunadamente sólo ChanYeol había tirado golpes.
-Fui... fui yo- dijo ChanYeol con la mirada gacha y sintiendo un ardor por toda su cara. Escuchó a SooMan suspirar una vez más.
-¿Por qué están aquí? No estarán aquí sólo por cumplir una obligación ¿Verdad? Deberían estar aquí para querer ser verdaderos hombres. Para madurar tanto física como mentalmente. Ustedes son quienes defenderán al país en caso de cualquier tragedia. Pero si pelean incluso entre ustedes ¿Que podrán hacer? ¿Qué puede esperar la gente de ustedes?- El hombre guardo silencio unos momentos suspiro de nuevo –No me interesa saber qué problema hay entre ustedes, pero no quiero que vuelva a surgir una ocasión como esta.
HyukJae se levantó de la silla y estaba a punto de salir cuando SooMan lo llamó.
-Tendrán que hacer los deberes de su habitación. Y para que aprendan a llevarse bien lo harán juntos- HyukJae vio a ChanYeol con esa mirada de odio. No era la primera vez que hyukjae salía perjudicado por algo que el hacía. El más alto solo se hizo más pequeño en la silla, encogiéndose totalmente hasta que HyukJae salió después de dar un gran portazo.