Quiet por ReilaLess

Taekwoon es una persona callada. Es algo obvio para cualquier persona que pase más de dos minutos a su alrededor. Él no habla mucho, no hace muchos sonidos, ni siquiera suele reírse muy fuerte, incluso el sexo suele ser calmado para él. Pero a Hongbin le gusta cuando habla, así que Taekwoon habla.

"Lo amas, ¿No es así?", dice mientras se coge a Hongbin contra el sofá. Sus embestidas son lentas y profundas. "Siempre tan desesperado por ser follado", coge la parte posterior de sus rodillas, levanta sus piernas, estirándolas mientras Hongbin lloriquea y se estrecha alrededor de su sexo, así como levanta las caderas para encontrarse con todas y cada una de sus embestidas. "Siempre abierto para mí, siempre listo". El menor llora y se retuerce, y Taekwoon se inclina para llevar su pulgar a su labio inferior, aún hinchado y mojado de cuando lo chupó antes.

"Sí, sí, ah" Hongbin jadea, acaricia su mano, y su lengua sale para lamer el dedo de Taekwoon. "Por favor... Cógeme duro, es todo lo que quiero"

"No te vengas hasta que te diga", dice Taekwoon, porque a Hongbin le gusta que le digan qué hacer y siempre es muy obediente. Taekwoon se tomó su tiempo para prepararlo. Lo hizo con los dedos hasta que Hongbin le rogó que lo coja, sabía que ya debía estar cerca.

Se empujó con más fuerza, cambió de ángulo y Hongbin chilló, sus piernas temblando, los dedos de sus pies encrespándose. Taekwoon se mantiene entrando y saliendo, lento y estable y Hongbin pronto se vuelve un lío, mordiendo su labio como si ese fuese a detener todos los sonidos necesitados que hacía.

"Eres muy ruidoso", Taekwoon respira y su voz tiembla porque Hongbin lo sigue apretando, con el cuerpo tenso por aguantar el venirse y con sus ojos lagrimeando. "Tan linda y pequeña zorra...¿Debería venirme dentro tuyo?", baja su mano por el cuerpo de Hongbin dándole a su miembro una suave caricia, el menor se retuerce y deja salir un gemido ahogado. "Te gusta, ¿Verdad? El ser llenado, dime."

Todo lo que Hongbin puede hacer es soltar una respiración jadeante y Taekwoon lo coge del cabello, levantando su cabeza mientras se agacha para susurrar en su oreja. "Dime".

"Sí, sí", Hongbin jadea, "Lo amo, por favor... por favor", está rogando, sus ojos nublados y llenos de necesidad mandan una ola de excitación a través del cuerpo de Taekwoon. Suelta el cabello de Hongbin, toma sus caderas esta vez y lo mantiene estable mientras lo embiste con más fuerza.

"No te vienes hasta que yo lo haga", le ordena y se agacha para capturar los labios de Hongbin en un beso desesperado. Y Hongbin se arquea contra él, rodeando su cintura con sus piernas para tenerlo lo más cerca posible.

Tan solo le toma unas embestidas para que Taekwoon se corra profundamente dentro de su cuerpo, llenándolo como le dijo que lo haría y con Hongbin temblando bajo él. Sus ojos cerrados se aprietan, sus dedos arañan los brazos de Taekwoon. Rompe el beso, llevando su cabeza a un lado, jadeando mientras también se viene, su cuerpo entero sacudiéndose por su llegada.

"O-oh, Dios", susurra temblorosamente cuando su respiración se calma un poco. Hay lágrimas en las esquinas de sus ojos y Taekwoon llega a ellas para limpiarlas con cuidado.

"¿Todo bien?"

"S-sí", responde y su voz se quiebra un poco pero está sonriendo. "¿Sabes qué?... Puedes ahorcarme un poco la próxima vez" comenta. Su tono es casual, y Taekwoon siemte como si le hubiese cortado la respiración justo en ese momento. Así de tentativo como suena, es peligroso, y a pesar de que no es como que Hongbin sea frágil, no puede evitar preocuparse por él. Pero lo hará. Si a Hongbin le gusta, probablemente a él también le gustará, porque no es como que no le gustase el control, pero de alguna manera él termina haciendo todo lo que Hongbin le dice que haga. E incluso a pesar de que no le gusta hablar mucho y tampoco le gusta andar diciendo lo que siente, no le importa abrazar a Hongbin y decirle "Te amo", tan solo porque a Hongbin le gusta escucharlo.