Pero esa felicidad se destruyó cuando una chica pelirrosa se abalanzó a Zoro y éste la tomaba por la cintura.
En ese momento mi pecho dolía horrores.
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Capítulo lV:
Me detuve un momento sólo para poder respirar, ya que el nudo en mi garganta me lo impedía. Suspiré profundamente y seguí mi camino. Pasé a un lado de Zoro y éste me observó, pero no dijo nada.
Rápidamente llegué a mi casillero, y tomé mis ubawaki, guardé mis zapatillas en el casillero, y me dispuse a irme a mi aula.
- ¡Hey! ¿Por qué no me esperas? Te vengo gritando desde la entrada.- me gritó Kid molesto.
- Ah, lo siento, no te había escuchado.- bajé mi cabeza avergonzado. Kid se quedó mirándome un buen rato, pero no dijo nada.- ¿Qué?
- Nada...
- ¿Qué pasa? Dime.
- Me estaba preguntando, qué harías este sábado.- rascó su mejilla claramente incómodo, me daba gracia verlo así.
- ¿Este sábado? Am no lo sé, ¿Por qué?
- Pu-pues no sé, tal vez, no sé, quieras ir a pasear conmigo por ahí.- se volteó y siguió caminando. Lo seguí.
- Oh, mi mamá me había dicho que era esto, pero no recuerdo muy bien.- murmuré bajito para que Kid no me escuchara pero aún así me escuchó
- ¿Qué tanto murmuras estúpido?
- ¡Ah! Lo tengo, ¿Me estás pidiendo que te acompañe a una cita?- sonreí pasando mis brazos en mi espalda y mirando a Kid fijamente.
- Ajam.- rascó su cuello, me estaba comenzando a gustar que hiciera eso.
- Realmente me encantaría.
Volteó a verme sorprendido, pero de inmediato frunció el ceño.
- ¿Sabes lo que es una cita?- me miró fijamente.
- Síp, quieres que te acompañe a con el médico a que te den una cita, ¿No?- lo mire y frunció su ceño lo más que pudo.
- ¿¡Qué eres idiota!? ¡Te estoy pidiendo que tengas una cita CONMIGO!- se señaló cuando recalcó el conmigo, algunas personas voltearon a verlo, pero ni siquiera se inmuto.
En cambio yo me sonrojé claramente, así que era una cita de verdad, una cita cita, sólo él y yo, me estaba pidiendo una cita frente a todos. Volví a sonrojarme, ¿Qué tenía que decirle ahora? Tenía que pensar en los consejos de mamá.
"Cariño, cuando alguien ama a otra persona y ésta siente lo mismo, unen sus cuerpos para..."
No, eso no.
"Cuando alguien te pide que salgan en una cita, si esa persona es de tu agrado, animate y dile sí".
Volví a observar a Kid, quien esperaba impacientemente una respuesta
- Am, s-sí, m-me gustaría ir en una cita con-contigo.- toque mi pelo y volteé hacia otro lado ya que estaba sumamente avergonzado.
- Bien.- sonrió de oreja a oreja.- pasaré por ti el sábado a las 4:30, hasta ahorita.- y se despidió de mí.
Lo vi alejarse y me quedé ahí, realmente Kid era muy lindo conmigo cuando quería, pero qué se supone qué haga en una cita, no he dado mi primer beso, y ésta será mi primera cita, y no sé que debería hacer.
El timbre sonó, así que rápidamente me fui a mi aula. Me senté en el mismo asiento de siempre, puse, lo más que pude, atención a las clases.
El profesor de química, entró al aula y rápidamente dio la clase y nos puso a hacer un trabajo.
Estaba haciendo el trabajo que nos había pedido el profesor, cuando una chica, Vivi-Chan, se acercó hasta a mí y se sentó en el asiento vacío de mi lado.
- Hola, Sanji-Kun.
- Hola Vivi-Chan.
- Me enteré que Eustass te pidió una cita.- dio una pequeño grito interno que pude escuchar, realmente se veía emocionada con la noticia. ¿Tan rápido ya todos lo sabían?
- ¿Eustass? ¿Quién es él?- volteé mi cabeza a los lados tratando de saber quién era.
- Eustass, Eustass Kid.
"Aah, con que ese es su nombre completo, eh".
- Am, pues sí, pero sólo es una cita, nada más.- negué rápidamente moviendo mi cabeza y mis manos.
- Tal vez Eustass tenga otras razones, ¿Eh?- sonrió de lado y volvió a su lugar.
¿Otras razones? Eso sería imposible, Kid sólo quiere que nos llevemos mejor, ¿No? Ya que siempre me está molestando, tan sólo será una cita de amigos, una cita amistosa.
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El timbre sonó anunciando la hora de receso, salí de mi aula y fui hasta la cafetería, fije la vista en la mesa en la cual siempre nos sentábamos Law y yo. Pero ahora Law no estaba solo, también se encontraban Kid, Ace, Zoro y esa chica pelirrosa que aún no sabía su nombre.
Ésta vez fue diferente, realmente la mirada que me dio Kid me tranquilizó e hizo que tomara el valor suficiente para acercarme a la mesa.
- H-hola.- me senté en medio de Kid y Ace.
- ¡Hola Sanji! No te vi venir.- Ace se pegó a mí en cuanto me senté.
- A-alejate.- separé a Ace de mí.
- Hola, soy Perona, un gusto.- me sonrió de lado, pestañeando repetidas veces.
- Ho-hola.- la saludé con una pequeña sonrisa.
- Eres tan linda, ¿Cuál es tu nombre? ¿Por qué te juntas con ellos? ¿Estás saliendo con alguno de estos?- señaló al trío de estúpidos. ¿Por qué me hacía tantas preguntas? Además me había confundido con una chica.
- Am, etto n-no.
- Sí, está saliendo conmigo.- dijo Kid a la vez que me tomaba por la cintura y me acercaba a él.
- ¿¡Qué!? Por supuesto que no, Sanji es mío.- Ace comenzó a tratar de quitar la mano de Kid de mi cintura, pero le fue en vano.
- Mira déjame te explico, Sanji no es ELLA, es ÉL, y no sale con éste zopenco de aquí.- le dio un zape a Kid quién se quejó por el repentino golpe.
- ¿Ah sí? Disculpa es que tus facciones son iguales a las de una chica.
- De-descuida.- volteé a mirarla apenado, y observe que Zoro tenía la vista pegada a mí, le sonreí sin más, a lo cual volteó a otro lado.
El timbre sonó dando fin al receso.
- Adiós chico de tercero.- se burló Law sacando su lengua para molestarme.
- ¡Sólo me falta un año!- hice un puchero y me crucé de brazos.
- Pero vas a seguir siendo un bebé.- revolvió mi cabello, según él, en forma de caricia.
- Osh, hasta la salida.- me volteé molesto y Law sólo rió.
- Te acompaño a tu clase, chico de tercero.
Volteé a ver a Kid, el cual también me estaba molestando con eso.
- Ya dije que sólo me falta un año.
- Jaja, eres el más pequeño de todos nosotros.- tomó mi cabeza e hizo lo mismo que Law, revolvió mi cabello dejándolo desacomodado.
- ¿Y qué? Tú muy grande.- quité su mano de mi cabeza y traté de acomodar mi cabello.
- De hecho, soy más grande que tú, por dos años.- me sacó la lengua haciendo que me molestara más.
- Ya, dijiste que me acompañarías a mi salón, vamos que se me hace tarde.
- Entonces vámonos, princesa.- sonrió de lado tratando de hacerme enojar y así lo hizo. Aunque no pude evitar sonrojarme.
- Pensé que ya lo habías olvidado.- comencé a caminar y Kid me siguió.
- Está claro que no lo haría.
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Y por fin el momento que todos esperan, la hora de salida. Tomé mis cosas y rápidamente salí del aula.
Cuando llegué a la entrada, me cambié de zapatillas y salí. En la puerta me encontré con Kid, estaba claro que me estaba esperando. Cuando llegué hasta él me hizo una seña para que ya nos fuéramos, así que sin más lo seguí.
En el camino, platicamos de cosas triviales, supe bastante de Kid en tan sólo unos minutos, y claro él de mí.
Llegamos a la cuadra de mi casa, le había dicho a Kid que estaba bien que me dejara ahí pero el muy terco, decidió dejarme hasta la puerta de mi casa, así que sin más acepté. Llegamos hasta la puerta de mi casa y suspiró.
- Bien, ya estás aquí.- metió sus manos a los bolsillos de sus pantalones y me miró. No sé porque pero no pude evitar el sonrojarme.
- Cr-creo que sí.- le dije agachando mi cabeza, por unos segundos kid no dijo nada así que levanté mi cabeza extrañado.- ¿Qué ocurre?
- Nada, es sólo que, eres tan lindo cuando te sonrojas.
Me sonrió de lado y pasó una mano por mi mejilla y la dirigió hasta mi cuello. Me observó directamente a los ojos y empezó a acercarse un poco más a mí. Su cara estaba a centímetros de la mía, tanto que hasta sentía su respiración chocar contra mis labios.
No sabía por qué no me movía, los ojos de Kid me miraban tan profundamente, que sentía que podían ver tras de mí, y aunque sabía que se trataba de Kid, quien me tenía sin habla y con el corazón acelerado, aún así, quería que me besara.
~Continuará~.