- ¿Qué pasa? ¿No te alegras de verme?- se posicionó encima de mí pero sin recargar su cuerpo en el mío.
- Eso nunca sucederá.
- Entonces, ¿Cuándo me darás una oportunidad?
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Capítulo II.
Ya llevaba varias veces diciéndole a Ace que nunca me fijaría en él. Desde que había entrado al bachillerato, no tenía idea del por qué Ace se había interesado en mi y realmente era molesto que a cualquier parte que fuera siempre me encontrara.
Tan metido en mis pensamientos estaba que no me di cuenta cuando se quitó de encima mío.
- Hey, te vi llegar con Roronoa hoy, ¿Están saliendo?- preguntó sentándose MUY cerca de mí.
- ¿Eh? Por-por supuesto que no.- me sonroje un poco e intenté moverme un poco de Ace, aunque realmente no funcionaba ya que se daba cuenta.
- Mmm, Roronoa; me da mala espina. No creo que te convenga.
Y otra vez las mismas palabras que me había dicho Law, ¿Por qué todos decían lo mismo? Yo no lo conocía demasiado, pero no por eso no es que me convenga. Aunque nunca me note trataré de hacer que lo haga.
Ace siguió hablando de otras cosas, pero realmente no le había puesto la demasiada tención para escuchar la mitad de lo que me había dicho, en simples palabras no lo tomé en cuenta. Suena cruel pero Ace era realmente molesto, al igual que su hermano.
El timbre sonó y el peli negro se despidió de mi, pero yo me quedé un rato ahí, respirando la tranquilidad que había en ese momento, no quería entrar a clases y la verdad no planeaba hacerlo; así que me volví a acostar y cerré mis ojos perdiéndome en la tranquilidad del lugar.
Escuché la puerta abrirse pero no le tomé importancia y seguí como estaba.
- ¿Lo niños de tercero no deberían de estar ya en clases?- esa voz, la misma que me hizo estremecer esa mis mañana. Me senté de golpe y lo voltee a ver.- perdón no planeaba asustarte.
Mi sonrojo no se hizo esperar y de inmediato apareció.- n-no me asustaste. –me sonrió de lado y sentó junto conmigo.
No dijo nada más y yo sólo me quedé viéndolo. Realmente era muy guapo, demasiado para mi parecer; no quería ser tan obvio así que en veces volteaba a verlo detenidamente.
¿Por qué me había enamorado de Zoro?
------- Flash back -------
Ser nuevo en una escuela completamente nueva para mí, no era tan "lindo" que digamos. Ya por fin había pasado a la secundaria y realmente no me emocionaba tanto el hecho de estar ya en un nuevo Instituto, conocer a nuevas personas, nuevos amigos. Pero vamos que para mi no era tan sencillo, me costaba bastante socializar con los demás, Mi mamá decía que lo había sacado de ella, pero la verdad no le creía del todo.
En cuanto entre al instituto, me comencé a sentir tan nervioso que sentía que mis pies ya habían formado parte del suelo, tragué saliva y me mordí el labio. Di unos cuantos pasos hasta quedar enfrente de una pizarra un poco ancha pero era larguísima.
Me acerqué hasta donde pensaría que estuviera mi grupo, fue ahí en donde vi su nombre, en ese tiempo era de 2-G, su nombre se me hacía un poco raro.
Deslicé mi dedo sobre la pizarra para encontrar mi nombre, cuando otro dedo choca con el mío. Voltee a ver a la persona con quien me había topado y lo vi a él.
Mi sonrojo, como siempre, no se hizo el de esperar y salió en mi cara. Era completamente un tomate humano, por así decirlo.
- ¿Estás perdido?- me preguntó sonriendo de lado, lo tomé como burlonamente.
- No….- susurré aun si poder dejar de verlo.
- Eres nuevo, ¿No es así?- asentí levemente.- ¿En qué grupo?- me encogí de hombros y él volvió a reír.- te ayudaré a buscarlo, ¿Eres de primero o de segundo?
- Pri-primero.- y por fin puede articular palabra con él.
- Sabes que estás con los de tercero, ¿No es así?- volvió a reír, ¿¡Qué nunca dejaba de reír!? Aunque debía admitir que me gustaba mucho su risa.
Mi cara se torno de nuevo roja, y eso le dijo todo.
Me ayudó a buscarlo, hasta que lo encontré, había quedado en 1-E. Se despidió de mí y sólo lo vi alejarse.
Aunque ya no lo viera, mi cara aun estaba rojísima, realmente no creía en el "amor a primera vista" pero sin embargo, me había enamorado perdidamente de él. Desde ese momento, dejó completamente de hablarme, y estaba segurísimo que se había olvidado de mí, mientras que yo, hacia todo lo contrario, lo miraba y trataba de hablarle, pero la vergüenza me ganaba y nunca le hablaba.
Así pasé esos cinco años los cuales realmente verlo con diferentes personas ya era monótono y realmente me lamentaba el no poder tener la suerte de ellos o a veces ellas, mientras que yo no me conseguía a nadie, guardándole en lugar a él, sabiendo que nunca se fijaría en mí.
Me enfoque a que me notara y también que me hablara, que era lo que más deseaba y también estar a su lado como aquel tipo, que aun me acordaba de él, que siempre estaba con Zoro. Quería ser él, quería hablarle a él, me gustaba y mucho.
Todo el tiempo, hasta la fecha, lo observaba desde lejos, para que no pudiera verme. Si, lo sé, sé que estarán pensando " ¿Y cómo planeas que te note si te escondes?" pero mi fiel amiga la vergüenza, me vencía rápidamente y el tema de hablarle se esfumaba de mi cabeza.
¿Quién podría aguantar tanto tiempo enamorado de alguien? Pues ese soy yo, aunque estos últimos cinco años, no han dado ni una pizca de esperanza, y creo que nunca lo darán.
------- Fin del Flash Back -------
Suspiré sin que se diera cuenta, el lugar era silencioso, y por alguna razón me sentía realmente cómodo, no había ninguna pizca de incomodidad, pero sabía que si me hablaba, realmente la incomodidad y mi amiga la vergüenza se apoderaría inmediatamente de mí, así que mejor no quise decir nada en esos cortos minutos.
Estaba tan concentrado observando hacia la nada que no me di cuenta cuando se levantó.
- Bueno…. Yo me tengo que ir, adiós.- dijo con cierto nerviosismo, alcé la mano como forma de despedida. Y sin más se alejo de mí, como siempre sería.
Suspiré de nuevo, ya llevaba varias veces suspirando y todo por culpa del peli verde, estaba comenzado a frustrarme y eso no era bueno, ya que después tenía dolores de cabeza insoportables. El segundo timbre sonó y decidí ir a mi salón, ya había faltado a una clase y eso no era bueno para mi expediente.
Me levanté y abrí la puerta de la azotea, al abrirla; me encontré con un chico de pelo rojizo que me miraba confuso, luego de "examinarme" por completo, sonrió de lado y se puso de pie.
- Princesa.- dijo comenzando a reírse, ¿¡Qué había dicho!? ¿¡Yo!? ¿¡Princesa!? No pude evitar sonrojarme por su comentario e hice un gesto molesto, pero salió casi como un puchero. El chico se sorprendió por alguna razón, desconocida.- te estaré esperando en la puerta principal, si no apareces te mataré.- me amenazó y se fue.
¿¡Qué había dicho!? Me cita para luego amenazarme, qué clase de persona era, ¿Un matón como cualquier otro? Demonios, me estaba muriendo del miedo, tal vez quería golpearme hasta que se cansara.
Tragué duro, y me dirigí hasta mi salón, baje los pisos que debía bajar y llegué hasta el mío. Me senté enfrente de mi salón a esperar a que timbrara para pasar al tercer modulo, faltaba sólo ese y el último y ya me podría ir.
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Y ya por fin había timbrado para salir de la escuela, guardé mis cosas en mi mochila y me despedí de los que faltaban en el salón. Me dirigí hasta la puerta y abrí mi casillero haciendo que callera un sobre, lo tomé junto con mis tenis. Mientras me los ponía, abría el sobre encontrando una hoja simple que tenía escrito "Princesa" toda la hoja.
Me volví a sonrojar y salí hacia la puerta principal, y ahí lo vi, recargado en la puerta, supuse que m estaría esperando.
- ¿Por qué demonios tardaste tanto?- se quejo. ¿Apenas nos conocíamos y ya me hablaba así?
- No te quejes, ¡Dejaste esto en mi casillero!- le puse la hoja en su pecho empujándolo, bueno eso es lo que quise hacer, aunque sólo lo moví un poco.
Comenzó a reírse a carcajadas obteniendo la atención de los demás, y mientras se reía repetía una y otra vez la palabra, que comenzaba a frustrarme, princesa.
- ¡Princesa!- gritó como si nada le importara, las personas comenzaban a acercarse y se nos quedaban viendo como si fuera lo más interesante. Claro quién no se interesaría si un chico le gritara a otro princesa y este se volviera un tomate humano, ¡Nadie!
Realmente me estaba comenzando a molestar, así que no tuve otro remedio que saltarle encima y taparle la boca con mis manos.
- Cá-cállate.- le susurre totalmente sonrojado.
Voltee de reojo para ver a las personas que estaban paradas viéndonos, entre todos se encontraban Law y Ace.
Tan concentrado estaba viéndolos, que no me había dado cuenta que el pelirrojo me había tomado de la cintura y me había acercado más a él.
- ¿Q-qué ha-haces?- le pregunté tratando de alejarme de él, mientras le empujaba de sus hombros.
- Trato de besarte.
¿¡Qué!? ¿¡Qué había dicho!? ¿¡Besarme!? ¿¡A mí!?
Voltee a ver en dirección hacia Law, mandándole con mi mirada una pizquita de ayuda. Él claramente lo noto, y vino corriendo hacia a mí, aunque por alguna razón Ace también se acerco.
Pensé que Ace se detendría ya que el también estaba corriendo, pero no se detuvo tecleando al pelirrojo al instante, obviamente tirándome también a mí, law se acerco hasta mi para preguntarme si estaba bien.
- ¿¡Qué estabas pensando hacer maldito Kid!?- grito Ace tomándolo del cuello a quien se llamaba Kid.
- ¿Qué crees tú? Iba a besarlo, lo arruinaste.
- ¡Yo seré quien le robe su primer beso!
- ¡JA! Sigue soñando Ace.- dijo burlonamente Kid, Law se separó de mi lado y fue hasta los otros.
- Tranquilos, todos saben que el primero seré yo.- ¿¡Law!? ¿¡Qué había dicho!?
Este caso estaba perdido, todos sabían que mi primer beso no sería con ninguno de esos tres. Mi primer beso lo guardaba para esa persona especial, aunque esa persona ya había llegado desde hace mucho tiempo, y esa persona claramente, era él.