Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eleven Hours por Karasu_Seiko VI II I

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Autor: Genkyoku

Publicación original: Eleven Hours

Fecha: Octubre 27, 2009

-Oneshot-

Notas del capitulo:

Voy a copypastear las notas en todos los fics que suba al desafío, así que si ya leíste esto, mejor que te saltes a leer y a las notas finales, que esas sí están diferentes XD

4/8
Los voy a enumerar porque... porque sí, para llenar espacio y para no confundirme, que estoy que me caigo de sueño (?)

UGH
No sabía en el lío que me estaba metiendo cuando prometí ocho fics para el DIK de este año; pero voy a pecar de soberbia y decir que si algo bueno tengo, es palabra. Así que aquí estoy, acabo de revisar todo y vine directo a publicar uwu

Esta vez no puse mi opinión personal porque me dio paja pensar en algo y escribirlo, tampoco puse géneros, ni advertencias, ni nada... Lo lamento, es que era mucho :c

Y pues nada~
Satúrense de Kai♥ que si al niño no le dan suficiente protagonismo, pues mínimo que aquí sea la estrella.

Once horas desde Tokio a Los Ángeles. 

Y aunque Reita no era la persona más inquieta, tampoco era la más paciente. Once horas de estar a miles de metros de altura en el aire con apenas algo que hacer lo iban a volver loco. 

Tiró perezosamente de su equipaje hacia la cinta transportadora y lo arrojó en ella. No había nada interesante que ver en su laptop (el porno está obvia y definitivamente fuera de cuestión), no podía tocar ningún instrumento o siquiera hacer air guitar; demonios, ni siquiera se podría mover. Casi automáticamente levantó una mano hasta su boca, cubriendo un bostezo del que Kai siempre se quejaba por ser desagradable y poco ético.  

Bueno, al menos Kai estaba con él. Podían platicar, tal vez tomarse de las manos, o incluso besarse. Desafortunadamente, las muestras de afecto en público —en especial entre dos hombres— era algo que la gente no recibía bien. Reita gruñó ante eso. Estúpida gente.  

Pero… no siempre tenía que ser en público, ¿cierto?

La arisca expresión en el rostro del bajista fue sustituida por una sonrisa pervertida. Centímetro a centímetro se acercó caminando a Kai hasta que prácticamente no hubo espacio entre ellos. Entonces Reita pasó un brazo alrededor de la cintura del moreno y éste lo miró inquisitivamente.  

—Kai-chan —susurró el rubio, más dulce que nunca—, tengamos sexo en el baño del avión. 

Oh, ya lo podía ver. Apretados dentro de un angosto baño, no tendrían más elección que presionarse el uno contra el otro increíblemente cerca, haciendo todo más íntimo… ambos mordiendo el hombro sonrojado del otro para ahogar sus gemidos de éxtasis… el eco de los sonidos húmedos que sus cuerpos desnudos crearían… Oh, Reita podía verlo  perfectamente. 

—¡Idiota! —Acompañando la vehemente respuesta hubo una fuerte palmada a la cabeza de Reita y una expresión de incredulidad en el rostro de Kai, teñida con un poco de disgusto. Unas cuantas cabezas voltearon en su dirección, obviamente intrigados por la ligera conmoción, pero regresaron a lo suyo un momento después. 

—Bebé —Kai se estremeció ante el presuntuoso apelativo—, nos vamos a aburrir demasiado estando sentados por siglos, ¿qué no lo ves? Además, es tu culpa por verte tan provocativo hoy —Reita terminó su explicación con un pequeño mohín; realmente tenía un punto. Kai no lucía para nada como si fuera a ir a otro país, se había vestido con una camisa ajustada sin mangas que exponía sus magníficos brazos, y Reita siempre había amado esos brazos delgados pero musculosos. Una tentación de verdad injusta, incluso si Kai ni siquiera estaba consciente de que estaba siendo una tentación. 

Kai se apartó de Reita, pero el agarre de este último era fuerte, aunque no es como si en verdad tuviera algún reparo con que el rubio lo sostuviera de esa manera. Aunque con lo que sí tenía reparo, era con la lascivia de Reita en público. —Bueno, no solamente estaré sentado durante el vuelo —El batero agitó un sobre de manila frente al rostro de Reita para acompañar su punto—. Tengo documentos que llenar, fechas que… bueno, fechar, cosas que- 

SLAP 

Un alarido estridente le siguió al sonido de una nalgada y todos se volvieron en dirección de Kai y Reita, lanzándoles miradas escandalizadas.  

—Bueno, no eres divertido —Reita retiró la mano y se fue como si nada hubiera pasado, pero una risita encontró su camino a sus labios una vez que pasó a Kai. El batero caminó más rápido, pero alejado de Reita esta vez, sin siquiera darle un regaño u otro golpe en la cabeza, estaba demasiado avergonzado como para siquiera alzar la vista. 

Iba a ser un largo viaje. 



 

 


Incluso dentro del avión, la gente seguía dirigiéndoles miradas sucias. Reita no podía entender por qué un amistoso golpe en el trasero (por supuesto que era algo más que amistoso, pero lo mismo daba) atraía mucha más atención de la que debía. Ahora Kai ni siquiera lo voltearía a ver; su mirada era una combinación entre furia silenciosa y absoluta mortificación, pero Reita decidió que simplemente se trataba de su novio siendo un cobarde otra vez.  

Sí que iba a ser un largo viaje. 

Entonces Reita procedió a prepararse para once horas de sueño, poniéndose la manta que le habían proporcionado hasta los hombros. Kai también estaba haciendo lo mismo —preparándose para dormir, así parecía— y Reita se preguntó por qué estaba haciendo eso cuando específicamente había dicho que tenía muchas jodidas cosas por hacer. Obviamente no podía preguntar; Kai seguía muy molesto con él.  

Estaba a punto de quedarse realmente dormido hasta que notó que Kai sacaba un pequeño tubo de crema del interior de su mochila. Esta vez Reita tuvo que rodar los ojos mientras que el otro cuidadosamente cubría sus brazos y luego sus manos con una generosa porción de ella. Reaccionar violentamente debido a una buena nalgada era una cosa, pero esto era demasiado difícil de manejar. 

—Eres tan afeminado —comentó Reita bruscamente y Kai lo miró. Pero no era una simple mirada; era una jodidamente peligrosa que parecía capaz de doblegar algunas cuantas perras, y una de estas perras era Reita. Naturalmente optó por cerrar la boca y sólo dormir, antes de que Kai sacara una pluma y lo apuñalara en la garganta con ella. 

Todo pasó tan rápido y, antes de que lo supiera, Reita ya tenía una mano bajo sus pantalones desabrochados, más allá de su ropa interior, y de su… 

—Oh, mierda —Ese siseó salió más fuerte de lo previsto y Reita podría jurar que nunca había visto a Kai tan malévolo como ahora. Kai se recostó contra el respaldo, obviamente muy complacido consigo mismo mientras Reita se retorcía bajo su toque.  

No importaba qué tan obsceno (o probablemente ilegal) fuera esto, sin duda había algo satisfactorio con respecto a correrse en público. Fácilmente podría alejar la habilidosa mano de Kai del interior de sus pantalones, pero una fuerte sensación de aventura —y, claro, necesitad— se apoderó de él. Y si hay algo que Reita quiere, entonces eso sería aventura. 

De alguna manera Kai sabía que Reita no iba a quitarlo ni nada, ni siquiera por la futura humillación. Parecía que el rubio tenía una muy buena resistencia cuando se trataba de la vergüenza y no le importaba en lo más mínimo lo que otras personas pudieran pensar. Pero lo que Reita olvidó y Kai recordó, era el hecho de que el rubio era un tanto ruidoso cuando le proporcionaban placer. Y ahora que ya habían llegado a esto, las cosas serían difíciles de detener. De todas formas Kai no se iba a detener, e incluso si Reita trataba de detenerlo, el moreno simplemente le apretaría la polla más fuerte de lo que se consideraba placentero.  

Kai quería girarse un poco para besar y lamer la piel de Reita, sólo para provocarle todavía más sensaciones de necesidad. Aunque claro que no podía hacerlo, ya que quería parecer calmado y despreocupado con la situación; incluso tenía su propia manta hasta los hombros sólo para que nadie se diera cuenta de que en realidad tenía la mano bajo los pantalones del otro. 

Los suaves gemidos de Reita se volvían más frecuentes mientras Kai deslizaba sus lisos dedos a lo largo de la erección del rubio, provocándolo con la lentitud de sus movimientos. Kai sintió al otro moverse en su asiento y subirse la manta hasta la nariz, pero también separando las piernas para un acceso mucho mejor. Era difícil combatir contra la amplia sonrisa que asomaba en su rostro, así que Kai simplemente se mordió el labio inferior. Después de todo, lo único que quería era consentir a su amado novio… Bah, a quién pretendía engañar, todo esto era por mera venganza.  

Provocó a Reita incluso más, apretando y acariciando en lugares sensibles, arrastrando el pulgar sobre la punta. Esa acción en particular hizo que el rubio soltara un quejido en voz alta, llamando la atención de la azafata inmediatamente.  

—¿Hay algún problema, señor? —La joven se acercó con una expresión preocupada; por su rostro, uno claramente podía ver que estaba dispuesta a ayudar si algo andaba mal. Sin embargo, cuando su mirada cayó hacia abajo, sus mejillas se colorearon con un tono rosado. 

—Mmm… creo que sólo tiene fiebre o algo —La frente de Reita estaba sudando, las partes visibles de su rostro lucían extremadamente calientes, y su respiración entrecortada se podía escuchar a través de la tela de la manta, pero Kai no engañaba a nadie, al menos no a la azafata ni a cualquiera que pasara por sus asientos. El acto no era evidente, pero el movimiento bajo las mantas lucía como algo más que simples e inocentes palmadas en el muslo. Kai estaba confiado porque sabía que la chica no había notado su propia vergüenza de antes.  

Inmediatamente la azafata hizo una reverencia y se disculpó antes de volver a toda prisa a su puesto, pero no al mismo de donde había venido antes de este… incidente; no quería escuchar nada acerca de estos dos hombres. Reita ni siquiera pareció darse cuenta de su presencia. 

En esos momentos, las caricias de Kai ni siquiera pararon, ni por un segundo. El pausado y provocativo ritmo en el miembro de Reita continuó, deslizándose suavemente desde la punta hasta la base, e incluso cuando la azafata se había ido, el ritmo se mantuvo igual. Cuando su mano llegaba hasta abajo, Kai alzaba su dedo meñique y dibujaba pequeños círculos, obteniendo aún más deliciosos gemidos del rubio.  

Reita, llegados a este punto, no tenía más que un charco de baba en su mente. A pesar de no ser un guitarrista, los dedos de Kai eran muy largos y sus movimientos siempre tan flexibles que en sólo cuestión de segundos, en serio se podría correr. Pero Kai se movía a un ritmo de verdad lento que evidentemente decía “no voy a dejar que termines tan fácil”, prolongando así la dulce tortura. Reita no tenía absolutamente ningún derecho a hablar en este momento, por lo que su frustración se canalizaba en sus escandalosos sonidos. 

Esto continuó sólo por unos cuantos pero insoportablemente lentos minutos hasta que Kai decidió apretar con firmeza el miembro increíblemente duro del bajista, haciendo que el rubio gimiera el nombre de Kai. Cualquiera que estuviera lo suficientemente cerca ya habría descubierto lo que en verdad pasaba y la azafata que estaba repentinamente tan sensible con los ruidos de Reita se sonrojó aún más. No simplemente les lanzaban miradas de indignación, era más como que estaban por atacarlos. Pero la mano de Kai nunca dejó de apretar con fuerza, y Reita nunca dejó de gemir. Kai finalmente lo soltó, pero también arrastró un dedo sobre la piel sensible antes de volver a su posición inicial, logrando que el rubio hiciera todavía más escándalo. 

Afortunadamente, Kai comenzó a acelerar el ritmo, aunque sus movimientos se hicieron mucho más bruscos en comparación de los anteriores, pero era lo justo para llevar a Reita al límite. El batero bombeaba la polla de Reita con más agresividad, haciendo que este último se hundiera en su asiento e incluso mordiera la tela que su boca fuera capaz de atrapar. Sólo un poco más… casi allí… y entonces… 

—Ah, joder. 

No fue lo suficientemente fuerte para molestar a nadie, pero sí notable para quienes aún no se habían dormido. No obstante, a Kai le satisfizo el disfrutar de la calidez filtrándose a través de sus dedos, con una malicia más evidente que nunca en su triunfante sonrisa con hoyuelos.Entonces besó a Reita en la sien, pero también le apretó el miembro con fuerza, lo que provocó un gemido que sí molestó a los de sueño ligero.  

Unos segundos después hubo un ligero golpe en el hombro de Kai y cuando el moreno miró hacia atrás, vio a la azafata, luciendo más angustiado que nunca. 

—Por favor, señor —Su voz estaba ahogada y temblorosa, pero decidida—. ¡Está incordiando al avión! 

Antes de que Kai pudiera disculparse o siquiera hacer una reverencia, la joven ya se había alejado, probablemente a la cabina del avión para quejarse. Un ligero sonrojo apareció en el rostro de Kai, pero se echó a reír una vez que se volvió hacia Reita, quien ya tenía la manta sobre la cabeza. Kai rio más y finalmente retiró su mano pegajosa, besando la sien de Reita a través de la tela, esta vez más sinceramente. 

Sin duda iban a ser unas largas once horas.

Notas finales:

Kai es malvado, ese hombre no tiene pierde XD

No se me ocurre qué más comentar, se me está secando el cerebro mientras voy subiendo todo (?)

Gracias por leer, agradecería mucho que pasaran a ver lo demás~

@KarasuSeiko


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).