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Okay To Stumble por Karasu_Seiko VI II I

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Notas del fanfic:

Autor: vaguesalvation

Publicación original: Okay To Stumble

Fecha: Octubre 16, 2011

-Oneshot-

Notas del capitulo:

Voy a copypastear las notas en todos los fics que suba al desafío, así que si ya leíste esto, mejor que te saltes a leer y a las notas finales, que esas sí están diferentes XD

5/8
Los voy a enumerar porque... porque sí, para llenar espacio y para no confundirme, que estoy que me caigo de sueño (?)

UGH
No sabía en el lío que me estaba metiendo cuando prometí ocho fics para el DIK de este año; pero voy a pecar de soberbia y decir que si algo bueno tengo, es palabra. Así que aquí estoy, acabo de revisar todo y vine directo a publicar uwu

Esta vez no puse mi opinión personal porque me dio paja pensar en algo y escribirlo, tampoco puse géneros, ni advertencias, ni nada... Lo lamento, es que era mucho :c

Y pues nada~
Satúrense de Kai♥ que si al niño no le dan suficiente protagonismo, pues mínimo que aquí sea la estrella.

A veces, cuando su vida parece desolada y estancada, cuando se siente particularmente pequeño y sin importancia, Taka sube las escaleras de su edificio de departamentos hasta la azotea. Sus pies crujen contra la grava mientras se mueve hasta el centro, con sus sudadera golpeándose contra él por el viento, su rostro tornándose rojo por el frío. Respira profunda y plenamente, y se queda mirando a las estrellas que apenas puede vislumbrar a través de la contaminación lumínica. El cielo brilla con un tenue y extraño naranja rojizo incluso en la oscuridad de la noche, pero siente consuelo con la familiaridad de la ciudad.  

No trae música con él, ni su cuaderno. Le gusta el sonido de los carros pasando. A veces necesita que se le recuerde la realidad, necesita saber que su vida no consiste sólo en tonos y notas, y el sonido del bajo en sus oídos. Su corazón necesita latir a un ritmo que cree por sí mismo. Le gusta la tranquilidad que sólo puede encontrar en el ruido blanco. 

Mete la mano en el bolsillo de su sudadera y saca su encendedor y uno de los dos cigarrillos que trajo con él.  

Camina hasta el borde del edificio y apoya uno de sus pies en la cornisa de concreto. Se agacha sobre la inclinación de su pierna para poder mirar la ocupada vida nocturna bajo él. Envidia a las personas que ve. Envidia que puedan caminar tan libremente a través de la ciudad, que sus vidas sean simples, menos exigentes.  

Se burla de sus propios pensamientos ingenuos.  

Toma una calada de su cigarrillo y libera el humo sobre el borde del edificio. Distorsiona su visión sólo lo suficiente para que todo luzca nebuloso e irreal. Parece que recientemente esta es la única manera para él de ver el mundo que le rodea. Se siente ciego y perdido en la neblina, sólo tomando las cosas a través de una pantalla filtrada que ha creado para sí mismo. 

Taka piensa acerca del nuevo álbum. Repasa las pistas seleccionadas; tiene segundas opiniones acerca de algunas de las canciones que accedieron a componer. Se pregunta si algunas se parecen demasiado a las demás, como si hubieran creado su propio cliché. Sabe que por ahora no hay nada que pueda hacer al respecto, la pre producción ya había comenzado desde hacía una semana, y si cambiaba de opinión ahora no escucharía el final durante meses.  

Sus pensamientos son interrumpidos por un fuerte sonido detrás de él. No quiere darse la vuelta. Es más probable que el disturbio haya sido un animal perdido, pero con la remota posibilidad de que hubiera una persona parada tras él, enojada porque estuviera en la azotea, siente que es mejor hacerse el ignorante.  

—¿Qué estás haciendo? 

La voz es familiar. Una fuerza extraña e inexplicable parece adentrarse en su pecho. Aleja el sentimiento de duda y lo llena con una calidez que casi había olvidado. Sonríe y responde sin girarse. 

—¿Cómo sabías que estaba aquí arriba?  

Siente unos fuertes brazos envolverse alrededor de su cintura, y un aliento caliente contra su cuello. —Llámalo un sexto sentido.  

Se ríe, a su pesar. —La mayoría de la gente lo llamaría aterrador, ¿sabes?  

—Es algo bueno que no seas la mayoría de la gente, ¿eh? 

Lanza su cigarrillo sobre la cornisa y se recuesta sobre el pecho del otro hombre. Unos dientes le pellizcan en la parte inferior de su mandíbula y exhala, con la tensión menguando lentamente de su cuerpo. Suspira en señal de aprobación.  

Yutaka ríe contra su piel y se mueve para hablarle directamente al oído. —Entonces, ¿qué pasa, vocalista malhumorado?  

Se encoge de hombros. No esperaba que nadie lo siguiera a la azotea, pero era bastante inútil mentirle a Yutaka. Su piel bien podría estar hecha de vidrio frente al batero. Inhala profundamente y desea otro cigarrillo, aunque sólo sea una excusa para evitar esta conversación un poco más. Alza su mano y entrelaza sus dedos con los de Yutaka.  

—¿Alguna… —comienza, parando por un momento para pensar en cómo debería formular su pregunta—, alguna vez piensas acerca de cómo sería si las cosas fueran diferentes? 

Prácticamente puede ver el ceño fruncido del mayor formarse. —¿Qué quieres decir con diferente? ¿Qué cosas? 

—Todo. Si nunca hubiéramos firmado. Si tú y yo nunca hubiéramos terminado juntos. Si fuéramos cualquier otra cosa en lugar de músicos- 

—Jamás podrías ser otra cosa que un músico. 

—Si nunca me hubiera ido de casa… 

Siente la fuerte toma de aire de Yutaka contra su espalda. Recarga su cabeza contra un fornido hombro.  

—Estuve pensando acera de ello hoy, y me di cuenta de que no los he visto en casi un año.  

Yutaka besa su cuello. —Nunca pensé que vería el día en que tendrías nostalgia por tu hogar.  

Taka se ríe de eso, sólo para encubrir sus nervios. Sabe a dónde quiere llegar el batero, él tampoco pensó que llegaría a experimentar ese tipo de sentimientos. Cuando se fue de casa, se fue con intenciones de nunca regresar. El vocalista está sorprendido de cuán joven era.  

—Deberías ir a casa entonces, si te sientes de esta forma.  

Taka rueda sus ojos. —¿Y decir qué? “Hola, chicos, su hijo malagradecido está de regreso porque la verdad es que los extraña”. 

—Supongo que ese es un buen inicio —La voz del batero es baja y sin rastro de burla. 

Quiere disculparse. Sabe que Yutaka odia cuando dice cosas así de sí mismo, pero a veces simplemente no puede evitarlo. Un silencio se establece sobre ellos y los brazos de Yutaka se aprietan alrededor de su cintura. Por un momento, el mundo parece dejar de moverse. 

—Solía sentarme en el techo de mi casa —dice—. La ventana de mi cuarto daba a una cornisa que era del tamaño perfecto para sentarse. Salía a ese lugar cada vez que mi padre me molestaba, para pensar.  

Yutaka asiente con comprensión. —¿Por qué el techo?  

Su frente se arruga y traga con dificultad. Nunca nadie le había preguntado eso antes. Ni siquiera él mismo se lo había preguntado. Es sólo que siempre parecía el mejor lugar para ir cuando necesitaba pensar, cuando necesitaba tiempo para él. 

—Yo… nunca había pensado en ello antes. 

Yutaka no dice nada, pero Taka sabe que cuando el batero le acaricia la nunca es para alentarlo a seguir pensando. Yutaka es paciente cuando Taka necesita que lo sea.  

Está más cálido con el batero abrazado a él, pero aún puede sentir el viento en su rostro. Vuelve a respirar profundamente, mantiene el oxígeno en sus pulmones y cierra los ojos. Por un instante, es todo aire, sólo respiración, y la sensación de sentirse libre de la gravedad. Repentinamente se siente más ligero y el entendimiento llega a él. —Es el aire —dice y siente a Yutaka sonreír contra su cuello—. No pesa. Me gusta estar lejos del suelo.  

—Tiene sentido. Mientras más alto estás, ¿menos pesado te sientes?

—Sí.

Taka siente al batero presionar la frente contra su espalda. Es algo que el mayor hace cuando se siente posesivo. A Taka le gusta la idea. Lo hace sentir especial, necesitado. 

Yutaka aprieta aún más su agarre alrededor del vocalista. —Te amo. 

Las palabras hacen que todo el cuerpo de Taka se estremezca de deseo. Han pasado unos cuantos meses desde que su relación se intensificó hasta el punto del amor y Taka piensa que esas palabras jamás lo van a cansar. Se da la vuelta en los brazos del batero para poder encararlo.  

Incluso en la tenue iluminación de las lejanas farolas, Yutaka es hermoso. Taka puede decir que el hombre ha trabajado mucho ese día, sus ojos lucen cansados y su cabello desordenado. Su estómago da un vuelco y su corazón golpea contra sus costillas. Cada vez que está así de cerca del mayor es lo mismo. Se siente acogido y emocionado, y le parece que la cercanía nunca es suficiente.  

Se siente desesperado y débil, y sabe que Yutaka puede notarlo, lo sabe porque las manos en su espalda son firmes, sólidas, sosteniéndolo contra su pecho. El mayor simplemente sonríe y pega su frente contra la suya. Sus labios están separados por centímetros.

—Quiero ir contigo. 

Taka parpadea, sorprendido por las palabras. —¿Qué? 

—Cuando vayas a casa. Quiero ir contigo.  

El aliento de sus pulmones se le escapa en una corta bocanada que calienta el aire entre ellos. —No sabía que ya había decidido ir a casa.  

—¿Decidiste no hacerlo? 

—Bueno… —Se mueve incómodo—, no. 

—Bueno —Yutaka lo imita—, está bien, entonces. Parece que haremos un viaje a Yokohama.  

Taka se ríe de nervios. —Me gusta que simplemente lo decidiste por mí. 

Yutaka se encoge de hombros y lo vuelve a abrazar. —Tú no ibas a decidirlo.  

La verdad es que no puede contradecirlo. Incluso si eventualmente tomara una decisión, no sería hasta por lo menos unas cuantas semanas. A veces necesitaba que Yutaka tomara decisiones por él. Suspira y envuelve sus brazos alrededor del cuello del batero.  

—Entiendo —Presiona sus labios con los del mayor una vez—. Llamaré a mamá más tarde esta semana.  

—Bien —Yutaka lo besa de nuevo. Lo hace lento y deja a Taka sin aliento—. Ahora vamos adentro, que está jodidamente helado aquí afuera.

Notas finales:

AAAAW sjadhakjsk

Gracias por leer, agradecería mucho que pasaran a ver lo demás~

@KarasuSeiko


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