Kyungsoo tiene ocho cuando deciden traer una nueva adición a la familia. A pesar de que estaban preocupados porque Kyungsoo pudiera estar celoso pareciera como si hubiera tomado la idea bastante bien. Alegando que quería un hermano mayor porque las niñas eran repulsivas.
Volaron a china para adoptar a Yixing, un niño un año mayor que Kyungsoo. Los grandes ojos de su hijo vagaban por el nuevo entorno. Él sonría cuando la gente le arrullaba y le habla en un idioma que no entiende. Luhan promete enseñarle dicho idioma cuando vuelvan a Corea, pero por ahora se dirigen al orfanato local para reunirse con su nueva adición.
El lugar es pequeño pero bien mantenido, Kyungsoo automáticamente se aferra a su pierna mientras personas los reciben en la puerta. Minseok lo levanta mientras se les pide que los sigan al cuarto principal donde todos los otros niños están.
Yixing es ligeramente gordito con el cabello castaño claro. Se sienta en la esquina de la habitación con un conejo de peluche blanco. Cuando son presentados Kyungsoo se esconde, mientras Yixing tartamudea nerviosamente un hola en un fuerte acento coreano.
Minseok quedó cautivado por el pequeño niño chino, agachándose a la altura de sus ojos para hablar con él en el mandarín que sabe. Kyungsoo hace pucheros antes de tirar un poco de los pantalones negros de Luhan para mirarlo con esos lindos ojos de búho.
“¿Papi?” Luhan se agacha mientras Kyungsoo le habla
“¿Si?”
“El suena gracioso,” le susurra Kyungsoo, retuerce sus pequeñas manos juntas antes de mirar de manera tímida al chico que habla tranquilamente con su otro papá.
“Eso es porque él es como papi, recuerdas?”
Los labios de Kyungsoo forman un O, para después asentir, su mirada alternando entre el chico y su papá, quien parece muy interesado en alguien más que él. Hace un puchero y se mantiene escondido de la vista del niño.
De repente tener un hermano mayor no suena tan buena idea para él.
Casi comienza a llorar cuando su papi, su papi, comienza a hablar con el chico que ni siquiera puede hablar sin tartamudear.
Se mantiene en su lugar mientras es ignorado. Es un nuevo sentimiento para él y no le gusta ni un poco. Siempre han sido los tres y ahora que hay otro niño en la imagen, la atención ya no está en él.
Suspira antes de darse vuelta, cabeza gacha mientras sale de la habitación sin ser notado. Solo quiere irse a casa.
Luhan le sonríe a Yixing mientras él le explica que el Sr. Conejo es su amigo y que quiere llevarlo con él. Su coreano es un poco irregular pero es fácilmente arreglable cuando se acostumbre a usarlo más seguido, lo cual hará.
Minseok le pregunta si quiere conocer a su nuevo hermano y los ojos del chico se vuelven brillantes mientras asiente con la cabeza.
Luhan llama a Kyungsoo pero cuando no escucha o siente al chico aproximarse se da vuelta, solo para darse cuenta que Kyungsoo no está donde lo vio por última vez.
Sus ojos se abren antes de maldecir para sus adentros.
Kyungsoo no es de los que vagan por ahí, así que esto es nuevo para él. Le dice a Minseok que no se preocupe, aunque puede decir que el mayor se está desesperando y va en busca de su pequeño de ocho años.
Busca en cada rincón de la habitación, pero nada. Deja el cuarto solo para escuchar sollozos, al mirar hacia abajo puede ver a Kyungsoo encorvado como una pequeña bola junto a la puerta. Suspira, aliviado, antes de darse cuenta que su bebé está llorando.
Se agacha a la altura del niño y le pregunta que pasa. Kyungsoo solo llora cuando está herido, más que eso él es todo sonrisas y pequeñas risitas. Así que le duele físicamente cuando su pequeño ángel llora, y duele aún más cuando Kyungsoo le dice que se valla.
“Kyungsoo-ah, dile a papi que pasa,”
Kyungsoo levanta su cabeza y solloza. “Ya no quiero un hermano.”
“¿Qué? Pero estabas emocionado ayer,” responde
“Ya no más! Sólo quiero que seamos tú, papá y yo!”
Debió saber que Kyungsoo podría ponerse celoso. Sonríe un poco antes de atraer a su pequeño a su regazo y abrazarlo a su pecho. Kyungsoo solloza en su polera antes de mirar hacia arriba.
“Papi, podemos ir a casa? Por favor?” Kyungsoo pone un puchero y él casi chilla, es tan adorable. Pero por desgracia, no, no pueden ir a casa.
“Kyungie, te asusta que papá y yo amemos más a Yixing que a ti?” pregunta y el niño baja la mirada inmediatamente y asiente tímidamente. Luhan sonríe gentilmente y acuna su cara en sus manos.
“Papá y yo te amaremos, no importa lo que pase, no nos vamos a olvidar de ti Kyungie”
Kyungsoo solloza y asiente. “Lo prometes?”
“Lo prometo.”
Arreglan todo justo al tiempo en que Minseok y Yixing los encontraran. El pequeño moreno ve a su nuevo hermano menor aun con lágrimas en los ojos y camina tímidamente hacia él. Kyungsoo lo mira en silencio mientras le entrega un conejo.
“Puedes jugar con el si quieres,” el más alto de los dos susurra un poco encogido retorciendo sus manos. Kyungsoo sonríe y se sujeta a su nuevo hyung.
“Tengo un pororó en casa! Pueden ser amigos!” chilla feliz. Yixing asiente entusiasmado y deja a su nuevo hermanito explicarle qué es un pororó. Los dos son inseparables mientras dejan el orfanato y vuelven a casa.
“Oh! Y puedes jugar conmigo y Jonginnie!” Kyungsoo salta a la idea de jugar a las escondidas como es debido ahora.
“Quién es Jonginnie?” pregunta Yixing tomado de la mano de Kyungsoo y Minseok.
“Mi novio!” ríe Kyungsoo. Luhan gime y casi se desmaya en las calles de Beijing. Minseok lo agarra mientras caía hacia atrás. Kyungsoo mueve su cabeza en confusión y Yixing piensa que su nuevo bà bà es raro.