Jimmy con su pequeña mano toma su paraguas blanco con bordes rosados de entre los barrotes donde se guardaban en frente del salón. Cargando su mochila y paraguas corre hacia las escaleras, viendo a Ronald, y para su horror, también estaba…él. Su cara se torna asustada, dando un gritito antes de darse la vuelta y correr hacia las otras escaleras. Al bajar las primeras, da la vuelta para bajar las siguientes, pero apoya el pie demasiado adelante, y más una extraña fuerza, se resbala. El paraguas rebota recto en un escalón, abriéndose y mostrando en el centro la filosa punta de metal. Con Jimmy cayendo, sus ojitos cristalizados veían con horror ese destino, hasta que su caída termina, empalando la punta en su garganta, atravesándole el cuello, y cayendo finalmente al suelo.
-…-
Ronald ve con terror e impacto indescriptible la escena abriendo inmensamente los ojos. Jimmy tirado al fondo de las escaleras, sobre el paraguas roto, que pasaba de ser blanco, a rojo por la sangre del niño, sus cosas estaban regadas por los escalones, y el cabello rosado estaba hacia adelante, mostrando cruelmente la filosa punta salir por la parte trasera de su cuello.
-Un chico del noveno grado, clase 3, ha muerto…- dice una voz masculina.
El cuerpo del niño peli rosado daba espasmos, moviendo su pie, y su manito, moviendo los deditos en el charco de sangre, su cuerpo ya no le respondía, era horrible, seguía vivo, se notaba por los gemidos y chillidos agudos de dolor que exclamaba. El entrenador de la escuela al ver esto baja al instante, dejando a Ronald aún muy espantado.
-…todos están hablando de ello…su paraguas salió volando de su mano cuando él se cayó por las escaleras, y la punta de este le atravesó la garganta-
-¿En serio?- dice una voz masculina, pero evidentemente, más aguda y suave.
En el aula de la clase 3, las clases de ese día iban con normalidad, todos estaban presentes, excepto por tres chicos, dejando tres pupitres vacíos en el salón. Danny obviamente era uno del trío, todos se veían de diferentes maneras, algunos aburridos, otros neutrales, otros solo tristes, y otros…angustiados.
El profesor King dictaba la clase como siempre, con su tono de voz serio y frío, pero en el fondo, intentando darse la idea de que todos sus estudiantes estaban ahí. Le era difícil. En la primera carpeta, de la tercera columna, delante de Elliot, al lado izquierdo de Sunny, y al derecho de donde debería estar Dimitri, reposaba encima, un jarrón de vidrio, con dos bellas flores blancas acampanadas, una totalmente abierta, y la otra aún cerrada, con sus delgadas hojas verdes, y con sus tallos hundidos en el agua fresca, puesto ahí por el niño que ya jamás volvería a la clase, ni ese año, ni nunca.
-Fue algo horrible, se les ordenó no volver a hablar de nuevo en la clase sobre eso-
-El niño era tesorero de la clase ¿no?…-
Vemos la calle del día anterior, en la pista se marcaba con negro el gran y forzado derrape por las ruedas de un carro, que se dirigían hacia una pared de concreto, con un gran agujero hecho por el carro que ya habían quitado luego del choque, el hoyo era tapado con una cubierta azul, y varios conos y señales impedían el paso, de todas formas, nadie quería pasar por el sitio, en el que una pobre mujer murió.
-…he oído que su madre murió en un accidente ese mismo día…es muy extraño…-
La gran biblioteca de la escuela, con los libreros y mesas de madera, las sillas bien ordenadas al igual que todo el material, y las ventanas con las cortinas corridas daban paso a la luz.
-…es demasiada coincidencia, madre e hijo murieron el mismo día, en accidentes crueles, con menos de una hora de diferencia, y justo el último día de clases del mes de Mayo…¿crees que fue por…una maldición?-
-¿Has oído hablar de eso?-
-Es un secreto muy famoso en la escuela…-
Y en el escritorio principal en una esquina al lado de una de las tantas ventanas, Jonathan, el bibliotecario, revisaba algunos libros viejos, más bien viendo mejor las fotos de cada clase de hace años, con un rostro pensativo, misteriosamente, las clases de las que más fotos buscaba en esos anuarios, era de la clase número tres, del noveno grado, de hace 36 años.
-La maldición de la clase 3…-
En aquel sitio, donde horas atrás había ocurrido esa fatídica muerte cruel, al fondo de las escaleras, junto a la pared, en el piso siendo iluminadas por las luces que entraban por las ventanas, descansaban cerca de cinco ramos de flores, de muchos colores, principalmente blanco, rosado, rosa, y rojo. También cartas, ositos y animales de felpa acomodados, algunos adornos de cerámica, dibujos, pinturas y demás decoraban esa parte, y todas dedicadas a Jimmy, incluso había algunas fotos suyas, escolares, formales, tomadas con sus amigos, otras de paseo con su familia, con su madre, padre, mostrando siempre su carita sonriente, lástima que ya nunca le volverían a ver sonreír. Fotos de la madre tampoco faltaban, algunas cartas decían “Que en paz descansen, madre e hijo en el cielo”.
-…y la historia comenzó hace 36 años-
-Si-
-¿Eso significa que va a suceder de nuevo este año?-
-Es posible, nada sucedió el año pasado-
-Una vez que comienza…cualquiera de los de la clase puede morir cada mes, ¿verdad?-
Vemos la gran azotea de la escuela, vacía, oscura por las nubes grises que cubrían el cielo, la luz ya no llegaba, el viento soplaba fuerte contra las rejas de metal.
-Sí, mínimo una persona relacionada con la clase, muere cada mes- un cuervo de plumaje color noche se posa encima del tanque de agua en la azotea.
-¿Solamente a los estudiantes?-
-Se dice que también los familiares de estos están en peligro, especialmente los padres y hermanos- el ojo negro del cuervo, mira un algo, un viento, algo oscuro, o mejor dicho, siente.
-…sabes mucho de esto…-
-Uno de los chicos del club de artes marciales, de la clase 3, me lo dijo en secreto…pero no le creí- el cuervo sale volando, del miedo, huyendo.
-Pero alguien en verdad murió, y en el mismo día que su madre-
-Sí…supongo que es mejor mantenerse alejado de esa clase-
-…sí-
El pupitre de Danny, sexta columna, último asiento, el más viejo, más deteriorado, y nadie estaba sentado, Danny no estaba en ahí, otra vez.
1:15 de la tarde, 9 de Junio del 2008
Entre varios pacientes, doctores, enfermeros y niños que iban de aquí por allá, o esperaban sentados a que les atendieran, Ronald esperaba en los asiento aterciopelados de color verde musgo, llevando puesto el uniforme escolar de la escuela, su mochila la tenía a un lado junto a un paraguas gris oscuro, revisando y marcando en su celular repetidas veces, no le gustaba estar ahí, el hospital nunca le pareció un lugar muy agradable, y más con tanto olor a medicina, y con lo que hace poco había acontecido. Mira el nombre en la pantalla con mirada seria, “Jerome” y presiona el botón de llamar, al colocarlo en su oído escucha algunas timbradas, antes de que se colgara, era raro, el chico no le había respondido en toda la semana pasada, y ahora tampoco, lanza un suspiro de frustración.
- ¿Tus pulmones estás bien?- le llama la atención esa dulce voz, volteando a ver a la enfermera que tanto quería, Suzie, como siempre, llevaba su uniforme de enfermera, sosteniendo una tabla con papeles entre manos, sonriéndole a Ronald.
- Ah, hola Suzie, si creo que bien-
- Pero fuiste testigo de una escena horrible- menciona agachándose un poco a la altura del chico que seguía sentado –ese tipo de cosas pueden afectar el cuerpo- Ronald se sorprende un poco, de que la rubia se haya enterado.
- ¿Lo sabes?, ¿lo de Jimmy?- la rubia se vuelve a erguir sin dejar de sonreír tiernamente.
- Mi hermanito Jeffrey me lo dijo, si te dije, él está en tu clase-
En la escuela mientras tanto, el mencionado, Jeffrey, conversaba alegremente con Patrick y Bobbie, el último medio dormido pero igual contaba. Lucía sonriente a pesar de tener una venda en la frente por un reciente golpe en la cabeza, nada serio por supuesto, no parecía importarle mucho. Al ver que ya comenzarían las clases de las últimas dos horas, Jeffrey no ve que el chico del violín estuviera ahí, despidiéndose de ambos chicos para caminar fuera del salón, al ver por el pasillo, le ve, Harley llegaba cargando su estuche con su violín, regresando de su práctica, el chico usualmente usaba los descansos para practicar. Jeffrey no pierde tiempo, y corre para ayudarle a llevar el objeto al notar que Harley lo hacía con algo de cansancio. Ambos se sonríen, y al parecer ya estando acostumbrados, Jeffrey acerca su rostro al contrario, besando dulcemente sus labios. Harley alegre coloca una mano en el hombro de este, volviendo el beso de ambos chicos algo apasionado, entrelazando sus lenguas en el acto, suerte que el pasillo estaba vacío, hasta que se separan, el más alto deposita un besito en la mejilla pálida del más bajo, y tomados de las manos regresan al aula.
- Ah cierto- dice Ronald recordando.
- Jeje viniste por tu chequeo ¿verdad?- pregunta la chica.
- Sip-
- Pues bien, hablamos luego entonces- la rubia toma una gran bocanada de aire, y luego suspira algo cansada –tendría que ir a casa ahora, mi turno de noche terminó hace horas, pero siguen llegando pacientes-
Obvio a Suzie no le molestaba el hecho de que le hicieran trabajar de más, sino el hecho de que tanta gente se encontrara en mal estado y debiera ser cuidada. Pasado unos segundos Suzie eleva una ceja mirando a otro lado y colocando su dedo en sus labios pintados de rojo pensando.
- Algo extraño está pasando, y no es del otro incidente- dice refiriéndose no a lo de Jimmy, sino al chico por el que Ronald preguntaba tanto.
- ¿El chico que murió aquí en abril?-
- Trata de no pensar demasiado en ello- recomienda la enfermera bajando su tabla hasta la altura de su cintura –si te hospitalizan de nuevo- eleva un dedo mientras indica -me aseguraré de cuidar muy bien de ti- exclama señalándose a sí misma y haciendo una pose de modelo bromeando un poco.
- Jajaja gracias Suzie, eres muy amable-
- No hay problema jeje nos vemooos- se despide con un tonito infantil y agudo, pero bonito.
2:25 de la tarde, 9 de junio del 2008
“No veo nada que te afecte a la asistencia escolar, sin embargo, no hagas ninguna actividad extenuante, tenemos que observarte en este mes” recuerda las indicaciones del médico, Ronald recién acababa de salir de su consulta médica, y a juzgar por el tono del cielo al instante se dio cuenta que había estado esperando mucho tiempo. Sale por las puertas automáticas de vidrio, elevando el paraguas en mano, un carro pasa en frente suyo, y recordando…Jimmy…en esa horrible escena…, no podía dejar de ver la punta metálica del objeto, con seriedad.
- Heeey!- escucha esa voz melodiosa, seguido de la vista de un paraguas celeste abierto con alguien debajo, al cerrarse ve a Suzie, ya con su ropa casual, blusa aguamarina, chaqueta y falda blancas a rayas verticales, tacones blancos, y su cabello rubio suelto y bello como siempre -¿Cómo te fue?- pregunta cerrando bien el paraguas y buscando su celular en su bolso.
- Jeje parece que no tendrás que cuidar de mí después de todo- sonríe mientras Suzie ve la pantalla de su celular.
- Aww es una pena, pero que bien que estés mejor, oye es un poco tarde, ¿pero no quieres ir a almorzar en alguna parte?- ofrece amable.
- Claro- acepta gustoso, además ya era tarde para regresar a clases, en un rato ya deberían estar acabando.
Pov’s Ronald
No tardamos más de diez minutos en encontrar un pequeño local para comer, era agradable e irónicamente le ambiente dentro era menos triste que el de la ciudad nublada. Suzie y yo nos sentamos en una de las mesas algo lejos de las ventanas puesto que hacía algo de frío, ella ordenó sándwiches especiales del lugar y una taza de té, mientras que yo pedí carne asada y una bebida de soda, si puede que mis ánimos no sea como antes pero mi apetito está como siempre. Después de que trajeron nuestra orden, nos pusimos a hablar de varias cosas, e inevitablemente le conté sobre ese chico, Ronny Clarkson, y también que era hermano del niño con el parche blanco, ahora que lo pienso, el nombre de su hermano es muy parecido al que yo tuve, Ronnan, Ronny y Ronnan, que extraña coincidencia.
- Entonces, Ronny Clarkson era el primo…- dice mientras toma su taza de té –de ese niño con el parche en el ojo –le da un sorbo a la bebida –por lo regular, no suelo hablar de mi hermanito, Jeffrey, pero él me dijo algunas cosas- se acerca a mí sobre la mesa –al parecer, la clase 3 tiene algunas…circunstancias especiales-
- ¿Circunstancias especiales?-
- Si- se vuelve a sentar –pero ya no me dijo más, ¿tú no sabes algo?-
- Ah, ¿Sobre las circunstancias?…estoy seguro de que lo están ocultando, nadie quiere decirme nada-
- Mmm ya veo…pero mi hermanito parecía tener miedo de algo, aunque es solo una corazonada, pero creo que ambos sabemos que siendo tan propenso a tener accidentes no es común que esté asustado- bueno tiene un punto, no conozco mucho a Jeffrey, pero sé que no es de los que se asustan fácilmente.
- Entonces, ¿él que piensa sobre todo esto?-
- Él piensa…- hace una pausa –que lo que le sucedió a…-
- Jimmy- completo yo.
- Si a él, no fue un accidente-
- ¿No lo fue?, ¿es por eso que tiene miedo?-
- Tal vez sí, aunque lo que más le preocupa es Harley, dice que siendo algo débil tiene que protegerlo mucho, lucía muy preocupado-
¿Pero protegerlo de qué exactamente?, es la pregunta que falta ser contestada más urgentemente que las muchas otras, es muy extraño. Sin poder evitarlo recordé lo que pasó, cuando Jimmy salió del aula con su paraguas para ir a ver a su madre, y nos vió a mí y a Danny juntos, parecía que se aterró bastante, definitivamente algo le asustó y por eso corrió en dirección contraria. Ahora sé que hay algo, que causa les causa miedo a todos, pero no sé qué es.
- ¿Por qué…?- me digo a mí mismo bajando la mirada –umm, ¿has oído hablar de alguien llamado Danny Clarkson?-
- ¿Clarkson?, ?como el chico que murió…Ronny Clarkson?…no lo siento, ¿quién es?- pone sus brazos cruzados sobre la mesa con cara curiosa.
- Es un chico de la clase 3, ¿Jeffrey nunca te habló de él?-
- Ya te lo dije, él y yo lamentablemente no hablamos mucho, el trabajo me tiene ocupada mucho tiempo- sonríe algo apenada.
- En realidad, él es el chico con el parche en el ojo del que te hablé, así se llama, Danny Clarkson-
- Ohh- toma su tasa colocando una cara… ¿traviesa? –entonces, ¿a ti te gusta ese chico Danny?- ladea la cabeza riendo un poco.
- Ah…no…no es eso…- no puedo evitar ponerme algo nervioso –solo es que…me preocupa…algo en él se ve diferente…que del resto de mi clase- Suzie ríe dando un sorbo a su té.
- Jeje eso es lo que muchos llamamos “gustar”-
- ¡No me gusta!- hablo un poquito alto.
- Jajaja entiendo, entiendo- deja su taza y junta sus manos –por lo tanto, ¿qué hay de diferente en Danny?-
- Bueno…es un poco extraño…-
“En la escuela, en el aula de la clase 3, el profesor King dictaba y platicaba sobre el tema de ese último periodo antes de la salida, teniendo a sus estudiantes concentrados, y algo aburridos. Pero entre todos, en la carpeta más alejada, estaba sentado Danny, con las manos juntas en su regazo, y la mirada baja”.
- Al principio, pensé que tal vez estaba siendo intimidado por los otros chicos, pero creo que eso no es todo-
“De repente, el niño peli negro con el parche blanco en el ojo izquierdo, se pone de pie, y sin que nadie le prestara atención, o siquiera le dirigiera una mirada, camina alejándose de su deteriorado pupitre, hasta salir del aula”.
- Al parecer…creo que todos le tienen miedo a él-
- ¿Miedo?-
- Bueno, no exactamente, pero…uno de los chicos me dijo que yo no me involucrara…con cosa que “no existen”- con eso obvio me refiero a Yuushin.
- ¿No existen?- se extraña casi tanto como yo.
- Si, y además de eso, él mismo afirma que nadie de la clase puede verlo- Suzie se acomoda el pelo rubio detrás de las orejas, yo se que hace eso cada vez que quiere prestar atención más de lo normal –el accidente de la semana pasada, ocurrió justo después de que Danny me dijera eso-
- Si se piensa en ello, lógicamente, parece que es una simple coincidencia, no creo que el tal Danny tenga algo que ver, ¿verdad?- yo asiento.
- Hay otra cosa que me tiene algo extrañado, dicen que sucedió hace 36 años, o sea en 1972…-
Le conté sobre todo lo que Danny me dijo sobre esa historia, del estudiante que murió, Daniel Empher, que era muy querido, que al morir nadie quiso aceptarlo y terminó con todos actuando como si aún estuviera vivo, el que apareciera en la foto de graduación del año, a pesar de estar muerto, se lo expliqué a detalle, por desgracia no sabía más, a pesar de que Danny mencionó que había más en esa historia.
- ¿Sabes algo de esa historia?-
- Para nada, en ese entonces no trabajaba aquí, no vine aquí hasta que la falta de doctores y enfermeros en el hospital surgió y me llamaron, ojalá que no pase este año, aunque si pasara sería muy obvio con la cancelación de la facultad de medicina en la universidad de Empher- me explica –han cancelado muchas ramas, incluso la de arte desde hace medio año- menos mal que ninguna está en mis planes, en fin.
- Mmm…todavía no sé, de qué tiene que ver eso con todo esto, pero no dejo de pensar que pueda haber una conexión-
- Ya veo- toma otro sorbo del té –esto se está convirtiendo en un cuento de horror, ‘quieres que le pregunte a mi hermano al respecto?- ofrece sonriéndome –irás a la escuela mañana ¿verdad?-
- Si-
- Te llamaré si me entero de algo, ¿Cuándo es tu próximo exámen?-
- Amm creo que este sábado, es exámen de medicina- creo que es ese día, si mal no recuerdo, tenemos que ir a la escuela hacer el exámen y luego nos podemos retirar, por suerte mi mamá enseña esa materia en la escuela y me pueda ayudar, también Suzie claro.
- 14 de junio ¿eh?, muy bien, estoy segura que no hay ningún tipo de maldición en esta ciudad, pero de todos modos, vamos a tener cuidado, especialmente donde los accidentes son inusuales-
Me dijo con voz algo severa, sin su sonrisa, creo que esto se está poniendo más serio de lo que pensaba.
Son poco más de las tres de la tarde, la escuela ya acabó hace un buen rato, en estos momentos me encuentro caminando por las calles que van de subida y bajada, algo raro pero creo que es distintivo para este lugar. Apenas hay algunos camiones pequeños recorriendo las carreteras, el ambiente calmado de este lugar nunca se quita a decir verdad, no es algo que me agrade mucho, pero creo que es algo bonito, supongo. Al pasar al lado de un local, veo un pequeño camión como los que mencioné antes, llevando como carga una gran ventana de vidrio, estaba estacionado así que imagino los conductores estarían en el local. Me detengo mirando de lado la gran pantalla transparente, viéndome algo reflejado en la misma.
“Estoy muy segura que no hay ningún tipo de maldición en esta ciudad…”
Quizás Suzie tenga razón, quizás solo fue un horrible accidente lo de Jimmy y su madre, no creo que todo esto tenga que ver con una maldición de hace años, parece muy ilógico.
- Imposible- digo sonriendo un poco, sin dejar de mirarme en el reflejo.
Fin Pov’s Ronald
Ronald mira su propio reflejo, sonriendo, pensando, o quizás intentando convencerse de que todo no era más que solo coincidencias. Se sentía algo más tranquilo, sin embargo, las cosas no acababan ahí y lo sabía, pero de menos podía quitarse el peso de que la muerte estaba cerca de todos.
- ¡Ah, te encontré!- escucha una voz gritar entusiasta.
Al voltear mira a esa persona que se le acercaba, Sunny. La chica llevaba una blusa celeste manga corta, claro que no tenía busto visible, una falda corta color rosa dejando ver sus blancas piernas, unos tacones algo altos azules, su cabello rubio largo lacio, usaba un poco de maquillaje, esmalte de uñas rosa, una bincha y cargaba un bolso rojo consigo. Esta saludaba alegre a Ronald moviendo su mano de lado a lado haciendo sonar las pulseras brillantes de su muñeca, deteniéndose en frente del chico.
- ¡Hola Ronald!, ¿faltaste a la escuela?- pregunta como si fuera algo normal.
- Amm nop, acabo de salir del hospital-
- Oh jajaja ah sí, eso tiene más sentido- dice riendo colocando sus dedos en sus labios.
- ¿Y qué hay de ti? ¿estás enfermo?, ¡perdón!, ¿estás enferma?- por poco y metía la pata.
- Ah sí es cierto *cof* *cof*- finge una toz creíble.
- Jajaja eres buena actriz- Sunny ríe sonriéndole.
- Jaja, bueno sigo practicando, espero poder ser actriz algún día, por eso estoy en el club de la escuela-
- Ah ¿estás en el club de teatro?-
- ¡Sí!, con Keith y Luci-
- Amm ¿quién es Luci?- pregunta confundido.
- Jajaja Luciano, me gusta decirle Luci, es divertido ver como se enoja jeje, él tiende a ser algo dramático, siempre se ve así, pero en verdad es una buena persona- Ronald no sabía si creer eso.
- Ah bueno, ah y ¿de dónde vienes?-
- De dar un pequeño paseo por la ciudad con Keith, él fue a comprar algo de beber en la tienda de por allá, y pues te vi aquí y le dije que te saludaría-
- Oh, que amable, y eres muy bonita por cierto- le dice honesto y con una sonrisa.
- Awww muchas gracias jeje tú también eres lindo-
- Gracias, de seguro tu familia también cree que eres muy bella-
- Pues…solo mis papás, a mis abuelos…no les agrada mucho que digamos- entristece un poco, pero luego vuelve a su actitud animada –de todos modos, ellos dicen que soy un chico, pero yo soy y siempre eh sido una chica, y algún día lo entenderán-
Ronald sonríe antes esto, Sunny era bastante valiente, agradecía que ese lugar fuera de mente abierta, le alegraba que ella pudiera ser como es, y también creía que era bonita, no era su tipo, a pesar de que le gustaran las chicas, según él, pero si admitía que se veía muy hermosa, de seguro más que como un chico, no notaba ningún rasgo que le denotara como varón, y mejor así, lo que sí, su voz si denotaba un poco el género con el que nació, pero eso no importaba para nada.
- Sí, yo estoy seguro que tus abuelos entenderán, en cualquier caso tienes mi apoyo- le dice a la rubia.
- Gracias, ah…por cierto…tú eres amigo de Da…-
De la nada una gran y fuerte ráfaga de viento azota el lugar, haciendo volar las banderas de los puestos que se encontraban por ahí, y claro interrumpiendo a Sunny ya que el viento le intentó levantar la falda y tuvo que usar sus manos para mantenerla abajo teniendo la mirada gacha, Ronald siente que el viento le vuela el cabello, pero más importante que eso, nota que la ráfaga golpea la ventana de vidrio del camión que tenían al lado, y con un rechinido, se inclina cayendo sobre ellos llamando la atención de la rubia.
“¡AH!” Ronald se lanza tomando de los brazos y empujando a Sunny hacia adelante, segundos antes de que la pantalla impactara contra el suelo con un estruendo, rompiéndose en pedazos filosos y cortantes resplandecientes por la luz. Ambos luego de recuperarse de la caída, se levantan un poco, viendo con horror el vidrio roto. Un gran pedazo de la ventana seguía intacto, apoyado contra el camión, y Ronald podría jurar, que en el reflejo de esa pieza de vidrio pudo ver una extraña…cosa, una silueta oscura, un algo. Antes de que el pedazo cayera rompiéndose en más pedazos, sobresaltando a Sunny quien abre los ojos aterrada, empezando a negar con la cabeza.
- No… ¡No! ¡No! ¡No! ¡No quiero morir!- grita cerrando los ojos que se le estaba cristalizando.
“¡NO!” Ronald asustado abraza a la chica quien empieza a sollozar escondiendo su cabeza en su pecho, mientras un carro se detiene bajando una pareja a asegurarse de que estuvieran bien, al igual que los dos trabajadores dueños del camión, todos verificando que la chica que lloraba estuviera ilesa. El chico de cabello marrones entre esto, ve al elevar la vista, a Keith, quien estaba con los ojos abiertos al haber presenciado la escena, con rostro asustado e impactado, de pie y sin moverse de su lugar. Así unos segundos, hasta que corre a abrazar a su amiga.