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The Extra, The Class 3-3 por kpoploveever

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Notas del capitulo:

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El cielo era de un color celeste, iluminado por el día, las grandes nubes blancas se alzaban como grandes algodones, todo pacífico…hasta que ese momento acaba…

 

Jerome: ¡No! ¡Eso no!-

 

Luciano: ¡Hazlo!-

 

Brandon: ¡Espera! ¡No hay que apresurarnos!-

 

Ian: ¡Ya hazlo!-

 

Luego de oír un gran golpe, brota una gran fuente de tinte rojo, formando un charco carmesí espeso sobre el suelo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Horas antes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10:49 de la mañana, 1 de Agosto del 2008

 

La mañana era templada, el sol llegaba a Empher, no iluminando mucho pero si calentando, la brisa iba y venía, todo agradable en ese primer día de vacaciones de verano, y una semana antes de ir al viaje de estudio, solo faltaba, ir a ver a ese hombre, Andrew, pronto descubrirían más sobre como detener la calamidad.

 

La mano delicada de Jessica pasaba el trapo por el parabrisas del auto de color rojo que poseía, preparándose para el viaje que iban a hacer, Ronald mientras tanto guardaba algunas cosas más en el maletero, que a su parecer eran muchas para una simple ida y regreso, y eso que su madre no iría por trabajo, sabía que el lugar donde vivía Andrew era playero, aun así no creía que necesitaran tantas cosas, pero su tía había insistido, prefirió no preguntar y seguir con lo planeado, termina de acomodar bien las cosas, y cierra la compuerta, justo al ser ajustada, escucha un “¡Buenos días!” de una voz muy familiar.

 

Al voltear ven a Jerome, Felix y Yuushin, el último caminando atrás de los dos, llevando solo un pequeño bolso gris, camiseta café, shorts rojos y zapatillas verdes, era el único que tenía rostro serio, Felix traía un bolso un poco más pequeño, vistiendo camiseta crema, pantalones cortos verde claro y sandalias amarillas, y Jerome, a diferencia de los dos primeros, traía en su espalda una enorme mochila tipo viaje, lucía algo exagerado, vestía una gorra amarilla, camiseta blanca y shorts cremas con sandalias cafés.

 

Felix y Yuushin: Buenos días- saludan.

 

Jessica: Buenos días chicos- saluda luego de soltar una pequeña risa.

 

Ronald: ¿Para qué es todo eso?- pregunta por la gran mochila que tenía el peli azul.

 

Jerome: Ah, tuve que preparar varias cosas-

 

Al instante, oyen y ven otro auto, color blanco y algo lujoso, se estaciona detrás del auto de Jessica a una distancia prudente, antes de abrirse la puerta del copiloto, de esta sale Luciano, camiseta verde agua delgada, shorts blancos cortos y sandalias blancas con correa.

 

Luciano: Disculpen la espera- dice sonriendo, el que conducía el auto obvio era uno de los empleados de su padre.

 

Los demás solo sonríen al verle, de los asientos traseros salen primero Brandon, al instante poniéndose al lado de su rubio, del otro lado sale Ian, seguido de Marlon, quien no se veía muy bien.

 

Ian: ¿Te encuentras bien?, te ves peor que de costumbre-

 

Marlon: No es nada, solo es un poco de…- su rostro se pone verde, se cubre la boca y corre a los arbustos a un lado para devolver el desayuno.

 

Jerome: Bien al menos se esfuerza con su mareo- dice mientas Ian palmeaba la espalda del chico con algo de asco.

 

Ronald: ¿También vienes Luciano?-

 

Luciano: Por supuesto, ¿por qué no vienes en este auto?, no parece que el suyo pueda llevar muchas personas-

 

Ronald: No es cierto jaja va mejor de lo que se ve-

 

Jessica: No era necesario decir eso- dice medio ofendida por su auto.

 

Luciano: Ah, bien, entonces Jerome, vas en mi auto-

 

Jerome: Umm está bien- el rubio voltea a ver a Ian y Marlon.

 

Luciano: Marlon como te mareas en el auto vas adelante-

 

Marlon: Okey- dice con rostro asqueado.

 

Luego de esto ven como Ayden y Antonio se acercan, ambos con solo un pequeño bolso para el viaje, al llegar se quedan de pie y se saludan con el resto, antes de que Ayden mirara al peli azul, diciendo “ah por cierto, Jerome, trajimos a un invitado” menciona con una sonrisa igual a la de Antonio.

 

Jerome: ¿Mmm?, ¿quién?-

 

A los segundos de decir esto, escuchan una vocecita diciendo “¡ya voy!” junto con el ruido de pequeños pasos acercándose, los dos chicos se separan dejando ver a esa personita, de cabellos castaños, ojos del mismo color, piel blanca, y estatura de una cabeza más baja que todos ahí, Elliot, “lo siento, me quedé atrás, es que quería comprar una gaseosa” dice sonriente mostrando la lata de soda en manos. Jerome estaba boquiabierto sin saber qué diablos decir, Ian y Luciano se miran cómplices.

 

Luciano: Elliot, tú irás en mi auto ¿sí?, con Jerome- el mencionado se pone nervioso.

 

Elliot: Ah, claro- asiente colocándose al lado de Jerome, quien no puede evitar tensarse.

 

Brandon: ¿Pero y yo dónde iré?- pregunta al rubio, ya que Elliot ocuparía su lugar.

 

Luciano: Podrías ir con Antonio y Ayden- el pelirrojo eleva una ceja –por favor…necesito ir con Ronald- dice lo último en voz baja para que solo el pelirrojo le oyera, Brandon pone un rostro…no muy feliz, viendo de reojo al chico de cabellos marrones antes de ir con los dos mencionados, con algo de mala gana.

 

Brandon: Bien- dice al ubicarse al lado de estos.

 

Jessica: ¿Están todos?- pregunta mientras se sube a su auto preparándose.

 

Ronald: Creo que sí-

 

Todos escuchan el sonido del derrape de una moto, al ver atrás, el vehículo se dirigía hacia ellos, frenando aún con la velocidad y terminando estacionada al lado del auto blanco. No eran una sino dos personas, el segundo se baja con el casco puesto, sacándoselo y revelando que se trataba de Connor, quien sonreía egocéntricamente, el conductor se quita su caso negro también, mostrando a Matthew, con su rostro fastidiado de siempre.

 

Brandon: ¿Están locos?, ¿piensan ir en esa cosa?-

 

Connor: Claro ¿por qué no?- se encoge de hombros sin darle importancia.

 

Ian: Saben bien que estamos en peligro, y una moto puede representar esa palabra-

 

Connor: Pff vamos a salir de Empher ¿no?, entonces solo hay que sobrevivir hasta pasar el límite, de todos modos no puede ser peor que pasar el día entero cuidando de mis molestos hermanitos-

 

Brandon e Ian ruedan los ojos, aún no creía que era buena idea que dejaran conducir un ciclomotor a alguien de 14 años como Matthew, él tenía licencia de conducción AM, y sus padres le habían comprado esa moto negra pequeña, así que técnicamente era legal, pero no confiaban mucho que ese chico con problemas de ira condujera.

 

Ronald: Creo que ya estamos todos-

 

Felix: Amm…de hecho-

 

Y por tercera vez ese día, oyen el ruido de otro vehículo que se acerca y se estaciona, esta vez al lado del carro rojo de Jessica, era color plateado. Al abrirse las puertas traseras, ven a Keith, quien primero estira los brazos y luego sale del auto, intentando quitarse los calambres.

 

Sunny: ¡Hola ya llegamos!-

 

Keith: Y no muy cómodos por cierto- Sunny ríe ante esto.

 

Felix: …ahora sí estamos todos- dice con una pequeña risa.

 

Los chicos ocupan sus lugares en sus respectivos vehículos, en la moto Matthew y Connor, en el auto de la mamá de Sunny, iban ella, Keith, Antonio, Ayden y Brandon, en el de Luciano, Marlon, Ian, Yuushin, Jerome y Elliot, y finalmente, en el de Jessica, iban Ronald y Luciano detrás, y Felix de copiloto, emprendiendo el viaje, fuera de Empher.

 

 

 

 

11:10 de la mañana, mismo día, 1 de Agosto del 2008

 

Las carreteras de cemento por las que iban y venían los vehículos, eran en una especie de curvas al lado de un cerro verde bajo, la de venida era por una pista tipo puente de concreto sobre la tierra, y la de salida, estaba situada sobre la inclinación del cerro, y un auto rojo recién se adentraba en estas carreteras, siendo seguidos por otros dos, uno blanco y otro plateado, y finalmente una moto negra, todos procurando salir de la ciudad.

 

Ronald: ¿Así que el señor Andrew no volverá a  Empher por un tiempo?- pregunta el chico, a lo que la tía asiente.

 

Jessica: Hablé con su madre, y me dijo que estaba viviendo en el hotel donde trabaja- responde sin quitar la vista del camino, sabía que debían ser muy muy prudentes.

 

Prácticamente, seguían dentro de los parámetros que conformaban y encerraban la ciudad de Empher, quería decir, que la calamidad aún podía afectarles en ese mismo momento, antes de que pudieran salir, era riesgoso y aterrador, respiraban con nervios, en especial la mujer, estaba ansiosa, no quería que todo acabara ahí, razón por la que iban a una muy baja y prudente velocidad. Su miedo se incrementa enormemente, al escuchar el fuere sonido de un gran camión pasar a su lado, Luciano, Ronald y Felix prefieren no ver, Jessica decide lo mismo, por el espejo retrovisor observan los otros autos, iban igual de lento, incluso la moto, al parecer se tomaban esto muy en serio, claro que ni la madre de Sunny ni el hombre que conducía el auto de Luciano sabían de la calamidad, pero habían sido convencidos para ir lento, hasta salir de Empher.

 

El gran camión pasa en frente al lado del auto de Jessica, al estar totalmente delante, ven el letrero de “peligro, combustible, inflamable”, esto solo alteró más a Jessica internamente, los otros tres se mantenían neutrales, o lo intentaban. Miran arriba, junto a un poste de luz un cartel que decía “Ciudad de Empher, ¡Vuelva pronto!” estaban saliendo de Empher, solo un poco más. Ronald contenía la respiración, Felix temblaba, incluso Luciano, aprieta los puños del miedo, hasta que finalmente leen en otro cartel…

 

“Pueblo de Sanae”, la ciudad continua a Empher.

 

Jessica y Felix suspiran al mismo tiempo, lo habían logrado. Felix mira a los dos que estaban atrás, sonriendo alegre y aliviado, Luciano cierra los ojos suspirando y haciendo aparecer un rostro calmado, volviendo a elevar la vista.

 

Luciano: Salimos de Empher sin problemas- mira a Ronald.

 

Ronald: Sí- exclama alegre también.

 

Jessica: …- estira su cuello a ambos lados, haciendo crujir un poco sus huesos destensados -¡bien aceleremos el paso!- exclama decisiva, tomando la palanca de velocidad, y poniéndola hasta el límite permitido, o sea bastante.

 

El auto pasa fácilmente al del frente, sorprendiendo un poco a Ronald y Felix, ya que ni los otros dos autos habían tomado tanta velocidad, la moto claro que sí, pero sin dudas, al estar conduciendo un auto, Jessica parecía exagerar.

 

Ronald: ¿Hey, Jessica?-

 

Jessica: ¿Qué?- su voz sale seria y de ultratumba.

 

Ronald: No, nada- exclama nervioso.

 

Al avanzar, se encuentran de nuevo con ese camión de combustible, bloqueándoles el camino junto con una camioneta.

 

Jessica: Mierda, si vas a manejar algo tan lento salte del carril- Felix se asusta por la actitud de la que parecía antes ser la mujer más dulce.

 

Luciano: Supongo que no puedes juzgar a un libro por su portada- sonríe divertido.

 

Ronald: No sé, pienso que tú eres fácil de leer-

 

Luciano: ¿Um, en serio?- se acerca, a Ronald –entonces, descríbeme-

 

Ronald: Umm, bueno… ¿fuerte y seguro?-

 

Luciano: Vaya, ¿parezco tan varonil?- dice sorprendiéndose mal.

 

Ronald: Bueno, eres duro, y tienes un fuerte sentido de la responsabilidad, algo así- el rubio hace puchero sentándose correctamente.

 

Luciano: Se supone que digas, “eso no es lo que quise decir”-

 

Ronald: Jajaja, está bien, eso no es lo que quise decir- dice, pero con una voz sobreactuada.

 

Luciano: ¿Qué tono es ese?, que molesto- se cruza de brazos molesto.

 

Ronald: Jaja tengo que vengarme de vez en cuando-

 

Luciano: …pff…jajaja- ríe también, aunque quiso evitarlo.

 

La carretera aún no parecía terminar, o llegar a su destino rápido, no sería un viaje corto, las montañas verde y vastas del rededor de Empher y de los demás pueblos, el cielo conforme avanzaban se despejaba, las nubes se separaban con los segundos y minutos, mostrando un día soleado a diferencia del clima de la ciudad, los rayos de sol empezaban a causar calor, era extraño e increíble como cambiaba la atmósfera al alejarse de ese lugar. Incluso a los lados de la carretera veían grupos de animales silvestres, curiosamente, corrían, caminaban, volaban, saltaban, reptaban siguiendo la carretera hacia adelante, como si también se estuvieran alejando de Empher, o huyendo, las parvadas de aves emprendían el vuelo hacia las montañas de cada lado, otras no se detenían, querían ir más lejos que solo eso, la mayoría no se dio cuenta de esos grandes detalles, y los que los notaron, como Ronald, no le dieron mucha importancia, aunque era algo preocupante.

 

El auto de los Daniels iba en frente, el de los Summers a la derecha atrás, y el de los Rivers a la izquierda, sin contar la moto que era conducida por Matthew, Connor iba detrás, pasando sus brazos por el cuello del chico, estando muy pegados para el resto, igual no les molestaba, lo que sí causaban gran temor de que algo les pasara, pero estando ya fuera del peligro que representaba Empher en ese tiempo, decidieron mejor calmarse y relajarse en ese viaje, lo necesitaban, luego de que dos compañeros más murieran.

 

Ronald: Por cierto, eres jefe de las contramedidas ¿verdad?, ¿cómo se decide quién tiene ese rol?-

 

Luciano: Usualmente, es designado por el profesor, quién al enterarse de que guiará a la clase 3, de una u otra manera se entera de la calamidad, y se ve obligado a escoger a un jefe, no es un trabajo popular, podrías decir, que eres responsable de las vidas de toda la clase y responsable de que no se pierdan- el chico de cabellos marrones se impacta, ese trabajo sin dudas sonaba demasiado duro, entendía mejor por qué el rubio siempre se veía serio.

 

Ronald: Entonces… ¿cómo te sientes luego de…lo de Jerry y Zack?- el rubio suspira.

 

Luciano: …no lo sé…pero mal-

 

Felix: Sé que estamos pasando por algo difícil, pero no veo razón para que uno se quite la vida como lo hizo Zack- el resto concuerda.

 

Jessica: Pues, Zack no era un chico estable, según la madre de Ronald, sus registros apuntaban que estaba medicado contra la depresión, tenía indicios de consumo de drogas, además de que en múltiples veces lo habían encontrado autolesionándose en casa, pero sus padres no le tomaban importancia, terminó tomando esa mala decisión, ambos están siendo enjuiciados por no haber tomado medidas para prever algo tan fatal- explica la mujer, con un rostro algo triste.

 

Ronald: Mmm… ¿y Jerry?-

 

Luciano: Según oí, ya se sentía mal, desde que le encontramos en la cafetería, según sus padres últimamente comía demasiado más de lo normal, cada cosa comestible que encontraba en la casa terminaba en su boca para acabar en su estómago, probablemente haya consumido algo en mal estado y contraído algún parásito, producto de la ansiedad de la calamidad…y de haberle interrogado y acusado- dice lo último arrepentido y bajando la cabeza.

 

Ronald: Así que a ambos los consumió la calamidad por la desesperación- afirma – lo siento-

 

Luciano: Gracias, pero era un riesgo que tenía que tomar, el que si fallaba con las contramedidas, debería asumir la culpa ya la sensación de que las muertes no se detienen…aún-

 

Ronald: … ¿entonces fuiste designando cierto?- el rubio niega con los ojos cerrados.

 

Luciano: Yo mismo me nominé-

 

Ronald: ¿Por qué?-

 

Luciano: Quizá nadie más creía en serio sobre la calamidad, pero yo era diferente, creí desde el momento en el que me enteré, no puedo perdonas que un fenómeno sin sentido como ese exista- dice bastante serio, antes de ver a Ronald con una sonrisa alentadora y determinada –voy a terminar con él- Ronald asiente, con la misma sonrisa.

 

Mientras por las ventanas, podían aprecia el gran paisaje de una ciudad pequeña junto a la costa, bajando las montañas verde y frondosas, era una gran bahía, podían apreciar el inmenso e infinito mar abierto y brillante por el sol, la playa era extensa, con arena blanca, las olas chocaban contra la orilla, se escuchaban los gritos de varias de las parvadas de gaviotas, pelícanos, y albatros que extendiendo sus alas contra el viento se dirigían a este lugar a reposar a todo lo largo de la franja del litoral, un hermoso panorama.

 

 

 

 

12:17 de la tarde, mismo día, 1 de Agosto del 2008

 

Una gran edificación hotelera se alzaba sobre el suelo, inmenso, de al menos seis grandes pisos y uno más pequeño arriba donde eran las habitaciones de lujo, más arriba se podía leer el nombre del hotel, “Sanae’s Beach Resort”, estaba todo pintado de un color crema grisáceo que resaltaba por la luz solar. En el estacionamiento los 16 chicos esperaban a la tía de Ronald quien había entrado a la recepción a preguntar por el hombre que buscaban, Andrew. Marlon nuevamente para algo de desagrado de todos volvía a vomitar por el mareo del viaje, siendo acompañado por Ian, Ronald les veía asegurándose de que estuvieran bien, los demás solo esperaban de pie, excepto Jerome, permanecía sentado en el suelo con la lengua afuera.

 

Jerome: Que calor…- exclama cansado.

 

Elliot: Pobrecito- dice tierno acercándose y acariciando el cabello azul del chico, al instante sonríe como bobo ante el toque del pequeño.

 

Yuushin: Tss…- chasquea la lengua desviando la mirada molesto, aunque ya había terminado con Jerome hace mucho, no podía evitar sentir algo de celos, y esto lo notó Felix.

 

Felix: No te pongas mal- le dice poniendo su mano en el hombre del chico con vendas en los brazos, Yuushin sonríe asintiendo.

 

Las puertas principales automáticas del hotel se abren, dejando ver a Jessica saliendo, ella vestía una blusa blanca de manga corta ligera con un cinturón amarillo, pantalón corto hasta las rodillas color oliva y tacones bajos blancos. Al descender las pequeñas escaleras Ronald y Luciano se acercan primero, ella habla antes.

 

Jessica: Dijeron que Andrew fue llamado a una reunión- Felix, Antonio y Ayden se acercan -dejé mi número de teléfono, así que debería llamarme cuando vuelva-

 

Ronald: Ah… ¿Qué deberíamos hacer mientras tanto?- Jerome se acerca junto con Elliot.

 

Jerome: No tiene caso sentarse a esperar, ¿no?, a menos que quieran cocinarse-

 

Felix: Sí, vinimos muy lejos- Luciano asiente, en lo que llegan Ian, Marlon y Brandon, el segundo aún con cara de asco, no era nada agradable ver tu desayuno salir de tu cuerpo.

 

Ian: Dado que estamos fuera de Empher, la calamidad no debería afectarnos, por lo que no hay que preocuparse de que nos coma un tiburón, o nos pique una medusa, o pisemos algún erizo de mar venoso-

 

Brandon: ¿Sabes que ninguno de esos tres animales son de por aquí cierto?-

 

Ian: La calamidad es muy molesta, haría caer un satélite encima nuestro si lo necesita para matarnos y sacarnos todo lo de adentro hacia afuera- a Marlon le vuelven las ganas de vomitar por lo escuchado.

 

Marlon: Agh, la cosa es que estamos fuera de peligro-

 

Jerome: ¡Entonces vayamos a nadar!- y Keith quien se daba aire con un abanico le empuja a un lado.

 

Keith: ¿Ya nos vamos a mover?, ¡porque me estoy cocinando vivo!-

 

Sunny: No te estreses-

 

Ronald estaba algo confundido, aunque estuvieran en un hotel playero, aún estaban algo alejados del mar.

 

Jessica: Estamos cerca del océano, este lugar tiene una ruta construida hacia la playa después de todo-

 

Jerome ¿Entonces que esperamos?-

 

Ronald: Pe-pero no traje mi bañador-

 

Jessica: Puedes conseguir uno en la tienda del hotel, son baratos te compraré uno-

 

Ronald: No podría pedirte eso, si tú no vas a nadar yo tampoco- la mujer ríe un poco.

 

Jessica: De hecho, pensé que algo así iba a ocurrir, así que…-

 

Ronald: O sea que…-

 

 

 

1:13 de la tarde, mismo día, 1 de Agosto del 2008

 

Más tarde todos caminaban por la ruta entre los árboles del bosque detrás del hotel, y Jessica, lucía un bañador de una pieza tipo vestido corto, de color blanco y un listón amarillo ajustándose debajo del busto, resaltándolo un poco para incomodidad de su sobrino, también un abrigo pequeño celeste, un bolso con cosas necesarias para un día en la playa y su gorra para el sol. El resto igual traían puestos trajes de baño tipo short, menos Sunny, ella usaba un short corto azul y una camiseta celeste que le cubría la parte de los pechos y los hombros con su cabello amarrado, aún con esto, seguía viéndose como una chica, cada uno llevaba algo diferente, flotador, pelota, inflables, cualquier cosa que asegurara un día de diversión tranquilo, y todo traído por la tía Jessica.

 

Ronald: Ya me imaginaba que era demasiado equipaje el que traíamos- menciona algo avergonzado por no darse cuenta, todo lo trajo su tía, hasta el bañador azul que llevaba puesto, aunque lo había comprado hace poco.

 

Felix: Es un complejo paradisiaco, después de todo, sin mencionar que estamos fuera de Empher- dice sonriendo.

 

Luciano: Y son las vacaciones de verano, sería muy deprimente quedarse en casa todo el tiempo-

 

Connor: Además tenemos que estirar un poco las piernas, no pienso pasar todas las vacaciones en casa soportando a mis hermanitos, en serio son una pesadilla, ¿por qué creen que no tenemos una niñera que dure más de una semana?- dice el chico de cabellos naranjas, que por alguna razón, seguía al lado de Matthew.

 

Yuushin: Como sea… ¿alguien podría decirle a este tonto que ya estamos llegando?- señala a Jerome, quien muy “discretamente” veía a Elliot, con su short amarillo, sandalias naranjas y sombrero de playa caminando mientras comía un helado, se le hacía muy adorable -¡oye!- le da un golpe.

 

Jerome: ¿Qué?- mira al frente.

 

En el muro de concreto a todo lo largo de la playa había una entrada por la que les guiaba el camino, y ya podían ver el enorme mar azul “¡por fin el mar!, ¡adiós maldita tierra!” grita el peli azul corriendo todo lo que la enorme mochila le permitía hacia la playa, siendo seguido por el resto igual de emocionados, ya que vivían en una ciudad en medio de las montañas, ver el mar no era algo de todos los días, solo Ronald y Jessica se quedan atrás, mirándose, y riendo un poco divertidos por la reacción grupal.

 

La enorme playa era, literalmente, inmensa, una buena distancia de arena blanca que se transformaba a grisácea al ser mojada por las aguas, el gran charco azul claro chocaba contra la orilla, creando tanto un sonido relajante como divertido para los oídos de la gente que se relajaba frente al mismo. “¡Muy bien!” “¡Abran el paso!” “¡Quítate!” eso y más gritaban mientras corrían metiéndose al mar de un chapuzón habiendo dejado todas las cosas en su sitio en la arena, Matthew y Connor sentaron de nuevo juntos en una toalla bajo la sombra de una sombrilla, el peli naranja tenía una sonrisa relajada, pero el peli negro seguía con su rostro duro de siempre. Sunny y Keith igual junto con Elliot, solo que estos se ponen a aplicarse el bloqueador mientras conversaban, Elliot buscaba en su pequeña mochilita algo de los bocadillos que su mamá le había dado, quitándose las sandalias y poniéndose a comer.

 

Ronald estiraba un poco los brazos, dejando su gorra con su tía, ella aún se aplicaba protector solar. El de cabellos marrones al terminar se encamina al mar, no correr porque no era bueno para su condición, pero algo le detiene, al mirar a su derecha, ve una punta, formada por el terreno elevado de rocas, donde las olas rompían, su vista observa todo el largo, hasta acabar en la punta a lo más alejado, distinguiendo una silueta, agachada, y al parecer con un abrigo celeste y un sombrero de playa impidiéndole ver de quién se trataba, no pensaba para nada quedarse con la duda.

 

 

 

Encima de aquellas rocas, la pequeña figura  si tenía encima un abrigo largo color celeste y ligero, también un sombrero de playa de paja que junto a la otra prenda cubrían todo su cuerpo, solo se podía notar su cabello color negro. Estaba arrodillado en el suelo, casi sentado, sosteniendo con su manito una rama de árbol mediana, picaba suavemente y repetidas veces una estrella de mar  de tonos rojizos y brillantes, estaba pegada al fondo de un pequeño charco de agua formado en las rocas por las olas de agua que lograban llegar ahí de vez en cuando. La personita, de seguro muy curiosa, pone la punta de la rama en el borde de la criaturita, y luego la voltea dejando ver la base de la estrella color crema, en realidad, solo viéndolo con uno de sus ojos avellana, pues el otro, era cubierto por un parche quirúrgico blanco.

 

-          ¿Danny?-

 

El niño se sorprende por esa voz, viendo atrás, y luego levantándose, hasta estar de pie, y ver a Ronald con impresión al chico.

 

-          ¿Ronald?-

 

Y una brisa de aire fresco los golpea suavemente, moviendo el cabello marrón de Ronald, enfriando su piel al descubierto, mientras que a Danny, el viento hace volar el abrigo celeste, mostrando a Ronald el short azul oscuro corto que traía, muy pequeño, y pegado, la piel de su pecho y piernas era pálida, pero al mismo tiempo linda, lechosa en cierto modo, o como sea.

 

A Ronald, el niño se le hacía muy lindo, pero la situación, muy extraña.

Notas finales:

Comenten si lo desean

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