3:29 de la tarde, mismo día, 1 de Agosto del 2008
La mujer de cabellos marrones largos al pasar el rato ve como todo el grupo por fin regresa de la caza de ingredientes desde la formación de rocas al lado de la playa, cada equipo va y junta todo lo que habían podido recolectar, o todo lo útil, en una sola cubeta y la colocan en frente de la mujer quien sería la jueza, empezando primero por el equipo inexistente como le había puesto Jerome.
Jessica: Veamos, un pez globo, un pulpo, una estrella de mar y un cangrejo- mira el balde del otro equipo –esto es algo, ¿verdad?, un pepino de mar, una serpiente marina, ¿Qué hay en esta concha?- dice sacando la cosa mencionada del balde, la concha oscura se mueve un poco, antes de que de ella saliera un pequeño cangrejo –un cangrejo ermitaño, supongo que tendrá que ser así, esta batalla termina, en un empate, y muy vergonzoso por cierto- dice lo último bajo y medio riendo.
Todos se frustran por el vago resultado, pero al fin y al cabo fue algo entretenido. Ronald se voltea a ver a Danny, sonriendo, Danny tarda unos segundos, pero finalmente también decora su rostro con una muy pequeña sonrisita.
Jessica: Traje un poco de carne y vegetales, así que comamos eso- el resto asiente, mientras el pequeño cangrejo ermitaño caminaba por la arena, no devuelta a su casa, devuelta al mar, porque su casa, la llevaba en encima.
La parrilla finalmente fue llenada con pimientos, cebollas, champiñones, mazorca, algunos trozos de carne, y pulpo.
Ayden: No puedo creer que hayan decidido freír al animalito- dice molesto y de brazos cruzados a Jerome, quien era el que cocinaba.
Jerome: Pues lo hecho, hecho está así que mejor disfruta chico aura- Ayden se acerca a Antonio, Ronald y Danny.
Ayden: De hecho el pulpo que está cocinando lo compré en una tienda de por aquí- susurra alegre, Antonio muestra su brazo que tenía escondido detrás de su espalda, y ven al pulpo ahí enredado.
Ronald: Bien creo que es un final feliz para el pulpo también- Danny asiente.
Al acabar se reparten la comida, que increíblemente pudo alcanzar para todos, Jessica estaba bajo su sombrilla comiendo el pepino de mar frito junto a una lata de gaseosa, “oh, como me gusta así de crujiente, pobre pepinito pero está delicioso” dice alegre tomando un sobro de su bebida. Danny al ver el balde, lo único que quedaba era la estrella de mar, el pez globo, el pulpo, la pequeña serpiente marina y el cangrejo.
Ronald: Creo que al final estos volverán al mar- el niño asiente, viendo impresionado como el pececito se inflaba como una bola –iré a devolverlos, ¿quieres venir?- pregunta al menor mientras se coloca su gorra azul.
Danny: …- asiente.
Ambos se encaminan hacia la costa junto a la playa a devolver las criaturitas al océano, aprovechando que todos descansaban luego de comer antes de iniciar un partido de vóley. Ronald cargando el balde de agua y animalitos con ambas manos y Danny caminando tras suyo callado, como ya era costumbre. Al llegar, el de cabellos marrones toma el borde del balde procediendo a vaciarlo en el agua, pero justo antes de poder hacerlo algo llama su atención. Escucha unas voces extrañas, una parecía ser aguda, y otras dos mucho más graves, y sonaban como chillidos, al menos de la primera voz. “Amm toma, hazlo tú” le entrega al cubeta a Danny con cuidado, el niño no pregunta y asiente, agachándose para liberar lentamente y una por una a cada criaturita. Ronald decide investigar, sube por unas rocas en la formación de pared que separaba las secciones de playa de cada hotel, así que la playa detrás de esa zona rocosa debería ser parte del hotel siguiente. Al subir se adentra un poco entre la vegetación, los chillidos se oían cada vez más cerca, no lo suficiente como para identificar de que se trataba. Continua avanzando, hasta que da con la vista de la otra playa, era igual a en la que estaban, pero los sonidos no venían de ahí, vuelve a retroceder, hasta que da con algo, parecía una especie de lugar escondido en las rocas, pareciendo estar detrás de unas paredes, toma camino hacia ese sitio, ahora si esos chillidos se oían más fuertes, al llegar se agacha, y se asoma entre unas plantas para ver, abriendo los ojos a más no poder por aquella imagen.
Reconocía a sus compañeros, el chico de cabellos morados y ojos castaños, Trevor, estaba echado boca arriba en la arena, con el traje de baño hasta las rodillas, y encima suyo, auto penetrándose de manera desesperada, estaba ese chico del que ya le habían hablado, Xavier, quien no solo estaba manteniendo relaciones sexuales con el que tenía debajo aun siendo del mismo género, sino que le realizaba al mismo tiempo sexo oral a otro chico de pie en frente suyo, también le conocía perfectamente, Curtis. Se da cuenta de que esos chillidos que había oído no eran más que los gemidos del rubio y los jadeos de los otros dos que disfrutaban de manera carnal del cuerpo de este. Por alguna razón no podía dejar de verles, podía notar perfectamente como el miembro de Trevor entraba y salía de la entrada del de cabellos rubios en punta. No pasaron ni veinte segundos cuando se escucha el gemido ronco de los dos chicos, antes de soltar sus semillas sobre las dos cavidades del rubio, quién gime del placer, para luego sonreírle de manera maliciosa al que tenía en frente mientras se levantaba a acomodarse la ropa como si nada igual que esos dos. Ronald se dispone a irse, pero un mal paso termina por hacerle caer y resbalarse por la pequeña pendiente cayendo tras unas plantas, llamando la atención de los tres.
Xavier: Jeje vaya vaya, ¿qué tenemos por aquí?- el rubio de cabello alborotado y ojos verdes felinos se acerca hasta retirar las plantas con sus manos y ver a Ronald.
Ronald: Ah…hola- Xavier le toma de las manos y lo hace pararse.
Xavier: ¿Qué hacías por aquí?, ¿disfrutando del show?- le guiña el ojo descaradamente.
Ronald: ¡No!, digo, no yo…- se pone nervioso –solo creí oír ruidos por acá y pues terminé encontrándolos, ¿qué hacen ustedes aquí?-
Xavier: Ah, como mi mamá cree que estoy deprimido por las muertes y bla bla bla no me rechazó el que le pidiera que me trajera aquí por un día- a Ronald no le agradó nada el comentario –y podía venir con dos invitados, ¿así que por qué no estos dos que me hacen pasar un muy buen rato?- Trevor y Curtis se acercan, ya vestidos y ambos con el mismo rostro serio pero relajado.
Ronald: Ah, okey-
Xavier: ¿Y tú que haces por aquí?-
Ronald: Vinimos al hotel de aquí al lado a…-
Xavier: ¿En serio?, que bien, vamos entonces- se dirige a la pared para empezar a escalar hacia el otro lado.
Ronald: Pero, ¿tú mamá no se va a preocupar?- pregunta escalando al lado del rubio y con los otros dos debajo de ellos.
Xavier: Nah, normalmente solo duerme cuando viene a la playa.
De regreso con el grupo, Danny había regresado hace un buen rato con el balde vacío, y sin Ronald, la mayoría se puso a buscarlo, Jessica igual, hasta que lo ven llegar, aliviándose todos, excepto, por ver a ese que le acompañaba, “¿qué hay chicos?” saluda Xavier de manera relajada y con su sonrisa molesta junto a un incómodo Ronald, Trevor y Curtis venían detrás, esos dos la verdad no daban problemas, si querían ser los juguetes de ese desquiciado pues era su problema, pero no querían a un ninfómano con ellos. A pesar de los múltiples miradas nada agradables hacia el rubio, este no le daba ni pizca de importancia, mientras mantuviera su distancia y no se les insinuara, como ya había pasado muchas veces antes de que Curtis y Trevor se hicieran sus juguetes, estaba bien.
4:06 de la tarde, mismo día, 1 de Agosto del 2008
El sol aún estaba en lo alto del cielo, las nubes sin embargo empezaban a taparlo, pasando de un clima caluroso a uno templado y fresco, la pelota de playa a rayas de colores se eleva en el aire tapando el sol, y luego cayendo.
“¡La tengo!” grita Felix sonriendo y dándole un golpe a la pelota para que pasara por sobre la red que habían alquilado para su juego, Ian la atrapa del otro lado y la lanza de nuevo. Estaban divididos en Ronald, Danny, Jerome, Yuushin, Ian, Keith, Sunny y Xavier contra Luciano, Felix, Marlon, Brandon, Antonio, Ayden, Matthew y Curtis, con Elliot a un lado y en medio como el pequeño referí mientras los demás observaban sentados alrededor de la cancha que habían hecho. La pelota pasa nuevamente sobre la red, Luciano salta para tomarla, igual que Jerome, pero el rubio le gana y termina golpeando al peli azul con esta, anotando un punto y generando las risas de todos.
Desde su toalla bajo la sombrilla, Jessica les observaba como se divertían, hasta que, “¿Jessie?” se sobresalta al oír esa voz, volteando. Un hombre de 32 años le veía con una sonrisa, sosteniendo un cigarro entre sus dientes, su piel era clara, su cabello color castaño claro, con mechones largos hasta casi tocar sus hombros, ojos marrones oscuros, y vestía camiseta gris, chaqueta azul y pantalón crema con zapatos de meter azules. Él era Andrew, el antiguo alumno de Jessica.
- Traté de llamar a tu celular, ¿la batería está muerta?-
- ¿Eh?- al instante la mujer saca su celular de su bolso, abriéndolo y notando las llamadas perdidas –uups…-
- Jajaja tan descuidada como siempre señorita Jessie- dice el hombre sentándose a un lado de la que eras profesora hace 18 años.
- Me sorprende que nos hayas encontrado aquí-
- No fue difícil averiguarlo, después del hotel de al lado, esta es la playa más cercana a un hotel-
- Ah, tiene sentido- sonríe.
- Pero vaya, sí que cambian las personas con el tiempo- dice observando el cuerpo de la mujer –cuando nos enseñabas eras casi una tabla jajaja-
- Ja ja ja tú también cambiaste mucho, ya estás viejo jajaja-
- ¡Oye!, pues tú más-
- Si claro no parece, ¿y porque me dices Jessie?-
- Así siempre querías que te llamáramos en la escuela, y fuera de ella ya te podíamos llamar por tu nombre real, Jessica, ¿no recuerdas?- dice extrañado.
- Ah, sí, sí, me acuerdo- ambos regresan la vista al frente, nostálgicos.
- Ya pasaron 18 años, eh…-
- Técnicamente solo han pasado 17 años desde tú ceremonia de graduación, y 36 o 35 desde la mía- dice la mujer.
- Ah sí- sonríen –eso te haría tener alrededor de…50 años?- contiene la risa.
- No me lo recuerdes, es una suerte de que tanto yo como mi hermana no hayamos envejecido tan pronto- dice algo ofendida, y triste
- Espera… ¿acaso oí algo de ustedes dos recientemente en alguna parte?-
- ¿Dónde?, no recuerdo haberte visto, quizá fueron otras chicas, además yo y mi hermana Nicolette somos parecidas, a veces-
- Desafortunadamente, no creo que así fuera-
- ¿Entonces quizá haya sido durante los velorios de Ashley, Jaxon o Thomas?-
- …no, yo sólo fui a los funerales- responde, ninguno sabía que la tal Ashley, una vez muerta ya había regresado como una estudiante extra, por lo que Jonathan la tenía registrada, pero ese no era el caso ahora.
- Ah- miran a los chicos seguir jugando con la pelota, todos sonrientes a pesar de su situación.
- No puedo creer que hayan pasado 18 años desde que murieron- observa como el peli azul vuelve a saltar para tomar la pelota, y otra vez Luciano le gana y le golpea la cara -¿quiénes son los niños?-
- Los estudiantes de tercer año…de la clase 3- dice lo último entristecida.
- Ah…- voltea a ver a la mujer -¿están aquí por lo que pasó hace 18 años?-
- Apenas puedo recordar pequeñas partes de ese verano- también voltea a ver al chico –Andrew, escuché que tú detuviste la calamidad-
Ronald, Luciano y Danny habían dejado el juego encaminándose hacia ellos.
Andrew: Si, Catherine también me preguntó eso en el café Malinowski en Empher, pero no recuerdo nada- se rasca la cabeza con los ojos cerrados intentando que algo le viniera a la mente, sin éxito.
Jessica: ¿Recuerdas el viaje escolar que hicieron ese verano?-
Andrew: Sí-
Luciano: Un accidente ocurrió en ese viaje, ¿verdad?, ¿recuerdas algo de eso?- pregunta el rubio con una toalla entre manos, con Ronald con la suya alrededor del cuello y Danny secándose la carita.
Andrew: ¿Y tú eres…?-
Luciano: Luciano Rivers, jefe de contramedidas-
Andrew: Ya veo, a decir verdad, no recuerdo mucho…sé que alguien murió en la montaña, pero…- mira al suelo intentando recordar, sin éxito.
Jessica: Mi memoria también está borrosa, no sé qué tipo de accidente fue-
Ronald: ¿El accidente ocurrió antes de que visitaran el templo, o después?- Luciano le mira.
Luciano: ¿Por qué preguntas eso?-
Ronald: Bueno, si fue antes, quizá una bendición del templo detuvo la calamidad, si fue después, pues no lo sé-
Andrew: …no lo recuerdo- coloca su mano en su frente cerrando los ojos –pero, algo me dice que era un templo viejo y abandonado-
Jessica: Bien, el templo, estoy segura que llevé a la clase al templo, todos nos tomamos de las manos y…- su mano pasa a su frente, cerrando los ojos y negando -…no, no puedo recordarlo-
Ronald: Umm…señor Andrew… ¿acaso no dejó algo como una pista para los demás?-
Andrew: Aparentemente dije eso, pero…-
Danny: ¿Qué quería decirles?- pregunta con su voz, neutral, y aterradora, en momentos como ese.
Andrew: Todo lo que sé es que sentí esta urgente necesidad de avisarles, y creo…que no era solo yo…alguien más estaba conmigo- afirma el hombre -pero…-
Danny: ¿No puede recordarlo?- completa el niño, recibiendo el asentimiento del mayor.
Ronald: ¿Y no recuerda qué es lo que dejó o dónde?, ¿cómo si fuera una nota, o algo más?-
Andrew: Amm…no…no era un papel…era…- se rasca la cabeza, y luego coloca su mano en su mentón.
Ronald: ¿Qué?-
Andrew: ……….sí………..creo que usé algo……… ¡ah ya sé!- eleva la voz sorprendiendo a los otros -¡está en la escuela!, ¡saqué algo de la escuela!-
Ronald: ¿La escuela?, ¿en qué parte de la escuela?-
Y repentinamente, una inmensa y fuerte corriente de viento los golpea, haciéndoles cerrar los ojos y apretar los dientes, sus cabellos volaban con el aire, aunque Danny, se mantenía inmóvil. La sombrilla se tambaleaba por el aire, y con el grupo, justo la pelota fue golpeada hacia arriba, y con el viento, terminó siendo llevada hacia mar adentro, no muy lejos, pero si a una gran distancia.
Xavier: Perfecto-
Jerome: Tonto viento-
Ian: Cállense- Marlon se adelanta corriendo al agua.
Marlon: ¡Yo iré por ella!, ¡al fin y al cabo no tengo el cuerpo de un renacuajo como ustedes!- se burla entrando al agua.
Yuushin, Ian, Jerome y Curtis: Idiota- dicen al unísono.
Elliot: De todas formas yo no puedo nadar tanto- dice medio avergonzado el pequeño.
Marlon: ¡Esto es por ti Luci!- grita guiñándole el ojo a Luciano, molestando enormemente a Brandon.
Las vistas de todos se plantan en el cuerpo del chico musculoso nadando hacia la pelota que flotaba en las aguas y las olas, “¡¿qué tan lejos vas a ir?!” grita Jerome al ver que se estaba alejando demasiado, los demás se empiezan a preocupar, el sol ya no iluminaba, las nubes lo habían tapado, y todo era sombra. La pelota parecía alejarse por las olas, Marlon ya estaba demasiado lejos de la orilla, de pronto, su cabeza y cuerpo desaparecen de las atentas miradas. “¿Qué está haciendo?” dice Brandon, entre extrañado y asustado, Jerome y Yuushin se miran, abriendo los ojos y corriendo al agua, “eso no se ve bien” habla Ronald tirando la toalla a un lado y acercándose a ver mejor, Luciano estaba con ojos y boca abiertos por la impresión, dejando el miedo también corre a ver mejor. Jerome se acerca más, todos se ponene de pie solo para asegurarse de que Marlon seguía ahí, Jessica y Andrew igual, Elliot era abrazado pro Ayden y Antonio, Keith y Snny entre ellos, la preocupación les estaba matando, y de la nada…Marlon emerge del agua, saludando y al parecer riendo.
Jerome: Cielos…- suspira aliviado -¡deja de bromear!- le grita molesto por el tremendo susto que todos se llevaron.
Marlon continua nadando hasta la pelota que seguía flotando, pero ahora que veían mejor, su nado no era recto, se curveaba, las olas pronto empezaron a tapar la visión, el chico de cabello naranja ya no se distinguía, desgraciadamente, esta vez no era juego.
Jerome: ¡AH MIERDA!- grita corriendo a meterse al agua.
Ian: ¡Por un carajo, rápido!- exclama también metiéndose.
Ronald no se queda atrás, Brandon le sigue, incluso Andrew se quita el saco y camiseta quitándose los zapatos para entrar en rescate del chico, del que por cierto, ahora si podían ver, podía ver su cabeza y espalda flotar sobre el agua, siendo zarandeado por las olas, y extrañamente, rodeado por algo oscuro en el reflejo del agua.
En la arena, Elliot se escondía detrás de Antonio y Ayden, Xavier solo estaba serio con Trevor y Curtis a cada lado, Keith y Sunny se tomaban de las manos nerviosos, Matthew y Connor preocupados, y finalmente Luciano y Danny, con miedo, mucho más, al oír algo horrible, que voltearon a ver.
Una lancha venía a toda velocidad desde detrás de la formación de rocas, el motor a toda potencia, las hélices girando rápidamente, cortando el agua dejando rastros blancos, el conductor al notar la pelota de playa flotar a la deriva, dirige el bote hacia un lado, sin saber, que ahí estaba Marlon. Se oye un golpe.
El rostro del chico de cabello naranja corto, ojos verdes, y piel…extremadamente pálida, con la vista perdida bajo el agua, es cubierto por tinte rojo, antes de que la hélice que giraba a extrema velocidad, lo succionara.
Todos veían el agua que salía de la parte de atrás del bote, que era coloreada de rojo, Ronald abre los ojos espantado, las hélices del motor del bote, terminan expulsando el cuerpo destrozado y mutilado de Marlon al aire. Sunny y Keith son los únicos que logran gritar del horror que presenciaban, Ayden y Antonio voltearon para cubrirle la vista a Elliot y evitarle el terrible escenario.
El bote se detiene, el conductor sale a la parte de atrás, solo para ver como el cuerpo de Marlon, su cabeza apuntaba al lado equivocado, su cuello era literalmente un nudo de piel, su brazo derecho estaba cubierto de sangre, la mitad de su abdomen abierto, su otro brazo como si lo hubieran metido en un abre latas, y ambas piernas dobladas irregularmente y con cortes largos ensangrentados, cayendo al agua de golpe seco muerto.
Felix y Jessica tenían las manos en sus bocas, Xavier y compañía tenían las bocas abiertas como los ojos, Connor tenía las manos en su cabeza, hasta Matthew tenía los ojos abiertos, Ian soltó una lágrima traicionera, a diferencia de Elliot que lloraba siendo consolado por Antonio y Ayden.
El cuerpo de Marlon flotaba en el agua, y cruelmente, su mano emerge, a varios metros de su cabeza, su brazo ya no era parte de su cuerpo, o en realidad…de la bolsa de carne y sangre que se derramaba. Luciano, en una palabra, espantado.
- ¿Por qué…?- exclama Danny.
Ronald seguía en el agua, otra vez había sucedido.
- Pero yo…-
Escucha decir a Andrew, voltea a verle, encontrándolo con la cabeza gacha, y mirada nerviosa.
- Yo los protegí………………- dos lágrimas salen de sus ojos –………..lo dejé para ellos………en el aula- revela finalmente.
Ronald lo tenía, esa pista, estaba en el aula…de la clase 3.