3:34 de la tarde, 12 de Septiembre del 2008
Se escuchaba el sonido de la ambulancia, y de las patrullas en frente de aquel local, aquellos ruidos ya se estaban haciendo una horrible costumbre de oír en Empher, algo triste. Algunas personas veían la escena en ese lugar, más precisamente, del café Malinowski que muchas veces frecuentaban, varias con la boca abierta de la impresión, ya que unos paramédicos sacaban de la entrada una camilla de ruedas, perfectamente podían notar, que un cuerpo estaba sobre esta, envuelto con una sábana celeste de morgue, acercándose a la ambulancia a depositar el cuerpo sin vida.
En el interior, padres e hija esperaban sentados en el bar con las miradas bajas impacientemente a que llegara su hijo, cosa que no tardó en suceder, en el acto, dos policías dejaron entrar a cuatro chicos al enterarse que uno de ellos era hijo menor del dueño del local, “¡Papás! ¡Catherine!” grita Felix dejando caer su mochila a cualquier parte y lanzándose a abrazar a sus tres seres más queridos que le recibieron con los brazos abiertos. El peli gris se sentía enormemente aliviado de que ninguno de ellos era el que sufrió el accidente que le mencionaron por teléfono. Ronald, Jerome y Danny esperaban a una distancia, no querían interferir con el momento, la familia parecía estar hablando. Pasados unos pocos minutos un policía llama a los padres de Felix, le sonríen a sus dos hijos y se retiran con el que les había llamado. Los tres se acercan a Felix y Catherine, en el trayecto, Ronald y Danny notan que aquella mesa de cristal ornamentado que antes había en el medio del café, ahora estaba quebrada y rota, la chica permanecía sentada y con la cabeza gacha, seguramente por haber presenciado el accidente.
Ronald: ¿Qué ocurrió?- pregunta preocupado, Felix coloca su mano en el hombro de su hermana antes de dirigirle la mirada apenada a sus amigos, en especial a Ronald, diciendo.
Felix: Madelyn está muerta- los tres se sorprenden, para mal.
Ronald: ¿Cómo?- pregunta viendo a la mujer, quien tarda unos segundos antes de hablar, aún cabizbaja.
Catherine: …sucedió demasiado rápido-
Flashback
3:04 de la tarde, 2 de Septiembre del 2008 (media hora antes)
En el café Malinoswki, los cuatro meseros, incluyendo a Catherine y Madelyn, sacaban cajas de decoraciones para abrirlas y empezar a decorar el lugar, aún con algunos clientes dentro, muchas eran de colores rojizos y naranjas, dando una gama cálida igual a la del sitio, las personas que comían o conversaban no parecían incomodarse, más bien les alegraba mucho esa época del año cuando llegaba el festival anual, y más ahora que se tuvo que posponer por un mes, aún estaban por principios de Septiembre, pero era mejor ir avanzando con el ambiente festivo para los comienzos de Octubre, así lo habían ordenado la pareja de esposos dueña del café y bar. Dos de los meseros colocaban floreros, pancartas, algunas luces y demás por las paredes y mesas, mientras que las dos mujeres se turnaban para subir la escalera de madera y colgar las tiras de banderines y gallardetes en el techo.
Catherine: Listo acabé con la tercera tira- dice mientras bajaba de la escalera y tocando el suelo –Madelyn, ¿podrías ajustarla tira en lo que voy por los gallardetes?- pide mientras se dirige al armario detrás del bar.
Madelyn: Aish, bien, como siempre todo el mundo me jode- teclea unas cuantas cosas más en su celular, antes de dejar de estar sentada en una de las mesas, dejando su celular de mala gana sobre uno de los pequeños muros y empezando a subir las escaleras –maldita cosa, se me entierra una astilla y demando a ese maldito lugar-
Catherine: Ten cuidado- le indica mientras retiraba algunas cosas de encima de la caja que contenía los gallardetes individuales más grandes.
Madelyn: ¡Cállate me desconcentras!-
Grita de mala gana volteando la cabeza al llegar al punto más alto, sin mirar donde pisaba -¡AH!- de improvisto el tacón se le va, por suerte solo fue un bajón, no se dio cuenta de que la aguja del tacón había empujado y quitado uno de los clavos sueltos del peldaño.
Catherine: ¡¿Te encuentras bien?!- grita corriendo hacia ella con la caja entre manos.
Madelyn: ¡Sí!, maldita porquería- se queja mientras ajusta el cable delos banderines.
Catherine: Bueno, ten más cuidado, toma ve colocándolas- abre la caja y empieza a pasarle uno por uno los gallardetes rojos y naranjas.
Así Madelyn fue colgando uno por uno, se quejaba repetidas veces cuando tenía que volver a bajar para mover la escalera y otra vez subir para seguir colgando, Catherine tenía que soportarla, a veces le sacaba de quicio, pero no fue sino hasta que llegaron al punto en que la escalera llegó al lado de aquella gran mesa de vidrio ornamental. “Ay carajo odio mi trabajo” dice al haberse pinchado con un clavo.
Madelyn: Ay mierda odio mi trabajo- se queja al haberse pinchado con un clavo -pásame otro- pide pasando su dedo por sus labios para quitar la gota de sangre.
Catherine: Bien es el último de esta caja, luego seguimos con la otra-
Madelyn: Como digas- empieza a amarrar la cuerda del gallardete en el clavo sobresaliente de manera que no quedara chueco, Catherine mientras tanto esperaba a que terminara, pero al dar un paso hacia atrás, pisa algo metálico.
Catherine: ¿Ah?- mira hacia abajo, notando algo, al agacharse y tomarlo, se da cuenta que es un clavo, extrañándose.
Madelyn: Maldita sea- dice al haberle quedado chueco, se estira para tomar la otra parte de la cuerda, colocando el pie, justo en el lado del peldaño al que se le había salido el calvo.
Catherine: ¿Y este clavo?- al concentrarse en la pieza, no ve una extraña sombra oscura y fina, que rodea el peldaño.
Madelyn: Ah…- el peldaño se quiebra -¡AHH!- grita al caerse hacia adelante.
Los clientes al ver esto se pasman al igual que Catherine, la escalera se cae, Madelyn con duras penas logra sujetarse del gallardete, pero obvio no soportó el peso, y termina cayendo, justo, encima de la mesa de cristal, que al sentir el impacto del cuerpo de la mujer sobre sí, se quiebra en pedazos, lanzando no solo una lluvia de piezas de vidrio diminutas, sino también una de gotas de tinte carmesí que salpicaron todo el alrededor. La gente grita horrorizada, uno de los meseros llama a emergencias mientras otro a la policía, y Catherine, paralizada viendo el cuerpo de su compañera, boca abajo, con brazos, piernas, torso y cabeza con vidrios clavados que abrían heridas, mientras debajo, se formaba un lago de sangre que manchaba el suelo, la ropa y piel ahora muerta de Madelyn.
Fin Flashback
Jerome: No tiene sentido- menciona al acabar la explicación –Madelyn era la sobrina del profesor Kingsley, pero él ya está muerto-
Catherine: Parece que eso no fue un impedimento- dice triste.
Danny: … ¿Madelyn era alguien cercana a ti?- la mujer eleva la vista al niño del parche blanco, negando al instante.
Catherine: No, no éramos más que compañeras de trabajo-
Ronald: …parece que con eso fue suficiente-
Danny: El simple hecho de ser cercano a alguien, sin importar si se llevan bien o mal, puede estar en peligro por la calamidad, ya me parecía extraño que la muerte midiera entre el cariño y el odio, le da igual, se quieran o se odien, son afectados de la misma forma-
Se le quedan viendo, si tenía razón entonces la situación estaba perfectamente explicada, y también el hecho de que Hannah y Lilly murieran, aun llevándose mal con Xavier eran cercanos por su odio. Ronald aun así no quitaba sus sospechas acerca del rubio de haberle contado a las dos chicas sobre la calamidad, no creía que lo hubiera hecho a propósito, nadie lo haría ni siquiera alguien como ese chico, pero sin dudas lo habrá tomado a la broma y no le interesó, ni siquiera después de la muerte de Curtis, hasta ahora todo lo que sabía de Xavier, le hacían saber que ciertamente no era una buena persona, lo peor, por decisión propia, porque sabía que e mismo rubio sabía acerca de su problema y no tomó medidas.
Olvidándose de ese tema prefirió intentar animar o consolar junto con los otros a Catherine por ver tal escena, Madelyn no era su persona favorita era verdad, igual no podía dejar de sentir una gran tristeza por la mujer joven que tenía una vida por delante, muriendo por un accidente tan simple y a la vez tan horrible, recién entonces se preguntaba el por qué no la conoció mejor, o el por qué no intentó ser más amable e intentar entablar una conversación, de cualquier forma, cuatro sencillas palabras le hacían callar.
Ella ya estaba muerta.
6:06 de la tarde, mismo día, 12 de Septiembre del 2008
Ronald regresaba a casa, caminando por las calles con el sol de la tarde iluminando desde un lado del cielo de tonalidad rojiza, habían pasado tantas cosas, y todas en tan solo ese día martes, era increíble cuando a veces los días pasaban tan rápido, y cuando pasaban tan lento. Y el terrible final, fue enterarse de la primera muerte de Septiembre, significaba que lamentablemente, la calamidad volvía a estar presente en ese mes, aunque fuera triste, sabía con certeza que ella no sería la púnica que moriría ese mes, le dolía admitirlo, pero así era.
Al llegar a casa saca las llaves y abre la puerta, entrando, pero esta vez, raramente aquel gatito que tenía de mascota no le recibió como siempre, durante todos los días desde que adoptaron al animalito siempre que entraba a la casa corría hacia él maullando como si las caricias que su abuela le daba durante el día no fueran suficientes. Se adentró por el pasillo, escuchando unas risas, no precisamente de su tía o de su madre, al abrir las puertas de la sala, se encuentra con la imagen del pequeño niño gato, y pues el gato. Mio jugaba entretenido con el animalito usando un palito con una cuerdita que tenía atado una especie de pompón azul brillante que llamaba la atención del minino, pero además de esto, ve a su tía dormida en el sillón, llevaba su ropa normal, el cabello atado y los lentes puestos, sabía que se los quitaba para dormir por lo que debió quedarse así de improvisto, ahora que estaba en casa y con ese aspecto era la tía Jessica.
Mio: Oh hola Ronald- saluda el niño alegre.
Ronald: ¿Qué tal Mio?- deja sus cosas en el sillón unitario y se sienta al lado de ambos felinos, porque de verdad que ese chico le recordaba a un gato por ese aspecto -¿Qué haces aquí?- pregunta curioso pero sin sonar grosero claro.
Mio: Es que vine a ver como estaba el señor gato sin nombre…si no es buen nombre jajaja tienes que ponerle uno-
Ronald: Jaja si supongo, no he tenido mucho tiempo para pensar en eso- Mio se acerca a él y le toma fuertemente de los hombros.
Mio: Siempre, siempre va a ver tiempo para los gatossssss- le susurra agregando el siseo al final.
Ronald: Jeje está bien- Mio le sonríe y luego se dirige a su mochila buscando algo -¿mi tía te dejó entrar?- pregunta.
Mio: Nopi, cuando toqué tú abuelita me abrió, es muy linda, me recuerda a una pasita-
Ronald: ¿Amm okey?- no sabía si eso era bueno o malo.
Mio: Le dije que venía a ver al gatito que le había dado a su nieto, o sea tú, y me dejó pasar, al rato llegó tu tía, es muy bonita, de hecho ahora se ve muy diferente jajaja-
Ronald: Ah…- le preocupaba que Mio haya visto las dos alter egos de su tía, confundía bastante eso de llamarla Jessie o Jessica.
Mio: Jugamos con el gato un rato y luego de quedó dormida jeje no sé cómo puede con ese pajarito- señala a Chip, quien nuevamente recitaba una que otra vez la misma palabra, “¡Chip!” y en muy rara ocasión “¡¿por qué?!” -así que yo me quedé con el gato- saca de su mochila una bola de estambre morado, que era lo que buscaba.
Ronald: ¿En serio a los gatos les gusta jugar con eso?-
Mio: ¿Ah?, ¡es para mí!- empieza a darle varias palmaditas haciendo que la esfera girara en el aire una y otra vez –jajajaja es divertido-
Ronald: No sería mi juego favorito pero bueno- dejando que el niño se divierta empieza a acariciar al minino.
Encantado se recuesta sobre el suelo boca arriba disfrutando de las cosquillas en su pancita que el de cabellos marrones le daba, irónicamente Mio hace lo mismo, aunque él solo jugaba con la bolita de estambre.
- ¡¿Por qué?!, ¡Chip!, ¡¿por qué?!-
Pov’s Ronald
Aún con el minino, bueno con el minino y medio contando la parte gato de Mio, no puedo evitar ver a Jessica, profundamente dormida y notablemente cansada lo noto por las terribles ojeras bajo sus párpados cerrados, su pecho subía y bajaba por su respiración, su piel incluso algo pálida, seguramente no había estado comiendo ni descansado bien, lo que se me viene a la mente era que se encontraba de esa manera por quedarse desvelada, en las últimas noches oigo que se levanta y camina de aquí para allá, creo que es o por estar pensando desesperada en alguna forma de evitar que la calamidad avance, porque tanto a ella como a nosotros nos aterra que más compañeros y conocidos mueran, o quizás por no poder conciliar el sueño por la ansiedad, yo nunca he tenido insomnio, pero tanto mi mamá como su hermana si sufren de ello, me alegra que mi mamá no esté igual, no quiero que se entere de nada, me apena mi tía, es injusto volverla a hacer maestra guía de la clase 3, incluso ahora tendrá que hacerse cargo ella sola ya que no tiene asistente, Jonathan se ha ofrecido a ayudar en cualquier cosa y le estoy muy agradecido, pero no estaré cien por ciento concentrado en buscar una solución hasta que ella esté estable.
Ahora que recuerdo, ese festival que la ciudad disfruta cada año podría ser una buena manera de animarla, o despejarla un poco como mínimo, sé que sería correr riesgo, pero hasta ahora cada muerte fue por descuido y poca precaución también, no del todo pero si incluyen esos factores, si fuéramos habría que estar preparado para lo que sea. Le pregunté a Mio sobre el festival una vez se calmó, ya que se enredó las manos en el estambre, él me dijo que tanto su familia como todo el que vive en Empher asistiría, está claro que no sabe acerca de la calamidad, que alivio. Me contó también que iría con sus padres pero sin sus gatos ya que no le permitían llevarlos, según me dice tiene más de quince gatos en casa, no sé cómo puede tolerar tanto maullido, y admitamos que el olor también es un problema, en fin, si puede hacerse cargo y su familia está de acuerdo no le veo lío alguno.
Al caer la noche Mio se fue a su casa, el gatito fue a dormir, Chip continuó un rato más con su palabrería antes de ponerse a descansar de su esfuerzo por producir su incesante y chirriante voz. Al rato mi mamá vino, muy cansada por cierto, su bolso de trabajo parecía estar lleno de papeles, ella me dijo que eran exámenes que había tomado hace poco, creo que estará ocupada en estos días, así no sospechará mucho. Al despertar Jessica no me puse a hablar de la calamidad, por ahora solo quiero que descanse, la llevé a su cuarto y me aseguré que se quedara acostada, a pesar de sus reclamos para que le dijera que había pasado hoy, si le dijera que Madelyn está muerta se alteraría, me lo guardaré hasta después, o le pediré a Jonathan que se lo expliqué, me da algo de miedo no poder manejar la situación cuando se altera, bueno, yo solo me voy a mi cuarto y me dispongo a dormir, los días están pasando muy lento.
Fin Pov’s Ronald
10:28 de la mañana, 15 de Setiembre del 2008
Era día lunes, faltaban dos minutos para que iniciara el primer receso, la señorita Jessie dictaba la clase mientras leía las materias de un libro de texto, no era experta en enseñar nada más que arte, le era algo difícil. Los 29 chicos en el aula tenían los libros abiertos, bueno la mayoría. Ahora siete asientos permanecían vacíos, para entonces nadie quería que ese detalle les afectara demasiado, aunque así fuera, debían preocuparse por sus propias vidas ahora. Como si la ironía estuviera presente, estando todos juntos en el aula parecían estar más a salvo que afuera.
Connor y Matthew se mandaban miradas indiscretas, el segundo no sonreía mucho aún, Ayden y Antonio esta vez no hablaban pues prestaban atención a los pobres pero buenos esfuerzos de Jessie por enseñar algo que ni ella misma sabía, Dimitri y Jerome apenas intercambiaban palabras, cosa que extrañaba demasiado al peli azul, él y el chico de lentes siempre habían sido muy unidos.
Detrás Keith desearía que Sunny se sentara más cerca de él, puesto que le sería más fácil ignorar el hecho de que detrás suyo habían dos pupitres vacíos, los de Marlon y Zack, y le daba algo de escalofríos pensar que ambos estaban muertos, lo único que ahora disfrutaba de ver hacia atrás, era que Nelson estaba ahí, y se sonreían cada vez que podían, el chico de lentes horrorosos, no era tan malo como creía. Él estaba igual, delante de él dos pupitres permanecían vacíos también, de Spike y Jerry, aunque podía distraerse de vez en cuando con algunas palabras que cruzaba con Patrick, se sentían igual y eso de cierta forma les gustaba.
Luciano e Ian completamente callados, esperando a salir al receso, tenían algo planeado, y tenía que ver con el chico de cabellos marrones. Ronald se la pasaba prestando atención, y luego volteando a ver al niño del parche en el último pupitre. Al hacerlo no se daba cuenta de las miradas de amenaza que les mandaban tanto Gibson, Taylor, y ahora Brandon se les unía, los dos primeros tenían una razón, proteger a sus pequeños, pero el pelirrojo, su razón era desconocida, incluso había otro chico que tenía más razones para tener malos presentimientos acerca del de cabellos marrones, Jeffrey, a pesar de esto, desde hace mucho que se mantenía neutral, con absolutamente todos, no hablaba, casi no le veían, y en clase ni anotaba, literalmente estaba destrozado.
“Bueno chicos, puede ir saliendo al receso” ordena la mujer una vez mira su reloj marcando las diez y media de la mañana, toma sus cosas y sale del aula para ir al salón de arte lo más rápido que pudiera. Los demás cierran sus libros, algunos se retiran rápidamente, como los gemelos, Gibson, Oliver, Taylor, Emmet, Connor, Matthew, los últimos dos ya sabemos que iban a hacer. Ian se levanta serio, cruzado de brazos hasta salir y quedarse de pie al lado del umbral de la puerta esperando, Ronald recibe la mirada de confianza de Jerome y Felix, quienes salen dejándole con lo que tenía que hacer, Ayden y Antonio hacen lo mismo, excepto lo último. Brandon se apresura a hablar con Luciano, pero luego de intercambiar pocas palabras, el rubio le besa castamente los labios y el pelirrojo, algo de mala gana, se retira. Al final en el aula solo quedaban Ronald, Luciano, Ayden, Antonio, Bobbie, Xavier, Dimitri y Trevor.
Luciano se acerca a Ronald quedando de pie a su lado, ambos viendo como Xavier y Trevor se disponían a irse juntos, pero como planearon, Ian esperaba en el umbral, justo cuando intentaron pasar, Ian toma fuertemente del brazo a Xavier haciendo que volviera a entrar al aula, Trevor al instante intenta golpear al chico, pero es detenido por Yuushin y Jerome que le sujetaron los brazos, de un lado aparece Danny, le da una mirada con su ojo vivo a Ronald, y cierra la puerta.
Ian: Listo- dice viendo a Xavier con mala cara.
Xavier: ¿Qué mierda quieren?, déjenme salir de…- intenta abrir la puerta, pero Ian en un acto brusco la cierra de golpe.
El rubio no entendía lo que sucedía, no hasta que nota que Ian, Luciano y Dimitri le veían, los tres eran parte del grupo de contramedidas, eso ya le ponía nervioso, pero no sabía porque Ronald, Antonio y Ayden también estaban ahí, Bobbie pues, él tenía el sueño más pesado que un yunque. Luciano voltea su mirada a Ronald, quien asiente algo apenado.
Luciano: Entonces… ¿quisiste reemplazar a una vida humana, ¿cierto?- menciona amenazante acercándose al chico.
Xavier: …no sé de qué hablas-
Ian: No nacimos ayer, Ronald ya nos dijo que intentaste convertirlo en otra de tus mascotas para tu propio placer-
Xavier: ¿Y qué?, me rechazó y ahora tengo que conformarme con uno solo, ¿no es suficiente con eso?- Luciano e Ian convierten sus miradas a unas furiosas.
Luciano: Bien, dejemos eso de lado, lo que ahora nos interesa saber…- vuelven a ver a Ronald, quien otra vez asiente.
Ian: ¿Les contaste cierto?- Xavier abre enormemente los ojos, angustiado.
Xavier: ¿Ah?-
Dimitri: Esas dos chicas de Sur de Empher, Hannah y Lilly, les contaste, ¿no es así?- el rubio se paraliza ante la acusación.
Xavier: …n…no… ¡no es cierto!, ¡jamás les contaría!-
Ian: Mmm…Ayden- todos observan al mencionado, quien se levanta de su asiento y se coloca en frente de Xavier para su confusión, cierra los ojos elevando su mano, hasta colocarla en el pecho del chico que tiembla ante el toque.
Ayden: …miente…- abre los ojos acusadores –su corazón y su aura tiemblan- se aleja de él dejándole el paso a Luciano.
Luciano: Así que rompiste la regla, tú sabías perfectamente que eso pone en riesgo la vida tanto tuya como la de las personas a las que le cuentes-
Xavier: Yo…yo…fue un accidente-
Ian: ¡Cállate!- grita sobresaltándolo, Ronald se preocupa un poco, estaban exagerando un poco.
Luciano: ¡Tú las odiabas, pero no creíamos que fueran tan idiota como para contarles y hacer que sufran lo mismo que todos nosotros!-
Xavier: ¡Yo jamás quise que…- de la nada, recibe una fuerte cachetada en su mejilla izquierda de parte de Ian, el golpe termina por hacerlo retroceder adolorido, y con los ojos algo cristalizados, Ronald se estaba arrepintiendo un poco de ser parte de eso.
Luciano: Es tú culpa por no tomártela a la seria, aún con todas las muertes solo incitaste a que murieran dos más, ¡tú las mataste!-
Ronald: ¡Suficiente!- se levanta de golpe, haciendo callar a todos.
Xavier solo le mira, con dos lágrimas cayendo de sus ojos, antes de correr hacia la puerta y salir disparado lo más lejos posible de ahí. “No deberías ser tan blando” le dice Ian al chico de cabellos marrones, responde “tampoco debería ser un monstruo” se dispone a salir de ahí, siendo seguido por Antonio y Ayden. “Sabía que esto pasaría de todos modos” menciona el rubio agachando la cabeza y cerrando los ojos, sorprendentemente, ven como Bobbie se remueve en su asiento, estirando los brazos y bostezando al aire con el cabello naranja rojizo algo despeinado por la posición en la que se había dormido, distraído hasta que nota la presencia de los otros tres.
Bobbie: … ¿qué me perdí?- pregunta tallándose un ojo.
10:38 de la mañana, mismo día, 15 de Setiembre del 2008
Ronald estaba sentado en las escaleras del segundo piso, con Antonio y Ayden detrás suyo en silencio, luego de lo de antes no se sentía muy bien, quería que Xavier admitiera que le contó a las dos chicas sobre la calamidad, pero no que le culparan tan fuertemente de haber asesinado a ambas de manera indirecta, él pasó por lo mismo, estaba seguro que tenía culpa de haber hecho a Jeffrey un estudiante sufrido al haber envuelto a su hermana Suzie, pero tenía claro que si le hubieran dicho las mismas cosas que a Xavier, no se sentiría nada para nada bien.
Ayden: No te agradó mucho ser parte de eso ¿cierto?- escucha que le dice el rubio.
Ronald: ¿Por qué lo dices?- pregunta viendo a Ayden.
Ayden: No lo dije yo- señala a Antonio, aclarando que en realidad solo había traducido su lenguaje de señas.
Ronald: Ah, pues no, no me gustó hacer sentir mal a Xavier-
Antonio: “Entiendo”-
Danny: …eso te hace diferente…- escuchan de repente, al ver atrás, Danny bajaba las escaleras lentamente, con las manos detrás de la espalda y aura calmada, hasta quedar al lado del chico de gorra azul y sentarse en el mismo escalón.
Ronald: ¿A qué te refieres?-
Danny: Diferente…a diferencia de otros…- le observa –tú no estás vacío…te preocupas hasta por personas que…no merecen que nos preocupemos por ellas…- regresa su vista hacia la ventana de en frente.
Ronald: Ah…-
Ayden: Creo que a alo que se refiere es, a que tienes un buen corazón- dice sonriendo.
Ronald: Gracias Antonio- le devuelve el gesto.
Ayden: De hecho esta vez, si fui yo- ambos ríen un poco, Antonio ojalá pudiera, pero no se quejaba.
No valía la pena quejarse, o lamentarse.