La bandera que había sido lanzado cuál proyectil impacta en su espalda, atravesando con el asta su cuerpo. “¡AHH!” gritan del susto al ser cubiertos por la sangre del chico. El cuerpo de Trevor cae de rodillas, mostrando como se deslizaba por el asta.
Mio presiona justo aquella bolsa de aire de seguridad para autos, y solo bastó ese toque, para que automáticamente se inflara abruptamente, golpeando su cuerpo y regresándolo contra aquella filosa punta del tubo. La punta oxidada del tubo le había atravesado la cabeza por completo, sus ojos seguían abiertos, pero sin vida alguna.
Todos ahogan sus gritos, cuando Nelson se cubre con los brazos torpemente cuando impacta contra el vidrio, quebrándolo, atravesándolo y desplomándose desde el séptimo piso del edificio, “¡AHHHHHHHHH!”
“Ah…” el peldaño se quiebra “¡AHH!” grita al caerse hacia adelante la escalera se cae, Madelyn logra sujetarse del gallardete, no soportó el peso, y termina cayendo, encima de la mesa de cristal, que se quiebra en pedazos, lanzando no solo una lluvia de piezas de vidrio diminutas, sino también una de gotas de tinte carmesí que salpicaron todo el alrededor.
“¿Por qué?”
Ronald: …- abre los ojos de golpe al acabar esa pesadilla, no sabía dónde estaba, ni como había llegado ahí, pero sentía la presencia de alguien más.
6:25 de la mañana, 5 de Octubre del 2008
Se ve a sí mismo echado en su cama, llevaba puesta su ropa de dormir, tapado con las sábanas hasta un poco más abajo del cuello, sentía un trapo con agua sobre su frente, y al observar alrededor, nota que efectivamente estaba en su cuarto, y a juzgar por la luz de la habitación y a través de las persianas cremas cerradas, era una temprana mañana en Empher. Pero eso no era todo, alguien más se encontraba ahí, al lado de su cama, sentado en una silla y viéndole fijamente con su único ojo funcional, permanecía Danny, con su rostro neutral, y su cabello, era recogido por ese prendedor que recordaba haberle comprado ese día en el festival, al pensar en eso, los recuerdos le regresan a la mente, levantándose y sentándose en la cama.
- ¿Cómo…?-
- Al fin despiertas- dice el niño -¿cómo te sientes?-
- Amm…bien creo…-
- …ah…que bien- cierra los ojos suspirando, algo aliviado.
- Este…-
Al ver más detenidamente, primero, Danny usaba una camiseta negra manga larga muy simple, unos shorts cortos igual negros como sus medias largas hasta las rodillas y no llevaba zapatos, y segundo, junto a la pared contraria, en el suelo descansaba un saco de dormir color gris claro con una pequeña mochila negra, por como lucía, había sido usado, y no exactamente por el gato Mio que dormía encima en ese momento.
- ¿Te quedaste a dormir?- pregunta sorprendido, el niño asiente como si nada.
- Sí, quería asegurarme de que despertarías- se levanta de la silla, acercándose y arrodillándose en frente de su pequeña mochila, sacando algo.
- Oye, ¿qué ocurrió?- interroga, ya que luego de quedarse inconsciente no sabía que había ocurrido, y el miedo de que quizás alguien más aparte de Trevor hubiera muerto le helaba la sangre.
- Algunas cosas- se levanta y se vuelve a sentar, con una nota doblada entre manos –cuando el caballo te golpeó quisimos llevarte al hospital, pero tú tía insistió en no levarte, decía que a ti no te gustaban esos lugares y que ya habías pasado mucho tiempo en estos-
- Ah- baja la mirada algo apenado.
- Cuando Trevor murió nos ordenaron salir de la escena, Xavier no se opuso, pero una patrulla tuvo que llevarlo a casa, al parecer había ido al evento a pie con Trevor, Jerome y Yuushin te cargaron hasta el auto de tú tía, llegamos aquí, y esperamos a que despertaras-
- ¿En serio?, pues…gracias, por quedarte- sonríe, el niño no hace lo mismo, pero asiente.
- Sí, por cierto…- toma la nota doblada, extendiéndosela –esto es para ti- Ronald se extraña un poco ante eso.
- Gracias, ¿qué…?- procede a abrirla, pero Danny le detiene colocando su mano sobre la suya.
- No, aún no, no puedes leerla…hasta que yo me valla, probablemente…debería ser ahora- se levanta caminando para tomar sus cosas.
- ¿Qué?, pero…-
- Me ordenaron no saber lo que dice esa nota, es de parte del líder de contramedidas- o sea Luciano, no sabía que pensar exactamente.
- ¿Por qué?- Danny se cuelga su mochila en la espalda, volteando a ver a Ronald, y respondiendo.
- Luciano…fue el que me ordenó…alejarme de ti-
- …- ahora de verdad, no sabía que pensar.
- Dile a tú tía que gracias por prestarme el saco para dormir, nos vemos luego, Ronald- abre la puerta corrediza, disponiéndose a salir –ah, cierto- se saca su mochila, abriéndola y sacando algo, la gorra azul de Ronald, volviendo a acercarse al chico y extendiéndole el objeto –se te cae mucho últimamente-
- Jajaja sí, quizás debería pegármela a la cabeza- dice bromeando para alivianar el momento, porque claro que eso de que Luciano haya hecho tal cosa, no le parecía nada bien.
- Podría funcionar- dice con su rostro serio, pero luego, con una pequeña sonrisita de niño, que cautiva por completo al chico de cabellos marrones –nos vemos mañana en la escuela-
Volviendo a colgarse su mochila sale por la puerta, cerrándola tras de sí, Ronald seguidamente escucha los pasos casi inaudibles del niño, como intercambiaba unas palabras con su abuela que de seguro ya estaba despierta, oyendo un “gracias, hasta luego” de parte de la vocecita tierna del niño del parche, y luego un “hasta pronto bebé” de parte de su abuelita Bertha, después el sonido de Danny colocándose el calzado y finalmente el de la puerta principal, abrirse, unos pasos, y luego cerrarse.
Pasado un rato tanto su madre como su abuela pasaron a ver como se encontraba, era lógico que ambas hubieran preferido llevarle al hospital para estar más seguros de que Ronald no tuviera otra recaída, pero Jessica había insistido una y otra vez que no era nada grave, tuvo que mentir acerca de lo que ocurrió en verdad, diciendo que se había caído mientras jugaba con sus amigos, la noticia de “Joven muere trágicamente atravesado por una bandera en el festival de Empher” llegó a oídos de la familia, pero por suerte, la mayoría de los padres de los demás amigos de Ronald se mantuvieron todo ese tiempo en el estacionamiento, no enterándose del accidente hasta el día siguiente y por tanto evitando que preguntaran cosas demás a sus hijos que revelaran cosas sobre la calamidad y se expusieran al peligro. Jessica tuvo que fingir también que no había visto la escena, y que habían dejado el festival minutos antes de que ocurriera el accidente. La madre y abuela, de menos creyeron la historia.
El de cabellos marrones recordó que era día domingo y que mañana tenían escuela pues aún era octubre y mes de clases, por primera vez en su vida sintió el gran deseo de asistir a clases y averiguar directamente como estaban los demás, y ver a Danny también, para su mala suerte, debido al desmayo su madre terminó por ordenarle descansar durante toda esa semana, o sea cinco días enteros sin escuela, podría ser algo bueno para muchos, para Ronald no, para nada, de hecho, ahora se sentiría más desesperado por saber.
Pov’s Ronald
Bien, creo que debería aliviarme un poco de no tener que ir a la escuela por cinco días, pero de todos modos no puedo evitar sentir la angustia de que los demás obligatoriamente deban asistir para no generar sospechas poniéndose en peligro, técnicamente yo no estoy a salvo, hasta ahora solo Spike a muerto en su propia casa, quiere decir que yo no estoy totalmente seguro de la calamidad. Me preocupa Danny, él espera vernos mañana como dijo antes de salir, le llamaré luego para decirle que no iré, le visitaré uno de estos días que mi madre me deje salir, ruego que para entonces nadie haya muerto, con Trevor ahora son creo que quince fallecidos.
Hablando de Danny, en serio no puedo creer que se haya quedado conmigo toda la noche, y por la mochila imagino que habrá ido a su casa y luego vino aquí, aprecio mucho eso, es algo conmovedor, pueden pensar que es cursi o lo que sea, da igual, deberé devolverle el gesto cuando tenga la oportunidad, fue tan lindo de su parte esperar a que me despertara, es muy…dulce, si ya sé no es el verbo que muchos usarían para describir al niño a simple vista. El simple hecho de saber que aunque se muestre siempre frío o neutral, se preocupe por mí, como yo de él…no sé si es normal que mi corazón esté latiendo de esta forma. Tal vez debería descansar…a verdad, justo antes de taparme con las sábanas recuerdo esa nota que Danny me dio.
Así que…Luciano fue el que le ordenó a Danny alejarse de mí…pero, ¿por qué?, ¿por qué hacer tal cosa?, luego me pondré a pensar en las respuestas a esas preguntas. Tomo la nota doblada en forma cuadrada entre mis manos, es una hoja simple de color blanco, la desdobló hasta tener su contenido claramente, leo.
“Edificio DawnSun - Calle 3 - Departamento 6G
A las 5 en punto de la tarde
El jueves 9 de Octubre
No informar a nadie más
Atentamente, el comité de Contramedidas”
…amm…honestamente esto no me da mucha confianza.
Conozco la calle y el edificio DawnSun, está cerca de donde viven Luciano y Brandon, no será difícil llegar, será en un departamento, ¿pero de quién?, los dos que mencioné viven en casas no en departamentos, no sé si arriesgarme, ni siquiera dice para qué es la reunión, o encuentro, no sé a quién más le habrán entregado el mismo mensaje, sé que no soy el único porque dice “no informar a nadie más” y eso suena muy en general para ser enviado a una sola persona, lo que tengo claro es que veré a Luciano, Ian y Dimitri, y Danny no irá, él mismo dijo que no tenía permitido leer la nota, me parece extraño pero tengo la sensación de que ese niño de parche blanco acata órdenes al pie de la letra. Como sea, no iría, pero tengo el presentimiento que es algo sobre la calamidad, por algo dice de parte del comité de Contramedidas, ¿debería ir?
- ¿Ronald?-
Escucho y seguidamente golpean suavemente a mi puerta, siendo la voz de mi tía. Guardo la nota debajo de la almohada rápidamente, antes de que ella entrara, por lo visto, preocupada. “Que bien que ya estés despierto” dice acercándose y sentándose en mi cama, “lamento si no te llevé al hospital, pero no quería que volviera ahí, en un buen tiempo” me dice volteando a verme, y luego al suelo, deprimida. Sé que no es el momento, pero igual le pregunto.
¿Me podrías cubrir este jueves?- ella me mira, con algo de duda, y temor.