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The Extra, The Class 3-3 por kpoploveever

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Notas del capitulo:

Aqui el cuarto capitulo de la adaptacion

siento que las cosas van muy lento, pero si las hiciera mas rapidas los capis quedarian muy lagos y probablemente se aburririan

bueno, a leer, espero les guste un poco al menos

2:35 de la tarde, 6 de Mayo del 2008

 

Eran las últimas dos horas del horario escolar de Empher del Norte, pasado el mediodía el cielo estaba coloreado de un celeste claro, algunas nubes tapaban la luz que trataba de llegar a tierra, pero parece que esta vez esos algodones blancos lograron nublar el lugar, dejando agujeros de agua e iluminación entre piezas, suerte que el paisaje no estaba oscuro, pero tampoco brillante, como siempre, las horas y minutos en Empher, eran neutrales, no malos, pero tampoco buenos, o alegres.

 

Junto a la gran institución, había un amplio campo de deporte, hasta algo exagerado a decir verdad, ingresando a través de un par de escaleras, todo el espacio estaba a un nivel más bajo que la escuela misma, todo el contorno de césped y arbustos frondosos, no faltando la reja alta rodeando el gran campo de deportes. Aunque era grande, era muy simple, todo pura tierra, plana y firme, al lado derecho una pequeña zona para la práctica común en escuelas públicas como esa, el salto largo, al lado izquierdo un campo de cemento marcado para que sea un campo para deportes inter escolares, siendo cuatro canchas rectangulares, y lo más vistoso y fácilmente percibido al entrar, la enorme pista de carreras y agilidad en forma cuadrada y esquinas ovaladas con las típicas líneas blancas que dividían los carriles, siendo cinco, todo hecho claro especialmente para las clases de educación física del colegio Empher. Y la clase que tenía física en esas dos horas finales del día escolar, era nada más y nada menos que la clase número 3 del noveno grado de estudio, a excepción de que de los 36 alumnos, solamente 32 estaban activos en el periodo.

 

En la gran pista de atletismo, corrían 17 chicos, todos ya en la tercera vuelta completa de cinco, que el entrenador les había mandado a realizar, la mayoría ya tenía rostro de sofoco y cansancio, los menos ágiles por supuesto, porque otros tenían admiración bien merecida al resistir tremendo ejercicio, que sin dudas sería mucho peor si hubiera sol o calor, afortunadamente para la mayoría, el clima era templado. Todos usaban el buzo de deportes, camiseta blanca manga corta, pantalón azul con franjas blancas, y zapatillas de deportes igualmente blancas, en orden, de todos ese chico con bandas en sus manos y brazos, y de rostro con bandita en la nariz, Yuushin, era el primero de todos, estando a una distancia aventajada del grupo, sonriendo desafiante por ganarle al resto, siendo seguido por Jerome, Dimitri, Matthew, Marlon, Gibson y Brandon, con buena resistencia, pero no la suficiente para superar al que tenían en frente, en medio del conjunto iban los que tenían físico promedio, ni fuertes ni débiles, Jeffrey, Ian y Curtis, ambos con caras de indiferencia y seriedad, Antonio, sonriendo alegre y tranquilo, Look, con rostro enojado además de malhumorado, Taylor, serio sin hacer gesto alguno y Patrick, normalmente sin cansarse, y al último y ya con la respiración agitada, sudando pesadamente y con la apariencia de querer morirse y poder dejar de correr inútilmente, eran Trevor, quien a penas y caminaba rápido, Nelson, que a pesar de hacer su esfuerzo debía detenerse a recuperar el aliento, y el que iba hasta el final, Bobbie, con su ya típica cara somnolienta y de sueño, sin embargo no le importaba en lo más mínimo ganar la carrera.

 

A un lado mientras tanto en la pista de salto largo, de tierra por supuesto, estaba la otra mitad de la clase, usando el mismo buzo que los otros, “Listo!” grita ese niño peli rosado, Jimmy, levantando su manito sonriente, antes de tomar velocidad y salir corriendo hacia el frente, y con impulso, saltar apoyándose sobre sus pies antes de la línea amarilla marcada, y aterrizas sobre la tierra lo más lejos que su poca fuerza pero gran determinación lograron hacerle llegar, aunque termina tropezándose un poco y cayendo de cara, pero no pasó mucho hasta que la levanta y ríe gracioso por su accidente, siendo ayudado por Felix, quien era como el asistente del entrenador de unos cuarenta años que tenían al lado anotando sus marcas de salto con su cara soberbia y abrumadora, en fila a un lado esperando sus turnos, estaban el resto de chicos, Connor, como siempre solo con las manos en las caderas y de espaldas al resto, Jerry comiendo una barra de chocolate a escondidas del profesor, Elliot y Spike hablando amigablemente uno con el otro, Ayden, con los ojos avellanas medio cerrados, en actitud tranquila y serena, Keith chismeando y riendo algo aniñadamente con ese chico, perdón, con esa chica Sunny, el rubiecito y bajito de Emmet con sus manos en la espalda y cabeza agachada tímidamente, luego Zack, de brazos cruzados y desinteresado de todo a su alrededor, Xavier, recostado contra la reja relajadamente y confiado, y por último Luck, que a diferencia de su gemelo tenía una linda sonrisa tierna en la carita, junto con Finn conversando de caricaturas, obvio ya saben cuál es la favorita de Finn.

 

De vuelta con los chicos que seguían en carrera y ahora en su cuarta vuelta de cinco, Yuushin seguía a la cabeza de todos, ya con su sonrisa confiada pero sin dejar de hacer esfuerzo, y nota como desde atrás, Jerome y Dimitri logran estar detrás suyo, volteando un poco la cabeza, y riendo amistosamente los tres, incluso el chico de lentes, después de todo no era tan serio como se creía, o al menos cuando Yuushin estaba cerca, mientras atrás, el resto seguía luchando por alcanzarlos, y uno de ellos, Jeffrey, termina tropezando y cayendo de cara, la suerte no le llovía sin dudarlo. No sería fuera de lo común, si es que ese tal niño, Danny, estuviera ahí, nuevamente no estaba con el resto como se supone que debería ser.

 

Desde lejos, entreteniéndose como esos chicos, y nuevos compañeros también, se esforzaban para correr lo mejor que podían en esa gran cancha, estaba Ronald, esta vez usando su gorra favorita en la cabeza, en lugar de en su mochila, no podía usar el buzo, y para colmo solo le permitían usar gorra al no estar bajo techo de la escuela, así que técnicamente no le podían decir nada, por esto sonreía, sin embargo, algo nostálgico, quisiera poder unirse a el grupo, y correr, saltar, hacer cualquier tontería, sin tener que preocuparse por un nuevo colapso, pero desafortunadamente, él sabía que eso no sería posible, al menos por ahora, la espera valdría la pena, de eso estaba seguro, pero simplemente, no podía esperar, no era paciente y lo admitía, pero como muchos, más bien como casi todo el mundo, no quería volver al hospital tan pronto, más bien no quería volver al hospital, como paciente, aun así, esos chicos no se veían tan malos, no le sería difícil adaptarse, pensaba.

 

Harley: Quieres correr, ¿verdad?-

 

Le pregunta una voz suave de repente, antes de que sus oídos, fueran invadidos por el dulce sonido de las cuerdas de un violín, tocando una hermosa y relajante melodía clásica, no era precisamente el estilo de Ronald, más ese chico evidentemente poseía un gran talento musical. Ronald voltea a verle mejor, recordando que él era ese chico de piel pálida, delgado, y de apariencia, no demacrada, pero sí débil, sus ojos cafés resaltaban al ser de color, y su cabello algo largo y castaño le hacían ver, junto al uniforme escolar, bonito, algo simple, pero lindo.

 

Ronald: Si, me encanta correr, o al menos caminar rápido- sonríe nostálgico.

 

Harley: Ya veo, así que tú si has corrido antes- habla sin dejar de tocar el instrumento.

 

Ronald: Ah pues sí…oye…me pareció escuchar que tienes una…condición…cierto?-

 

Harley: Mhm- asiente, dejando de tocar su violín, y mirando al frente con media sonrisa –es cierto, no puedo alterarme mucho, ni hacer actividades muy fuertes, cada vez que lo hago…en el mejor caso me desmayo y me golpeo la cabeza…y en el peor…se me cierra el pecho, y no puedo respirar- la pena en sus palabras es sentida por el otro.

 

Ronald: Ah…lo lamento-

 

Harley: Gracias, pero nací con ella- toma su violín y vuelve a empezar a tocar otra melodía, mucho más dulce, pero triste que la anterior –así que estoy acostumbrado, y pues no sé lo que se siente el correr…y en verdad me gustaría…sentirme libre al hacerlo, estoy seguro que es tan bueno o más liberador de lo que dicen los demás-

 

Ronald: …- se sorprende de las palabras del castaño, realmente entendía lo que sentía, era agradable que alguien más le entendiera, pese a que él volvería a correr, y el que Harley lo hiciera, aún era incierto., pero las esperanzas nunca se pierden -¿sabes?, es posible que puedas hacerlo algún día- le sonríe lo más amigable que puede.

 

Harley: …- detiene su toque y mira algo sorprendido a Ronald, antes de enternecerse y devolverle el gesto amable –sí, tal vez tengas razón, algún día- regresa la mirada al frente.

 

El chico pálido continua con su dulce canción, tocando las notas a la perfección, le había dedicado mucha práctica y tiempo a ese bello instrumento que podía sacarle, y liberarle de vez en cuando de su cotidiana y algo sedentaria vida debido a su condición, pero su gesto animado no era una farsa, mucho menos una mentira, tenía sus esperanzas.

 

Una mirada fría se asoma desde la azotea desolada de la escuela, mirando fija y perdidamente al mismo tiempo por entre los barrotes de hierro en lo alto, viendo el campo.

 

Una nota chirrea, siendo acompañada de un pequeño quejido por parte del castaño opaco, soltando repentinamente la vara con cerdas que utilizaba, chocando contra el suelo dando un rebote, mientras Harley sin poder controlarse y siendo vencido por esa fuerza invisible, ladea la cabeza hacia un lado, por el gran golpe de agotamiento, su piel se vuelve mucho más pálida que antes, y su debilidad hace que el violín caiga sobre su regazo, no se dejaría vencer tan fácil, siempre se decía lo mismo, y esta vez no sería una excepción, con las mínimas energías que le quedaban en su exhausto cuerpo, se levanta de la banca color azul, antes de quedarse dormido, o inconsciente, con la justas apoyándose en su rodilla para elevarse y erguirse dificultosamente.

 

Harley: Voy a…a…ir a la…oficina de la enfermera a…recostarme- le dice a Ronald con un gesto bastante fatigado, preocupando al de cabellos marrones claros, pues también nota el gran cambio al color de piel de su rostro, se levanta al instante, elevando sus manos para intentar ayudarlo a mantenerse de pie, pues parecía que en cualquier momento se desplomaría.

 

Ronald: ¿Estas bien?- pero Harley eleva con movimiento exhausto su mano evitándolo.

 

Harley: Pasa todo el tiempo, puedo…llegar…por mi cuenta- Ronald se agacha tomando la vara del violín del suelo y entregándosela –gracias…nos vemos- y con su violín y vara bajo su brazo derecho, sube las escaleras de la pequeña elevación para regresar al interior de la escuela.

 

Ronald seguía algo preocupado por el chico, pero Harley había dicho que nación con la enfermedad y suponía que podía él solo, pero claro nunca está por demás sentir algo de intranquilidad por la apariencia tan débil que tenía, pero lo que menos necesitaba alguien como él, era que le tengan pena, y era lo que menos quería Ronald también.

 

Jeffrey: ¡Oye Ronald!-

 

Escucha la voz de otro chico llamarle, instintivamente voltea al escuchar su nombre, viendo como el chico se le acercaba corriendo con una sonrisa, hasta estar en frente suyo, Jeffrey, aquel compañero que reconocía, por la cabellera marrón y despeinada que tenía sobre la cabeza, le causaba algo de gracias.

 

Ronald: Ah, hola- le saluda amable, pero se desvanece la sonrisa que tenía al notar el golpe y moretón que tenía Jeffrey en la frente justo encima del ojo, no era nada serio, pero si era un golpe duro.

 

Jeffrey: Oh…ah, ¿esto?- señala su lesión, tapándola con una mano –jaja no te angusties, no es lo peor que me he hecho, la suerte nunca ha sido algo que me abunde jajaja- ríe divertido.

 

Ronald: Jaja supongo- vaya que el chico despeinado sabía ver el lado positivo de su accidente.

 

Jeffrey: Jaja, bueno, ¿oye has visto a donde fue Harley?-

 

Ronald: Ah, fue a la enfermería a…-

 

Jeffrey: ¡¿Qué?!, él está bien se desmayó le dolía algo?!- pregunta alterado repentinamente acercándose demasiado para la comodidad de Ronald, quien solo le ve algo raro.

 

Ronald: Este, no no te preocupes, él dijo que estaba bien-

 

Jeffrey: ¡Agh! ¿Por qué siempre dice eso?!, te veo luego- se despide rápido y sale corriendo subiendo las escaleras, a pesar de que el entrenador no le había dado ningún tipo de permiso.

 

Ronald: ¡¿A dónde vas?!-

 

Jeffrey: ¡A la enfermería!- responde con voz ansiosa, se notaba que quería al chico del violín, y se preocupaba por su bienestar.

 

Pov’s Ronald

 

Está bien, esa escena me recordó rápidamente a lo que me dijeron en la mañana de hoy, “¿te gustan los chicos?, no importa si te gustan o no, aquí no discriminamos por eso” fue lo que escuche de parte de Jimmy y Dimitri, según ellos esa regla fue impuesta gracias a un tal Ian, bueno, eso quiere decir que…algunos aquí podrían ser, ustedes saben, gays…en fin, honestamente no me importa si dos chicos o dos chicas se gustan, aunque no me incluyo, en Australia he tenido dos novias, claro, ambas duraron poco menos de un año, pero eran amores infantiles, ahora ya tengo 14 y me doy cuenta de más cosas, como que no es tan fácil enamorarse y que te correspondan como creía. Me salí del tema, solamente digo que pues…está bien que a algunos chicos les gusten otros, creo que no es algo tan raro en escuelas para varones únicamente, o eso he oído, no tengo problemas con eso, y puedo jurar que ese Jeffrey quiere bastante a Harley, no lo culpo, el chico es lindo, claro no es mi tipo, a mí me gustan las chicas, eso no significa que crea que está mal, obvio que no, además la mayoría aquí me agradan, y si fueran homosexuales, seguirían agradándome, no veo por qué no. Me parece bien que esta escuela tenga tanta tolerancia y libertad, creo que cualquiera lo notaría, con solo ver el panorama que tengo de tantos chicos diferentes, bueno y una chica, ya saben de quien hablo jeje, aunque todavía no sé cuál es el chiste de ese niño que usa gorro blanco con orejas, parece un osito polar, lo usaría todo el bendito año si me permitieran correr al menos una hora, no me gusta tanta calma.

 

Por lo que veo, la carrera de cinco vueltas por fin llega a su fin, y todos graciosamente se tiran al suelo sentados o echados recuperando el aliento jajaja no puedo creer que se hayan cansado por solo cinco vueltas, a excepción de Yuushin, Dimitri y Jerome, claro se les nota algo agitados, pero son casi los únicos que siguen de pie, me agradan los tres, me recuerdan un poco a mí, si yo no puedo disfrutar de sentirme libre, que bien ver a otros sentirse así, me levanta un poco los ánimos. El otro grupo también parece estar terminando las pruebas de salto largo, solo faltan unos cuatro chicos, creo que se llaman…Xavier, Emmet, Jerry y ese chico Sunny, ah no perdón, esa chica Sunny, y ni señales de Danny, me pregunto dónde estará, le vi en el salón, así que técnicamente debería estar aquí con el resto, como sea, aún faltan veinte minutos de la clase antes de poder irnos, si, no veo la hora de volver a casa de mis abuelos, y o tumbarme en la cama a ver televisión, o ponerme a leer o quedarme sentado hasta dormirme, todo es tan aburrido ahora, de hecho hoy fue más entretenido que toda la semana sin hacer nada más que comer, hablar, caminar, ayudar en algunas cosas y soportar mucha sobreprotección de parte de mi mamá, es bueno y lindo que se preocupe por mí, pero puedo cuidarme solo a veces, siempre lo he hecho.

 

Jimmy: Ronald?- quito mi vista del frente para ver a ese niño Jimmy, peli rosado, peculiar, él me sonríe amable, ladeando un poco la cabeza cuando le devuelvo el gesto -¿a dónde fue Jeffrey?, me pareció verlo venir hacia acá, y creo que Harley también debería estar aquí, ¿los has visto?-

 

Ronald: Ah, Harley fue a descansar a la oficina de la enfermera, y Jeffrey fue a acompañarlo- veo como su carita se torna algo triste.

 

Jimmy: Oh…ya veo-

 

Imagino que también conoce bien sobre la condición de Harley, pero el parece mucho más triste, ahora que lo noto mejor, solo me gana media cabeza de altura estando yo sentado y el de pie, vaya que su apariencia le hace ver demasiado joven, al igual que otros de la clase, pero él se lleva el oro por así decirlo, él se acerca más y se sienta al lado mío, a una distancia claro, el al igual que todos lleva el buzo de deportes, aunque el pantalón le queda un poco grande, se sienta en silencio empezando a balancear sus piernitas, con una carita que denota nervios, seguro por pensar en su compañero, antes de que se deprima, intento sacar tema para conversar para distraerle un poco.

 

Ronald: Oye…entonces, ¿no compartimos educación física con otra clase aquí?-

 

Jimmy: Pues, sólo la clase 3 es diferente- menciona tranquilo, mientras veo como de fondo, están los que acaban de terminar de correr conversando entre ellos, y uno dormido en el piso, y como los otros ya están por ese tal Emmet en el salto largo, aunque no llega lejos el pobre –las clases 1 y 2, y las clases 4 y 5, si tienen educación física juntos…ah estabas con Dimy, Yuu y los demás en el almuerzo no?- me pregunta de repente y mirándome con sus grandes ojos.

 

Ronald: Si te refieres a Dimitri y Yuushin, entonces si-

 

Jimmy: ¿Te dijeron algo?-

 

Ronald: Solo me acaban de dar un recorrido por la escuela-

 

Jimmy: ¿Eso es todo?- ¿a qué vendrán tantas preguntas?.

 

Ronald: Si-

 

Jimmy: Ya veo…- deja de verme para mirar el suelo sobando sus manitos y sin dejar de balancear sus piernitas –si no tenemos cuidado, Luciano se va a molestar- ¿eso me lo dice a mí?, ¿o al césped?, ah cierto, creo que podría preguntarle sobre ese chico tan raro, él debe conocerlo no?, digo comparten el mismo salón desde hace un mes.

 

Ronald: Oye, Jimmy…-

 

Jimmy: ¿Sipi?- me mira sin voltear su cabeza, solo con sus ojitos.

 

Ronald: Me he estado preguntando…- me voltea de lado para conectar miradas -¿dónde está Danny?-

 

Fin Pov’s Ronald

 

 

El niño peli rosado abre bien grande los ojos, asustado, sin mirar a Ronald, dando un respiro profundo y volviendo en sí, volteando para mirar al de cabello marrón con gorra.

 

Jimmy: …¿quién?…- su carita se torna confundida e inocente, ladeando un poquito la cabeza en señal de no entender la pregunta.

 

Ronald: El chico que se llama Danny, que lleva un parche en el ojo izquierdo- Jimmy niega repetidas veces sin quitar su rostro de duda y confusión.

 

Jimmy: ¿Qué?- Ronald empieza a extrañarse por la actitud del niño, quien no reconocería u olvidaría al único chico con un parche en el ojo?

 

Ronald: Este…no le vi en el salón de clases durante el almuerzo…y…-

 

El de cabello marrones mira el cielo, nublado y algo oscuro, y sintiendo algo extraño, seguidamente hace que su mirada voltee, y encuentra la pequeña silueta de un niño, detrás de los barandales de la azotea descubierta de la escuela, podrá reconocer esa sombra oscura, y ese cabello negro y ese mancha blanca en el ojo, un parche, y sostenía algo entre manos, como si esa sombra le llamara, Ronald sale corriendo en dirección a la escuela, con intenciones de ver al niño.

 

Jimmy: Ah ¿Ronald?- intenta llamar su atención antes de que se valla, pero el chico de gorra le ignora y sigue su camino, dejando al peli rosado algo preocupado.

 

Dimitri: Jimmy- el niño voltea al escuchar su nombre, y al oír esa voz tan familiar, viendo como el chico de lentes alto se le acercaba, hasta quedar en frente suyo -…¿y Ronald?- es lo primero que pregunta, con semblante firme al más bajito.

 

Jimmy: Ah…no sé…estaba aquí, pero se fue de repente-

 

Contesta el pequeño empezando a jugar con sus deditos, nervioso por lo que pudiera decirle el mayor, Dimitri frunce el ceño, elevando una ceja extrañado, pero lejos de decirle algo a Jimmy, solo eleva una mano acariciando su cabello, haciendo que el pequeño elevara el rostro, sonrojado, y seguidamente le dedica una sonrisita al de lentes. Dimitri no se resiste antes esto, esbozando su sonrisa también, toma la mano de Jimmy para hacer que se levante, “vamos con el resto” le dice antes de caminar aun tomándole en dirección al grupo junto con el entrenador, el de cabello rosado salta con cada paso, pareciendo como si fuera el hermanito pequeño de Dimitri, quien a diferencia se veía muy serio a pesar de estar sonriendo, pero ya que su mente pensaba algunas…cosas, acerca de ya saben quién, todo su alrededor era un aura misteriosa.

 

 

Luego de subir las escaleras hasta la azotea, cosa que tuvo que hacer con cuidado, ya que en realidad no se les permitía la entrada a los alumnos por ahí, lo que le pareció extraño, pues confirmó que su vista no le engañó, ahí frente al barandal de metal, junto al tanque de agua de la escuela y algunas ventilaciones, estaba él, Danny, el chico estaba casa vez más oscuro, pronto llovería, y no sería de esas lloviznas tranquilas. Ronald se queda al lado de la puerta de las escaleras, viendo a Danny a algunos metros de distancia, era curioso encontrarlo ahí, al notar mejor, parecía que el niño dibujaba algo, ya que sostenía un cuaderno de dibujo, y con un lápiz realizaba ligeros trazos sobre el papel. El de cabellos marrones espera unos segundos, antes de encaminarse en dirección al pequeño niño peli negro. Danny obvio nota la presencia de alguien más ahí, para él no era nada común que alguien subiera, sobre todo si estaba ahí, Danny solo mueve sus ojos, echándole una ojeada a Ronald, unos cortos segundos, y regresa a su mundo, ignorando todo a su alrededor.

 

Ronald: Oye…Danny- intenta hablarle, sin saber que decir –amm…¿estás observando a los de educación física también?-

 

Danny: …- ninguna respuesta.

 

Ronald: …¿deberías estar aquí?- decide llegar al punto.

 

Danny: …no lo sé…pero no tiene sentido observar de cerca- responde más para sí mismo que para Ronald, quitando la vista de sus orbes del papel en el que dibujaba, observa al de cabellos marrones –¿y tú? ¿Deberías estar aquí?-

 

Ronald: …- por unos segundos, no sabe cómo contestar a tal pregunta, no sabía si era un regaño, o una curiosidad, ese niño hablaba sin ningún tipo de señal que indicara su estado de ánimos –no lo sé- fue lo único que pudo pensar para acabar con esa interrogante, observa el cuaderno anillado de Danny, teniendo curiosidad -¿Estabas dibujando algo?- pregunta, pero el de cabello negro al instante de oír la frase, esconde el cuaderno detrás suyo, como si así desapareciera, Ronald confundido solo hace otra pregunta –amm…¿tú eres Danny, cierto?-

 

Danny: …sí…- el niño del parche blanco no deja de mirarle, poniéndole algo nervioso.

 

Ronald: Bueno, así que…¿recuerdas haberme conocido en el Hospital de Empher el otro día?-

 

Danny: …- el niño sin cambiar su expresión aterradora, solo niega suavemente con la cabeza.

 

Ronald: En el ascensor, bajaste al segundo sótano- Danny algo cansado de tanta conversación sin sentido para él, cierra su ojo visible, y agacha un poco la cabeza, resoplando, y pronunciando.

 

Danny: ¿Algo como eso pasó?- Ronald otra vez, no sabe que decir, el chico era muy raro, aunque sonara cruel.

 

Ronald: Ah, ¿a qué fuiste al segundo sótano?, dijiste que tenías algo que entregar, estabas sosteniendo una especie de…muñeca blanca…es eso lo que tenías que entregar…-

 

Danny: Odio ser interrogado- dice de repente abriendo su ojo, con voz baja pero fría, quitando la mirada de Ronald y mirando al suelo.

 

Ronald: Oh, lo siento, no estaba tratando de forzarte a que me dijeras, en serio, yo sólo…- Danny le vuelve a mirar, con su ojo avellana algo tapado por hilos negros de cabello –pues…bueno…-

 

Danny: …- voltea sin dejarle terminar, poniendo su atención en el paisaje rural y algo urbano que le daba esa azotea, respondiendo –algo muy triste…pasó ese día- el viento regalo de la tormenta que se avecinaba le eleva el pelo negro, elevando su mano para acomodarlo –tú eres Ronald Daniels, ¿correcto?-

 

Ronald: Amm sí-

 

Danny: ¿Tus compañeros no te han contado?- voltea a verle de nuevo, Ronald juraría sentir un escalofrío en su espalda y en el cuello.

 

Ronald: …¿contarme qué?- por alguna razón, su voz sale asustada.

 

Danny: …ellos asocian tu apellido con la muerte…pero no una muerte cualquiera…una muerte cruel e irracional…- achica su único ojo viendo fijamente a Ronald -…que pasó en esta escuela…esta escuela está en un lugar cercano a la muerte…sobre todo…la clase 3 de noveno grado…está mucho, mucho más cerca que cualquiera de las otras clases-

 

Ronald: …- mientras más hablaba el peli negro, más confuso, y asustado, se sentía el de cabellos marrones, y el paisaje oscuro que se formaba no ayudaba a tranquilizarlo -¿de…la muerte?- pregunta tartamudeando, todo eso le parecía muy absurdo.

 

Danny: …- achica mucho más su ojo, para ver con más detalle al chico que tenía en frente -¿en realidad no sabes nada, Ronald?- cuatro cuervos permanecen posados encima del tanque de agua, viendo con sus ojos rojos puntos irreconocibles -¿nada en absoluto?- las aves de plumaje negro echan a volar, cada una más lejos de la otra, dejando solo plumas caídas oscuras del color de la noche en el aire -¿nadie te ha contado?-

 

Ronald: ¿Sobre qué?-

 

Danny: Lo sabrás muy pronto- su semblante cambia a uno estricto, incluso más que la que cualquier adulto pudiera darle, o cualquiera que quisiera tratar de asustarle, Ronald escucha las palabras del más bajo, sorprendiéndose -…no deberías tratar de acercarte a mí…no deberías hablar más conmigo tampoco-

 

Ronald: ¿Por qué?- su voz suena algo molesta, no le agradaba la idea de ignorar a alguien, era algo grosero, no quisiera que se lo hicieran a él, entonces porque hacérselo a un chico como Danny?, no tenía sentido, al menos necesitaba una razón, una, que lamentablemente no le fue dada, pero si contestada, con una frase ya dicha antes.

 

Danny: Lo sabrás muy pronto-

 

Ronald: Pero…-

 

No le da más tiempo de hablar, pues Danny retoma su paso helado, su aura aislante, caminando a un lado de Ronald, solo viendo al frente suyo, su camino de regreso, aunque sabía que el chico tenía su vista, curiosidad y mucho más posadas en él, no tenía ni la más mínima intención de voltearse, o de seguir hablando, por ese día al menos, ya era bastante lo que había hecho y lo sabía muy bien, lástima que Ronald, por el contrario, no entendía absolutamente nada, y muy lejos de obtener respuestas a sus preguntas, ahora tenía que preguntar por el significado de las mismas, y sin mencionar, que ahora tenía muchas más interrogantes que quisiera hacer. Ronald se queda en su mismo sitio, siendo cubierto por el viento helado y cada vez más fuerte de la tormenta cercana, mientras posaba su vista en el cuerpo pequeño de espaldas que avanzaba y se alejaba de él a cada segundo, deseando que volviera, o que se detuviera. Por más que deseaba que se cumpliera lo primero, fue lo segundo, más o menos, Danny se disminuye su ritmo de andar, a un poco más de medio camino hacia las escaleras, volteando el rostro blanco y con mechones negros cubriéndolo, hasta poder ver a Ronald con su orbe derecho, y diciendo un sencillo “adiós, Ronald” con la típica voz neutra, sin detener su paso, hasta que finalmente, volteando a un lado, desaparece de la vista de Ronald, bajando las escaleras, y ambos perdiéndose de vista, pero el que quedó solo en la azotea, frente a los barandales, se petrifica en su sitio, a niveles de extrañeza que nadie podría explicar.

 

 

Las calles estaban llenas de charcos, posos formados tanto en pequeños como en grandes desniveles, las luces a lo lejos eran opacadas por la cortina y velos de lágrimas torrenciales de las nubes grises  oscuras, la poca gente que transitaba por las calles empapadas traían sus paraguas para protegerse del agua, los estudiantes que empezaban a salir de sus escuelas enteramente mojadas y frías por el clima, ya sea solos, en parejas, o en grupos, también usaban de estos para lograr llegar a sus casas lo menos afectados posible por la lluvia, no faltaban algunos que solo llegaban a cubrirse con el cuello de la chaqueta o abrigo, pero en fin. Solo un vehículo transitaba por una de las carreteras, a velocidad baja, cuidando de no perder el control y evitar accidentes, dentro del mismo, Ronald estaba sentado en el asiento derecho de la parte de atrás, con el cinturón puesto, su gorra a un lado encima de su mochila, y viendo por la ventana aburrido, e intentando despejarse de todo ese día tan peculiar, la repentina voz de su madre le saca de sus pensamientos.

 

-          Y…¿Te estas llevando bien con tus compañeros?- le pregunta la dulce voz de Nicolette la madre del chico mientras conducía.

 

-          Sí, eso creo-

 

-          Me alegro mucho cariño-

 

-          Gracias, por cierto, y la tía Jessica?-

 

-          Ah, ella se quedó por trabajo, me mandó un mensaje diciendo que se quedaría a hacer unos papeleos para su clase, yo terminé los de medicina casi a medio día, pero ella es más lenta para esas cosas-

 

-          Ella será maestra de arte no?-

 

-          Así es, y también tu segunda tutora, así que no dudes en preguntarle cualquier duda está bien?-

 

-          Si mamá, ya me dijo el profe-

 

-          Bien, espero que te valla así de bien todo el año mi hijo-

 

Ronald le iba a responder, pero algo llama su atención, fuera de la ventana, a través del vidrio algo opaco por las gotas de lluvia, distingue a cierto peli negro, parado estáticamente sobre la acerca, ya le reconocería donde fuera, Danny, ni siquiera llevaba un paraguas, debía estar empapándose, pensó en hacer que su madre se detuviera y hacer que suba para llevarle a casa, quizás se había perdido y por eso no se movía, pero luego, aclarando su mente, le pareció muy raro, porque esa repentina preocupación de su parte, por un niño que apenas conocía, o que creyó conocer, según él, ese día era la primera vez que se veían, pero no, él estaba seguro de que si le conoció antes. Todo eso se le pasó por la cabeza, en tan poco y mínimo tiempo, en el que vió como pasaban al peli negro, descubriendo que no estaba perdido, porque no parecía angustiado, ni preocupado, no. Danny solo estaba ahí de pie, con la cabeza en alto, viendo el cielo, todavía llevaba ese parche puesto en el ojo izquierdo, pero parecía que tenía su vista y mirada fijas en algún punto, no se movía, y realmente le daba una extraña sensación al cuerpo, y a la mente. Pronto la imagen del niño desaparece cuando el carro le pasa, y lo deja atrás bajo la lluvia torrencial. Ronald siguió viéndole hasta perderlo quedando con la cabeza de lado y con su vista puesta en la calle que dejaron atrás.

 

-          ¿Qué pasa?- pregunta la madre al notar el silencio y luego ver por el espejo retrovisor como Ronald miraba hacia atrás.

 

-          ¿Ah? No, nada mamá-

 

No importa que siguiera viendo por la ventana trasera del carro, sin importar que no dejara de ver la carretera, acercas y casas empapadas que dejaban atrás con el acelero del auto, Danny se le había perdido de vista, otra vez.

Notas finales:

Se acepta cualquier recomendacion

espero que no confundan tantos personajes pero como dije, solo algunos tendran importancia

si quieren pueden decirme cuales son sus personajes favoritos o menos favoritos de la clase 3 y podria hacer un cambio para que, bueno, que tengan mas o menos importancia en la historia :)

Gracias por leer :D


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