3:06 de la tarde, 1 de Diciembre del 2008
Las rejas metálicas de decoraciones ornamentales estaban abiertas, a cada lado una columna de ladrillos color rojos y más muros que encerraban la propiedad que se veía al fondo al seguir el camino de cemento en curvas sobre el suelo hasta la entrada, se apreciaba bajo el cielo despejado, soleado, detrás de mucha vegetación del jardín frondoso y en frente de esas montañas, una gran casa tipo mansión de apariencia algo antigua pero notablemente renovada y de buena pinta, con columnas en la parte principal y un gran balcón sobre la puerta de dos piezas por la que pronto entrarían. Era esa casa anteriormente mencionada, donde la clase 3 del año de 1990 se había hospedado durante las vacaciones de verano, y dónde supuestamente la calamidad se detuvo, se encontraba ahí, en frente de ellos, si no fuera por la luz solar o el sonido de las aves en aquel bosque, esa estructura larga y poco colorida, sería un paisaje un tanto aterrador.
Ronald: ¿Tienes la cinta?-
Felix: Sí-
Ronald: ¿La oíste?-
Felix: Aún no, me daba miedo escucharla solo-
En frente de esas rejas abiertas, se encontraba toda la clase 3 del noveno grado de Norte de Empher del año 2008.
O al menos…lo que quedaba de ella.
De derecha a izquierda, vistiendo el uniforme escolar, se encontraban Gibson, Oliver, Taylor, Emmet, Matthew, Sunny, Keith, Bobbie, Dimitri e Ian en ese orden, teniendo en frente a la señorita Jessie y al lado a Jonathan el bibliotecario quien había decidido acompañarlos por propia voluntad. Luego un pequeño espacio en el medio en el que se encontraba Luciano, y seguían Jerry, Finn, Xavier, Jeffrey, Patrick, Elliot, Ayden, Antonio, Yuushin, Jerome, Felix, Ronald y por supuesto, Danny, teniendo al lado a la enfermera Nicolette Daniels, quien por cierto, era la única que sonreía calmada viendo el paisaje.
Los demás tenían rostros neutrales, serios mientras sostenían o cargaban sus mochilas de viaje, podrían expresar muchas cosas, pero sin dudas la alegría y la paz no eran incluidas.
Jeffrey tenía un rostro algo triste pero en alto, detrás Xavier estaba cabizbajo con una mirada depresiva mientras su cabello rubio en puntas tapaba su frente. Finn y Jerry uno al lado del otro, aunque el primero haya perdido a su hermano hace poco igual había asistido, sin embargo ya no llevaba ese gorro blanco puesto, Jerry aún lucía muy débil. Matthew tenía un rostro duro irritado, pero internamente no era lo mismo. Elliot tenía una carita de tener miedo, pero estaba ahí junto a los demás. Oliver tenía la mano del chico que más quería puesta en su hombro, sorprendiéndose un poco cuando es retirada, al voltear a ver, se encuentra a Gibson colocando su mano alrededor de su cuello y con cara de dolor, el peli celeste le sonríe y le toma su manito, el menor dudando un poco, también lo hace.
Felix: Esto…vamos a tomar una foto para conmemorar esta ocasión- dice sacando una cámara de su mochila, Ian le mira, con claro desinterés e indiferencia –es nuestro último verano en la secundaria después de todo- sonríe para tratar de animar a los demás, quienes igualmente, de menos la mayoría, también hacen el intento de relajarse un poco -¿bien?-
Dimitri le mira sin nada de emoción. Danny, solo observaba el suelo, su cabello negro le llegaba hasta los hombros, aquel broche evitaba que le cubriera el rostro.
Al final todos aceptan. El sol lentamente se movía para llegar hasta el horizonte, era levemente tapado por las nubes y árboles. “Todos póngase ahí” indica Felix señalando para que todos se acomodaran en la entrada en medio de las rejas abiertas, al lado en el muro de ladrillos, decía escrito en un cartel en letras cafés sobre madera, “Salón Conmemorativo Marquez”.
Antonio camina con un semblante algo bajo, Ayden de la misma forma, con su cabello rubio tapándole la mitad del rostro. Ambos se acomodan de pie a la derecha del grupo. “Perfecto, los profesores pónganse también” vuelve a decir Felix, Jonathan, Jessie y Nicolette acatando esto se ubican a los extremos, el bibliotecario a la derecha y la señorita Jessie y la enfermera a la izquierda. “Bien, voy a colocar para que sean diez segundos…amm…Ronald, Danny, acérquense un poco más, y Ronald levántate la gorra para que se te vea el rostro”, Danny al instante, se mueve a un lado quedando pegado al de cabellos marrones quien se sobresalta un poco ante el golpe a su hombro, el menor parecía un muñequito. Felix presiona el botón de la cámara sobre el tripié corriendo para ponerse a tiempo.
Taylor observa a Emmet, ambos arrodillados sobre el suelo, el menor de lentes se veía asustado. Yuushin y Jerome se encontraban juntos, cosa que a los dos les incomodaba. Sunny se baja más la falda por si acaso pues Bobbie estaba arrodillado en frente suyo, igual él a penas y mantenía sus ojos abiertos por tanto sueño, Ketih se veía aún triste. Patrick al igual que los demás no sonreía. Luciano seguía de brazos cruzados, notando como Felix venía posicionándose al lado de la señorita Jessie y la enfermera.
De derecha a izquierda:
Primera fila, arrodillados: Gibson, Oliver, Xavier, Patrick, Bobbie, Finn, Jerry, Jeffrey, Emmet, Taylor, Elliot, Matthew.
Segunda fila, de pie: Jonathan, Danny, Ronald, Antonio, Ayden, Sunny, Keith, Ian, Luciano, Dimitri, Jerome, Yuushin, Felix, Nicolette y la señorita Jessie.
La foto se toma.
Mostrando a los veinticuatro estudiantes que seguían con vida, hasta ese mes de Diciembre, los sobrevivientes.
Al entrar, se impactan al ver tal decoración y estructura, solamente la primera sala era inmensa, el techo era muy alto pues cubría dos plantas enteras de altura, el techo era decorado con baldosas cuadradas de marcos de madera oscura, en el centro un cuadrado se hundía con un gran y bello candelabro colgando, en el fondo se veían las largas escaleras imperiales, que se dividían en dos caminos hacia los balcones que llevaban a las habitaciones de las segundas plantas, cinco grandes ventanas dejaban entrar la brillante luz, aunque en sí el cuarto era algo oscuro por el color de la madera de roble y el estilo algo extravagante.
Jessie: Mañana visitaremos el santuario para orar por la seguridad- dice la mujer a la clase, tratando de que no sonara muy sospechoso para Nicolette, todos ya estaban al tanto de que ella no debía enterarse de la verdadera razón por la que habían viajado ahí, así habrían probabilidades de que nada le ocurriese. Sin dudas el que ella hubiera venido al viaje, complicaba un poco las cosas.
Todos: Sí- responden al unisono.
Ronald: Es una casa de campo agradable-
Jonathan: Una empresa local donó su centro de recreación, si me preguntas sin dudas que es muy extravagante para un grupo de escuela-
Menciona mientras todos observaban la inmensidad del lugar estando sobre aquel suelo de madera fina con patrones de rombos rojos oscuros con líneas claras rodeándolos, además de la enorme alfombra. “¡Bienvenidos!” escuchan a lo que voltean a ver, encontrando a una pareja de ancianos sonriéndoles.
Maritza: Somos Maritza Marquez y Eduardo Stuart, no se confundan con los apellidos, somos esposos hace mucho, hemos mantenido las habitaciones abiertas y listas para ustedes- dice la mujer algo obesa de cabellos castaños, piel clara algo arrugada y vistiendo una camiseta blanca y delantal amarillo pálido al igual que su esposo más alto de cabello y bigote gris que llevaba una camisa celeste bajo el delantal.
Jessie: Gracias por contar con nosotros para los próximos tres días- Ronald mira a Luciano, quien solo desvía el rostro, algo enojado.
Maritza: Nos alegra, gracias por venir, si hay algo que necesiten no duden en preguntar, nuestras habitaciones son dobles, hemos limpiado y preparado quince como solicitaron-
Jonathan: Bien gracias- Jessie saca de su bolso de viaje la lista de estudiantes.
Jessie: Muy bien, las habitaciones las dividiremos, Sunny con Bobbie, Luciano con Ian, Jerome con Dimitri, Keith con Patrick, Gibson con Oliver, Taylor con Emmet, Ayden con Antonio, Jerry con Finn, Ronald con Felix, Matthew con Yuushin, Jeffrey con Elliot, y Danny…tú irás solo, ¿está bien?- el niño asiente restándole importancia, de todos modos ya estaba adaptado a la soledad, aunque últimamente ya se había acostumbrado a la compañía del de cabellos marrones, quien por cierto sentía algo de pena por el menor.
Todos se empiezan a movilizar a los cuartos asignados, Yuushin sabía que le había puesto con Matthew porque era el único que podría defenderse de él, Sunny no entendía por qué no le habían puesto con Keith, pero a este no parecía importarle, entristece. Ronald separándose del grupo se dirige a Jonathan.
Ronald: Amm ¿por qué Danny estará solo?- pregunta extrañado.
Jonathan: Originalmente como ustedes son 24 íbamos a dividirlos en 12 parejas, Danny tendría que ir con Xavier, pero como ves- ambos observan, como Xavier estaba sentado en un sillón de la sala llorando desconsolado con Jessie y Nicolette tratando de calmarlo –no se encuentra bien en este momento, yo compartiré cuarto con él por si acaso, Jessie y tú madre dormirán en el cuarto de al lado así que estaremos al tanto de la salud de él y de todos ustedes- Ronald asiente.
Ronald: ¿Por qué se encuentra tan mal?- pregunta curioso, pues según le habían contado Xavier no quería a Curtis ni a Trevor, solo les utilizaba para satisfacerse.
Jonathan: Pues, es cierto que él tiene un problema, la ninfomanía no es muy común a su edad, pero parece que ni sus propios padres lo sabían, la verdad tampoco yo u otros profesores, solo algunos informes de que a veces le encontraban o con Curtis o con Trevor en actos carnales…pero…es la culpa la que lo tiene así- el de cabellos marrones no entendía.
Ronald: ¿Culpa de qué?- el mayor suspira.
Jonathan: Precisamente, se siente culpable y responsable de la muerte de Curtis y Trevor, así como las de esas dos chicas Hannah y Lilly y claro también de Spike, si era verdad que él le había contado a esas dos chicas, lo cual es probable que haya causado sus muertes, en cuanto a Curtis…su historia es diferente…-
Ronald: ¿Diferente?- Jonathan le mira.
Jonathan: Curtis no mantenía relaciones con Xavier porque lo disfrutaba, en realidad, Xavier le pagaba- el chico abre los ojos sorprendido –la familia Horton pasaba por dificultades económicas, desde hace un tiempo, Curtis obtenía algo de dinero de parte de Xavier para poder ayudar a mantener a su hermanito, pues sus padres trabajan hasta tarde para poder ganar más dinero y poder pagar las deudas que tienen-
Ronald: … ¿Xavier sabía de eso?-
Jonathan: Sí- Ronald no sabía si odiar al rubio, o tenerle pena, pues estaba sufriendo bastante ahora, aunque hasta podría merecerlo –fue muy trágico que muriera justo cuando regresaba de hacer las compras, y todavía su hermanito presenció la muerte de prácticamente el único ser que le ayudaba en casa, por eso cuando murió, Xavier ya estaba cayendo en depresión, pero no fue sino hasta que esas dos chicas fallecieran en esa explosión en la carretera para deprimirle totalmente- eso explicaba por qué cuando Ronald había ido a la escena vió al rubio medio llorando con Trevor –luego de lo de Spike y Curtis, fue suficiente para acabar por ponerle así-
Ronald: …trató de…-
Jonathan: ¿Matarse?, no…por eso está aquí, al igual que los demás, le da miedo el que pueda llegar a correr el mismo destino que los que ya nos han dejado…en cualquier caso, no intercambies palabras con él hasta que se estabilice, ya está en tratamiento, cuando regresemos probablemente le internen en un hospital psiquiátrico- el menor asiento, algo apenado ahora.
Ronald: Bueno-
Jonathan: Ve a acomodarte a tú cuarto, en unas horas bajarán a cenar- le indica retirándose a ver al rubio, dejando a un chico que sostenía una gorra azul entre manos, sin saber muy bien que debía sentir, al voltear, se encuentra con Danny, quien al parecer ya llevaba un buen rato esperado ahí. Le sonríe.
4:12 de la tarde, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
En el cuarto asignado a Ronald y Felix, la habitación consistía en dos camas una al lado de la otra separadas por una mesa de noche, un tocador con espejo y silla en frente y un baño propio, Jerome colocaba la cinta, ahora perfectamente arreglado gracias al castaño que permanecía sentado junto a Ronald en el sillón junto a la pared, en un mejor aparato de reproducción que había logrado conseguir para el viaje siendo observado por los dos antes mencionados, y también por el niño peli negro de parche blanco sentado a un lado en frente de la mesita en la que estaba el aparato, detrás de él Yuushin estaba sentado en la silla del tocador que había arrimado. La luz entraba por la gran ventana del cuarto, sin embargo por el color oscuro de las paredes y el techo el ambiente igual era algo sombrío. El peli azul abre la reproductora, pone bien la cinta, y la vuelve a cerrar.
- Entonces…la voy a reproducir- dice luego de darle una mirada a los cuatro en el cuarto.
Ronald y Felix asienten, Yuushin igual, Danny, luego de una breve pausa, asiente también. Jerome presiona con el dedo, el botón de reproducir, después adelantando el audio hasta la mitad, volviendo a oír la joven voz de Andrew.
“Ahora bien, esta es la parte importante”
“Después de que llegamos a la parte inferior de la montaña…es cuando sucedió…y por eso…quiero decir…………………yo…………”
“Ocurrió en el bosque, fuera de la casa de campo”
En la oscuridad de la noche, en medio del bosque frondoso y tétrico, se distinguían dos siluetas, una en frente de la otra, ambas en posición de defensa, hasta que empiezan a golpearse.
“Me metí en una discusión con un chico llamado **** terminamos intercambiando golpes”
Las dos siluetas empiezan a lanzarse golpes, algunos evitándolos, otros llegando a impactar en el otro, una de estas lanza un gancho muy fuerte, pero el otro lo evita, no le da tiempo de recuperarse, cuando este se abalanza y de una fuerte tacleada lo empuja haciéndole caer contra un gran árbol.
“Y entonces……………………y entonces…………………………”
“Lo siguiente que supe fue……….que no se movía”
Aquel chico que había tirado con una tacleada, ahora estaba tirado boca arriba, con la cabeza entra las raíces del gran árbol contra el que impactó, pero una de sus manos estaba cerca de su cuello, y su boca, totalmente llena de sangre al igual que parte de su cuello.
“Estaba tendido bajo un enorme árbol”
Andrew se acerca, arrodillándose, notando con horror, una filosa rama saliendo de la boca de aquel chico.
“Cuando miré más de cerca, vi que había sido atravesado de la cabeza por una rama de la raíz de aquel árbol”
El rostro de Andrew palidece, la lluvia empieza a caer, se pone de pie, sin poder quitar la vista de ese cuerpo tendido.
“Estaba muerto”
Pisaba los charcos de agua en el suelo y el césped húmedo, corría aturdido y desesperado por entre los árboles y la vegetación basta y oscura.
“Aterrorizado, corrí a mi habitación en la casa de campo”
La gran casa de campo estaba siendo empapada bajo la lluvia, todo permanecía en oscuridad, salvo por algunas luces amarillas que salían de las ventanas.
“Se había decidido que íbamos a quedarnos una noche más”
“La policía vino a vernos por lo del rayo, la caída y el accidente de esa roca que golpeó la cabeza de Jaxon”
“Me preguntaron un montón de cosas”
“Pero yo no les podía decir nada al respecto de ****”
En el cuarto que Andrew compartía con otro compañero, solamente el otro logró dormirse, solo de lado, pues la lámpara seguía encendida a petición del primero, quien por cierto, seguía echado, viendo el techo sin poder cerrar los ojos o conciliar el sueño.
“No dormí casi en toda la noche”
La imagen del chico tendido bajo el árbol con esa rama filosa saliendo de su boca sangrante le torturaba la mente.
“Estaba seguro de que alguien encontraría el cuerpo de *** y todos se asustarían”
Llega el amanecer.
“Sin embargo, al día siguiente, no había señales de que eso sucedió…”
Andrew caminaba por el bosque entre los árboles bajo la luz de la mañana, dispuesto a regresar al mismo lugar, en el que había matado accidentalmente a ese chico.
“…así que me fui de nuevo al bosque para encontrarlo yo mismo…”
Al llegar…
“Pero……………………..no estaba”
Ahí mismo, bajo ese mismo árbol, sobre el mismo suelo, no había nada, ni siquiera sangre seca, o alguna huella, ni nada.
“Había desaparecido sin dejar rastro……………..estaba perplejo………………….”
Andrew puso un rostro de terror, y al instante, corre de regreso, despavorido y asustado.
“Le pregunté a los demás sobre qué había sucedido con ****”
En frente, como tres chicos y dos chicas escuchan la pregunta de Andrew, para al acabar, se miran entre sí, confundidos, mirándole extrañados.
“Pero todos me miraron como si estuviera loco”
Un chico de cabellos negros cortos y piel blanca mueve los labios con rostro de no entender nada.
“-¿Quién es?, no conozco a nadie con ese nombre- me decían”
Las dos chicas se encogen de hombros, los demás le restan importancia y se van.
“Incluso dijeron………..que habían 21 estudiantes en ese viaje, no 22, y que con las tres muertes de ayer éramos solo 18 ahora”
Andrew abre los ojos sorprendido, quedándose sin aliento, momentáneamente.
“Fue entonces cuando me di cuenta…………….el chico que había matado debió haber sido el estudiante extra”
Bajo aquel árbol, no había nada más que tierra, y una filosa rama que se extendía peligrosamente hacia arriba, pero sin manchas de sangre, o algo que delatara que algo o alguien había caído ahí.
Los pájaros volaban en grupo en el cielo azul, retornando a Empher, junto a las cigarras, las luciérnagas, la vida animal regresaba, pues “eso” ya no estaba ahí para espantarlos.
“Sé que sin lugar a dudas que yo, aunque fuera un accidente, maté a ****”
Andrew miraba el paisaje calmado por la ventana del aula de la clase 3 que actualmente se encontraba en aquel edificio viejo.
“Nada cambiará ese hecho”
“Es por eso que decidí venir limpio aquí”
“Esta es mi confesión”
En aquel salón, los estudiantes, que una vez pasaban los días aterrorizados, y asustados por estar siendo acechados por la muerte, ahora estaban nuevamente alegres, con rostro calmados, y una vez habiendo superados esas muertes en el viaje, todo había retomado su curso, la señorita Jessie toma unos papeles del escritorio, sonriente despidiéndose de sus alumnos hasta el siguiente día, y retirándose.
“Ya han pasado dos semanas desde el viaje, y sólo yo, la única personas involucrada en su muerte, todavía le recuerdo, a ****”
“Pero tengo la sensación de que es sólo cuestión de tiempo…para que mis recuerdos se esfumen también”
“Por eso, mientras mi memoria esté todavía limpia, quiero decir la verdad…”
Andrew se mostraba alegre, normal y clamado en el aula, hablando con algunos amigos.
Y luego, se encontraba sentado sobre una caja, encerrado en una bodega oscura, hablándole con la cabeza gacha a aquella grabadora mientras esta guardaba cada una de sus nerviosas palabras.
“…y cómo parar la calamidad…”
El chico, con rostro algo asustado, estaba en frente de ese casillero lleno de cosas de limpieza, colocando algo en el techo del mismo, pegándolo con cinta a la superficie de metal.
“……………….escucha……………….”
“…………………………………………….”
“…………………………………………….”
“……………………enviarlos de vuelta a la muerte…………donde pertenecen…………….”
“Enviar a los muertos a la muerte”
Termina de colocarlo, regresando sus brazos a cada lado de su cuerpo, viendo aquella cinta de audio, que él mismo había hecho, pegada con cinta oscura al techo metálico.
“Esa es la manera de detener la calamidad una vez que ha comenzado”
La puerta se cierra, dejando a oscuras la cinta, con el audio, y la manera de detener la calamidad.
Se acaba la cinta.
Los cinco chicos seguían sentados alrededor de la mesa, el audio había apagado, afuera, ya estaba anocheciendo, la luz tenue azulada les llegaba, el ambiente era tenso.
Danny: No escuchamos su nombre- dice el niño rompiendo el silencio.
Ronald: …- eleva la vista -¿significa que esto ha sido alterado?-
Danny: Probablemente, pero no por un vivo…el chico estaba muerto, era el extra, al morir, todos le olvidaron, al parecer, también el audio lo olvidó- eso sonaba imposible, pero era real.
Ronald: Entonces…debe ser real-
Danny: Si fuera falso, no se hubiera alterado…no hay ninguna razón para alterar una falsificación-
Jerome: Bueno, no hace falta el nombre- dice rascándose la cabeza y cerrando los ojos estando sentados encima de la cama –lo importante es cómo detener la calamidad-
Felix: Dicen que no hay manera de distinguir a los muertos de los vivos- mira a Ronald con miedo, Ronald igual lo hace, pero agacha la mirada con duda.
Ronald: Y no saben que están muertos-
Jerome: ¿Hay alguna manera de saber todo?-
Yuushin: Parece que no-
Ronald: El caso de Andrew fue pura suerte y coincidencia-
Todos se quedan callados, no sabían que decir, ni siquiera Danny.
Felix: …- eleva el rostro angustiado –no crees…que el estudiante adicional está aquí, en esta casa de campo… ¿verdad?-
Las manos de Danny tiemblan, juntándose sobre su regazo, los nervios le llegan al cuerpo.
Ronald: Digamos…que realmente sabemos quién es el extra…entonces……… ¿qué?……… ¿se supone que………tenemos que matarlo?- mira al suelo.
Jerome: Bueno……-
Ronald: ¿Podrías matar a un compañero de clase?-
Silencio absoluto, ambiente tenso, miradas aterradas, confundidas, dudosas. Y una, aunque lo ocultara, era muy nerviosa. Danny junta más sus manos, las cuales, vuelven a temblar.
El botón de la reproductora se levanta de golpe, aunque extrañamente tarde.
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