7:00 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
Todos se encontraban en el bello comedor de ambiente cálido de la casa de campo, eran un total de ocho mesas cuadradas con cuatro asientos uno en cada lado, tenían un gran ventanal que les dejaba ver el paisaje nocturno fuera de la casa, las luces amarillas y las paredes de tonos cafés claros y de suelo rojizo con rombos oscuros daba una atmósfera al menos relajante, varios candelabros pequeños colgaban del techo, y al fondo una chimenea con una pintura sobre este daban un toque elegante.
Solo siete mesas eran ocupadas, las cuatro más cerca a la pared, primero eran Taylor, Emmet, Jerry y Finn, luego Keith, Sunny, Patrick y Bobbie, después Yuushin, Xavier, Matthew y Elliot, y finalmente Gibson, Oliver, Ayden y Antonio. En las mesas cerca al ventanal, se encontraban primero una mesa vacía, después Jonathan, Jessie y Nicolette, siguiéndole Luciano, Ian, Dimitri y Jeffrey, y la más importante, donde se encontraban Ronald, Felix, Danny y Jerome. Hubieran querido que Yuushin también se sentara ahí, pero eran solo cuatro por mesa, y era mejor que el peli gris estuviera cerca de Matthew por si este se descontrolaba, no sabían con certeza si había logrado superar lo de Connor.
Todos comían mientras hablaban en voz baja, al menos la mayoría, la viejecilla Maritza recorría el comedor en caso de cualquier cosa que necesitaran los chicos.
Jerome: Oye, he estado pensando acerca de quién podría ser el extra- menciona cuando ya estaban por acabar de cenar.
Ronald: ¿Tienes a alguien en mente?- pregunta.
Jerome: Bueno yo…- siente la mirada de Luciano, quien le observaba de reojo desde la mesa continua, suspira –creo que debe haber alguna manera de saber quién es-
En la mesa en la que se sentaban Gibson, Oliver, Antonio y Ayden, había una bolsa blanca plástica, que decía “mantener el inhalador en la bolsa cuando esté en uso.
Ronald: Tal vez si hay una manera, y simplemente no sabemos cuál es-
Jerome: Cierto-
Gibson vuelve a sobarse la garganta, bajo la mirada preocupada e inocente de Oliver. Luciano al acabar de comer, limpia sus labios con la servilleta, al ver la mesa en donde se encontraban los mayores, nota como la enfermera, Nicolette, se levanta para irse a su cuarto seguramente a dormir, era lo que necesitaba, no quería poner a esa mujer en peligro, si no sabía de la calamidad no quería que se enterase ahora, exclama.
Luciano: ¿Tiene un momento señorita Jessie?- pregunta llamando la atención de la mujer, quien le mira, el rubio se levanta de su asiento llamando la atención de todos –ya que estamos todos juntos…- ve como Maritza se retiraba del comedor entrando por las puertas de la cocina -…hay algo que me gustaría decir, ¿está bien?-
Jessie: Umm…claro…adelante Luciano- el rubio voltea, para observar a todos los que se encontraban ahí.
Luciano: Desde Mayo, no hemos experimentado nada más que desgracias, hace meses incluso nuestros profesor el señor Kingsley se convirtió en una víctima, y nuestro número se ha reducido considerablemente- baja la mirada apenado, luego juntando sus manos y volviendo a levantar el rostro –para empezar, me gustaría pedir disculpas por mi gran ineptitud…como la jefa de las contramedidas- cierra los ojos bajando la cabeza en señal de arrepentimiento.
Todos se quedan callados.
Luciano: Esperemos que…Jimmy, Harley, Zack, Marlon, Curtis, Spike, Nelson, Trevor, Connor……Brandon…..Look y Luck, y el señor Kingsley…puedan descansar en paz ahora, y que nuestros amigos y familiares que han sido absorbidos por la calamidad puedan estar en un lugar mejor ahora, principalmente…- saca su celular, abriendo un archivo y leyendo -…esperemos que Tiana Carpenter, Suzie Dendes, Lilly Collings, Hannah Morrison, Madelyn Jewels, Mio Foster, Emma Lawrence, Austin Brooks y Phillip Fletcher- guarda el aparato en su bolsillo –les acompañen en el descanso eterno-
Tanto Finn, como Yuushin, Xavier y demás, entristecen al recordarles.
Luciano: Además- mira a la mesa de Ronald y compañía -aunque no está claro si este viaje nos llevará hacia una resolución- voltea colocando su mano en la cadera, y viendo desaprobatoriamente al más pequeño de todos –sinceramente, creo que Danny, tiene cierto grado de responsabilidad por todos los desastres que hemos tenido-
Descaradamente, Ian, Dimitri, Jeffrey, Gibson y Taylor, asienten estando de acuerdo. Ronald indignado, al parecer más que el mismo Danny, exclama.
Ronald: ¿Por qué…?- Luciano aprieta los dientes, enojado, voltea a ver a los demás.
Luciano: Si Danny hubiera mantenido bien su papel como estudiante inexistente, creo que nadie hubiera muerto-
Jerome: Un momento, lo que pasó fue inevitable- protesta –él no pudo evitar la forma en que todo se fue abajo-
Luciano: ¿Eso será?, si hubiera sido totalmente cuidadoso en evitar contacto con Ronald, las contramedidas habrían tenido éxito- Ronald intenta decir algo, pero es interrumpido por el rubio –creo que la principal persona responsable del fracaso, es Danny, ¿no es así?- Yuushin sonríe con sarcasmo.
Yuushin: ¿Y qué esperas que haga al respecto ahora?-
Luciano: …- mira a los demás, antes de regresar su mirada acusadora al niño -disculparse-
Danny seguía cabizbajo.
Luciano: Todavía tenemos que escuchar una palabra de disculpa por parte de él- Ronald empezaba a ver con gran molestia al rubio -sin embargo, Danny, el momento en el que se te permitió volver a existir, continuaste como si nada hubiera pasado-
Danny: No tiene sentido- Luciano abre los ojos, se escucha el chirrido de la silla de madera contra el suelo, al ser echa atrás por el niño, quien seguidamente se levanta, viendo al rubio -¿disculparse servirá de algo?…si es así, lo haré-
Nadie sabía que decir, de nuevo. Ni Luciano, era cierto, disculparse, ¿de qué serviría?, no cambiaría las cosas, Ronald habla.
Ronald: Danny, no tienes nada de qué disculparte-
Pero el menor ignora esto, con el cuerpo de frente al rubio, junta sus manitos, y baja la cabeza cerrando su único ojo, dejando que las hebras largas oscuras cubrieran su rostro.
Danny: Lo siento……….es mi culpa- suficiente.
Ronald: ¡QUE NÓ!- se levanta.
Yuushin: ¡Maldita sea!- Jerome golpea la mesa con sus manos.
Jerome: ¡ESTO ES INÚTIL!, lo importante es saber quién demonios es el extra y…- Ronald no dejaría que revelara eso, no todavía, eleva su mano tratando de detenerlo.
Oliver: ¿Estas bien?- pregunta con un hilo de voz baja asustada, hasta que todos oyen un gran golpe seco seguido de los platos quebrarse al estrellarse contra el suelo.
Danny mira asustado.
Gibson estaba tirado contra la mesa, respirando agitada y secamente, de sus ojos salían lágrimas inevitables, su ceño fruncido demostraba que hacía el esfuerzo por tratar de respirar, su garganta daba sonidos chirriantes y rasposos, poco a poco el aire le escaseaba. Ronald al igual que Luciano, se espantan.
Oliver: ¿Qué pasa?, ¿estás bien?- pregunta desesperado moviendo el cuerpo del mayor.
Jonathan: …- el hombre rápidamente se acerca -¿este chico es asmático?- pregunta a la señorita Jessie, quien a decir verdad, no tenía ni la menor idea.
Oliver: Sí, siempre usa esto, se lo entregan en la escuela- dice con ojos cristalizados mostrándole a Jonathan el inhalador del peli celeste, quien era atendido por Antonio y Ayden.
Jonathan: ¿Esto no debería evitar esto?- al presionar el botón, se da cuenta -¿está vacío?- exclama sumamente confundido -¿tienes un repuesto?- Gibson débilmente niega con la cabeza aún con la frente pegada al mantel -¡llamen a una ambulancia, Jessie llama a una ambulancia ahora!-
Maritza: Umm…nuestros teléfonos no han estado funcionando desde ayer, no podemos hacer llamadas- exclama más que preocupada la mujer.
Jonathan: …- marca en su celular, colocándolo contra su oído –está fuera de rango, ¿alguien tiene servicio?, ¡llamen al 911!, ¡traigan una ambulancia aquí!- todos al instante revisan los celulares.
Jerome: Dice que hay una antena aquí, pero no puedo conectarme-
Felix: Tampoco funciona-
Luciano: No hay servicio-
Dimitri: Nada-
Ian: Sin señal-
Yuushin: No se conecta-
Taylor: No sirve-
Sunny: No tengo servicio-
Danny, tenía un rostro neutral.
Jonathan: Entonces lo llevo al hospital- indica, no había más opción.
7:44 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
La lluvia mojaba todos los alrededores y la casa de campo, la oscuridad de la noche cubría el extenso bosque, y los estudiantes de la clase 3, observaban con nervios. Gibson se encontraba echado en el asiento trasero del auto de los señores Marquez, envuelto en una manta y aún con la respiración fallándole, solo era cuestión de tiempo para el final, era una suerte que Nicolette pudiera ayudar en algo para que la posible muerte no llegara tan rápido. La señorita Jessie asiente al igual que Jonathan, quien pone en marcha el auto, con las luces encendidas iluminando el camino, el vehículo sale por el mismo camino por el que entraron, perdiéndose de vista al final.
Ronald: ¿Esta bien?- pregunta acercándose a la triste mujer quien era consolada por la enfermera.
Jessie: No soy la única por la que debes preocuparte- menciona viendo atrás, notando como Oliver lloraba siendo abrazado por Ayden quien se había arrodillado a su altura para tranquilizarlo, Antonio acariciaba los cabellos púrpuras del más bajo.
Nicolette: Tal vez no deberíamos ir a la montaña mañana- dice esta al ver la triste imagen.
Jessie: Tal vez no- dice antes de que la otra mujer le acompañara hasta el cuarto para descansar y calmarse un poco.
Los demás aún con el miedo por la vida del chico solo pudieron volver a entrar, y esperar que todo saliera bien. “Ronald…” el de cabellos marrones se detiene al oír la voz de Danny, el resto sigue avanzado subiendo las escaleras hasta sus cuartos, “¿sí?”. Danny espera un poco a que ellos no puedan oírles.
- Gracias por lo de antes-
- ¿Eh?-
- Cuando te pusiste de pie por mí en el comedor-
- Oh, eso, no fue nada, no te preocupes- el menor no cambiaba su expresión –y no fui sólo yo, Jerome y Yuushin también, y estoy seguro que Antonio y Ayden también te apoyaban…-
- Gracias- le interrumpe, Danny se empieza a acercar, causándole una sensación extraña a Ronald, al casi chocar sus cuerpos, el mayor no pudo evitar apretar los puños por los nervios.
- Amm…-
- ¿Vienes a verme más tarde?- pregunta en voz baja.
- Yo…- el niño agacha la mirada al suelo, notándose algo, triste.
- Tengo mi propia habitación- eleva su vista al chico –y…- Ronald traga saliva -…quiero ver la foto-
- Ah…- se sonroja bastante al haber pensado en otra cosa –claro- sonríe algo torpe.
8:02 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
En la oscuridad de la noche en el bosque, cerca de la gran estructura, se podían ver las luces de los cuartos, una de esas, pertenecía y provenía del cuarto doble asignado únicamente a Danny.
- ¿Dónde estaba?- pregunta el niño del parche blanco.
- En una habitación que se usa de bodega en mi casa, mi abuela la encontró, pero no sé por qué estaba allí- abre la tapa de la caja metálica que había traído en su mochila, y de la que ya le había contado a Danny apenas lo vió en la escuela ese mismo día al embarcarse en el bus para llegar ahí.
- ¿En serio?- ambos observan el interior de la caja lleno de sobres y fotos antiguas.
- Mi tía Jessica usaba esa habitación- metiendo la mano bajo algunos sobres, toma una foto boca abajo, que tenía escrito en tinta negra.
“Con todos, grado 9, clase 3 de 1972, Marzo 16, 1973 graduación”
Esa era la foto, en la que Daniel Empher aparecía. Para la extrañeza de Ronald, ve como Danny cerraba su ojo, tomando con sus manitos la cuerda de su parche, retirándolo, abriendo y mostrando ambos ojos como muy pocas veces lo hacía.
La foto era algo descolorida, no le extrañaba por la época en la que se tomó, podían ver al profesor en medio, vistiendo camisa blanca, corbata negra y pantalón café con el cabello bien peinado, y ese rostro, él era Jonathan, como él mismo había dicho, él enseñó en aquella clase que inició con todo. Los estudiantes vestían los uniformes escolares, todos llevando las chaquetas oscuras que se camuflaban un poco entre sí, la pizarra verde estaba de fondo, y a un lado el escritorio del profesor.
- ¿Puedes decirme cuál es Daniel Empher?- pregunta el menor.
- Bueno, puedo ver que una persona tiene un aspecto extraño-
- ¿Extraño?… ¿de qué manera?-
- De qué manera…pues…se ve borroso, en comparación con los demás en la foto, distorsionado, de alguna manera-
- Ya veo-
Al lado derecho de la foto, detrás del grupo de estudiantes varones, pues a la izquierda estaban las mujeres, se podía ver detrás de todos ellos, al final de esos rostros sonrientes, un cuerpo y rostro, borroso y distorsionado como Ronald dijo, la piel del chico era muy pálido, con manchas grises en todo el rostro demacrado, el cabello lucía despeinado y con poco color, al igual que los ojos profundos y oscuros, sin embargo a pesar de todos estos detalles…el chico sonreía a la cámara, al igual que sus compañeros, sonreía, con alegría.
- ¿Y el color?, ¿ves los extraños colores?- vuelve a decir el niño, quien miraba la foto tanto con su ojo vivo, como con su ojo de vidrio.
- No, no realmente- responde Ronald.
- …gracias- agradece luego de ver por unos segundos más la foto, cierra los ojos, volviendo a colocarse el parche.
- Bueno…ah, cierto…- busca algo en su bolsillo, sacando una papel doblado que abre, mostrando que era aquella lista vieja que había encontrado en la sala de audio el día que hallaron la cinta, se le entrega a Danny -¿podrías explicarme esto?- el menor observa la lista, para luego ver a Ronald.
- Asumo que es por tú nombre tachado, ¿verdad?-
- Amm si en parte, pero también me preguntaba, por el apellido de Luciano…me dijeron que es Luciano Rivers, pero ahí dice que es Luciano Riverson, lo mismo con Sunny, ahí dice que se llama Sammy-
- Es más simple de lo que crees…para empezar, Sammy era un chico, lo era, por un tiempo lo fue, obligadamente, aunque en su interior, no sintiera que en verdad lo fuera…vivía torturado, hasta que decidió dar ese gran paso, él no era él, era un ella…atrapado en el cuerpo de un muchacho…por supuesto decidió que en realidad debía ser lo que quería, pasando a ser Sunny, la más conocida por ser la única chica de Norte de Empher- Ronald entendía mejor ese asunto.
- Entonces, ¿Sammy y Sunny son la misma persona?-
En uno de los cuartos, la rubia se observaba en el espejo del tocador, tocando con sus manos, su rostro de piel blanca, sus facciones suaves y aniñadas, sus labios rosados, las pestañas largas, pasando sus dedos por el largo cabello rubio que se había dejado crecer, pero su sonrisa no aparecía por completo, pues pasa sus manos también por su pecho, plano, bajando más, hasta tenerlas sobre la falda que vestía, notando nuevamente un bulto en esta, a pesar de todo, técnicamente y biológicamente, era un chico, y eso no cambiaría, por ahora debería vivir así, suspira.
- No, Sammy era un chico, no conforme y nada cómodo con el cuerpo con el que había nacido, así que se transformó, cambiando oficialmente su nombre a Sunny, el registro escolar por desgracia no sabía de esto, terminando por colocarlo con el nombre de Sammy en la lista, lamentablemente ya no pudo pasar a Sur de Empher con las demás chicas, pudieron cambiar su nombre en el registro para que ya no fuera Sammy, sino Sunny, pero eso fue apenas hace año y medio, y para entonces ya no había vuelta atrás, debería pasar su último año como una chica en una escuela para varones-
Sunny voltea, viendo el cuerpo de Bobbie recostado y acurrucado de cabeza en una de las camas, el cabello naranja del muchacho era algo alborotado, probablemente por siempre dormir, lo que hacía en ese momento, ni siquiera se había puesto ropa de dormir, solo se quitó los zapatos y se tiró sobre las sábanas, su personalidad, muy por demás de ser, el niño dormilón, era desconocida. La rubia se levanta, sentándose al lado del chico profundamente dormido, elevando su mano izquierda, acariciando el cabello del peli naranja.
- Ah… ¿y sobre…?-
- Sobre nuestros nombres, pues…al principio del año, tú enfermaste, y fuiste internado-
- Sí, lo recuerdo-
- Pensaron que ya no vendrías a clases, así que te tacharon de la lista- Ronald se sorprende un poco –y en ese momento yo no era un estudiante inexistente, por eso yo no estaba tachado, pero cuando entraste a formar parte de nuestra clase para aumentar nuestro número de 35 a 36, me hicieron inexistente para asegurarse de que nadie muriese, volviendo nuestro número a 35-
- … ¿y lo de Luciano?-
- …eso es algo más complicado…-
- ¿A qué te refieres?-
- Pues…el verdadero apellido de Luciano…no es Rivers como muchos creen, en realidad es Riverson, Luciano Riverson, él mismo ordena que lo cambien a Rivers cada año, pero parece que este año se le pasó por alto al concentrarse más en ser el líder de contramedidas, su nombre y apellido real aparecieron en la lista, y claro que ordeno que lo cambiasen de inmediato-
- ¿Por qué hacer algo así?-
- …la familia Rivers…tenía otro hijo…y Luciano…un hermano- Ronald vuelve a impactarse.
- ¿Él no era hijo único?- Danny niega.
- Eso es lo que hizo creer a los que no llegaron a conocer a su hermano, quien…fue un asesino…a los catorce años de edad, igual que nosotros-
- ¿Asesino?- no podría tener los ojos más abiertos.
Luciano observaba el paisaje oscuro por la ventana, de brazos cruzados, con mirada molesta, tratando de no pensar…en él…en ese hermano, que ya no tenía, y que al recordarlo, una sensación de nostalgia, tristeza, vergüenza e ira se apoderaban de su mente.
- Así como lo oyes, un asesino a sangre fría-
- Y… ¿a quién mató?- Danny desvía la mirada.
- No se está muy seguro- baja la cabeza, con mirada triste.
- … ¿asistía a Norte de Empher?- Danny asiente -¿en qué clase?-
- En la 3…- Ronald abre los ojos.
- ¿Quieres decir que…?-
- El hermano de Luciano y su clase sufrían por la calamidad, tanto que llevaron a que el chico probara una teoría…que resultó un total fracaso…él creyó que si mataba a alguien que no fuera de la clase 3… la cadena se rompería…un grave error, solo consiguió que su familia se horrorizara, y para rematar, murió el mismo día en que trató de escapar de la policía por asesinato-
- Entonces…la familia cambió su apellido porque se avergonzaban de él-
- No exactamente, la familia, era su sangre, y por lo tanto siempre iban a amarle, nunca se avergonzarían de él, pero Luciano fue diferente, él no soportó que una persona inocente se le arrebatara la vida por culpa de su hermano, fue el mismo el que exigió que cambiaran su apellido de Riverson a Rivers, así cuando las personas de Empher hablaran sobre el nefasto asesino que mató sin razón alguna o conocida, no notaran que provenía de su familia, todos conocen a ese chico de catorce años que arrebató una vida por el apellido Riverson, y Luciano, se encargó de que todos en su familia mantuvieran el secreto logrando que la familia se cambiara el apellido-
- Si lo mantuvo en secreto, ¿cómo lo sabes tú?-
- Luciano se lo contó a la clase, al menos a la mayoría, pero escondiéndoselo a los que no les tenía confianza y a los más pequeños, incluyéndome a mí, me enteré cuando les oí por accidente-
- No suena algo muy…no lo sé…simplemente suena horrible-
- Sí-
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