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The Extra, The Class 3-3 por kpoploveever

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Notas del capitulo:

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Unas tenues y casi inexistentes luces iluminaban aquel interior oscuro, detrás no se veía nada, todo era sombrío, como una enorme sombra, la silueta, el cuerpo, un chico se deja ver opacamente, con la camisa escolar de Norte de Empher puesta, su semblante era ansioso, depresivo, aterrado, pero decisivo, exclamando esas palabras de los más profundo de su torturada conciencia.
 
Andrew.
 
“Sé que sin lugar a dudas que yo, aunque fuera un accidente, maté a ****”
 
“Nada cambiará ese hecho”
 
“Es por eso que decidí venir limpio aquí”
 
“Esta es mi confesión”
 
“Ya han pasado dos semanas desde el viaje, y sólo yo, la única personas involucrada en su muerte, todavía le recuerdo, a ****”
“Pero tengo la sensación de que es sólo cuestión de tiempo…para que mis recuerdos se esfumen también”
 
“Por eso, mientras mi memoria esté todavía limpia, quiero decir la verdad…”
 
“…y cómo parar la calamidad…”
 
“……………….escucha……………….”
 
“……………………enviarlos de vuelta a la muerte…………donde pertenecen…………….”
 
“…………………………………………….”
 
“…………………………………………….”
 
“Enviar a los muertos a la muerte”
 
“Esa es la manera de detener la calamidad una vez que ha comenzado”
 
 
 
 
 
 
9:24 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
 
En la habitación de atmósfera apagada, dos cuerpos podían notarse por la luz de la lámpara de la mesa de madera, uno de cabello rapado en una cresta negra caída, permanecía sentado en el sillón a un lado, con la vista enojada y pensante gacha, mientras la otra silueta, de cabellos rubios, semblante serio, miraba de brazos cruzados por las puertas de cristal que llevaban el balcón, la lluvia caía en todo el bosque, y probablemente más que solo esos alrededores, igual, lo que acontecía fuera de esas paredes no se comparaba con la tensión en el aire de aquel cuarto.
 
-          En la primaria, a los seis años, había un niño que se parecía a él- habla Ian rompiendo el silencio.
 
-          ¿Te refieres a…Danny?- pregunta el rubio dudoso.
 
-          Sí-
 
-          Pero pensé que Danny era hijo único-
 
-          Aunque yo no estaba en la misma clase que él,  pero su apariencia la recuerdo claramente, eran iguales, solo que él tenía el pelo castaño, y se apellidaba Clarkson-
 
-          Eso no tiene sentido, según dónde vivía, él no podría haber estado en la misma escuela que tú-
 
-          Lo sé, por eso es extraño-
 
Se forma un profundo silencio, hasta que Luciano formula una pregunta, una cuya respuesta, les sorprendería a ambos.
 
-          … ¿llevaba puesto un parche en el ojo izquierdo?-
 
 
 
 
 
 
-          No-
 
Sus ojos se abren a más no poder, su actitud pacífica seria desaparece siendo reemplazada por una pasmada, volteando a ver a Ian, exclamando en voz alta.
 
-          ¡Nuestro Danny perdió un ojo cuando tenía…cuatro años!-
 
-          … ¿cuatro años?- su porte continua bajo, pero pensando -él es menor que todos por un año, en el primero grado tendría cinco…entonces…ya debería de haber traído ese parche…significa que…-
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Danny Clarkson…era el extra de la clase 3 de Noveno Grado del 2008.
 
 
 
 
 
 
¿Verdad?
 
 
 
 
 
 
La lluvia caía empapando la vegetación, la oscuridad de la noche se hizo más profunda por el cielo cubierto de nubes negras, las luces amarillas de la casa, pronto no fueron suficientes para mantener la calma.
 
En uno de los cuartos dobles, la señorita Jessie observaba, sus ojos lucían agotados, cansados, gracias al maquillaje sus oscuras ojeras habían sido ocultas, pero no desaparecieron, seguían ahí, su piel blanca se mostraba cada vez más pálida, por los pensamientos, los labios los tenía caídos, su boca ligeramente abierta, como si se tratara de un muerto viviente de mirada perdida. Al fondo, Nicolette se levanta, dejando de estar sentada en la cama, dirigiéndose a abrir la puerta para dejar a solar a su hermana. La cual tenía su vista pegada en un punto elevado, estaba asustada, por el reflejo de la ventana se ve como la otra mujer sale de la habitación cerrando la puerta tras de sí.
 
Jessie se queda sola…hasta que abruptamente, el ruido de algo cayendo secamente al suelo le llama la atención, girando el rostro, viendo al vidrio con gotas de lluvia, estaba segura que ese ruido había provenido de afuera, como si algo hubiera caído desde una riesgosa altura.
 
Felix y Yuushin salen de su tranquilidad, al haber oído también ese mismo ruido de algo cayendo, se extrañan.
 
-          ¿Está la persona muerta aquí en el viaje?- pregunta Ronald.
 
-          …- Danny suspira, cerrando los ojos, volviéndolos a abrir cabizbajo –la persona extra…está aquí…- mira a Ronald, quien al instante, le toma de los hombros, acercándolo.
 
-          ¿Quién es?-
 
-          …-
 
-          …-
 
-          …-
 
-          …-
 
-          …es…-
 
Unos fuertes golpes contra la puerta del cuarto los interrumpen abruptamente, no fue uno, sino varios golpes a la madera, golpes desesperados, otro trueno hace ruidoso acto de presencia, los dos chicos se separan rápidamente, Danny con su mano en el pecho y Ronald con la vista impactada, la lluvia empieza a caer a montones.
 
La puerta se abre, mostrando a un desesperado chico pálido de cabello azul.
 
Jerome: ¡RONALD!, ¡CREO QUE HE HECHO ALGO MAL!- grita angustiado.
 
Ronald: ¿Jerome?, ¿qué pasó?- pregunta preocupado, Jerome no dejaba de respirar agitado, apoyado sobre sus rodillas.
 
Jerome: ¿Puedo hacerles dos preguntas?-
 
Ronald: ¿Qué es?- el peli azul eleva el rostro, sonriendo totalmente fuera de sí, Danny se vuelve a colocar su parche blanco.
 
Jerome: ¿Conocen a un chico llamado Dimitri Sears?-
 
Ronald: ¿Qué?- ninguno de los dos entendía a que venía tal pregunta.
 
Jerome: ¡Sólo dímelo!, ¿conoces a Dimitri?, ¿cómo es él?-
 
Ronald: Por supuesto que lo conozco, es el funcionario de la clase, que siempre ha estado pegado contigo después de Yuushin- Jerome ahoga un grito desesperado, ahora viendo a Danny.
 
Jerome: ¿Danny?-
 
Danny: ¿Por qué no lo recordaría?- solo bastó eso, para que el peli azul callera de rodillas, primero viendo al techo, luego al suelo, apretando los dientes, sudando frío.
 
Jerome: Esto es malo…muy malo…- exclama dolorosamente.
 
Ronald: ¿Qué es malo?-
 
Jerome: Creo que…en verdad fue un error-
 
Ronald: ¿Error?, ¿sobre qué?-
 
Jerome: …bueno…yo…….yo estaba seguro……….de que él extra…….así que ahora…….yo-
 
Ronald: ¿Él era…quieres decir que…?-
 
Jerome: Dimitri…- los dos chicos abren los ojos.
 
Ronald: ¡No puede ser!-
 
Jerome: ¡YO LO HICE!- grita raspándose la garganta, si no fuera por las paredes gruesas todo el mundo en la casa le hubiera oído.
 
Ronald: Debe ser una broma-
 
Jerome: …- agacha la cabeza… ¿por qué yo iba a mentir sobre esto?… traté de indagar un poco, ya que ha estado actuando extraño últimamente…él dijo…que no recordaba las cosas que hicimos juntos cuando éramos niños…y no recordaba mucho de la escuela primaria-
 
Ronald: ¿Y luego?- el peli azul seguía arrodillado y emocionalmente débil.
 
Jerome: Me preparé y le pregunté… “tú no eres Dimitri, ¿verdad?”-
 
Eso era lo que habían estado discutiendo ambos en el cuarto no hace mucho, “tú eres la persona extra en la clase, ¿verdad?” Dimitri ofendido y molesto sale por la puerta de vidrio del cuarto, hasta estar en el balcón para ver el paisaje, Jerome sale siguiéndole, apuntándole amenazante y gritándole, “me miró asustado al principio, entonces él se enfureció” el chico peli morado de lentes le hace frente, gritándole también, “él estaba actuando muy sospechosamente, estaba seguro que era él” ambos chicos discutían en el balcón, tras el barandal de madera, con la gran caída de dos pisos tras ella.
 
Jerome: Ya que la grabación dijo “enviarlo de vuelta a la muerte”, todos estaríamos salvados- hasta Danny, se espanta abriendo la boca.
 
Ronald: No me digas que…………… ¿lo mataste?-
 
Danny: ……………. ¿es verdad?- su voz salió en un hilo, en un tono triste y asustado, inocente.
 
Jerome: ¡Yo no tenía intención de hacerlo!- su cabello azul cubría su rostro, de seguro tenso y nervioso –comenzamos una pelea y terminó afuera, en el balcón……..y la siguiente cosa que supe……..cuando cayó al pasar el barandal……..que él……….-
 
La mano raspada y herida de Dimitri yacía aún sobre el suelo de ladrillo, la lluvia le mojaba.
 
Jerome: Estaba acostado todavía en el suelo…sin moverse…la sangre salía de su cabeza…me asusté…y eché a correr por el pasillo…yo había visto a Ronald venir aquí antes…y vine aquí-
 
Ronald: ¿Así que querías saber si Dimitri era el extra?-
 
Jerome: Sí…pensé que si en realidad él era el extra…nadie lo hubiera notado……..pero ustedes dos……- empieza a llorar –dicen que aún lo recuerdan…por lo que en verdad fue un error……dime, Ronald, ¿estoy equivocado?- le observa elevando el rostro.
 
Ronald: Eso…o que aún no está muerto-
 
Jerome: ¿Eh?-
 
Ronald: Una caída de dos pisos de altura, todavía pudo haber sobrevivido-
                                                                                     
Jerome coloca sus manos sobre su cabeza, pegando la frente contra el suelo, controlando el llanto de miedo. Ronald no sabía ni que hacer, hasta ahora el peli azul parecía ser uno de los que tenían la resistencia emocional más fuerte, pero viéndole en ese estado, no se imaginaba como podrían ponerse los demás si se enteraban. Se levanta del suelo, con los brazos colgando camina arrastrando los pies, pasando entre Ronald y Danny, quienes le siguen con la mirada cuando este se pone contra la ventana del cuarto con sus manos sobre el vidrio, tratando de hallar el cuerpo del chico de lentes por la pantalla opaca. “No se puede ver donde cayó desde aquí” exclama “tal vez esté entre los arbustos” se sobresalta del miedo al sentir la mano de Ronald en su hombro, volteando a verle aún con las lágrimas silenciosas resbalándose por su rostro acabando en su mentón, “lo primero que debemos hacer es comprobar si está vivo” el peli azul duda un poco, más que todo por el tremendo susto que tenía, vuelve a ver por la ventana “bien…”
 
 
Jonathan conducía, concentrado en el camino oscuro por los árboles, por el espejo retrovisor, se podía ver a Gibson, tapado con una sábana gruesa, su rostro era débil, el aire lograba llegarle, pero en poca cantidad, luchaba por su vida, pensando en Oliver, en que no pensaba dejarlo solo, no lo haría, por él, seguiría respirando, o al menos luchando para poder seguir haciéndolo.
 
 
De vuelta en la casa, en la sala principal, solo se oían los pasos de los tres chicos que bajaban por la escalera alfombrada, las luces de las lámparas no eran suficientes para iluminar por completo la oscuridad del lugar, seguía siendo sombrío, la lluvia tampoco era oída por las paredes que evitaban pasar su sonido, la casa se sumía en el silencio. Jerome, Danny y Ronald bajaban los escalones dispuestos a encontrar y verificar si Dimitri seguía vivo, los dos últimos siguiendo al primero, quien había dejado su ataque de nervios atrás, de menos hasta saber cómo se encontraba el chico de lentes, esperando y rogando que siguiera con vida.
 
Al bajar por completo, se dirigen hacia las puertas principales, pero, algo llama la atención de Ronald quien se detiene aun sosteniendo su gorra azul con la mano derecha, pues veía que la puerta hacia el comedor, tenía una de sus dos piezas ligeramente abierta, no sabía bien por qué, pero sentía que algo había detrás de esas puertas. Decidido, dobla su andar, encaminándose hacia las puertas, mientras los otros dos continuaban el trayecto abriendo un de las piezas de la puerta principal saliendo afuera bajo la lluvia. El de cabellos marrones caminaba, un pie tras otro, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, y al tratar de elevar el pie derecho, una mano le toma fuertemente del tobillo, espantándose, “¡AHH!” casi cae ante esto, logra mantener el equilibrio, viendo abajo, como precisamente una mano le sostenía, seguida de un brazo, ambos de piel clara, pequeños, pero también, ambos con manchas rojas oscuras. Al ver bien, reconoce esa cabellera rubia corta, ahora ya no cubierta por un gorro blanco de orejas de oso, y ese rostro fruncido, apretando los ojos y los dientes fuertemente, con profundo dolor.
 
“¿Finn?, ¡¿qué te pasó?!” se agacha asustado, poniendo su mano en la espalda del niño, horrorizándose, al sentir algo líquido y espeso, retira su mano, ahora pintada de rojo, “¿sangre?” dice viendo su propia mano, al ver mejor, ve que la espalda del menor, estaba enteramente cubierta por ese color rojo, la camisa manchada y con rasguños, de haber sido cortada, al igual que su piel, “no puedo…moverme…” dice en un sollozo ahogado.
 
-          Acaso… ¿te apuñalaron?-
 
-          Miré…en el comedor……..y……y…..el gerente……….-
 
-          ¿El gerente?- observa nuevamente la puerta entreabierta del comedor.
 
Aun con bastante miedo, pero con la disposición, se levanta, encaminándose hacia las puertas. No dándose cuenta, de que Finn débil y dolorosamente, se levanta, gateando, sintiendo que se le desgarraban los cortes en su espalda, pero sin importarle, empieza a alejarse.
 
Ronald se acerca más, asomando su rostro por entre las puertas, usando su mano para empujar un poco, y ver mejor.
 
 
 
 
Lo primero que ve, y para lo que necesitó usar su gorra para taparse los ojos, fue la inmensa y cegadora luz ardiente que ocasionaba todo el fuego que se extendía por el comedor, tratando de achicar los ojos para mejorar su visión, trata de distinguir esa extraña silueta al fondo del cuarto en frente de la chimenea…ahí estaba Eduardo, el gerente, literalmente, clavado a la madera, con todo el cuerpo empalado de cuchillos filosos, todos incrustados a su piel, lo más horrible, era la cabeza del hombre, con los ojos y boca abiertos al haber estado gritando durante su delirio, los cuchillos atravesaban horizontalmente su cabeza, entrando por un lado y saliendo por el otro, inevitablemente, se fijó en que uno de esas cuchillas entraba por uno de sus oídos, se veía en el fondo de la boca, y salía por la mejilla del rostro, los ojos y la boca sangraban a mares, cierra las puertas de golpe.
 
-          ¡Finn, tenemos que salir de…!-
 
Se detiene, al ver que el rubiecito ya no se encontraba ahí, solo encontró un largo rastro de sangre que se dirigía por unas puertas.
 
Luciano: ¿Por qué estas gritando Ronald?- pregunta el chico desde las escaleras de al lado.
 
Jerome: ¡Ronald!, ¡¿Qué está pasando?!- dice al volver a entrar junto con Danny algo mojados por la lluvia.
 
Ronald: ¡Finn, él estaba herido, fue apuñalado pero se ha ido, y hay un incendio en el comedor!- los tres se pasman.
 
Danny: ¿Incendio?-
 
Ronald: Y el gerente está muerto, fue asesinado, el asesino debió haber iniciado el incendio-
 
Jerome: ¿En serio?- Luciano corre hasta la alarma de incendios en la pared, presiona el botón rojo de activación de la sirena para advertirles a los demás, pero este no hacía nada, presiona más veces, nada.
 
Luciano: No funciona- aprieta los dientes.
 
Ronald: ¿Crees que Dimitri…?- pregunta viendo a Jerome, quien baja la mirada.
 
Jerome: Se ha ido-
 
Ronald: ¿Qué?- eso podría contestar la pregunta, Jerome tenía la mirada baja, sería posible, ¿Qué Dimitri causó todo eso?
 
Se forma un silencio, hasta que…
 
“¡AHHHHH!” un grito desgarrador, seguido de un estruendoso golpe contra la madera. “¿Es la voz de Ian?” dice Luciano palideciendo.
 
Ronald: ¡Ian!- corre escaleras arriba, siendo seguido por Danny
 
Luciano: Trata de hallar a Finn, ¡y llama al 911!- indica el rubio a Jerome antes de salir en busca de su amigo más querido, ya había perdido a su novio, no perdería a alguien más.
 
Jerome: ¡Sí!- desaparece tras las puertas a las que guiaban el rastro de sangre que había dejado el rubiecito.
 
 
 
 
En el cuarto, Felix aún abrazaba aquella almohada con Yuushin abrazándole con un brazo, el peli gris no quería quedarse más tiempo con Matthew, y de verdad le gustaba más estar con el chico ahora castaño, pronto, al verse a los ojos, los corazones de ambos empiezan a latir, se acercan, ladeando un poco los rostro y cerrando los ojos, solo faltaron unos centímetros, y sin embargo, unos golpea fuertes a la puerta los hacen separarse, Yuushin se pone a la defensiva, mientras Felix en cambio se aterroriza, y más cuando la puerta es bruscamente abierta, dejando pasar una silueta.
 
 
 
 
 
El pasillo oscuro era lo que veían los tres chicos, las ventanas al lado ya no daban absolutamente nada de luz, las gotas de lluvia mojaban el vidrio, opacando los bordes, las pequeñas luces a lado de cada puerta eran lo único que iluminaban el lugar. Pero al lado de una de estas, se encontraba un gran charco carmesí sobre la alfombra. Al acercarse, notan que la puerta también tenía sangre esparcida, además de esto, también cortes y rajaduras, al parecer habiendo sido hechos por algún objeto de gran filo.
 
Ronald: Ese cuarto…-
 
Luciano: Es de Ian y mío-
 
Abren la puerta, “Ian, ¿estás ahí?” pregunta el rubio nervioso, dentro, un total desastre, las almohadas tiradas, el tocador con el espejo roto, la madera del mismo mueble y de la mesa de noche atrofiada, la lámpara quebrada en el suelo y la cama, la que era de Ian, estaba completamente llena de sangre, sobresaliendo sobre la sábana blanca arrugada, como si el que había estado ahí hubiera estado luchando contra algo, pues tanto el colchón como las sábanas y demás, tenían largos cortes.
 
Luciano: ¡Oh no, Ian!, Ian, ¿dónde estás?, ¡IAN!- se desespera.
 
El de cabellos marrones, sosteniendo su gorra azul, sale de la habitación, tratando de pensar, “Ronald” escucha que le llaman, al voltear, se encuentra a Felix, quien le había llamado, detrás se encontraba Yuushin, ambos con semblante preocupado.
 
Felix: ¿Qué está pasando?- pregunta asustado, Ronald se les acerca corriendo.
 
Ronald: ¿Has visto a Ian o a Dimitri?-
 
Yuushin: Vimos a Dimitri-
 
Felix: Él vino a nuestra habitación, cubierto de barro y su rostro se ensombreció de ira, diciendo que Jerome se comportaba de manera extraña-
 
Ronald: ¿Qué?-
 
Yuushin: Nos preguntó qué había pasado, pero él solo miraba las dagas-
 
Felix: Así que…- agacha la mirada –le dije sobre la cinta…- Ronald inevitablemente, se enoja.
 
Ronald: ¿Se lo dijiste?-
 
Felix: Sí- dice con voz apenada.
 
 
 
 
Ronald abre el cuarto que compartía con Felix de manera brusca, encontrando nada más que el cuarto en perfecto estado, no había nada fuera de lo común, pero la grabadora con la cinta dentro, se había esfumado.
 
Felix: ¡No está!, ¡la grabadora desapareció!-
 
Ronald: ¿Qué?, ¿por qué?-
 
Yuushin: Esto es una mierda- cubre su rostro con su mano, todo se empeoraba a cada segundo.
 
Jerome: ¡Ronald!- ven al peli azul en el umbral de la puerta -¿Dimitri está aquí?- el de cabellos marrones niega.
 
Ronald: ¿Encontraste a Finn?-
 
Jerome: No- el de cabellos marrones aprieta los dientes, y eso que no eran los únicos los demás de la clase 3 aún seguían en sus habitaciones sin saber que la casa pronto se incendiaría.
 
Felix: Oigan…- su rostro se torna lleno de pánico.
 
Yuushin: ¿Qué está pasando?-
 
Un silencio, cargado de miedo y descontrol, “vamos a dividirnos para buscar a Dimitri, Ian y Finn, pasaremos por todas las habitaciones y les diremos a todos que salgan de aquí” los demás asienten.
 
La puerta es abierta por Ronald, “¡hay un incendio!, ¡hay que salir de aquí!” Antonio y Ayden se miran, extrañados. “¿Incendio?” repite el rubio asustado.
 
 
Felix: ¿Un asesino?- se detiene a media escalera.
 
Jerome: En algún lugar de este edificio-
 
Yuushin: Además, hay un incendio en el comedor, no sabemos dónde están Dimitri o Ian, Finn podría estar a punto de morir desangrado, y todos los demás siguen en sus cuartos-
 
Jerome: ¡Todo esto es una mierda!-
 
Yuushin: Cállate, tenemos que avisarle a la señorita Jessie y a Nicolette-
 
 
 
La puerta del cuarto doble es tocada suavemente por Felix, no hay respuesta, “amm, ¿señorita Jessie?, ¿enfermera?, ¿están ahí?” pregunta tímido, “ay carajo” Yuushin da una tremenda patada a la madera, rompiendo la cerradura para impresión del castaño.
 
Felix: No estaba cerrada-
 
Yuushin: Ups- dice con sarcasmo entrando, pero llevándose una mala sorpresa –se han ido- los dos se encontraban solos, pues Jerome se había ido en busca de Finn de nuevo.
 
Ambos miran el pasillo, hallando un gran rastro de sangre.
 
Felix: ¿Eso es sangre?-
 
Yuushin: Sí-
 
Felix: ¿Acaso le pasó algo a Jessie y Nicolette?-
 
Yuushin: Este…oye creo que deberíamos salir de aquí y llamar a la policía-
 
Felix: No, no antes de asegurarnos que estén bien- sigue el rastro, el peli gris suspira.
 
Yuushin. Tenías que elegir el peor momento para volverte valiente.
 
El rastro carmesí les conducía hasta otra puerta, a otra habitación, el rostro de ambos se llenan de miedo y nerviosismo, no sabían que hallarían tras esa puerta, no estaba cerrada, bastó un pequeño empujón de parte del más bajo para abrirla por completo. Los dos al instante ven una silueta, de una mujer ahí de pie al lado de la ventana, no había luz, no podían distinguir bien de quién se trataba.
 
Felix: ¿Señorita Jessie?-
 
Yuushin: ¿Enfermera Nicolette?-
 
Un gran rayo desprende una flamante luz blanca, cegadora, que entra por la ventana, revelando la figura femenina y anciana, la señora con algo de sobre peso, Maritza, era la que estaba ahí de pie, su delantal y rostro, cubiertos de sangre, voltea lentamente el rostro, hasta tener en la mira a los dos chicos boquiabiertos.
 
Elevando el hacha de cocina de metal filoso contra la luz blanca, cubierto con la sangre…
 
…de su esposo…
 
…de Finn…
 
…y de Ian.

Notas finales:

Eduardo Marquez (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)

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