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The Extra, The Class 3-3 por kpoploveever

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Notas del capitulo:

Segundo capi de la actualizacion doble

10:26 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
 
La casa de campo se quemaba más con cada segundo que pasaba, la madera empezaba a caerse y hacerse polvo, del comedor salía una gran llamarada, el humo negro y gris se alzaba hasta el cielo nocturno y desaparecía con el viento frío, los árboles alrededor de la instalación eran alumbrados por el intenso fuego, en un parpadeo, otra explosión esta vez en otro lado de la casa se hace presente, las brasas se expandían.
 
En uno de los pasillos del segundo piso de la casa, se encontraban Jeffrey, Elliot, Bobbie, Sunny y Jerry, sin tener idea alguna de a dónde se habían ido Ronald y Danny, estaban en silencio absoluto, cada uno con una expresión diferente, angustiados, en medio de la decisión de seguir buscando al niño o salir de ahí. De pronto detrás de ellos, una fuerte explosión reviente una de las puertas empezando a quemar el pasillo de madera hacia ellos. Los cinco se sobresaltan mirando hacia atrás, notando el fuego avanzar.
 
Jeffrey: ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!- su decisión ya había sido tomada.
 
Los cinco emprenden la huida a toda prisa por el pasillo hacia las escaleras imperiales traseras para salir de ese lugar. En otro de los ardientes pasajes, Xavier caminaba, no corría, aunque quisiera, su vista lucía cansada, su equilibrio se esfumaba, tambaleándose a cada paso por la inhalación del humo, el fuego a cada lado no le alcanzaban, pero si le estaban matando muy lentamente, el rubio sin embargo no lucía muy preocupado. Taylor abrazaba a Emmet protectoramente contra sí, el menor de grandes lentes y cabello rubio se juntaba todo lo que podía al chico de cola de caballo larga, con miedo del pasillo en llamas por el que debían pasar, el mayor estaba decidido a salir de ahí con el pequeño. Oliver se arrastraba de a cuatro por el suelo, tratando de pasar por debajo de los maderos que se habían derrumbado, las lágrimas salían de sus ojos azules, el cabello púrpura se le pegaba por el intenso calor del fuego, andaba en silencio, arrastraba su tobillo, el cual estaba torcido y cubierto de sangre. Finn acaba con sus pocas fuerzas, cayendo de lado contra una pared, el desangrado ya era crítico, no podía avanzar más, y de pronto siente y ve, como una figura más alta de cabellos oscuros y semblante duro se posa en frente suyo viéndole desde arriba, asustándose un poco, Matthew le miraba al parecer con ira.
 
Ayden lloraba desconsolado en el suelo, sosteniendo entre sus brazos el cuerpo debilitado y casi inmóvil de Antonio, cada gota de cristal que salían de los orbes avellanas claros del rubio caían sobre el rostro del chico al que se le desvanecía la vida. Abraza el cuerpo por última vez, reprimiendo un grito de tristeza, cuando siente como le es correspondido con debilidad, se separan, sin dejar de verse, Antonio sonríe por última vez, dedicando sus últimos momentos de alegría a esa persona tan especial incluso con la herida de su pecho sangrando, se acerca, para depositar un pequeño beso en los labios de Ayden, sorprendentemente, diciendo con una voz carrasposa, casi inaudible, y muy baja, pero una que el rubio pudo entender perfectamente, le decía un “te amo”, uno que le hace romper en llanto, “yo también” dice entre lágrimas, el chico con sus última fuerzas vitales, sonríe con una mayor alegría, una que hace que al igual que el rubio, una lágrima resbalara por su mejilla, antes de cerrar los ojos, su corazón se detiene. Ayden sin importarle lo demás, abraza al chico.
 
Jessie arrastraba sus pies, haciendo el esfuerzo por caminar por el pasillo en llamas, de su cabeza salía sangre, totalmente exhausta, pero no se iba a dar por vencida, continua el camino. Nicolette corría desesperada, no hallaba a su hijo, cada camino que trataba de tomar pronto se cubría por las llamas o los escombros, se jala los cabellos angustiada.
 
Jerome corría sin saber a dónde, cada camino se tapaba y le impedían el paso, las llamas le empezaban a quemar la piel, el fuego se cerraba cada vez más, pero sus intenciones no cambiaban, abriéndose paso quitando unos tablones continúa el trayecto, hacia la escalera principal.
 
Felix con el cuerpo de Yuushin debilitado huye asustado, viendo atrás como Maritza les seguía cojeando con una mirada psicótica, y esa gran daga larga en su mano izquierda, gruñendo y espirando con fuerza, la boca abierta como sus ojos, no les dejaría ir.
 
Por el lado izquierdo de la gran escalera imperial, bajaban a gran velocidad con desespero Jeffrey, Elliot, Sunny, Bobbie y Jerry, solo querían salir de ahí, pasan por en frente del gran ventanal principal, dan la vuelta bajando las escaleras principales, faltaba poco para salir del infierno, y de pronto, el enorme candelabro del techo se desploma, los cinco escuchan el sonido, viendo hacia arriba como la enorme araña caía, en el reflejo de las bombillas, una aura oscura podía verse, no les dio tiempo de reaccionar, cuando la pieza ornamental les aplasta a los cinco contra el suelo siendo seguida por los escombros y pesados ladrillos que igual caen encima.
 
Xavier entra a uno de los cuartos, pues no había más caminos, los dos pasillos ya estaban incendiados, las paredes se quemaban, el humo asfixiante le llenaba los pulmones, sin importarle mucho por el mareo y la depresión observa a todos lados buscando alguna forma de salir, una enorme explosión en el cuarto ocurre, lanzando al chico de cabellos rubios en punta por la onda expansiva, toda la habitación se consume en llamas.
 
Taylor y Emmet avanzaban angustiados, hasta que Taylor abre brevemente los ojos haciéndose para adelante, tirando su cabeza. Emmet se extraña ante esto, mira al más alto, quien tenía la mirada perdida y la cabeza ladeada, la mano sobre su hombro ya no emanaba esa calidez de siempre, Taylor vuelve a ladearse, esta vez con su cabeza hacia adelante como estando a punto de desmayarse, Emmet pone su mano sobre el pecho de este para evitarlo, y se asusta, cuando el chico de cola de caballo abre los ojos a más no poder, luego abriendo la boca soltando un grito ahogado, en el que sale sangre disparada de entre sus labios y nariz, cae arrodillado, y hacia adelante con la frente al suelo, y ahí el rubio se da cuenta, que tenía un cuchillo enorme clavado en su espalda profundamente.
 
“…” no pudo exclamar nada, solo colocó una expresión de espanto al ver al chico que más quería en el suelo. Una silueta se agacha, alzando la mano para tomar el mango del cuchillo, sin contemplación alguna lo saca, escuchándose como arañaba la carne y huesos de la columna vertebral, Taylor emite jadeos de dolor para luego morir. El chico de cabellos morados se incorpora, mostrándole el cuchillo ensangrentado a Emmet, este se espanta gritando fuerte y agudamente, pues sabía que él seguía.
 
Felix tomando la cintura de Yuushin, toma impulso para hacer que caiga por la ventana del primer saliendo de la casa, pues ya no hallaba forma de huir de Maritza, el peli gris queda descansando sobre el césped adolorido, Felix siente y ve como la mujer mayor estaba detrás suyo, se lanza también, pero la mujer alcanza a tomarlo del pie izquierdo con ambas manos, al castaño se le hiela la sangre, Maritza le empieza a elevar agarrándolo del pantalón para regresarlo al pasillo y acabar el trabajo. “¡NO!” grita pataleando, ya tenía medio cuerpo dentro de la casa otra vez, Yuushin regresa en sí, al escuchar el grito de miedo del castaño despierta por completo, ignorando el horrible dolor de su brazo y pierna se acerca tomando el borde del pantalón de Felix, apoyando el pie en la pared y jalando con todas sus fuerzas. Finalmente los esfuerzos del chico dan resultado, logrando llevarse consigo a Felix, por desgracia, también a Maritza. Yuushin termina respirando agitado en el suelo bastante adolorido, las heridas se le habían abierto, abre los ojos, solo para ver como la mujer se abalanzaba encima suyo gritando, esta le toma el hombro con fuerza evitando que pudiera moverse, con un rostro de rabia eleva la daga.
 
-          ¡NO QUIERO MORIR!- grita, cuando la filosa punta se acerca con fuerza hacia su cabeza.
 
Justo centímetros antes de que pasara lo peor, una mano detiene el ataque tomando la muñeca de la mujer. Maritza voltea confundida, solo unos segundos, se lanza ferozmente a atacar al causante de su cometido fallido, la punta de la daga larga brilla, luego siendo cubierta por una sombra oscura.
 
Yuushin cierra los ojos del miedo escuchando unos golpes secos y unos gruñidos por parte de Maritza, al abrirlos, y ver al lado, se encuentra con la imagen de Jonathan, habiendo clavado la daga en el cuello de la mujer mayor, quien cae al piso boca abajo cubierta de sangre y muerta. El bibliotecario mira a Yuushin con rostro serio, exclamando.
 
-          Esto no es normal-
 
Al volver a ver el cuerpo de la mujer, nota que en su espalda tenía como cuatro cortes profundos, probablemente hechos por alguien que trató de defenderse de ella.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10:55 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
 
Bajo el gran candelabro de bobillas quebradas y escombros y polvo a su alrededor, cinco cuerpos se retorcían bajo el horrible peso que tenían encima. Sunny boca abajo, con los ojos cerrados por el dolor, tenía un corte en su mejilla izquierda por los vidrios rotos, arañando el suelo, Jerry de lado, sangrando por la boca y nariz, pero aún respiraba, Bobbie, boca arriba, sin fuerzas para quitarse las patas de madera gruesas de la lámpara, una herida abierta en su cabeza sangraba, Elliot…le costaba mantener los ojos abiertos y la conciencia, los ladrillos le habían caído en las piernas, quebrando ambas, una gran abertura al lado de su cabeza manchaba el suelo y su nariz y boca expulsaban líquidos carmesí. Los cuatro luchaban por sus vidas.
 
A un lado de la casa, Xavier se encontraba tirado en el suelo, la explosión milagrosamente, aunque le hubiera arrojado desde el segundo piso, había caído sobre el césped disminuyendo la intensidad del impacto, abre los ojos, elevando la cabeza, sin poder creer que seguía vivo.
 
Jeffrey a diferencia de los otros cuatro chicos bajo el candelabro, solamente había terminado con algunos maderos sobre él, las patas del candelabro no le habían caído encima, logra salir de debajo del gran objeto, pero lejos de quedarse a ayudar a sus compañeros, corre desesperado hacia las puertas de la casa, sin embargo, a cierta sombra oscura aunque le gustara la muerte, no le agradaban cosas como esa, quizá por diversión, quizá por solo dar un golpe de karma, lo que sea, rodea una columna de mármol.
 
Jeffrey se acerca hacia la puerta, pero ve una sombra, al elevar la vista, una enorme columna se desplomaba, en realidad, tenía forma de salirse del camino, pero al recordar, Harley…Suzie, su novio y su hermana muertos, pensó, “¿para qué seguir?” algo tonto de s parte, de cualquier modo, la columna le aplasta reventándole el torso, bañando el rededor de sangre, y acabando con su vida.
 
 
 
 
 
Ronald caminaba serio por los pasillos casi en llamas por completo, las paredes y el techo estaban quemadas y el humo se expandía por el aire, llevaba puesta su gorra azul, su brazo por fortuna había dejado de sangrar, el dolor no se había ido, pero lo toleraba, una gran mancha roja decoraba la manga corta de la camisa ya no tan blanca del uniforme que llevaba, en mente, pensaba solamente en una cosa, encontrar a Danny, oye un ruido, ve arriba y se hace a un lado cuando unos tablones en llamas caen al suelo por poco sobre él, sigue avanzando, encontrándose con un cuerpo sobre el suelo. Le reconocía, solo había un chico en el salón con el cabello rojo tan largo como para llevar una cola de caballo. Voltea a Taylor boca arriba con delicadeza, aunque esta termina de lado al no tener vida, los ojos celestes del chico seguían abiertos, pero muertos, coloca sus dedos en el cuello, buscando sentir la sangre correr por las venas, nada. Aprieta los dientes.
 
-          ¿Por qué?, ¿todos han perdido la razón?-
 
En un pasaje desconocido de la casa, también estando incendiándose, un pequeño niño caminaba con rostro neutral, llevaba uniforme escolar, camisa blanca, chaleco negro, shorts cortos oscuros al igual que sus zapatos y medias largas hasta la rodilla, su cabello era negro oscuro y era sostenido por un broche brillante, las hebras le llegaban a los hombros, y el parche blanco tapaba su ojo de vidrio, dejando solo a la vista su ojo avellana derecho. Mira a un lado, por la ventana, pensando, preparándose para lo que iba a hacer.
 
 
 
 
 
 
 
Afuera del infierno que representaba esa casa, un auto estaba estacionado en frente, dentro Gibson esperaba angustiado sentado en los asientos traseros cubriéndose con una manta, su cuerpo temblaba, su respiración se encontraba mejor, le habían exigido quedarse en el hospital, pero el insistió en volver, no estaría tranquilo hasta ver salir a Oliver de esa estructura en llamas. Al lado del vehículo, Xavier temblaba abrazando sus propias piernas tanto del frío como del miedo, la ansiedad le mataba, no sabía si estar vivo era algo bueno, pero no estaba dispuesto a morir. Se levanta al ver llegar a Jonathan, ayudando a caminar a Yuushin y con Felix a su lado con la mano sobre su cabeza.
 
-          ¡Profe!- grita aliviado acercándose.
 
-          ¿Hay alguien más en la casa?- pregunta el mayor, recibiendo el asentimiento por parte del rubio despeinado.
 
 
El bibliotecario vendaba de manera apropiada la pierna y el brazo del peli gris, con Xavier y Felix mirando, el último sosteniendo el paraguas para evitar que el herido se mojara. “El sangrado se ha detenido, no es grave” explica ante los quejidos del chico, “todos quédense aquí” ordena y se dirige a entrar a la casa, por desgracia la puerta principal era muy riesgoso abrirla, puesto que el balcón encima de esta estaba por derrumbarse, cualquier movimiento podría causar su colapso, decide ir por las puertas de al lado de la casa.
 
Bobbie logra salir de debajo de los escombros, se levanta a pesar del dolor en su pecho al haber sido aplastado, su mejilla sangraba, peor lo más extraño, era que estaba despierto. Mira el resultado de esa columna caída, prefiere retirar su mirada, Jeffrey literalmente estaba desparramado debajo del mármol marón. Iba a correr, pero oye los quejidos, notando a Sunny luchar por salir, el candelabro le había caído sobre la espalda, con fuerza no mostrada hasta el momento rompe una tabla del suelo, la coloca debajo del candelabro, y haciendo palanca lo retira de encima de la chica, extiende su mano, la rubia aliviada la toma por fin saliendo y dejando de sentir tanto dolor en la espalda. Al salir los dos se abrazan, al estar vivos, estaban heridos claro, pero vivos. “Gracias” dice Sunny separándose, “no hay de…” Bobbie al separarse, se paraliza, no por algo malo, sino porque recién notaba ese detalle, recién veía en todo su esplendor esos ojos azules brillantes, ese rostro delicado y las facciones finas de la chica, ahora veía una razón para no dormir. “Que lindos ojos” exclama algo torpe, Sunny sonríe, los dos se tomaban de las manos, hasta que vuelven a la realidad al escuchar a Jerry quejarse, rápidamente se agachan, Bobbie levanta la pata del candelabro hasta quebrarla, y Sunny ayuda a levantarse a Jerry, aliviados, por desgracia, al ir por Elliot, este tenía los ojos cerrados, su mano que antes se movía, estaba tiesa, y la sangre de su cabeza ahora formaba un charco. Con pena, se disponen a salir por las puertas de la siguiente habitación, pues el techo de ahí, parecía que en cualquier momento se derrumbaría.
 
Al salir del cuarto principal, los tres se topan con el pequeño cuerpo de cabellos púrpuras en forma de coco, tendido sobre el suelo inconsciente por la inhalación del humo y con el tobillo derecho sangrando. No se dieron cuenta cuando cierto peli azul entra a la sala, casi completamente destruida y en llamas, Jerome solo entró sin ver el techo a punto de caer, deteniéndose de golpe al verlo, al ver al pequeño niño que tanto amaba, bajo ese candelabro, aparentemente, muerto. Jerome se acerca corriendo, levantando con sus propias manos y toda su fuerza el candelabro, haciéndolo a un lado, dejando descubierto el cuerpo boca arriba, con ambas piernas ensangrentadas, y ese rostro tierno y puro, pareciendo que dormía, cuanto desearía que así fuera, se arrodilla, abrazando el cuerpo del niño contra sí, empezando a llorar de frustración, apretando más fuerte, besando el cabello castaño del menor, sin nada más que poder hacer.
 
“¡Jerome!” oye que le llaman, al ver mejor, Jerry le decía que viniera con señas, mientras Sunny cargaba a Oliver como si de un bebé se tratase, Bobbie hacía lo mismo, llamándole con la mirada, pero el peli azul no se iba a ir, solo agachó la mirada, escondiendo el rostro en el pelo castaño, cerrando sus ojos llorosos y quedando ahí arrodillado. Bobbie iba a ir por él, pero otro derrumbe ocurre, tapando la puerta de huida, ya que el lugar se incendiaba y la salud de Oliver peligraba, se vieron obligados a dejarlo. Jerome carga al menor, caminando hasta las puertas principales, disponiéndose a salir, sin saber lo que le esperaba. Gira la perilla, abre la puerta, y el balcón encima de este, se derrumba, el peli azul da una mirada al cielo, luego al pequeño, besando sus labios fríos, antes de que todo el material pesado le aplastara junto al fuego.
 
Su corazón, al igual que el de Elliot, se detiene, pero eso sí…no murieron solos.
 
 
 
 
 
 
Ronald seguía caminando decidido, el pasillo cada vez tenía más hoyos con fuego, a penas y podía ver el final del mismo, pero se detiene al ver a alguien, a un niño de cabellos rubios en un corte tipo hongo, ojos celestes y enormes gafas sobre los mismos, vistiendo camisa blanca, shorts negros con tiras de overol, corriendo desesperado hacia él, su rostro bañado en lágrimas evadiendo torpemente los obstáculos del camino, “¡Emmet!” grita el nombre del menor, quien llega hundiendo su rostro en el pecho del chico de gorra azul, Ronald le toma de los hombros tratando de calmarlo, cosa que al parecer resultaba imposible, el rostro del niño era de miedo y terror, viendo a Ronald con súplica, exclamando.
 
-          ¡AyúdamNGH!-
 
Sus palabras se le van de la boca, aprieta los dientes, los ojos se le abren enormemente, el cabello rubio se le va hacia adelante, un cuchillo había sido lanzado, incrustándosele en el cuello, suenan los huesos de su cuello quebrarse, la cabeza se va hacia adelante, y se empieza a caer de espaldas, el de cabellos marrones ve como Emmet tenía un mar de sangre cayendo por su boca abierta, y los ojos desorbitados viendo al cielo, antes de caer de espaldas al suelo, revelando la figura de ese chico, de cabellos morados, lentes de marco cuadrados, con el uniforme lleno de tierra y barro, mirándole fijamente, con el reflejo de las llamas en las lunas de vidrio. Ronald queda boquiabierto, Dimitri había asesinado a Taylor y Emmet.
 
-          Ronald- se agacha, colocando una mano en la cabeza de Emmet y con la otra sacando el cuchillo de su cuello -¿te acuerdas de este chico?- pregunta.
 
-          ¡Por supuesto que sí!- grita enojado, ahora entendía, Dimitri había escuchado la cinta, pero él solo mató personas al azar esperando que fueran las extras.
 
-          Lo sabía, me equivoqué- chistea como si nada.
 
-          ¿Te equivocaste?, ¿te das cuenta de lo que has hecho?, ¡acabaste con la vida de dos inocentes!- Emmet descansaba sobre el suelo, con la cabeza de lado, la boca y ojos abiertos en una mueca horrible, sobre un charco espeso de sangre.
 
-          Ian dijo que era Danny- explica mientras limpia sus lentes con un pañuelo, se los vuelve a poner –pero yo creo que el muerto…- sonríe –eres tú- Ronald abre los ojos –todo empezó en Mayo, ¿verdad?, obviamente el muerto apareció en Mayo, y fue ahí, cuando apareciste tú-
 
Cambiando su sonrisa, Dimitri se abalanza a Ronald lanzando una cuchillada, el chico logra esquivarle.
 
-          ¡Te equivocas!- esquiva -¡se inició en Abril!- el cuchillo araña la pared, Ronald tenía razón, todo se había iniciado en Abril, con la muerte del hermano de Danny.
 
-          ¿Piensas que voy a creer eso?- esquiva una cuchillada a su rostro ladeándolo, Dimitri obvio no lo iba a tomar en serio.
 
Así continuaron los ataques, Dimitri trataba de darle, el cuchillo lanzaba cortadas al aire, pues el chico de gorra azul las evadía rápidamente, cada vez Dimitri avanzaba y Ronald retrocedía, el de lentes lanza un ataque de frente, cosa que Ronald aprovechó, haciéndose a un lado y tomando la muñeca de la mano que sostenía el arma, ambos elevan los brazos, haciendo fuerza con ambas manos tratando de luchar por el cuchillo, pero Dimitri con ira da un fuerte cabezazo a Ronald, aturdiéndolo y empujándolo desde abajo, haciendo que chocara contra una puerta que ya dañada se cae con Ronald encima boca arriba, Dimitri avanza, pisando el pecho del de cabellos marrones para evitar que se levantara.
 
-          ¿Por qué haces esto?- el de lentes se le queda viendo desde arriba.
 
-          Cuando Jerome casi me mata, pensé…que tengo que enviar a los muertos a la muerte, o de lo contrario moriré-
 
-          Pero eso es…-
 
-          ¡CÁLLATE!- Ronald se asusta -¡SI NO HUBIERAS VENIDO AQUÍ, JIMMY NO HUBIERA MUERTO!-
 
-          ¿Jimmy?- repite sorprendido, Dimitri más que todo, le quería matar por venganza, más que por pensar que era el extra, no le importaba su vida, solo le importaba el vengar la muerte del peli rosado.
 
-          Si no te hubieras acercado al niño que no existe…- baja la vista, luego elevando y girando el cuchillo ensangrentado en su mano derecha.
 
Ronald palidece.
 
-          ¡ENVÍA A LOS MUERTOS A LA…!-
 
El sonido de un metal impactando contra su cráneo frena sus palabras, sus ojos se desorbitan, su boca se abre, su rostro torna una mueca triste, se balancea de lado a lado, hasta que un gran chorro de sangre baja por su frente y rostro. El tubo con el que había sido golpeado baja, Dimitri da un último ladeo, y cae contra el armario de madera de al lado, soltando el cuchillo y manchando de rojo la puerta. Ronald mira al causante, de su salvación, pero de la muerte de Dimitri.
 
-          Idiota- exclama Luciano enfadado –Ronald no está muerto pero tú has matado a dos personas, no mereces vivir- mira la cabeza de Dimitri caída colgando, la sangre no dejaba de salir de su cabeza rota, los ojos quedaron abiertos y congelados, pero el rubio no se arrepentía, se acerca al chico –voy a ayudarte a morir- le apunta con el tubo, Ronald no sabía que decir –hazle compañía a Jimmy y a su madre, si es que tú asquerosa alma y sí Taylor y Emmet te perdonan, lo cual no creo, ojalá te pudras en el infierno- eleva el objeto metálico, dispuesto a rematar al chico de lentes, pero alguien toma el arma evitando su ataque, voltea encontrándose a Jonathan.
 
-          No deberían estar haciendo estas cosas estúpidas, matarse unos a otros- Luciano le escucha paciente, pero su rostro de ira regresa -…palabras sabias…de alguien que se escapó solo para observarnos porque tenía miedo a morir, ¡no tienes derecho de decir nada!-
 
-          Tienes razón, me escapé, pero todavía pude salvar al estudiante que estuvo a punto de morir en vano frente a mí-
 
-          ¡Eres un espectador que no puede hacer nada!- grita furioso -¡no se puede cambiar nada!, los únicos que pueden solucionar este problema son los que están involucrados-
 
Luciano trata de recuperar su arma, pero Jonathan era mucho más fuerte, haciendo que se fuera para el lado de la puerta y colocándole el pie para que el rubio cayera luego de un giro, ya en el suelo, observa a Jonathan con el arma viéndole serio, aprieta los dientes, se levanta, y sale corriendo, “¡Ronald sal a la calle!” le ordena.
 
 
 
 
 
 
11:36 de la noche, mismo día, 1 de Diciembre del 2008
 
Junto al auto en frente a la casa, Yuushin, Felix, Xavier esperaban, Gibson sentado aún cubierto por una manta, y Ayden sentado sobre el suelo, con ojos tristes al haber tenido que dejar el cuerpo de la persona más querida que tenía, pero era eso o morir, y ahora quería vivir, por los dos. Los cinco elevan las miradas, al ver llegar a Bobbie, Jerry y SUnny, esta última cargando al pequeño, “¡Oliver!” grita Gibson corriendo hacia la rubia, “está bien, sigue respirando” le trata de calmar esta, el peli celeste nota el vendaje blanco manchado de sangre alrededor del tobillo del menor, apenándose, Sunny lenta y cuidadosamente la entrega en los brazos a Oliver, Gibson rápidamente lo lleva hasta el auto, sentándolo en el asiento trasero y cubriéndolo con la manta, haciendo que recostara su cabeza en su pecho, pronto, Oliver sonríe en sueños, durmiendo plácidamente escuchando los latidos del corazón del mayor.
 
Los otros tres se unen, abrazándose con los otros, seguían vivos, lástima que no podían decir lo mismo, del chico peli morado de lentes, que fue puesto en el suelo por Jonathan y Ronald que habían salido de las puertas de la zona derecha ya que no hace mucho que habían oído el fuerte ruido del balcón de la entrada trasera derrumbarse. Yuushin se acerca cojeando por su herida, siendo ayudado por Felix, se arrodillan en frente del cuerpo de Dimitri, “oye…Dimitri” dice el peli gris moviéndole un poco, pero este solo se ladeaba, su cabeza colgaba del cuello, la sangre cubría gran parte de su rostro, ya no podían hacer nada, había muerto, al igual que muchos.
 
-          … ¿dónde está Jerome?- pregunta viendo a los tres que recién habían salido.
 
Jerry, Bobbie y Sunny, bajan la mirada. Yuushin palidece, viendo la entrada principal, los alrededores de fuego, todo le llevaba a una sola conclusión, Jerome no volvería.
                                                                                                                                                          
-          No…vamos…dejen de bromear- Sunny niega triste –no…maldita sea… ¡maldita sea!… ¡MALDITA SEA!-
 
Felix tuvo que abrazarle para clamar su llanto. El ambiente triste consumía el aire.
 
Ronald prefiere guardar sus lágrimas para después, no era el momento, saca su celular del bolsillo, marcando el número que más llamadas recibidas y hechas tenía, el de Danny. Las sorpresas no acababan, pues al pasar unos segundos, todos voltean a ver a la derecha, por donde una figura siniestra salía de las ventanas rotas al no haber otra salida, el fuego detrás de ese cuerpo lo hacía ver más tenebroso, el miedo no se hizo esperar en los demás, sobre todo al ver que se trataba de ese chico con problemas de ira, Matthew. Jonathan se pone a la defensiva, pero deja de hacerlo a los pocos segundos, la mayoría se impresiona, cuando al ver mejor, notan que Matthew efectivamente era el que venía, con su semblante molesto e intimidante, cagando en sus brazos, protectoramente y con la mayor delicadeza posible, el cuerpo inconsciente de Finn, al que había salvado de morir ahogado por el humo, el rubiecito había estado vagando por la casa en busca de Jerry, hasta que se perdió entre tantos desastres, fue una gran suerte encontrarse con ese chico.
 
Al abrir pesadamente los ojos, mira a Matthew, un rostro serio y para muchos aterrados, pero sonríe, con sus pocas fuerzas, cerrando los ojos para dormir, se sentía débil, Jerry pronto se acerca junto con Jonathan para atender al menor.
 
 
 
 
La parte trasera de la gran casa también se estaba consumiendo poco a poco, el balcón que antes estaba suspendido contra la pared encima de las puertas principales, ahora yacía sobre el suelo destruido y encendido. Ronald se acerca, rodeando los escombros, pero notando, que debajo de unos maderos encendidos, se hallaba el brazo de alguien, con la piel quemada, y sin vida. No hacía falta que pensara mucho para saber que se trataba del peli azul.
 
Pasado unos minutos, Ronald arrastraba el cuerpo de Jerome, sacándolo de debajo de los escombros, dejándolo sobre el césped de la zona verde de al lado, lo mismo hace con Elliot, le daba algo de miedo, mover cadáveres de seres que quería, pero hacer eso era mejor que dejarlos que se quemaran bajo toda esa madera y concreto. Suavemente, deposita el cuerpo más pequeño sobre el de Jerome, tenía ganas de llorar, pero ahora no era el momento, no lo sería, hasta salir de ese infierno.
 
 
Pov’s Ronald
 
Lo primero que veo al entrar, es la sala completamente arruinada, quemándose, el fuego estaba por todas partes, partes del techo caían como la lluvia de afuera, incluso las maderas que se desplomaban tenían fuego prendido, me acomodo mi gorra azul. Al pasar me doy cuenta también que el gran candelabro que antes colgaba del techo ahora estaba tirado y roto sobre la alfombra, se nota que alguien lo había movido, imagino que desgraciadamente habrá aplastado a alguien, o a algunos cuando cayó. Estoy muy preocupado, por Danny, por mi mamá, que sigue rondando por la casa, hasta ahora no la veo, quizás huyó, o corrió la misma suerte que otros…no quiero imaginarme nada ahora, debo encontrar al niño, y a Jessie… ¿saben qué?, a la mierda con eso, yo no quiero a la señorita Jessie, yo quiero a mi tía Jessica, es la única que existe, no debí haberla dejado tirada con una herida en la cabeza, no sé si seguirá viva, o si está caminando débilmente por ahí, tal vez esté con mamá, tampoco debí golpear a Elliot, la ira me ganó, pero ahora él está muerto, y ese castigo es demasiado, yo nunca quise algo así, nunca quise que todo esto pasara, no es mi culpa…no es mi culpa…
 
-          Danny todavía está adentro…- subo las escaleras imperiales -¡Danny si estás aquí respóndeme!- grito con todas mis fuerzas.
 
Solo consigo que al voltear a las escaleras de la derecha un tablón con fuego me cayera en la espalda, por suerte no fue nada grave, nada más me dejó un horrible susto y algo de dolor, me sacudo el polvo de la camisa y mi gorra, acomodándomela nuevamente. Miro a cada lado, en uno el pasillo está completamente en llamas, en otro, en el mismo estado, la puerta quemada se desprende cayendo al suelo.
 
¡¿Pero dónde diablos está?!
 
Y de pronto, algo hace que mi cuerpo reaccione, siento una presencia, al girar sobre mí mismo, lo veo, Danny está ahí, en el pasillo en frente al que me encuentro, en frente del ventanal gigante y con el fuego detrás del cristal, los barandales están rotos, las paredes quemadas, los vidrios a punto de romperse, y…oh no…en frente…está Luciano.
 
Se empieza a acercar a él, y veo que sostiene una daga larga en su mano derecha, lo quiere matar, a él, a mi Danny, a mi pequeño, ¡eso no lo voy a permitir!
 
-          ¡LUCIANO!, ¡YA BASTA!, ¡DETENTE!-
 
Grito con todas mis fuerzas, tratando de tomar las siguientes escaleras, y entrar a su mismo pasillo. Ni el fuego o los escombros cayendo me detienen, solo me importa llegar, proteger al menor, al que yo quiero, al que yo…al que yo amo, él no es el extra, no lo es, no merece morir.
 
-          ¡POR FAVOR DETENTE!-
 
Me acerco a Luciano, quien en un principio parece ignorarme dándome la espalda sin detener su paso, pero luego repentinamente voltea, tratando de darme con la punta filosa de la daga.
 
Le esquivo, haciéndome para atrás.
 
Ambos nos miramos, con suma rabia, enojo.
 
Él dispuesto a matarle, y yo dispuesto, a darlo todo, por protegerlo.
 
Porque Danny…no es el extra…
 
…yo lo sé.

Notas finales:

Antonio Del Río (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Taylor Campbell (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Maritza Stuart (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Jeffrey Dendes (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Elliot Harper (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Jerome Faulkner (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Emmet Clears (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)
Dimitri Sears (Q.E.P.D) (1 de Diciembre del 2008)

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