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The Extra, The Class 3-3 por kpoploveever

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Notas del capitulo:

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Por si quieren aquí esta el dibujo de Danny Clarkson, lo subí a la computadora y le agregué un efecto especial, ojalá les guste y les haga tener una idea de como es este personaje

12:15 de la noche, mismo día, 2 de Diciembre del 2008
 
Se podía ver el bosque alrededor de…la estructura que se quemaba cada vez más con los segundos que pasaban, pues ya no se le podía llamar casa a ese montón de madera encendida, el fuego salía de cada una de las ventanas y puertas, tan solo un incendio en el comedor bastó para crear todo ese desastre, no era algo que sorprendiera mucho, toda la instalación estaba construida de madera, y ahora se incineraba convirtiéndose en cenizas oscuras como el gran firmamento en el cielo, casi no se veían las estrellas por el humo, el calor abrazaba los alrededores, el ambiente abrumador y de terror…en verdad se disipaba para la mayoría, la tristeza era evidente en cada rostro, vidas se habían perdido en aquella tragedia, de menos, ahora estaban a salvo, con dolor, tanto físico como emocional, igual, seguían con vida.
 
En el bosque de la parte trasera, el bosque aun de pie e intacto era iluminado por las llamas, la oscuridad se esfumaba un poco de la fuerza con la que ardía el lugar, entre los grandes troncos y bajo las hojas y ramas frondosas, sobre los arbustos y plantas, un chico corría desesperado, buscando algo, o a alguien, su silueta oscura se veía moverse en el paisaje, su piel era blanca clara, llevaba una camisa blanca y pantalón negro, desgastados y con manchas de tierra y sangre, en especial en la manga corta del brazo izquierdo, sus ojos de un color castaño oscuro lucían angustiados, respiraba agitado, los cabellos marrones eran cubiertos por la gorra color azul que llevaba puesta, aunque algunos mechones caían por los lados, moviéndose con el viento que chocaba con él al correr a tal velocidad, su mente pensaba en muchas cosas, en su tía, en su madre, a las cuales no había visto hace un buen rato y la preocupación ya le estaba matando, y principalmente, pensando en aquel niño de cabellos negros, Ronald no se detendría hasta hallarlo.
 
-          ¡Danny!… ¡Danny!-
 
Gritaba el nombre del menor cada dos segundos, esperando oír una respuesta, sin mucha suerte, entre los árboles, lo único que veía, eran más de estos, más vegetación oscura con el fuego ardiente de fondo, no veía absolutamente nada más, y ya se acercaba al final de la extensión y no veía por ningún rincón al niño. Lo que temía se hizo realidad, llega al último tramo de recorrido, y no había encontrado a Danny, estaba a punto de gritar su nombre de nuevo, cuando de pronto, junto al cobertizo de leña al lado de la estructura, en frente de un tronco y escombros caídos, estaba él, el peli negro de estatura baja, cabello largo sin nada que lo sujetara, causando que las hebras oscuras volaran con la brisa, de espaldas, con la mirada gacha al parecer, al instante, un enorme alivio le envuelve.
 
-          ¡Danny!- empieza a correr hacia el menor.
 
Voltea, del lado derecho, viendo al chico con su ojo avellana vivo, cuando Ronald se acerca lo suficiente, lo ve, dándose cuenta de que el pequeño sostenía entre sus pequeñas y pálidas manos, el mango de un pico de metal. Le mira.
 
-          No vengas- dice con su suave pero a la vez seria voz, Ronald acata la orden, confundido.
 
Danny fija su mirada en aquel tronco y escombros sobre el suelo, siendo mojados por la lluvia, determinado, con el arma en manos, Ronald no entendía que trataba de hacer Danny, pero se impacta, al ver que de debajo de ese tronco y escombros derrumbados, un par de manos se dejaban ver, agarraban la tierra con fuerza, intentando salir de ahí, con gran desespero, y debilidad.
 
-          ¡Te ayudaré!- grita el de cabellos marrones, pero la voz del menor se lo impide.
 
-          No puedes- exclama, girando un poco la cabeza, y viendo con su ojo de muñeca izquierdo a Ronald, bajo los cabellos negros, el fuego iluminaba el vidrio, haciendo el color más brillante, de manera aterradora, Ronald no lograba comprender, hasta que Danny dice –veo el color de la muerte-
 
-          …- abre los ojos -¿acabas de darte cuenta?- el menor se queda inmóvil, mueve su ojo falso.
 
-          Yo…….sabía desde hace algún tiempo………….pero…………..no podía decirte- dice, con tristeza -pero ahora………………..- regresa su vista a los escombros –es momento de que yo lo detenga- levanta el pico con ambas manos, dispuesto a matar a la persona extra, se acerca.
 
-          ¡Espera!- le detiene, de menos, quería ver, quien de toda la clase, era la persona muerta.
 
La mano de piel clara y lastimada de la persona sale más, clavando los dedos y uñas en la tierra, arrastrando su cuerpo. Ronald se queda viendo fijamente.
 
Y ve como…una cabellera…larga…color marrón clara…una que conocía perfectamente…
 
…sus ojos…en todo ese tiempo que había pasado…no podrían estar más descubiertos…más sorprendidos y horrorizados…impactados…cualquier adjetivo de ese tipo podría describir el como se sentía…al verla.
 
-          …no…no puede ser-
 
Danny mira al suelo, triste, apenado.
 
-          ¡No puede ser!- la voz casi ni le salía.
 
La persona logra liberar su torso, mostrando la figura delgada, los brazos delicados, todo formando el cuerpo de una mujer.
 
-          … ¿es la extra?…-
 
No quería creerlo, su quijada colgaba, su rostro palidecía.
 
-          ¿Estás seguro?-
 
Danny asiente, Ronald aún con la respuesta, vuelve a preguntar, con voz temblorosa.
 
-          ¿Estás seguro?-
 
La mujer de cabellos marrones, queda boca abajo sobre el suelo, agotada, herida, agotada, desesperada.
 
-          Ma………- tartamudea el chico, su voz, hace que la mujer reaccione de golpe.
 
Eleva el rostro, los ojos castaños, iguales a los de Ronald, miran con pena, al chico de gorra azul, quien luego de procesar toda la información…habla…
 
-          ¿Mamá?-
 
Era ella, Nicolette, la dulce madre y enfermera que había decidido acompañarlos voluntariamente al viaje, con su rostro materno, las ligeras arrugas en la cara ahora pálida, el cabello largo del mismo color que el de su hijo, era la persona atrapada ahí debajo de los escombros, con su rostro doloroso y suplicante, dedica su mirada de auxilio a su propia sangre, al fruto de su vientre, al que siempre sería un niño para ella, a duras penas, trata de arrastrarse y salir, no logrando absolutamente nada.
 
-          ¿Mi mamá…es la extra?- no podía creerlo.
 
-          Hijo- dice la mujer –ayúdame-
 
 
“Bueno aquí me despido cariño, que te valla muy bien en tu primer día” habla la madre con palabras de corazón, acercándose y dándole un sonoro beso en la mejilla a su hijo, antes de retirarse por las escaleras al primer piso donde enseñaría a partir de ahora.
 
Ronald: Supongo, oye mamá… ¿Cómo está Jessica…digo, como está la señorita Jessie?-
 
Nicolette: Ah, pues bien, creo, se le nota algo tensa en la escuela, aunque sabes que no convivo mucho con los profesores mientras esté trabajando en la enfermería y en el aula de medicina Ronald-
 
 
Nicolette trataba con todas las pocas fuerzas que le quedaban salir de debajo de esos troncos y escombros, sus manos no podían arrastrarla para ser libre, estaba atrapada.
 
-          Dime…- habla Danny al chico de ojos más que abiertos -¿dónde has oído tú que una escuela secundaria tenga clases de medicina?-
 
-          …-
 
-          Ninguna, menos una escuela tan pequeña en una ciudad tan diminuta como Empher, le medicina ni siquiera es un curso escolar…es una carrera de universidad, ¿o no?-
 
Ronald eleva sus brazos, y manos, colocándolas a cada lado de su cabeza, con la derecha se quita la gorra azul, con la izquierda, toma su cabello en un puño, desesperado, cierra los ojos, negando con la cabeza.
 
-          ¿No te has dado cuenta…de que los exámenes de medicina que dimos, nunca nos fueron entregados?-
 
 
Ronald: Amm creo que este sábado, es exámen de medicina- tenemos que ir a la escuela hacer el exámen, mi mamá enseña esa materia en la escuela y me pueda ayudar, también Suzie claro.
 
Suzie: 14 de junio ¿eh?- la mujer pensaba, extrañada, pues nunca había oído hablar de un exámen de medicina, su hermano menor, Jeffrey, nunca le pidió ayuda para uno, además, un día sábado…no tenía sentido alguno.
 
En casa, Nicolette tenía los exámenes de medicina en frente suyo, en el escritorio de su habitación, sin embargo, no los corregía, solos los miraba, porque no había necesidad alguna de corregirlos.
 
 
-          …nuestra clase tenía el número adecuado de pupitres este año, éramos 36 chicos inscritos, a pesar de que tú llegaste un mes después, ya estabas registrado-
 
Danny guarda unos segundos de silencio.
 
-          Y sin embargo, la calamidad se inició en abril- mira a Ronald -¿por qué crees que sucedió?-
 
Ronald suelta su cabeza, viendo a su madre.
 
-          Porque el escritorio que faltaba…no era en nuestra aula………….- voltea a ver al chico –era en la sala de profesores- Ronald se queda sin aliento.
 
En la sala de profesores, los escritorios para los docentes estaban pegados uno en frente del otro y juntos, todos de un color gris metálico, pero, había uno al final, que era de un color más brillante, diferente a los demás, como si lo hubieran puesto ahí de manera improvisada.
 
-          No… ¡mientes!- Danny podía ver, a través de su ojo de muñeca, como un aura oscura, sombría, rodeaba a la mujer, un algo siniestro, del cual, salían varias más, al cielo, desapareciendo, esas presencias, que provocaban las muertes, salían del aura de la mujer muerta.
 
-          Pero…- se confunde, su madre dijo “¡mientes!” pero ¿mentir sobre qué?, ¿acaso entendía todo?, ¿acaso…sabía acerca de la calamidad?
 
-          Muévete, Ronald- dice el niño, tomando fuertemente el pico de metal de nuevo, antes se volver a subirlo, acercándose a Nicolette, pero repentinamente, Ronald se pone en frente suyo, bloqueándole el camino.
 
El de cabellos marrones mira al niño, quien tenía un rostro neutral, el mayor desvía la vista, pensando, con pena, con angustia, con ira contenida en tan corto tiempo, un rayo ilumina el cielo, el trueno se oye, y la lluvia empieza a caer a montones, mojando todo, incluyendo, el filo mortal metálico del pico que sostenía el más pequeño.
 
Aprieta los dientes, cierra los ojos fuertemente, para después…tomar la decisión…con rostro serio mira el pico, y luego a Danny, diciendo.
 
-          Yo lo haré- el fuego dentro de la casa de madera dejaba a oscuras su rostro.
 
El menor, algo dudoso, finalmente acepta ante tal petición, de cierto modo lo entendía, no quería matar a la madre en frente de su hijo…al que por cierto, había llegado a amar…lentamente, le entrega el arma a Ronald, él primero vuelve a colocarse su gorra, toma con ambas manos el mango, y voltea, viendo a su mamá.
 
-          Envía a los muertos a la muerte- Nicolette ve con horror, el filo de metal duro del pico –lo siento, mamá- eleva el arma sobre su cabeza, apuntando a la cabeza de la mujer.
 
-          No…no lo hagas… ¡NO LO HAGAS!-
 
El chico frena todo movimiento, con la boca y ojos abiertos, no podía, no podía matar a su propia madre, simplemente no podía.
 
 
“¿Es verdad?”
 
La sonrisa de su madre.
 
“¿Es una buena decisión?”
 
Los besos de su madre.
 
“¿No hay ningún error?”
 
“Si nos equivocamos, habré asesinado a mi propia madre, a la mujer que me dio la vida…todo lo que dijo Danny… ¿es verdad? … ¿puedo confiar en él?…yo…le amo…pero…amo mucho más a mi madre…y eso no se puede evitar, ¿de verdad haré esto?, de verdad…si mi mamá…es la extra como Danny dice, ¿podré matarla con mis propias manos?, cuando Andrew mató a su compañero que era el extra, aun así la culpa lo persiguió, si yo mato a mi mamá…la conciencia me matará a mí…como soportar…que…yo…maté a mi mamá…y que nadie más lo recordara, además de mí… ¿Qué debo hacer?… ¿qué debería hacer?… ¿Danny en serio está diciendo la verdad?, y si así fuera, mi mamá no tiene la culpa de ser la extra…no la tiene, pero está muerta, entonces no pertenece aquí, pero…no lo entiendo…no”
 
-          Créeme- el de cabellos marrones, sin querer ya tenía los ojos cristalizados.
 
-          Pero…no…no puede ser…- baja el pico.
 
-          Ronald…- Nicolette seguía inmóvil, esperando la decisión de su propio hijo, de si dejarla vivir, o matarla.
 
-          No puedo-
 
-          Tú madre lo sabe-
 
El pico casi se le cae de las manos al oír eso, Nicolette…palidece, nerviosa.
 
-          … ¿qué?- exclama el mayor, no entendía eso.
 
-          Ella lo sabe…- las uñas de la mujer se clavan en la tierra.
 
-          …no…no es cierto…es no es posible-
 
-          Lo es, y ella lo sabe muy bien- desde su ojo de muñeca, ese color horrible seguía emanando de Nicolette, pero había algo diferente, el que esas auras salieran por el aire no era común, y notaba, que el color era mucho más oscuro que el que ya había visto.
 
-          ¿Ella cómo podría saberlo?- su voz sale en otro tono, no triste, sino enojado, voltea a ver al menor -¡¿CÓMO?!- su tristeza era evidente, y su deseo, de que todo eso no fuera más que una horrible y cruel pesadilla.
 
Nicolette baja la cabeza, ocultando su rostro, y repentinamente, para sorpresa de los dos chicos, habla con una voz, que reflejaba una intensa ira.
 
-          … ¿y tú crees que no me di cuenta?- Ronald y Danny, no podían articular palabras, la mujer se levanta lo más que puede, viéndolos a ambos, pero en especial, a Danny -¡¿crees que no lo sé mocoso?!-
 
Danny guarda silencio.
 
-          Mamá…- la mujer le mira, cambiando su expresión a una de tristeza.
 
-          Ronald…perdóname………yo lo sé…………sé que estoy muerta- se queda sin aliento –no debería estar viviendo, no debería estar hablándote, pero….aquí estoy…aquí estoy mi vida- Ronald baja el pico, la voz de su madre, le calmaba, y le hacía confiar.
 
-          Ronald no…-
 
-          ¡Cállate!- le grita Nicolette a Danny, el de cabellos marrones no le defiende esta vez, el menor se sumerge en el silencio.
 
-          …aquí estoy…hijo…no debería estar viva…pero…aquí estoy, teniendo la oportunidad de regresar y estar a tú lado…yo…sólo quiero estar contigo mi bebé- le dedica unos ojos suplicantes.
 
-          Mamá- suelta una lágrima traicionera.
 
-          …vamos hijo…- extiende su mano –ayúdame…-
 
Ronald suelta el pico, y eleva su mano, bajo la atenta mirada de Danny, y la sonrisa aliviada de su madre, Nicolette sonreía, internamente, pensaba, que había ganado, hasta que otra voz suena en los oídos de todos.
 
Jessica: ¡Ronald no!- aquel grito hace que el chico regrese a la realidad, al ver atrás, se encuentra con la imagen de su tía, con mucha sangre saliendo de su cabeza, arrastrando los pies por la debilidad, mareada, y apenas pudiendo mantenerse en pie.
 
Ronald: ¡Tía!- Nicolette pierde la ayuda, un rostro de molestia aparece en su rostro, al ver a Danny, nota que este se acerca, tomando el pico del suelo.
 
Nicolette: ¡Ronald!- grita, Danny eleva el arma sobre su cabeza.
 
Ronald: ¡NO!- iba a correr para salvarla, sin embargo, el agarre de su tía lo evita, porque ahora, no era la señorita Jessie, era la tía Jessica, siempre lo sería.
 
Jessica: No Ronald…ella……….si………..está muerta- Ronald se queda sin palabras.
 
Ronald: ¿Lo sabes?- la mujer asiente, Danny baja el pico.
 
Jessica: Lo siento Ronald, es verdad…Nicolette está muerta- dice con ojos llorosos.
 
Nicolette: ¡NO!, ¡MIENTE!, ¡ELLA MIENTE!, ¡ELLA ES LA MUERTA!-
 
Jessica: ¡NO LO ESTOY!- se zafa del agarre de Ronald, y cojeando se acerca a su hermana –Ronald…te mentí-
 
Nicolette: ¿Lo ves?, yo…solo dije que estaba muerta…porque ella me tenía amenazada Ronald-
 
Jessica: ¡NO ES CIERTO!- con fuerzas toma los hombros de su nieta, haciendo que le viera a la cara –mírame Ronald…acaso… ¿me veo como si tuviera 50 años?-
 
Ronald: …- no, claro que no, ahora que veía bien cada detalle, se supone que ellas dos eran de la misma edad, y habían ido a la escuela al mismo tiempo, pero, Nicolette, su madre, se veía notablemente más mayor, a diferencia de Jessica.
 
Nicolette: ¡No la escuches Ronald!, ¡hijo!-
 
Jessica: Ronald…te mentí…no tengo 50 años…yo…tengo 36-
 
Ronald: … ¿qué?-
 
Jessica: Jamás asistí a la secundaria ni al noveno grado junto a tú madre, ni siquiera estuve en la misma clase que Daniel Empher…jamás…yo me gradué en el 86, ¡tú madre fue la única que se graduó en el 72!-
 
Nicolette: ¡NO ES CIERTO!, ¡RONALD SÁCAME DE AQUÍ!, ¡ME QUIEREN MUERTA!, ¡AYÚDAME!- luchaba por arrastrarse, Danny solo la observaba, sin decir nada.
 
Ronald: Pero… ¿por qué?- Jessica baja la cabeza, cierra los ojos, y suspira, antes de volver a verle y explicar.
 
 
Jessica: Cuando nos mudamos aquí a Empher…es cierto hasta tal punto, que enfermaste y fuiste al hospital por tú problema de salud, yo entré a trabajar en marzo, y dime, ¿alguna muerte ocurrió ese mes?, no, no soy la persona muerta-
 
Nicolette: El año escolar no empezaba sino hasta Abril, esa excusa no te sirve de nada-
 
Jessica: Escucha Ronald, tú madre, si se enteró, por su propia cuenta, que estaba muerta, todo este tiempo ella lo supo, y ni ella ni yo te quisimos decir…yo no podía, ¿cómo decirte que tu madre había muerto?, me lo guardé, ella me lo contó, pero…igual, no podía decirte-
 
Ronald: … ¿por qué? … ¡¿por qué me lo dicen ahora?!, ¡cuándo muchos ya han muerto!-
 
Jessica: Perdón Ronald, ya sé que debimos hacer algo…pero…- mira a Nicolette, quien seguía luchando por salir –ella…no quería regresar a dónde pertenece…no quería regresar a formar parte de los muertos-
 
Danny: Ronald…- el de cabellos marrones oye esa voz –tú mamá…quería que alguien la reemplazara…en el más allá-
 
Ronald: …- de pronto siente, como un peso se le viene contra el cuerpo, al darse cuenta, su tía se había desmayado –tía, ¡JESSICA!, ¡JESSICA!- para su alivio, la mujer aún respiraba, pero no muy bien, ya lo sospechaba, desde hace mucho, ella tenía problemas de salud, bastantes, siempre decaída, siempre estrada deprimida, ni se pudo mejorar con los tratos médicos de……..su madre.

Notas finales:

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