Me podían llamar fenómeno, me podrían insultar y decirme lo que querían. Pero ya me había acostumbrado, ya no me importaba, sabía que la gente hablaría de mi, sin embargo solo lo hicieron un par de veces, justo cuando nos cambiamos de casa, opte por ocultar esa marca y nunca mostrarla, al menos a nadie… hasta que conocí a Onew.
-POV-
-No tienes calor?- me pregunto, mientras en pleno verano caminábamos por la calle, y el vestía de una manera ideal, adecuada para el calor del verano, mientras yo seguía con las camisas de manga larga, no quería que me viera el brazo.
-no, así estoy bien- le mentí , y el no me creyó.
-sudas como una mantequilla fuera del refrigerador, vamos! Cámbiate esa camisa- me insistió y yo quise apartarlo pero Onew era tan insistente, en pleno parque me tiro al suelo y me trato de levantar la camisa, lo cual me negué.
Sin embargo levanto las mangas de mi camisa y finalmente me descubrió. No me dijo ni una sola palabra, solo me vio el brazo y yo volví a taparlo, note como se mordió la lengua un momento y se sentó al final junto a mi
-creo que eso…. No es una quemadura- me murmuro en voz baja – que es?- me pregunto y yo mire a mi alrededor a que no hubiese gente y así fue, no había nadie.
Me levante la manga de mi brazo derecho y le mostré esa marca de “nacimiento” mi piel era más amarilla, mas pálida y tenía un par de manchas negras, se sentía tan suave, sabía que no era normal, y mis padres ni siquiera se tomaron la molestia de revisarme con el doctor., al nacer pensaron que desaparecería, pero al contrario, cubrió mi brazo. Lo que me pasaba era raro, totalmente extraño, pero no estaba enfermo, no era una enfermedad, y no quería ir solo a un hospital, no quería que luego me encerraran y me trataran como a un animal.
Onew solo se acerco a mí y lentamente acerco su mano a mi brazo, yo no le prohibí, ni le dije nada, el solo toco.
-está muy suave- comento con una sonrisa torcida –parece… como si fueras de peluche Taemin- se burlo de mi y yo solo lo golpee, con esta pequeña prueba, sabía que podría confiar en el
-leopardo- murmuro y me soltó. ¿Leopardo? No había pensado en ese animal.
-no le digas a nadie, por favor- le suplique mientras volvia a tapar mi brazo
-ni siquiera aun muerto… felino- me contesto sonriendo, y volvimos a casa
-fin del POV-
Mi amistad con Onew aumento claramente, al final me hizo sentir una enorme confianza en el, que hasta mi afecto con el cambio. Con el paso de cada día, ya no quería a Onew solo como un amigo, ahora lo deseaba… como algo mas.
Mis días junto a él me hacían sentir tan normal, hacia que olvidara esa marca de mi cuerpo, y pudiera vestirme como quisiera ante sus ojos, sin espantarlo, sin intimidarlo.
-POV-
-gato al agua- me grito arrojándome una cubeta de agua fría mientras jugábamos en su jardín. El día era caluroso, yo ya escurría de agua toda la ropa, mientras Onew tenía la ventaja de que solo traía ese pantalón celeste, asique trate de tomar venganza y le quise hacer lo mismo.
Pero Onew era más alto que yo en ese entonces, me quito la cubeta, pelee por ella, pero al final cayó al suelo y nosotros también; Onew quiso detener mi caída, pero término cayendo sobre mí.
Ambos nos miramos frente a frente, sus ojos café se cruzaron con los míos y sentí mi corazón acelerarse,. Onew se veía tan hermoso
-te lastimaste?- me pregunto y yo apenas moví la cabeza negando. De ahí no dijimos ni una sola palabra mas, quise acercar mi rostro al suyo pero no me atreví, el pareció entenderme porque al final, el me beso.
Sus labios húmedos de agua, se unieron con los míos, cerré los ojos y disfrute ese pequeño momento, era exquisito. Besar a mi mejor amigo, a mi futuro enamorado. Enrede los dedos en su cabello mientras sentía como su cuerpo se apegaba al mío, empezaba a sentir un ardor en mi interior, una ansiedad en mi cuerpo. Pero el grito de su madre nos interrumpió.
“hora de cenar” le alzo la voz a Onew y ni siquiera eran las siete de la noche. Nos separamos y no evite ruborizarme, mi rostro se sentía tan caliente y no era por el calor, pero Onew solo me sonrió.
-creo… que nos veremos mañana ¿no?- me sonrió y acaricio mi mejilla, luego me ayudo a ponerme de pie. Ni siquiera nos cambiamos de ropa, el solo me dio una camisa de manga larga para cubrir mi brazo, el camino a casa era algo largo y esta vez Onew no iba a acompañarme.
-hasta mañana- me sonrió y nuevamente beso mis labios de manera suave. Lo disfrute
-hasta mañana- me despedí y camine a casa… pero me tope con la sorpresa, de que al llegar a casa, iba a dejar de serlo.
No era común encontrar un auto enorme, brillante y lujoso en el patio de mi casa. Menos por la categoría de vida que llevábamos nosotros, eso era muy lujoso y nosotros no podíamos tener ese lujo.
Camine alrededor del vehículo y entre al patio de casa. Un señor parado en la entrada se me quedo mirando fijamente, su mirada me intimido, no sabía que pasaba, pero sentía que al atravesar la puerta, me sentiría seguro. Pero me estaba equivocando.
-créame… no se arrepentirá- una voz profunda, suave y firme se oyó en la sala de mi casa, yo quise entrar corriendo hasta mi habitación escaleras arriba, pero no lo logre.
-¡Taemin, ven aquí! – escuche esa voz moribunda, ebria, tonta. Era la de mi padrastro, y si no quería otro castigo, tenía que obedecer. Aun escurría de agua pero aun así camine a la sala y vi a alguien que nunca antes había visto en mi vida, y que probablemente era el dueño de semejante auto parado en la puerta de casa.
Ese cabello castaño, ese abrigo en plena época de verano, era todo tan extraño ¿no tenia calor? No evite pensar en eso, pero mientras lo miraba, el ya tenía sus ojos clavados en mi, profundos, tenebrosos.
-Hola Taemin- me saludo y yo no supe que decir –me llamo Kim Jonghyun- se presento y se puso de pie para darme la mano, yo no sabía si aceptarla.
-niño ¿Dónde carajos están tus modales? ¡Saluda! –me reclamo el novio de mi madre, empujándome hacia él, solo accedí a saludarlo
-no debería ser así con él, es aun un niño- le dijo Jonghyun y ambos sonrieron. Pero Jonghyun nunca me soltó la mano, al contrario, me jalo hacia él y levanto la manga de mi camisa, mirando mi marca
-No ¡Suélteme! –reclame, pero él no me soltó-
-no tienes porque espantarte Taemin, no te voy a lastimar- me dijo lentamente. Acaricio mi marca, sus dedos rozaron mi piel y sentí que algo no andaba bien, quise apartarlo de mí pero algo me lo impedía
-¿cerramos el trato?- le hablo a mi padrastro y yo voltee a verlo. Mi madre salió de la sala, la note algo extraña, no sabía que pasaba, y quise soltarme de Jonghyun.
-es un trato- ambos sonrieron y otra persona vestida de traje negro dejo un paquete sobre la mesa
-¿mama?- hable, pero ya no me volteo a ver- ¿mama? –volví a hablar pero Jonghyun solo me sonrió y me soltó un momento, del cual quise aprovechar y correr hacia ella, pero el otro hombre me detuvo, me sostuvo de los brazos y me jalaron fuera de la casa
Jonghyun solo se puso un sombrero y salió sin voltear a ver a mis padres, ni siquiera a mí, y yo, parecía que iba atrás de el
-¿mama?- insistí, pero solo sentía como me arrastraban fuera de la casa –MAMA! –luego de gritar, taparon mi boca con una cinta
-¡no lo lastimen!- finalmente reacciono mi madre, pero no se acerco
-el ya no es de su propiedad- apenas oí lo que respondió, mientras mi padrastro de una bolsa, saco un par de paquetes verdes y al siguiente instante me vendaron los ojos… vendido, quienes se hacían llamar mis padres, me vendieron a un completo extraño, y solo parecía que lo habían hecho porque faltaba dinero en la casa, y mi marca era la excusa perfecta para hacerlo, al haber convencido al Jonghyun de que yo era, probablemente, un total fenómeno.
Solo sentí como luego me subieron al auto, me ataron las manos, quise soltarme pero todo era en vano, y al final el miedo, el llanto se apodero de mí.
“shh” fue lo único que oí, mientras acariciaba mi espalda, mientras yo lloraba, hasta el instante en que el cansancio me domino y me dormí.
Al siguiente momento, ya estaba en cama. No había sogas, ni cinta, ni nada, solo yo en una habitación, donde note junto a la cama algo de comer. No había comido casi en un día entero, dude un instante en tocar el plato, pero mi hambre era insoportable, asique comencé a comer. Al mismo tiempo que la puerta de la habitación se abría, era Jonghyun y uno de esos hombres.
-¿te gusta?- me pregunto, tomando una silla y sentándose frente a mí. No me atreví a responderle y seguí comiendo. Extendió su mano hacia mí y acaricio mi cabello un instante, pero al siguiente lo aparte de mi
-¡no me toques!- reclame, pero él insistió y yo también -¡que no me ….- trate de hablar, pero el solo se abalanzo sobre mí, la mesa con la comida cayó al suelo y el estaba sobre mí. Sus ojos se clavaron en mí y sus manos apretaron mi cuello.
-cuida como me hablas Taemin, eras mío y debes guardarme respeto. Tus padres te vendieron, asique por tu bienestar, más vale que me vayas obedeciendo- me dijo hundiéndome más contra la cama, para luego soltarme y ponerse de pie.
Se acerco nuevamente a mí y me coloco algo alrededor del cuello, no me negué, para que hacerlo.
-este collar te ayudara a recordar de quien eres Taemin, ve el lado positivo de las cosas, lo que te pasa no es normal, la prensa con mi ayuda te dará la fama más grande del país, hasta podría ser mundial y además con tanta publicidad tendrás mucho dinero… un chico felino, no es cosa de todos los días Taemin- me sonrió y yo solo baje la vista, mientras sentía como sus pasos se alejaban
-Lee Taemin, un chico felino- alzo la voz en cada paso que daba –mascota por toda su vida… de Kim Jonghyun –rio fuerte y cerró la puerta bruscamente. Yo no supe que pensar, que sentir. Caí en la cama llorando lentamente en silencio ¿Qué iba a ser de mí?
-Fin del POV-
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