La realeza comía a gusto, platicando de su día y sobre su boda YoungMin le decía a KwangMin sobre los deseos de su boda y el otro ponía atención.
—Quiero demasiadas rosas en la entrada principal —el gemelo mayor le explicaba sobre qué era lo que quería.
—Las tendrás, basta con sólo pedirlo —dejó a un lado su comida para acariciar su mejilla, ellos se casarían al siguiente día por la noche.
—Gracias —recargó su cabeza sobre la cabeza del príncipe —. Me gustaría que HyunSeong estuviera con nosotros mañana en un día tan especial.
—A mi también me gustaría cariño —acarició su mejilla con el dorso de su dedo.
Más sin embargo en la casa del hechicero su boda ya se había celebrado estaba en su habitación portando una hermosa túnica blanca símbolo de su pureza, con un hermoso maquillaje.
—¿Dónde dormiré? —HyunSeong habló estando en un sofá mirando al hechicero.
—Aquí, no podrás escaparte, dormiras conmigo —ese joven se había sentado en la cama y se acostó en ella HyunSeong se acercó a JeongMin y adoptó su posición más sin embargo estaba en la otra parte de la cama.
Ambos compartieron la cama, estando de frente JeongMin cerró los ojos y se dispuso a dormir mientras que el emperador miraba el techo buscando respuestas y cómo podría ablandar el corazón del hechicero, con los brazos apoyados en la cabeza sobre la almohada pensaba de pronto sintió su corazón arder era el duende del amor... el mismo duende que enamoró a sus gemelos.
Observaba cada facción de su rostro aquellas pestañas algo largas y esos ojos felinos, su boca de fresa.
Ya tenía una idea...El amor...
En la mañana siguiente el mundo corría de un lado a otro, llevando arreglos florales, observando que el jardínquedara hermoso, los pavo reales paseaban con elegancia, los tigres de bengala fueran anaranjados o blancos miraban a la gente mantener la calma la boda ya había iniciado. YoungMin portaba un traje blanco mientras que KwangMin igual lo portaba a diferencia del color.
—MinWoo por fin me caso —habló en voz baja a su acompañante mientras caminaban al altar.
—Que sea feliz alteza —MinWoo también habló en voz baja fue el quien lo entregó anteriormente sería HyunSeong pero no estaba.
En el caso de KwangMin...
—Alteza cuide bien del joven YoungMin, recuerde que tiene mucha gente que lo quiere —DongHyun se alejó de su amigo.
—Eso lo sé perfectamente DongHyun —KwangMin tomaba la mano de YoungMin.
Se casaron, la celebración se llevó a cabo, en el jardín principal, comida gratis para el pueblo por una semana claro todo estaba administrado para no perder dinero o cosechas, todo parecía y lucía brillante las lámparas, la comida, el salón, las velas derritiéndose con el calor que solas proporcionaban.
MinWoo y DongHyun caminaban después de aquella celebración los dos en silencio, no tenían el valor de hablar por lo menos MinWoo.
—Es hora de que hablemos —DongHyun lo tomó de sus brazos para que lo mirara.
—¿Hablar de qué? —MinWoo ignoró su mirada y siguió hablando con seriedad —. No tenemos nada de que hablar al menos no sin son de sentimientos porque sabes que nunca te corresponderé.
—Yo sé que nunca me corresponderás —agachó la mirada —. Pero ni siquiera me has dado la oportunidad de enamorarte.
—Ni nunca te la daré mira DongHyun seamos amigos del vuelta, algo más no —se dio la media vuelta y no dijo nada.
—Acompañante por favor te ruego una oportunidad, si no sientes nada por mi después, yo estaré dispuesto a que no me vuelvas a ver —DongHyun se hincó frente a el.
—Lo siento, no puedo, no quiero perder a mi mejor amigo si esto no funciona, sabes que no te amaré ni amaré a nadie más —MinWoo levantó al guerrero.
—Sólo dime por qué —tomó sus manos y las acarició.
—Hay un hechizo —se soltó del agarre y se fue corriendo no quería hablar de más.
—¡¡¡MinWoo!!! —corrió detrás de él, pero desapareció de su vista.
JeongMin había dormido muy bien, mejor que hace 5 años, razón inexistente, todavía no sabía por qué pero estaba contento estirándose en la cama, al no ver a su rehén miró su cuarto de baño era una gran tipo laguna pequeña que en el corría el agua fría y el agua caliente llena de rosas dando un aroma natural.
Haciendo caer su túnica y una camisa de seda caminó hasta ella y se sentó de rodillas tomando esa agua clara entre sus manos y regando sobre su cuerpo dándose entre baños evaporados un buen baño no estaba solo entre las puertas de vidrio y ventanas había estado observando alguien más. JeongMin salió de aquel baño para maquillarse y vestirse para bajar a desayunar.
El emperador se quedó maravillado con él de verdad que era muy atractivo, bajó las escaleras.
—¡Buenos días! —saludó elemperador —. ¿Desayunarás?
—Sólo un poco —se sentó a un lado de ahora su esposo revisando que no tuviera veneno —. Aunque tenga veneno no podré morir.
—No tiene veneno, confía en mi, come un poco, debes probarlo —sugirió.
En el castillo los gemelos ya habían consumado su amor, KwangMin tuvo que ver algunos pendientes de sucastillo mientras que YoungMin platicaba con su acompañante.
—MinWoo por fin me he casado con tu rey, estoy tan contento, pero sin embargo mi hermano mayor no esta, desearía que viera lo dichosos que somos —el gemelo mayor escogía telas para que confeccionaran su ropa.
—Estoy completamente seguro de que serán dichosos a menos que mi primo los separé pero estoy seguro que no —MinWoo tomaba las telas entre sus manos.
—Pero cuándo le harás caso al guerrero que estáenamorado de ti, desde hace tiempo, sin embargo no eres capaz de corresponderle —agachó la mirada para seguir hablando —. ¿Mi padre te hizo mucho daño?
—Claro, nos hechizó para nunca amar, mi primo se sacrificó para que ustedes estuvieran juntos, él tomó la decisión de ser infeliz —MinWoo bajaba unas escaleras.
—¿Hay una manera de romper ese hechizo? Suena tan romántico que un chico pueda romperlo, que el verdadero amor pueda hacerlo —YoungMin sostenía una tela de terciopelo sobre su pecho.
—Realmente no sé sólo mi primo lo sabe, es algo que no me ha dicho necesitaría hablar con él para que me dijera, pero desde aquello se volvió muy frío, joven YoungMin es demasiado tarde, todos necesitamos dormir, ¿podría retirarme? —dejó la tela en una mesa de corte.
—Puedes retirarte necesito ir con mi marido —los dos hicieron reverencia cada uno tomando direcciones opuestas.
YoungMin caminaba por los pasillos cuando KwangMin se aproximó a él.
—Mi rey —los dos se abrazaron —. Ya ha pasado tiempo desde que nuestro hermano se fue, y no podemos hacer nada.
—Tranquilo —pasó su mano por su mejilla y bajó hasta la nuca YoungMin cerró los ojos —. Sé que estará bien, es demasiado inteligente.
—También me preocupa mi lazarillo —agachó la cabeza —. Es demasiado tonto para aceptar que ama al guerrero.
—Es demasiado noche y necesitamos descansar mañana hablaremos más sobre esto —los dos comenzaron a caminar.
Por lo tanto JeongMin se encontraba acostado en su cama, cobijado con las sábanas blancas y con ese pabellón que cubría la cama del mismo color que las sábanas se cubría de ese frío, dándole la espalda alEmperador que este miraba el techo. El hechicero lloraba ensilencio, se había enamorado del príncipe pues llevaban 3 meses juntos.
HyunSeong había mostrado cosas diferentes, le mostraba una sonrisa cuando los demás se la borraban, sin embargo él hacía cosas por él, cosas que jamás nadie hizo.
—¿En qué piensa? —HyunSeong preguntó y JeongMin se dio la vuelta no ocultando sus lágrimas.
—En nada, ¿podemos dormir? —cerró los ojos y las lágrimas abundabancada vez más.
—Esta bien —sin decir nada lo tomó de la cintura y lo acercó hasta él para besarlo, no como esos besos que se daban anteriormente si no uno más duradero.
—¡No! —JeongMin se soltó —. Váyase de la habitación por favor.
—No me voy —HyunSeong retó para abrazarlo.
—¡Por favor váyase! —rogó tratando de soltarse.
—No lo haré, JeongMin estoy enamorado de ti, no sabes cuánto tiempo he estado enamorado de ti, mi corazón esta lleno de amor —HyunSeong lo sostenía con más fuerza.
—Si tú no te vas, me voy yo —el hechicero se soltó y caminó a la salida.
Su propósito no se pudo hacer realidad porque el Emperador volvió a sujetarlo de los brazos para besarlo, besos que JeongMin no pudo resistir y aceptó cada uno de ellos, mientras que HyunSeong lo abrazaba por la cintura y éste ponía alrededor de sucuello sus manos. El emperador lo llevó hastala cama para acostarlo, posándose arriba de él dejando descubierto parte de su cuello para besar y dejar algunas marcas rojas.