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Kings, Empeors, Princes, Warriors, Chaperones and Wizards por HermanasNKpop

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Notas del capitulo:

Bueno he ectualizado el fic. Lemon por cierto yo sé que les gusta así que aquí un pedazo de SeongJeong así.

 Siendo de noche el emperador le confesaba toda la verdad al hechicero.
 

 

—Siempre estuve enamorado de ti, pero al principio sólo te utilicé para que se salvaran mis hermanos y funcionó tú te enamoraste de mi —HyunSeong decía la verdad.

—¿Cómo te atreviste? —JeongMin rompió en llanto para darle una abofetada —. ¿Me engañaste?

—Si, sólo quería que todo regresara a la normalidad y después fuéramos felices, funcionó, te hice creer que mis intenciones eran amarte, fue mentira —el emperador agachó la cabeza —. Pero te amo con toda el alma.

—Eres un mentiroso —corrió a la habitación que compartían.

 

JeongMin lloraba frente aquella pequeña laguna en la que se bañaba, lanzando tenues suspiros, el agua se encontraba llena de pétalos rojos como la sangre y pasión, pétalos blancos como la inocencia y pureza, en la orillla lloraba el hechicero se había dado cuenta que sólo fue utilizado que el príncipe no lo amaba, que HyunSeong lo había utilizado para salvar a los reyes, sus hermanos. Con un hombro descubierto jugaba con el agua y los pétalos.

HyunSeong observaba la escena a través de la fina seda que cubría el cuarto del hechicero, deslizando una mano por la s avidad de esta, la puerta de roble estaba cerrada después de ella se encontraba la tela más hermosa, abriendo lentamente la fina tela, se sentó junto a él, más bien detrás de JeongMin posando una mano por su cintura.

 

—Suéltame —JeongMin pidió.

—No —se negó y acarició el hombro descubierto.

—¡He dicho que me sueltes! —el hechicero trataba de soltarse o liberarse.

—¿Por qué estás tan enojado? —el emperador no lo entendía, ya le había pedido disculpa.

—Eres igual que tu padre —JeongMin no podía ocultar su enojo —. Primero me enamoró, me hizo creer que me amaba hasta que un día trató de abusar de mi porque yo no quería entregarme a él, me acusó de seducción.

—Yo no soy así —se defendió —. Yo en verdad te amo.

—Fui azotado 20 veces, 30 veces latigazos para que al final cuando estaba herido tu padre besó mi espalda desnuda, aún esa... esa asquerosa sensación en mi, lo odio —sus pulseras de oro hacían ruido.

—Lo siento, esta noche en mis brazos tú olvidarás a mi padre —su otra mano bajo violentamente la otra parte de su túnica que cubría su hombro.

—¡Suéltame! —JeongMin trataba de escapar.

—¡No! No lo haré —sus labios bajaron hasta su cuello besando descaradamente, sus manos se encontraban en la cintura de aquella túnica desatando la cinta que lo unía para que el cuerpo no estuviese descubierto.

—¡Por favor suéltame! —una vez más el hechicero pedía, no quería que se burlaran de él, otra vez ya no.

 

Las manos del príncipe recorrían el cuerpo del hechicero, sin embargo JeongMin apartaba sus manos y trataba de soltarse.

 

—Por favor —sus lágrimas empezaban a brotar —. Por el amor que te tengo no me hagas esto.

—Esta noche, olvidarás el daño que te hizo mi padre, que no te permite ser feliz —HyunSeong había deslizado sus labios por la espalda del más bajo.

—Hace tiempo prometí que nadie iba a tocarme y esta no será la excepción —ya había buscado opciones. JeongMin se soltó y corrió pero fue alcanzado por el emperador quien lo sostuvo contra la pared.

 

Sosteniendo las dos manos posándolas arriba de la cabeza del hechicero, sujetándolas con firmeza y fuerza, besándolo con rudeza. Guiando su mano libre por su esbelta cintura, sus hombros estaban descubiertos HyunSeong había viajado a su clavícula derecha, JeongMin trató de quitárselo de encima, empujándolo en vano. No era tan fuerte podría lanzar un hechizo pero no lo hizo su estado era en shock, aún así lo lanzó contra el suelo.

 

—¡Vete! —le gritó enojado —. ¡Vete!

—No hasta que te haya puesto en mis brazos, hasta que te haya hecho mío —se acercó a él, por accidente lo tiró al suelo una vez allí lo besó sin pena, sus manos exploraban sus piernas, rompió la hermosa túnica haciendo notar más su hermoso cuerpo, sin más JeongMin siguió luchando, llorando e implorando.

 

Su lucha no fue en vano una vez más escapó pero HyunSeong lo atrapó de vuelta tirándolo a la cama, rompiendo más la seda, haciendo notar sus piernas con una mano sostenía las muñecas de JeongMin mientras la otra se encargaba de quitarle la túnica a él mismo, se desvestía en frente a los ojos del hechicero.

 

Volvía a besarlo, el hechicero lloraba, el hombre que amaba le hacía eso.

 

—Por favor Seong no me hagas esto —sus lágrimas corrían por su hermoso rostro.

—Ya dije que sólo lo haré cuando seas mío en esta cama, ahora mismo —le susurró al oído.

 

Sus labios bajaron hasta sus pezones comenzó mordiendo con brusquedad e hizo callar los sonidos de JeongMin con una mano cubriendo su boca.

El hechicero lloraba más de lo que podía, el hombre que amaba lo estaba obligando a estar con él, mientras sus gemidos eran callados por la mano del príncipe, sentía como era desnudado completamente, se sentía desprotegido sin ninguna ropa, el príncipe estaba también sin mucho que lo cubriera, JeongMin no podía creerlo el hombre que amaba lo estaba violando.

 

Eso sonaba prácticamente verdad, la lengua de HyunSeong dejaba saliva por su cuello, hasta llegar a los carnosos labios del hechicero, JeongMin no le correspondía sin embargo el emperador lo besó a la fuerza, mordiendo sus labios haciendo que automáticamente abriera la boca donde su lengua empezó a explorar la boca del más joven, HyunSeong bajaba su mano por su entrepierna, JeongMin no podía callarse, sus gemidos eran como una melodía para el príncipe.

 

—Por favor Seong no lo hagas —habló para detenerlo y sus lágrimas seguían corriendo por su rostro.

—Eres tan hermoso —HyunSeong susurró entre sus labios —. Ahora entiendo porque mi padre te deseaba.

—No seas igual a él —JeongMin miraba al príncipe que se quitaba la túnica que lo cubría observó perfectamente su cuerpo, tonificado.

—Hay una gran diferecia yo te amo, él sólo tendría sexo contigo pero yo ... Yo te haré el amor —el más bajo miró los ojos de su amante —. Porque yo te amo.

—Yo también te amo pero ... —fue callado de vuelta con los besos del otro.

 

No obstante JeongMin seguía sintiendo horrible por la traición de hace tiempo. Ya estaba cansado de eso, jamás podría olvidarla, aunque siempre que estaba con él, con HyunSeong todo volvía a la normalidad, se olvidaba el daño, ya ni siquiera se acordaba del padre de su emperador, pero el dolor seguía ahí.

 

—¡Suéltame! —el hechicero lo empujaba, el cuerpo de su amante lo tenía aprisionado contra la cama.

—No, hasta que hayas olvidado completamente el dolor que te he causado —sus manos exploraban todo el cuerpo del hechicero, estando en un momento que no se conformaría con sólo tocar, el príncipe besaba con dedicación su cuello. Por más que el hechicero se opusiera.

—No de esta manera —seguía llorando ante la mirada del príncipe.

 

El príncipe ya no dijo más cuando HyunSeong se metió tres dedos a la boca para llenarlos de saliva. JeongMin seguía sin creerlo, ya no quería ser tocado de esa manera, la túnica del príncipe cubría la desnudes de sus cuerpos, JeongMin sólo quería escapar, vestirse y estar lejos de él pero no podía.

El hechicero comenzó a gemir más fuerte como una mano estaba en su miembro masturbando, acariciando desde la base a la punta, haciendo círculos para darle placer al hechicero, ahora era contradictorio ser callado además de los labios que atacaban los labios de JeongMin.

 

—Detente —JeongMin pedía ser soltado.

—Quiero ocupar tus pensamientos, que sólo me ames a mi —HyunSeong susurró en su oído, fue enconces que JeongMin gritó por sentir una invasión en su intimidad, un dedo estaba dentro de él, moviéndose.

 

En círculos, después sintió otro dedo más en su intimidad, haciendo un movimiento de tijeras, su cavidad anal estaba siendo dilatada, no pudo evitar llorar y gritar por el dolor, aunque HyunSeong había lubricado sus dedos, dolía y dolía porque no fue en su consentimiento además de que ya eran tres en su interior.

 

—Seong... —su voz ya era entrecortada por lo que su cuerpo experimentaba.

—JeongMin... —el mayor ya no pensaba con claridad, lo iba a ser suyo porque debía hacerlo suyo —. Quiero ser el primero en tu vida, también el único.

 

JeongMin cerró los ojos, pero después los abrió y golpeó a HyunSeong tratando de salir corriendo pero el príncipe era ágil, no lo dejó ir, si no que lo tiró contra la cama de espaldas, JeongMin pensó que ya estaba acabado. Su espalda estaba siendo humedecida por besos, el cabello del hechicero cubría su nuca, HyunSeong lo descubría y besaba aquella parte del cuerpo de su compañero.

Turnándose para deslizar sus labios a sus hombros y morderlos sin gran intensidad. JeongMin podía escuchar los besos, se sentía bien.

 

—¡HyunSeong basta! —el bajito trataba de levantarse pero HyunSeong lo aprisionó contra la cama, haciendo que no se levantara o se moviera mucho y menos que le lanzara un hechizo.

 

HyunSeong ya no contestó, su lengua recorría la espalda del hechicero marcando cada parte de su cuerpo, hasta que sonrió, el miembro del mayor estaba erecto por obvias razones separó los glúteos del hechicero. JeongMin no pudo evitar morder la almohada al sentir la punta en su intimidad, después sentía como la hombría del mayor estaba entrando, era demasiado grande un grito muy fuerte escapó de los labios de JeongMin y los silenciaba con esa cosa blanca.

Sus gemidos iban aumentando de tono hasta que el príncipe estuvo dentro de él. Lanzando un leve grito por la buena experiencia que le daba el bajito su hombría estaba en una estrecha cavidad.

Sin pensarlo el príncipe o emperador como así lo llamaban en su pueblo y sus empleados, comenzó un vaivén lento, JeongMin sentía como su entrada literalmente, era dilatada, sus manos se deslizaron por aquella cama blanca con sábanas blancas tan blancas como la espuma de mar apretándolas y mordiendo la almohada. HyunSeong entraba y salía a su antojo la intimidad apretaba muy bien el miembro de éste haciéndolo delirar mientras que el placer se estaba adueñando del hechicero sus 5 sentidos lo abandonaban.

Había golpeado su próstata cuando lanzó un grito sorprendente el príncipe entendió muy bien y comenzó atacar con dedicación ahí, todavía besaba su espalda, mordiéndola dejando marcas rojas.

 

—Te amo JeongMin —susurró sensualmente en su oído —. Nunca lo dudes.

 

JeongMin volvió a llorar, su amante decía la verdad, sus gemidos no habían dejado de ser producidos por sus cuerdas vocales, una mano se deslizó hasta su hombría para masturbar sentía como la mano de HyunSeong bajaba y subía sutilmente mientras era penetrado por éste había perdido su voluntad, se sentía tan bien estando en esos fuertes brazos, habiéndose convertido en uno esa noche.

 

—Yo ... —apenas y podía hablar —. Yo también te amo.

 

En cada embestida JeongMin perdía su resistencia. HyunSeong disfrutaba aquello, su hechicero era suyo, sólo suyo.

El príncipe embestía unas cuantas veces más con rápidez y fuerza sintiendo tanto placer. Hasta que llegó el momento del final, JeongMin sintió un líquido espeso dentro de él y uno sobre su abdomen. HyunSeong había salido de él. Tirándose a un lado respirando apresuradamente.

Pensando que su hechicero lo odiaría tomó su mano, JeongMin sólo se cubría con las almohadas, cubriendo su cuerpo desnudo.

 

—JeongMin ... —el mayor quería hablar pero no pudo.

—Debería odiarte, sin embargo no puedo —se había cubierto con las almohadas observando con detenimiento el cuerpo del mayor.

—Sé que hice mal, debí pensar en ti no en mi, ni en mis deseos —sujetó su mano.

—Yo te amo es por eso que haré esto —quitó aquellas almohadas de su cuerpo y subió al otro cuerpo encontrándose arriba del mayor, tomando entre sus manos su rostro para besarlo, esos besos profundos que solían darse.

 

HyunSeong lo abrazó por la cintura, haciendo de esto una excitación mayor. Sus miembros rozaban haciéndolos gemir al tacto de esta forma JeongMin incitaba al emperador hacerlo suyo de esa manera.

El emperador puso a su amante de nuevo debajo de él mirándose cara a cara, con ayuda de las sábanas blancas cubrían parte de sus cuerpos desnudos. <brZ

HyunSeong colocó un pie en su propio hombro sin esperar mucho lo penetró sin pensarlo dos veces

 

El hechicero cerró los ojos abriendo un poco la boca, en su rostro mostraba expresiones de placer al sentir la hombría del mayor embistiendo con sumante rudeza sin tratar de lastimarlo. Los dos tenían las manos entrelazadas por lo menos una, el hechicero, JeongMin rasguñaba la espalda de su amante.

Dando gemidos y gritos JeongMin besaba de manera apasionadamente colocando sus dos manos sobre sus hombros arqueando la espalda y haciendo la cabeza hacía atrás. HyunSeong luchaba contra el aire mirando a su esposo hacer voltear su cabeza mostrando aquel lunar y una descripción negra en su pecho más arriba de su corazón.

La mano del hechicero acariciaba el pabellón de seda que cubría su cama, el color era blanco, su mano se deslizaba por aquella suave tela arriba del pabellón se encontraban algunos pétalos de rosas con sus poderes logró quitar aquella tela y los pétalos cayeron sobre sus cuerpos.

Después de eso los pétalos se esparcían por toda la cama bañándolos de distintos significados. Ambos se hallaban acostados de lado pero mirándose a los ojos con amor y cariño. JeongMin tuvo que cerrar los ojos y hacer su cabeza hacía atrás HyunSeong lo besaba por el cuello de una manera apasionada, la mano izquierda del hechicero viajaba por el hombro del emperador deslizándola lentamente hacía abajo a veces enterrando sus uñas hasta llegar a las sábanas y apretarlas. Sus anatomías y pieles con sudor muy poco notable.

 

Los primeros rayos del Sol avisaban que pronto llegaría la mañana, tocando las ventanas y entrando sin permiso explorando una vez más porque son unas visitantes muy usuales pero no se cansan de ver lo mismo, los muebles de madera algunas cosas de oro, también avisaban que el Sol saldría por las montañas en donde se ocultaba para darle vida a lo viviente también dar calor a lo frío. HyunSeong se encontraba boca arriba mirando el techo, JeongMin boca abajo apoyando parte de su bello rostro en el pecho de su amante con sus cuerpos desnudos y sólo cubriéndose la parte de la cintura para abajo.

 

—No quería aceptar este amor —el hechicero comenzó a hablar —. Es como un veneno que me consumiría lentamente no obstante lo hice, me matará al igual que un animal.

—¿Te arrepientes de haberme amado? —el emperador preguntó mirando a su esposo con dolor —. Traté de quitar el veneno de tu corazón. ¿No ha válido la pena?

—Me hubiera gustado haber conocido antes a ti, el hombre que más he amando —lo dijo con un dolor en su voz —. Pero este amor acabará conmigo, tu padre me lanzó un hechizo en donde explica que moriré  cuando descubra al verdadero amor.

—Yo he deshecho aquel hechizo cuando todo mundo te daba la espalda... cuando el mundo te ignoraba y te hacía sentir el ser más horrendo —HyunSeong entrelazó sus manos dando un ligero apretón el hechicero sólo agachó la mirada.

—Quédate conmigo para siempre —JeongMin subió un poco más su cuerpo para abrazar por el cuello a su amante y esconder su rostro haciendo deslizar la sábana hasta la espalda baja —. No me dejes, ahora que te he entregado todo de mi.

—Mi hermoso hechicero es algo que nunca haré —lo abrazó por la cintura, ambos sonrieron.

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? por favor comenten lo que piensan.


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