Los siguientes días pasaron rápido, nuevamente el tiempo parecía no querer dar tregua con su fugacidad. Además de tener una ligera rivalidad con las horas de sueño de los integrantes.
“HyukJae ¿Quieres lavarte los pies una vez en tu vida?” Heechul estaba harto de compartir habitación con los nuevos miembros, sus dongsaeng, Lee Donghae y el sr-pies-apestosos.
Tuvo que hacerse la idea de levantarse temprano esa mañana en la que por Dios, por fin tenían su agenda vacía hasta medio día. Pero aún era demasiado temprano para cualquier cosa, -las ocho y poco menos-
Era uno de esos molestos días en que las nubes no se deciden entre tapar el cielo y esconderse dejando ver el celeste puro, con el gigante astro al centro iluminándolo todo a su paso. Heechul pensó que para Hangeng sería un hermoso día, pensó en que las semanas se le había ido demasiado rápido pensando exclusivamente en el encuentro que tuvieron ese día treinta de abril para ser exactos. Porque lo recordaba bien, extremadamente bien para ser cierto.
Ese día, Heechul se movía nervioso mientras caminaban para salir del edificio, movía sus manos ahora con la factura del hospital entre los dedos, pensando que de la nada, Hangeng sacaría alguna afilada frase con alguna palabra como “demanda” o “arruinaré tu carrera”.
Pero Hangeng no sabía quién era Heechul. Y, esperen, ¿Cómo había dado con su dirección?
“Soy Chino, me mudé el mes pasado a Corea. No sé bien el coreano pero entiendo. Más o menos” Heechul rio mentalmente porque el chico hablaba como tarzán. “Necesito el dinero por la operación” Heechul probablemente lo miró con la boca abierta y sus ojos chocando con su parpado superior a mas no poder.
“¿Operación? No era que se te salió la uña…” No era para tanto. NO PODÍA ser para tanto. Oh no. Ahora era cuando le obligaba a estirar un cheque con muchas cifras o si no habría un nuevo escándalo. Volvería a salir a la luz lo que estaba olvidado. Por supuesto Kim Heechul apareció en las portadas al siguiente día del incidente en el minisuper. Todo lo que había pronosticado sucedió, sin embargo, esta vez el CEO lo había ayudado, había pagado a las cadenas televisivas para que dejaran de darle vueltas al asunto y todo se solucionó.
Heechul y la banda Paradise ya estaban dando importantes ingresos con el lanzamiento del mini álbum al mercado. No había vuelta atrás, ahora no.
“Fractura de falange medio del dedo índice” Hangeng se detuvo frente a Heechul en alguna parte del pasillo cerca de la salida. Se plantó en frente y volvió a levantar su dedo índice lleno de vendas justo delante de los ojos del mayor.
“Oh”
Tenía fractura de falange medio, y una uña menos. Y Heechul todavía no entendía la razón por la cual lo había contactado de nuevo dos semanas después.
***
Hangeng vestía desaliñado la tercera vez que se vieron. Desaliñado como siempre, como él mismo. “¿Qué tú no comes?” Le dijo Heechul finalmente tras mirarlo varios minutos sin decir nada.
El parque en que se encontraron parecía estar desierto a esa hora de la mañana. Las manos de Hangeng descansaban sobre sus muslos y sus nudillos eran flacos, fu piel blanca insana y sus uñas descuidadas.
La banca estaba incomoda ya que le faltaba una tabla en el apoyo de la espalda, después de todo, era un parque público y ellos quizás estuvieran ocupando la morada de un vago. Hangeng sin embargo, no parecía sentir molestia, más bien estaba cómodo o demasiado concentrado en los pequeños pájaros que revoloteaban el follaje de los árboles y parecían saltar de rama en rama. El sol se colaba entre las hojas y el verde se veía de un tono distinto, un verde casi surrealista. Heechul nunca se había detenido a mirar algo así en su vida.
“¿Cómo fue la operación?” Rompió el hielo de pronto. El silencio con Hangeng no dejaba de ser incomodo, después de todo, Heechul aun sentía temor porque el joven chino lo demandara así que se cuidaba de tratarlo bien, no como al resto de la sociedad a la que basureaba completamente. Discretamente miró su dedo índice que ahora tenía menos vendas que antes y algo de movilidad.
“Bastante bien, ahora hay una pequeña placa de titanio en mi interior” Hangeng sonrió y golpeó su muslo suavemente con su dedo índice, como cuando sigues el ritmo de una canción que te gusta. “Tuve suerte de fracturarme solo un dedo” Obviamente tuvo suerte, Heechul pensó en qué otras posibilidades de hueso había de fracturarse con el deslizamiento de una puerta de máquina de refrigeración.
“Tengo que estar sano para dar la audición de SM entertainment”
Oh…
***
“¿¡Donde esta JongWoon!?” Leeteuk se estaba volviendo loco, había gritado por todo el edificio de SM en busca del vocalista. Pero él no aparecía y estaban las furgonetas esperándolos hace media hora en la entrada. Hoy era un día importante, era la grabación en Inkigayo donde presentarían a los nuevos integrantes además de la premiación de la canción más pedida de la semana.
Pero Jongwoon estaba aterrorizado cundo Heechul lo encontró sentado con sus brazos aprisionándole las rodillas en el suelo del cuarto donde guardaban alguna ropa para sus dongsengs de SHINee.
“¿Eres patético lo sabías?” Se sentó a su lado y le arrancó una hoja de periódico arrugado de las manos. Jongwoon tenía brazos temblorosos ahora y Heechul confirmó el motivo del estado de su amigo al leer en las arrugadas palabras: “Fantásticos Nine Tails arrasan en ventas” “Nuevo fenómeno juvenil Nine Tails nº1 en los music Charts”
Heechul no tuvo un ápice de sorpresa y suspiró. Era verdad que le incomodaba tener a esos nuevos parásitos como competencia, y más aún cuando hoy mismo tenían que pelear el premio contra ellos. Pero Jongwoon era diferente, él había quedado deslumbrado por la capacidad vocal de Kim RyeoWook.
“¿Le tienes miedo al pequeñín?” Heechul devolvió a su amigo la hoja y esperó unos segundos hasta que se tranquilizara.
“Maldición Heechul, son jodidamente buenos, nos destrozarán. Solo escucha”
JongWoon se apresuró a buscar un video de ellos que por alguna razón guardaba en su Ipod, se trataba de una presentación en vivo muy reciente, era de un festival al que no los habían invitado porque claro, ya tenían carne más fresca que ofrecer, aunque ellos solo llevaran tres meses en el mercado había sido tanta la explotación publicitaria que seguramente la gente querría ver algo nuevo. Y a juzgar por los escándalos de HeeChul también había cierto público a quienes no les agradaban para nada.
Dios, si eran muy buenos, muy muy buenos.
“Fiuu, debes esforzarte más desde ahora Kim Jongwoon”
“¡Esto no es una broma!” Heechul rió, dejo finalmente el aparato fuera del alcance de su amigo y se puso de pie.
“Eres mejor JongWoon, mucho mejor. Ahora vamos” Si voz sonó tan seria, tan falta de sarcasmo que el vocalista lo desconoció. Ese no era el Heechul inmaduro y estúpido que conocía desde los diez años. Ese era alguien que se había metido en el cuerpo de su amigo para obligarlos a sufrir la humillación de perder hoy en el programa.
Por alguna razón desconocida solo siguió a Heechul en silencio, aunque nadie le sacó de la cabeza que su amigo estaba poseído.
***
“Mucha suerte Jongwoon-Ssi” RyeoWook tomó ambas manos de JongWoon entre las suyas e hizo una reverencia de noventa grados. El vocalista de Paradise lo miraba con los ojos entrecerrados, pensaba que RyeoWook o “wookie” como había leído en internet que le apodaban sus fans, era una maldita serpiente escondida tras un cuerpo y rostro adorables, además de una voz perfecta. Heechul levantó una ceja divertidísimo. “Parece que tienes un nuevo fan” Le dio un codazo al menor y se apresuró a subir las escaleras del escenario. Jongwoon le gritó algo que no escuchó debido a los chillidos de las fangirls del público. Porque sí, ya no se podían llamar fans normales.
Las luces aún permanecían apagadas y sus siluetas se marcaban como sombras delante de las pantallas led que montaban el escenario. Era pequeño, solo era un set de televisión. El público se conformaba de 300 personas y estaba dividido entre las Fans de Nine Tails y las de Paradise. Estas últimas ocupaban más de la mitad de los asientos y Heechul sonrió ante este hecho.
Las luces se encendieron, las niñas levantaron globos purpura. La Batería esta vez estaba sobre una base de un metro medio y Heechul tenía toda la visibilidad posible. Estaba en la cima, los gritos, el calor, su adrenalina recorriéndole las venas.
Serían mejor que Nine Tail, no cabía duda, ¡serían los putos reyes!
Cuando llegó el turno del solo de HyukJae pasó algo increíble. Donghae se le acercó y comenzó a lamer el mástil del bajo. Fue la euforia total, todos quedaron tan sorprendidos que a Jongwoon casi se le trabó la lengua, pero lo disimuló muy bien. Esa fue la razón por la que los mensajes de texto enviados a favor de Paradise aumentaran explosivamente. Definitivamente nadie, nadie los podía parar.
Fuera gracias al fanservise o a su habilidad, los MC de turno los anunciaron como ganadores de la semana. RyeoWook había abrazado a JongWoon como si le conociera de toda la vida en plena transmisión luego de recibir el galardón. Sungmin hizo reverencia a todos los integrantes de Nine tail al igual que EunHyuk y Donghae. Heechul quería decir unas palabras en agradecimiento a sus fans que increíblemente seguían chillando “Gracias a todas mis amadas Deisos~ Este premio se lo debemos a ustedes, a manager Leeteuk-hyung y a nuestro profesor Lee Soo Man…” todo lo que decía se lo habían enseñado en la compañía, recuerda haber memorizado cada palabra muy bien porque él sabía de antemano que ganarían premios y por supuesto, este era el primero de una larga lista.
Heechul estaba tan excitado recitando su agradecimiento que no se dio cuenta de la escuálida figura que lo observaba desde una esquina, confundiéndose con las fans. Traía su gorra como siempre y sus ojos brillantes no podían creer lo que miraban.
***