“Si vas a ser un ídolo, debes irremediablemente renunciar a tu felicidad.”
Después de esa decisión las cosas pasaron de prisa. Mucho más de lo que Kim Heechul hubiera querido, pero claro, no se detuvo a pensar en aquello. Por supuesto que no.
Tres cortas semanas de ensayo y ya había vuelto al punto de partida. La audición en SM Entertainment. Todo esto no sin antes tener una pelea monumental con Kim Kibum.
“Entrar a una estúpida empresa de Idols solo nos convertirá en una banda… ¡de Idols!”
“¿Cuál es tu problema, genio?”
Heechul comenzaba a enojarse de verdad, no entendía por qué luego de tomar en conjunto –finalmente como grupo y no como Kim Heechul y sus amigos- ésta importante decisión de presentarse a SM entertainment en la audición de bandas ya establecidas, Kibum se empeñaba en irse por el camino más largo y seguir tocando como lo hacían ahora a ver si tenían suerte, en vez de ir directamente hacia la compañía que los haría famosos en un abrir y cerrar de ojos, una vez consiguieran que escucharan sus canciones.
Kibum solo salió a tomar aire al balcón, sin ánimos de seguir discutiendo porque aparentemente tenían puntos de vista de polos opuestos. Heechul sacó un cigarro y casi lo encendió dentro del apartamento, pero recordó que Kibum odiaba que hiciera eso, así que fue al balcón también. Su amigo estaba mirando el paisaje de la ciudad apoyando sus brazos sobre la celosía de la baranda, pensando en algo y a la vez en nada.
“No es algo tan grave ¿O sí?”
Encendió finalmente su cigarrillo esperando que Kibum rebatiera con algo razonable para hacerlo cambiar de opinión. Heechul era terco, pero su amigo siempre lograba convencerlo de alguna forma, excepto ahora. Miraron juntos parte de la ciudad nocturna que trataba de abrirse paso entre las moles de edificios que emergían como paracitos. Desde su balcón en el quinto piso solo podían apreciar una ciudad así, dentro de un marco de ladrillos y hormigón. Se dieron cuenta al mismo tiempo, aunque sin decirlo, que habían estado mirando la misma postal desde hace años.
“No, la verdad es que no”
“Mañana es el día Kibum, pero yo no te puedo obligar. Es tu decisión si quieres seguir”
Había preocupación en los ojos del menor, algo que a Heechul le asustaba también pero que estaba dispuesto a aceptar, aunque no necesariamente preparado.
“No puedo, no podría llevar una vida de Idol, Heechul, quiero ser feliz”
Ser feliz le había dicho y Heechul sintió su pecho hundirse, además de un mareo que ocultó. Lo ocultó todo tan bien que sonrió sin saber la razón incluso después de las últimas palabras de Kim Kibum.
“No formaré parte de esto”
***
Se presentaron tres de los cuatro integrantes a la audición y solo con un demo, no tocarían en vivo como la gran mayoría de los demás aspirantes al puesto. Jongwoon pensaba que era una tontería si quiera pensar en quedar seleccionados luego de ese fiasco. Heechul sin embargo, no tenía nerviosismo, solo estaba apenado aun por Kibum. Se preguntaba una y otra vez si valía la pena dejar a su amigo por esto. Se preguntaba si quizás, ya estuvieran saliendo mal las cosas.
“Queremos verlos tocar, no nos sirven los demos”
Heechul sabía muy bien cómo funcionaba el asunto, después de todo, él ya había hecho la audición una vez, con la diferencia que la convocatoria de hace cuatro años fue para jóvenes talentosos que quisieran perfeccionarse la misma empresa seleccionaría unos cuantos para enseñarles canto e instrumentos para luego tirarlos al estrellato. La convocatoria a audiciones de bandas se trataba de algo así como una “caza de bandas sin suerte” para ayudarlas a llegar al éxito, éste también era tan solo una vez al año y no podía simplemente dejar pasar esta oportunidad sin intentarlo. Ellos, los de la compañía en realidad no buscaban verdadero talento de los artistas ya que tenían sujetos lo suficientemente capacitados, inventores de las más impresionantes composiciones comerciales de la historia. Por lo tanto solo querían show, y show les daría.
“¡¿Estás volviéndote loco?! No tenemos a Kibum, no estamos completos” Jongwoon y Sungmin se sobresaltaron al instante en que Heechul tomó las baquetas y ocupó su puesto en la batería de prueba.
“Tocaremos sin él, ponemos la pista atrás”
Los demás miembros estaban atónitos, pero finalmente aceptaron ante la insistencia de los sujetos que estaban ahí para a escucharlos. Heechul estaba listo tras la batería, Sungmin la Guitarra y Jongwoon la voz. Tocaron su última composición, la canción completa y eran fantásticos aun sin bajista.
Heechul dramatizaba tan bien, Jongwoon tuvo tal cantidad de vibratos impresionantes, Sungmin bailaba mientras tocaba la guitarra… Y lo más importante para la audición: tenían tan buena apariencia.
Así que quedaron, por supuesto que quedaron.
De pronto todo parecía un sueño.
***
“Entiende, no puedo pararme ahí y pretender que canto, va contra mi moral”
El manager estaba harto, gritándole a JongWoon que por favor hiciera bien su trabajo y que su moral sobre el escenario no existía, que fuera profesional.
Heechul observaba todo desde su puesto en la batería. Ésta vez, él también tenía que pretender tocar ya que la transmisión era en vivo y no podían permitirse tener ningún pequeño error, serían vistos en todo el país esta vez, era su oportunidad de ser perfectos. Y estaban solo a minutos del comienzo del espectáculo. Ellos abrían.
“Bien, canta, canta todo lo que quieras, tu micrófono estará apagado ¿lo ves?, ¡Son exigencias superiores a mí!”
Sin ningún indicio preventorio, como siempre impredecible, Heechul se levantó del asiento y dio una patada a una caja que misteriosamente aparecía cada vez que se enfadaba. Sungmin pensó que estaría más cuidadoso la próxima vez que estuvieran frente a un conflicto. Ya que su rabioso hyung podía ser capaz hasta de patear los instrumentos y eso no sería bueno en absoluto.
Todo fue silencio después del ruido estruendoso del pie de Heechul impactando la caja –con algún contenido muy ruidoso dentro-. El manager se retiró gritando improperios y moviendo sus brazos frenéticamente por los aires mientras Heechul se acercaba a JongWoon y juntaba todas sus fuerzas por no gritarle en la cara. Porque Kim Heechul aún tenía un poco de consideración y sabía que Jongwoon odiaba la saliva de su hyung salpicándole los ojos.
“Jongwoon ¿Cuántas veces hemos estado ensayando nuestros propios temas?”
“Dos años” El cantante espetó seguro, como si con esa respuesta fuera a convencer al mayor de que tenían suficiente experiencia como para tocar completamente en vivo.
“¿Cuánto llevamos enseñando ésta nueva canción?”
“Menos de un mes”
“Ya tienes la puta respuesta, algo saldrá mal, es un estadio allá afuera. ¿Cuántos? ¿Veinte mil asientos?” Jongwoon tragó saliva y se mordió el labio inferior. Ya lo veía todo claramente, no hacía falta más discusión. Miró el suelo avergonzado, había perdido y eso era un golpe duro porque si había una persona con más orgullo -y más egocéntrica- sobre el planeta, Sungmin pensaba que tendría que ser fabulosa, algo así como Madonna para ganarle a Jongwon hyung en esos dos aspectos.
“Estamos a tres minutos de salir, ¡chicos animo!” La noona encargada de la coordinación del evento se asomó por la puerta del camarín dejando en evidencia sus enormes cascos de ‘organizadora de todo’. Tenían que ir inmediatamente tras bambalinas y alistarse para cuando el MC los presentara.
Todo el equipo definitivo estaba montado en el escenario, el clima era favorable para un festival al aire libre. Parecía ser que los astros se habían alineado a su favor. Una presentación a más de veinte mil personas era demasiado bueno para una banda que no la conocía ni la abuelita de Sungmin, y eso que ella se veía todos los programas de la TV.
A Heechul no le preocupaba el público ni la farsa que harían con el playback, lo que le preocupaba realmente era el show, y ahora ellos solo tenían un bajo y una guitarra extra de apoyo que solo se encargaban de tocar como maniquís sin ningún ‘feeling’ con el público ni con los demás de la banda. Aunque era lo correcto ya que eran eso, apoyo, era por eso precisamente que Heechul sentía un poco de pánico, porque eran solo tres personas que tenían que cargar con un gran peso sobre sus hombros esta noche.
“¡Bienvenidos al Dream concert para Corea y todo el mundo a través de la señal SBS…!”
“El conjunto sensación, record en descargas digitales en Taiwan, HongKong y Singapur…” El MC comenzó con tanta palabrería que Heechul sintió que su mente en blanco, concentrada en enfrentar su nuevo reto se iba a la mierda poco a poco. Se estaba poniendo nerviosísimo, y Kim Heechul JAMÁS se sentía nervioso.
“Jongwoon” Ambos tragaron saliva al escuchar los gritos de histeria de la muchedumbre, eran como un tsunami y cualquier persona sin preparación habría salido corriendo. Aunque a decir verdad ellos no había entrenado tanto el control mental como para enfrentar esto ¡Si la audiencia máxima frente a la que habían tocado eran mil personas! Y todos los demás artistas de la SM llevaban años entrenándose para esto. Ellos eran solo un grupito que fue seleccionado por suerte y que pudo debutar hace un mes con un éxito rotundo entre las chicas y también chicos (aunque no fuera lo habitual) de inmediato debido a su aparente talento.
“Hyung, creo que el playback es la jodida gloria hoy en día. ¡Pero solo hoy!” Heechul se calló pensando que Jongwoon no lo pudo haber expresado de mejor manera. Se calmó, realmente confiaba en él, confiaba en los chicos y obviamente en la gigante compañía que los respaldaba.
“A continuación, ¡la banda PARADISE!” La frase terminó seguida de gritos ensordecedores de miles y miles de personas que los venían a ver tocar.
Cuando tomaron posiciones las luces se apagaron, y al sonar la introducción de su canción se encendieron con fuerza, demasiada para sus ojos. Pero nada los haría acobardarse ahora, ellos eligieron su camino, ellos eligieron dar vuelta la ruleta de su vida.
Y en consecuencia: los amaron, y los volvieron a amar a la presentación siguiente, la siguiente y la subsiguiente.
Todo se estaba haciendo demasiado grande cuando Heechul decidió que necesitaban con urgencia dos nuevos integrantes, probablemente un nuevo manager y definitivmente un leve descanso de tres días.
***
CONTINUARÁ