Había atado las muñecas de Kise, con un trozo de tela de lo que parecía en algún momento haber vestido el torso del vampiro, las ato y se separo un poco del rubio para verlo bien. Se veía hermoso, excitado, caliente, molesto por su posición vulnerable, un destello de miedo de lo que podría pasar, el rubio comenzaba a pelear más de lo que estaba dispuesto a permitir el moreno y entonces se dispuso a usar el poder que Akashi le otorgo sobre Kise.
-Kise! deja de moverte…- El moreno uso su voz autoritaria, dejando a un Kise inmóvil pero furioso.
Sintió como el moreno entre sus piernas le bajaba el pantalón junto a su ropa interior y una ola de vergüenza inundo su cuerpo reflejándolo en sus mejillas. Aomine rio con malicia, ver al rubio, un vampiro de elite en esa condición vulnerable y ruborizado, estaba por deshacerse a estocadas de cada rastro de orgullo en el cuerpo del vampiro.
-Vaya! vaya!... si que eres hermoso- sonrió satisfecho el moreno mientras se llevaba 2 dedos a su boca y los relamía hasta dejarlos totalmente mojados con la saliva.
-Tssk! – Chisto molesto el rubio, le molestaba la posición en la que se encontraba presentía el contacto que se avecinaba, pero lo que más le molestaba es que su orgullo, su dignidad, sus pensamientos, su ser. Todo eso que su mente tenía muy presente, ahora su cuerpo los negaba, *No me gusta eso*se decía así mismo, pero su cuerpo reaccionaba al tacto del lobo, *no quiero esto* pero joder su cuerpo estaba anhelando mas contacto con el moreno, *No me gusta este hombre*, pero su corazón muerto, parecía vivo de nuevo, no latía pero este sentía esa agitación, no necesitaba esa acción física para sentirla muy dentro de su ser.
La voz del moreno, la piel escarchada en sudor, todo lo relacionado a él provocaba ese sentimiento de vida en el corazón del rubio, eso lo asustaba y le cabreaba a la vez, por que el jamás pensó en un hombre de esa manera, nada sexual y mucho menos romántica, al contrario de sus hermanos que no tenían ningún tapujo en beber y fornicar con hombres. El siempre se había excitado con los cuerpos curvilíneos y femeninos.
La batalla interna del Vampiro se vio interrumpida, por esa extraña sensación que acalambro todo su cuerpo, un dedo lubricado había sido insertado en la entrada virgen del rubio, esté Intento cerrar sus piernas, pero el cuerpo de Aomine le impedía completar esa acción en su totalidad.
-Relájate…joder!- El moreno le miro directo a los ojos, claramente dando una orden, y aunque su cuerpo estaba cediendo su mente seguía consciente y ala defensiva.
-Kise, abre las piernas… no puedo ver bien!, ábrelas ahora!- Otra orden absoluta se pronuncio, estas ordenes tenían un tono distinto a las demás, mirándole directamente a los ojos y esa voz demandante era el catalizador para que Kise obedeciera sin replicar.
-Tssk…maldito!!- volvió a chistar Kise con molestia, sus ojos se cristalizaban con lagrimas de vergüenza y furia y estas a su vez se negaban a salir, dejando la vista del rubio nublada por contenerlas dentro de sus ojos.
Kise abría las piernas poco a poco, su cerebro intentaba mandar las ordenes contrarias a las del moreno, pero su cuerpo traidor parecía estar del lado del lobo. Su cuerpo hacia y respondía a todo lo relacionado con Aomine.
-Eso es…buen chico- El moreno acariciaba nuevamente el miembro de Kise como incentivo por la obediencia, cosa que molestaba de sobre manera al rubio, la idea que tenia del moreno comenzaba a desaparecer por completo.
Aomine comenzó a sacarse el pantalón y su ropa interior liberando su erección y masturbándola a la par con la del rubio. Kise divagó por un momento, ni siquiera noto como ambas erecciones palpitaban en la mano del moreno, cuando…
-Te quiero aquí…no en la luna!- El moreno introdujo otro dedo dentro del cuerpo del vampiro y este en un auto reflejo mostro sus colmillos, afilados y blanquecinos, estaba enfadado, ya no salían palabras de esa boca, solo gruñidos como de animal salvaje buscando venganza.
Aomine se sintió nervioso por un momento, pero a la vez extasiado tener sometido a semejante ejemplar, salvaje y hermoso bajo su cuerpo lo hizo temblar con ansiedad y comenzó a mover ambos dedos, dentro, fuera, dentro fuera, ese vaivén que aunque Kise no lo viera, era para evitar lastimarlo. El miembro de Aomine exigía reclamar al vampiro, pero este se tomo su tiempo para dilatar la entrada del rubio, quien miraba desafiante a Aomine.
El vampiro seguía gruñendo y mostraba sus colmillos totalmente furioso, pero de pronto su semblante se vio perturbado y un gemido involuntario salió de su boca.
-Es aquí…Se siente bien…?! – El moreno rio nuevamente con malicia, y comenzó a tocar ese punto especial de Kise, acariciaba la próstata con cada embestida de sus dedos, hacia tijeras con ellos de vez en cuando para que la entrada de Kise se preparara para lo que venía. Sus dedos no eran nada en comparación a su miembro, si se sentía bien con tan solo los dedos, moriría de placer con su pene, de eso se encargaría el mismo.
Saco los dedos del cuerpo de Kise no sin antes tocar ese punto una vez más para deleitarse con esos gemidos que lo estaban volviendo loco. Dirigió su erección al cuerpo de Kise, lenta y dolorosamente, se preocupo un poco al escuchar el grito de Kise, era doloroso y Aomine lo sabía, pero ya no podía parar.
-Vamos relájate… - Aomine beso a Kise, y este sin querer correspondió al beso.
-Duele!...Aomine sácalo!- El moreno sonrió al oír hablar al rubio serio…
-Aomine?- Pregunto divertido –Que paso con el Aominechi?-
-Aominechi…sácalo! por favor!- El chico se retorcía del dolor, pero Aomine no paraba su intromisión.
-Ricitos no te tenses, no te concentres en el dolor, pon toda tu atención aquí!- comenzó a masajear nuevamente el miembro de Kise, para que este se relajara y hacer menos dolorosa la penetración.
-Ahhh…mmmhhh!!- gimió bajo el cuerpo moreno del lobo, y cuando sintió esa última estocada brusca por meter el resto del miembro de una sola vez, el rubio gruño molesto y casi alcanza a morder al lobo, pero este lo estampo nuevamente a la pared inmovilizándolo con una mano que se cerraba en el cuello del vampiro presionándolo como si lo estrangulara sin poner mucha fuerza.
-Ahhhh...GHHHHHR!- Gruño el rubio nuevamente cuando empezó el vaivén del miembro de Aomine dentro de su cuerpo.
-Vamos…hazlo!- Aomine ladeo su cabeza, dejando totalmente expuesto su delicioso cuello para darle acceso al rubio, quien lo miro desconcertado un par de segundos para después prestar atención a esa palpitante vena resaltante del moreno.
-Hazlo!- Repitió el moreno tomando la cabeza de Kise y llevándola hasta su cuello, Kise no dudo en lamer la vena, al sentirla tan cerca, casi podía sentir el sabor a hierro en su boca, así que sin más clavo sus colmillos y comenzó a beber.
Aomine dejo en libertad las manos de Kise y este inconscientemente atrajo mas al moreno abrazándolo completamente, mientras bebía de él y gemía por el placer que el enorme miembro del lobo le estaba proporcionando.
No tenía mucho tiempo de pensar, dejo de pelear contra el ser el receptor, tenía hambre, luego se encargaría de poner al lobo en su lugar y sus sentimientos también, ya que pese a que le doliera el orgullo, estaba disfrutando demasiado esa sensación, era su primera vez, pero pareciera que había nacido para recibir todo lo que el lobo le diese.
-Ahhh!mmm!- Se oyó un fuerte gemido por parte de Kise, fue una sensación tan intensa que dejo de comer y Aomine lo volvió a encontrar, ese lugar tan sensible dentro de Kise.
Cada estocada lo volvía loco dejo de beber para gemir sin tapujos, no podía ocultar su voz, un poco de sangre con saliva se escurría de las comisuras de la boca de Kise hasta sus clavículas, sus colmillos resaltaban demasiado haciendo ver al rubio de una manera exótica a la vista del lobo.
-Joder ricitos… sí que eres hermoso!-
Aomine no podía aun creer que estuviera poseyendo a semejante belleza, lamio la sangre desde el cuello de Kise hasta la comisura de los labios de donde se escurría el líquido rojizo. Sin verlo venir, Kise intercepto su lengua apresándola en sus labios, se besaron apasionadamente, succionando la lengua y los labios del contrario. Aomine estaba extasiado comenzó a profundizar cada embestida y de pronto sintió la contracción de los esfínteres internos del rubio, Kise lo estaba volviendo loco y poco a poco se veía venir.
-Kise… yo...-
-Aominechi… no… ya no...Puedo...!-
Kise interrumpió a Aomine, quien se vio aliviado, pues no estaba acostumbrado a correrse primero que su pareja y tal parecía que Kise ponía resistencia pero sonrió al saber que le estaba complaciendo y llevaba al climax al vampiro…
-Termina!- Le exigió el moreno y con un par de estocadas más profundas y a mayor velocidad Kise derramo su esencia en el abdomen del lobo, quien no necesito de masturbar el miembro del rubio para que este tuviera un placentero orgasmo.
Miró la cara de Kise, su cara en el momento del clímax, sus mejillas enrojecidas, su acalorada expresión y la boca entre abierta del rubio al no poder dejar de gemir, en el último momento, cuando escucho el ultimo gruñido de placer por parte del rubio, fue todo. En ese instante saco su miembro y derramo su semilla en el vientre del rubio.
TO BE CONTINUE