Habían pasado varios días, y Shintarou se había dedicado a evitar a Takao; Midorima solo se acercaba al cuarto para sacar algo de ropa, llevar de comer a Takao, a veces ir por algún libro o dejar algún otro, era prácticamente para lo que visitaba su habitación.
Takao estaba un poco desconcertado, por alguna razón, cada vez que entraba el vampiro, el intentaba sacar algo de conversación, buscaba la manera de hacer que Midorima permaneciera un poco más en esa habitación junto a él, pero el vampiro solo se limitaba a contestar las preguntas del pelinegro y después salía de la habitación sin mirar atrás, desde ese día no había dedicado ni una de sus miradas a Takao, ni de odio, ni de pasión, ni de nada, simplemente parecía como si Takao no existiera para él.
Takao en esos días había salido a explorar la mansión, claro con el permiso del emperador. Y en una de esas inspecciones se topo con el vampiro de ojos lila, quien encantado lo invito a su habitación y ahí habían compartido golosinas, y había disfrutado de una buena conversación con el pelinegro, ambos se llevaron tan bien que el lobo había ido a visitar a Murasakibara un par de veces más, y ahí se encontraba de nuevo, compartiendo enormes cantidades de dulces.
Al grandote le encantaban y era algo inevitable, siempre había sido amante de los dulces y cuando descubrió que su sentido del gusto respondía a los dulces y a nada mas, después de la transformación se volvieron su pan de cada día.
-Dios Atsushi…estos bombones son de lo mas delicioso… tienen un sabor a durazno…!-
-Deliciosos verdad Takachin!, sabía que te encantarían- El vampiro le dedico una sonrisa y prosiguió a devorar algunas barras de chocolate que tenía en mano.
-Oye, ¿has visto a Shintarou últimamente?- Decía el moreno bajando la mirada
-Claro, aunque no ha estado del mejor humor, pero siendo Mido-chin , ya estamos acostumbrados- devorando una nueva barra de chocolate.
-Sabes?, no es que este preocupado ni nada, solo que… solo ha tomado poca sangre de mi cuerpo, y pues él me dijo que solo se alimenta de una sola persona y eso quiere decir que no ha comido en varios días, y pues supongo que el sillón no es muy cómodo, o el Ataúd o donde se supone que duerme ahora…-
Takao intentaba disimular su interés en el vampiro, y su preocupación de que fuese a morir de hambre… bueno si es que eso se le pueda pasar a un vampiro.
-Ooo…por eso no te preocupes Taka-chin, Akachin lo alimenta cada noche, y Midochin duerme en su cama… Akachin jamás permitiría que Midochin durmiera en el sillón.-
-¿Cómo? , pero no se supone que el solo se alimenta de… y se supone que yo soy su…-
-Menester?...si, Midochin solo se alimenta de su propio menester, uno a la vez, pero también bebe de la sangre de Akashin, para nosotros que somos descendientes, creaciones, hijos de Akachin o como quieras vernos, Para nosotros es un delicioooso manjar, es excitante y siempre trae la posibilidad de hacérselo a Akachin… es así como Akachin muestra el amor que nos tiene, entregando su cuerpo y su sangre.
-Vaya…ósea, lo que me quieres decir es que… Midorima y Akashi están…-
-Claro que si Takachin- interrumpió el gigante, metiéndose un nuevo dulce a su boca.
Takao no entendía por qué eso le hizo un hueco en el estomago, no supo porque exactamente pero lo sintió.
-Atsushi, creo que tanto dulce me está haciendo daño, iré a bañarme ya es tardísimo-
-No es tan tarde, son como… las 4:00 am?-
-Joder! ustedes los vampiros no tienen de que preocuparse, si quieren pueden dormir solo 2 hora al día y no pasa nada, pero ya verás mañana que amanezca con horribles bolsas bajo mis ojos y de un color morado, te aseguro que te asustare.
-No creo que puedas verte feo, eso sería casi imposible- decía Atsushi con una sonrisa ladina en el rostro.
-Claro que…- hizo silencio –mañana lo veras!- decía Takao inflando sus mejillas en berrinche y saliendo de la habitación de Atsushi.
-Mañana vendré de nuevo eh…así que guárdame mas paletas de coca-cola!-
-Claro claro, vete ya… que apestas a lobo!-
-Soy un lobo- EL chico sonrió por última vez antes de salir de la habitación del grandote y cerró la puerta tras él.
…
-Pareces llevarte muy bien con Takao-kun!- Decía Kuroko entrando por la puerta
-Lo hago, nos llevamos muy bien, aparte huele delicioso y es hermoso!-
Murasakibara seguía devorando sus dulces, con total tranquilidad, sin dar importancia o sin darse cuenta de los celos de su amante.
-Vaya…con que así es…!- Kuroko se indigno y dejo de hablar.
Atsushi sintió la tensión en el aura del chico, y ahora tenía que actuar para que regresara a la normalidad.
-Pero no te enceles kurochin, tu sabes y te ves delicioso también… sabes qué día es hoy kurochin?-preguntaba el más grande ante el silencio del peli celeste.
-No!- Kuroko, contesto en un tono seco, pero interesado.
-Bueno es el día en que Atsuchin lo hace con Kurochin!... así que, quítate todo lo que traes encima…- Decía el peli violeta mientras besaba con pasión a su pareja.
………
Takao iba en camino a su habitación, cuando escucho un fuerte sonido, como cuando dejas caer libros y lápices…el lobo se asusto por el estruendo, pero siguió su camino, un par de pasos más y el rechinar de algún mueble le hizo parar en seco.
-Que fue eso?- Takao era supersticioso, para él los espantos eran más reales que el mismísimo oxigeno que respiraba a diario, así que su curiosidad insaciable se apodero de él y comenzó a acercarse a donde creyó provenían los extraños sonidos, y pegando su oreja a una de las puertas del pasillo el rechinar se hizo más fuerte, descubrió que ciertamente detrás de esa puerta provenían todos los sonidos.
–Ahhh!!- Se escucho dentro de la habitación… “Un lamento fantasmal?” pensó Takao, cuando sigiloso y silenciosamente comenzó a abrir la puerta; enseguida lo noto, encima del escritorio, el hermoso vampiro pelirrojo era follado fuertemente por el peli verde, pero éste no parecía avergonzado, tampoco parecía sufrir por las estocadas del otro vampiro, todo lo contrario la cara y las reacciones del emperador, eran definitivamente de satisfacción, esa imagen le provoco un estremecimiento a Takao, su inconsciente recordaba estar en esa situación al menos por un momento, pero el previo lo recordaba bien, recordó sus besos sofocantes, y como el vampiro saboreaba y acariciaba cada parte de él, por alguna razón estos recuerdos despertaron a su entrepierna.
Midorima comenzó a lamer el cuello del emperador, en un movimiento sensual y claramente placentero para el contrario
-Vamos Shintarou… muérdeme!-
Gimió el emperador, que no tuvo que rogar, ni repetir la orden. El vampiro peli verde penetro ese delicioso cuello, para beber todo lo posible del delicioso elíxir, que ese hermoso vampiro, su padre y creador, le hacia el favor de proporcionarle.
El moreno cerró la puerta con premura, al escuchar las peticiones del pelirrojo, más bien los ruegos de este, para que ambos se vinieran al mismo tiempo. Dejo ese lugar deprisa, llego a su habitación y se tumbo en la cama, estaba confuso, su corazón estaba acelerado y podía escuchar los latidos, podía sentirlos en su cabeza y oídos esto lo desconcertaba y evitaba que este pensara con claridad.
-Joder… ¿que me pasa?-
El chico enterró su rostro en la almohada, estaba tan raro, su miembro estaba duro, su corazón acelerado, su cabeza hecha un huracán de pensamientos y sobre todo esa sensación de dolor que sentía cada vez que el intentaba hablar con el vampiro, y este ni le miraba y ahora ver al vampiro teniendo sexo, y aun más ,que el otro vampiro le alimentase , le había hecho hervir la sangre , sentía su corazón en la garganta y no sabía por qué … por que el vampiro no lo mataba? o lo torturaba?, se había preparado psicológicamente para esa clase de trato… por que el vampiro no lo follo con rudeza, esa vez?, por qué se detuvo ante el llanto de Takao? todos estos pensamientos, hacían que su cabeza comenzara a doler, y por ende provoco que cayera en los brazos de Morfeo, sin siquiera desear dormir, pero un último pensamiento surco su cabeza…
“¿Por qué se sentía así, si se supone que le odia?”
----- TO BE CONTINUE.....