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SACRIFICIO por Libi lulu

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Notas del capitulo:

Chic@s lamento la tardanza, pero habia estado muy ocupada en el trabajo, mi jefe se caso y me dejo a cargo de todo con solo 3 dias de capacitacion habia estado tan abrumada que ni tiempo ni nada, pero confien en mi, no dejen de seguirme que no dejare de escribir hasta que este terminado ok... saludos chicos y gracias por seguir la historia... n.n

 

 

-Atsushi…vamos ábreme, necesito hablar contigo!- Tocaba la puerta de la habitación del peli violeta

 

-Lo siento Takachin, mañana hablamos estoy muy ocupado ahora…!- Atsushi ni siquiera se tomo la molestia de abrir la puerta para rechazarlo de frente , si no que todo lo hizo desde la comodidad de su cuarto,  este que se había convertido en el refugio desde hace algunos días.

 

Takao no hizo más que, quedarse parado frente a la puerta del peli violeta, Atsushi llevaba raro algunos días, todo empezó 3 días después de que llevo ese perro a la mansión…

 

-Hola! –

 

-ahh! me asustaste – Takao soltó un leve gritillo ante la repentina aparición de Kuroko, quien lo había sacado de sus pensamientos…

 

-A ti tampoco ha querido abrirte la puerta?- Preguntaba Kuroko con curiosidad, ya que Atsushi llevaba días sin querer abrirle a él la puerta y como se había hecho tan amigo de Takao, pensó que si le abría a Takao era señal de que esos 2 tenían algo más que una sana amistad.

 

-No tampoco y en realidad lo necesito…Hablar con el claro...- Takao cambio sus palabras al instante en que sintió esa fulminante mirada de asesino serial tras él y el hecho de que Kuroko era un vampiro no lo tranquilizaba en lo absoluto.

 

-y de que necesitas hablar con Atsushi? –  Preguntaba el peli celeste totalmente curioso por la necesidad latente de hablar con el grandote, ya que Atsushi no se caracterizaba por ser la persona más reflexiva o por dar los consejos más profundos. Fue en ese momento en que se puso a pensar que, en realidad nunca se había puesto a hablar mucho con Atsushi, el procuraba siempre estar con Kise o Midorima, es mas hasta con Akashi, y cada vez que se encontraba con el peli lila optaban por follar, no es que fuera premeditado, es que sus cuerpos eran como imanes, y cada vez que quedaban solos, las ropas se sentían como un accesorio innecesario, hasta doloroso e incomodo que necesitaba desecharse, el roció de sudor que barnizaba sus cuerpos era todo lo que necesitaban usar en esos momentos.

 

Por alguna razón el corazón le dolió en ese momento, no le molestaba Takao por el hecho de que en sus pensamientos estuviera follando con Murasakibara, ya que sabía que su amante le brindaba amor también a su creador, y en una que otra ocasión con alguna humana de la que se alimento, pero con Takao era distinto, los celos le hervían la sangre y por esa razón poco convivía con el moreno, pero ahora lo comprendía todo, la razón por la que no soportaba al hermoso chico frente a él, era que él podía pasar tiempo con el gigante, platicar de frivolidades y de temas serios, podían pasar horas sin tocarse, sin besarse, simplemente ahí platicando como amigos, eso era lo que lo tenía mal, el que seguramente Takao sabia muchas más cosas de Atsushi que él, y que Atsushi probablemente conocía mejor a Takao que a el mismo.

 

-mmm…es complicado, ni siquiera creo entenderlo yo mismo- Decía el moreno rascándose el lado izquierdo de la sien-

 

-Es sobre Midorima-kun?- El chico era un libro abierto o Kuroko muy intuitivo, o tal vez un poco de ambos, pero el caso era que había leído la situación a la perfección. Y Takao necesitaba hablar con alguien y si el grandote no estaba tal vez el podría empezar de cero con el moreno.

 

-Te gustaría contarme a mí? – Pregunto con el mismo semblante que no solía cambiar al menos solo cambiaba cuando la situación lo sobrepasaba como cuando un placer abrumador inundaba su cuerpo o cuando la tristeza invadía su pequeño cuerpo a perder a un amigo…un hermano.

 

Takao lo miro con sus ojos casi cristalinos por la fatiga de pensar y no comprender siquiera nada de el mismo, que solo opto por asentir, sin siquiera mirar al chico de cabellos celeste a los ojos.

Kuroko termino por hacerle una seña para que el moreno le siguiera a su habitación

...

 

-Joder, Joder!...que voy a hacer contigo?-

-Y si me voy?...es lo mejor, no quiero que tengas pro…- El chico fue interrumpido por uno de esos enormes dedos pertenecientes al gigante frente a él.

-Noo!...eres mioo- Pegando su frente a la del otro.

-Atsushi…yo no soy de nadie, no soy un objeto… me ofende...- De nuevo fue interrumpido, pero ahora por unos labios dominantes que le hacían sentir que en realidad el grandote tal vez tenía razón.

-Tú eres mío, no me importa tu raza, no me importa tu familia, no me importa lo que digan los demás, es más, no me importa lo que tu digas y pienses… tu eres mío, lo puedo sentir, tu eres mío Murochin y ni tu ni nadie va a cambiar eso- Nuevamente Murasakibara domino la situación con un beso que termino por callar al chico frente a él y a poner la mente de este cachorro de lobo en blanco.

 

……

 

 

 

 

 

Flashback

 

Estaba dormido junto al perro que había recogido, Midorima ya lo había revisado y el ya tenía 2 días durmiendo, Midorima dijo que solo estaba cansado pero si para el tercero no despertaba tendrían que hacer algo al respecto … pero el perro parecía sano, su pata sano más rápido de lo normal gracias a la sangre del grandote, y como este había acomodado al perro en su cama y no le gustaba dormir en el sillón decidió que no era problema dormir con su perro, había visto muchas películas donde los dueños dormían con su preciada mascota y pues el ya tenía una y sentía esa necesidad de protegerle y quererle como nadie lo había hecho antes, siempre se había sentido triste y solía darles algo de comer a los perros de la calle, pero, ninguno había despertado ese instinto protector, esa necesidad de llevarlo a casa curarle las heridas, alimentarlo y protegerlo del frio y de las demás personas, pese a que sabía que no era un buen perro, por los ataques de los que era acusado, pero bueno no había tenido a nadie que lo educara, y ahora estaba él para convertirlo en un buen perro.

 

Despertó, estaba algo soñoliento y sentía que algo lo aprisionaba y como todos y cada uno de sus huesos, hasta los inexistentes, todos le dolían, se quejo un poco y mientras tallaba sus ojos, cada vez podía ver más claramente, la enorme habitación, las hermosas cortinas que mantenían todo ligeramente oscuro, de pronto un pensamiento lo trajo a la realidad, esa no era la calle, no era para nada parecido a estar en donde había estado pasando las últimas semanas, definitivamente, no tenia frio, y aun que su cuerpo dolía se sentía seguro en ese lugar, intento cerrar los ojos de nuevo pero… ese lugar? donde estaba?, quien lo llevo ahí?, porque estaba en esa cama? con ese hombre?

 

-Joder! aahhhh pervertidooo!...- El moreno soltó un fuerte golpe al chico a su lado y lo separo de el-

 

-Quien eres?...porque estoy aquí? que me hiciste?- El chico preguntaba y golpeaba al mismo tiempo, hasta que Atsushi vio su cama, que hacia ese chico ahí, donde estaba su perro?-

 

Atsushi empezó a sentir esa rabia recorrerle y en un instante sus colmillos salieron, detuvo los golpes del moreno tomando sus muñecas, y recostándolo en la cama, se subió a horcajadas sobre su cadera y lo inmovilizo bajo su enorme cuerpo…

 

-Quien eres tú? y que hiciste con mi perro?-

 

-Que??- el moreno ahora estaba incrédulo, ahora él era el malo de la historia? como había sido posible…

 

-No sé de que hablas…de que perro estas…- Himuro dejo de hablar y sus ojos de abrieron con sorpresa ante sus palabras y el pensamiento o más bien el recuerdo  de haberse convertido en algo parecido a un perro; Atsushi lo miro, parecía que el pequeño cuerpo bajo el había entrado en una especia de Shock, pero él no tenía intenciones de dejarle, quería saber dónde demonios estaba su perro…

 

-Quien eres? y que has hecho con mi… -un olor familiar inundo sus fosas nasales, ese olor dulce de antes, ese aroma embriagador –perro?-

 

Atsushi termino de formular su pregunta, haciendo una pausa al pronunciar la última palabra, había caído en cuenta de que ese chico desprendía el mismo aroma que su perro… miro nuevamente al chico que yacía inerte bajo el y esos ojos, esos hermosos ojos eran los mismos-

 

-Joder…eres tu… tu eres...-

-Un hombre lobo- termino por decir el chico bajo su cuerpo…

 

Ambos se miraron fijamente, y sostuvieron sus miradas de sorpresa un par de minutos, el chico estaba a punto de llorar, y Atsushi era una maraña de confusión y más de preocupación, que haría cuando Akashi se enterara? ,que pasaría si la manada se enterara? tendría que matarlo y esconder las evidencias… pero … sería capaz de matarlo?.

 

Cuando ese pensamiento paso por su cabeza, miro nuevamente el cuerpo considerablemente más pequeño que el de él, pero más grande que el de Kuroko, estaba desnudo, su piel era blanca y preciosa, parecía fina porcelana como la piel de los vampiros, pero tenía una muy fina capa de bronceado, casi imperceptible pero estaba ahí, y eso le daba una vista aun más hermosa a sus ojos, era exquisito su piel no solo era hermosa, era cálida, algo que extrañaba, la temperatura de esa piel era aun más elevada que la de los humanos, ese cabello era más negro que la noche más oscura, y sus ojos, sus ojos no solo tenían ese color contradictorio entre el gris luminoso y el esmeralda oscuro, y ese lunar … dios mío! te has de ver tomado tu tiempo al hacer a tan exquisita belleza con lujo de detalle, ese lunar lo hacía ver más exótico de lo que ya por si solo era…

 

En ese momento Atsushi lo supo, no podría matarlo, ni aunque su vida dependiera de ello, es mas no se sentía ni con la fuerza de dejarle ir…

 

Atsushi soltó de su agarre al moreno y este no hizo nada, quedo inmóvil bajo el cuerpo del mayor, confuso y asustado.

 

-Discúlpame por…- el vampiro fue interrumpido abruptamente por el moreno...quien aun con sus ojos cristalinos y su rostro asustadizo atino a hablar.

-Noo…discúlpame tu… creo recordar algo, y por la venda en mi pie, supongo que… me ayudaste así que, gracias!- Murasakibara ante esa situación se vio guardando sus colmillos, y dejo en libertad el cuerpo del más pequeño, se bajo de encima y se sentó en un lado de la cama.

-Murasakibara…Atsushi- En un susurro casi inaudible el grandote inicio la presentación y vivió a mirar sus ojos, aunque el peinado del lobo hacía imposible ver ambos ojos a la vez, sabía que debajo de ese flequillo negro se encontraba otro ojo gris, igual de hermoso e igual de hipnotizante que el otro.

-Himuro Tatsuya- Ambos se miraron por un momento y fue suficiente para Murasakibara.

-Lo siento Murochin…-

-Por que te dis…-Himuro se sorprendió, no termino de hablar, su boca fue invadida por otra, caliente y apasionada, no fue un beso rápido, no fue largo tampoco, pero fue caliente, totalmente apasionado y correspondido.

 

Después de algunos segundos Himuro volvió en sí, interrumpió el beso y puso un par de dedos en los labios de Atsushi, sellándolos evitando que le volviesen a besar, El grandote no cavia en sí, solo fue necesario un beso, para volverse adicto a esos labios tanto como las gominolas que comía a diario, no  más bien como al chocolate, bueno tal vez un poco mas adicto que a los dulces, era una adicción diferente.

Los dulces satisfacían a su estomago y a su lengua, sus papilas gustativas le pedían más de esos dulces que lo hacían feliz por esas sensaciones, pero ese beso y el aroma de Himuro era distinto  saciaba cada uno de sus sentidos, su aroma era delicioso a su olfato, su piel era suave y se sentía lisa y caliente al tacto, su sabor, el sabor de esos labios le habían hecho reconsiderar su amor por los dulces, nada le había sabido mejor hasta ese día esos labios y esa lengua que jugaba con la suya y la vista… joder! que vista, el moreno era precioso parecía un Ángel bajado del cielo, no solo era atractivo, era exquisito, era lindo y ese lunar lo hacía ver exótico, una belleza digna de ser inmortalizada no solo en lienzo, en fotografías, en las paredes, una escultura lo que fuera necesaria para que esa belleza fuera eterna y toda suya.

 

Su voz, esa voz también era hermosa, varonil y tranquila, le relajaba hasta cierto punto, no podría decir que era adictiva, pero si era hermosa.

 

-Con calma grandote, apenas nos conocemos!- El chico puso una mano entre ellos para hacer distancia, veía esas pupilas violáceas que empezaban a ponerlo nervioso sin saber exactamente el por qué y puso un límite entre ambos cuerpos.

-Lo siento, lo siento Murochin… es que luces delicioso…!- 

 

El moreno volvió a sonrojarse, definitivamente creyó en las palabras de Atsushi porque su mirada parecía como la de los niños, al ver los dulces al otro lado del cristal del aparador, ó como un perro hambriento ve un filete cocinado y humeando delicioso aroma, esa era la mirada del gigante, toda su expresión le decía que quería devorarlo, pero por alguna razón no lo hacía,  y eso  tranquilizaba al moreno.

 

Ya que sabía perfectamente que Atsushi no era una persona normal, el vio esos colmillos emerger y mostrarse entre esos labios y después los vio contraerse sin dejar rastro alguno de ellos, no estaba seguro que era…tal vez era como él? o algo parecido? quería preguntar, pero no sabía muy bien cómo empezar, ni siquiera sabía que era él exactamente y si creía en todo eso, el creció pensando que todo eso era un mito, leyendas urbanas para asustar a los niños.

 

Tomo todo el valor que le cupo en el cuerpo y después de un suspiro se animo a hablar

 –Atsushi…que…que eres?-

 

El grandote lo miro fijamente, no sabía exactamente por qué el Lycan le estaba preguntando eso, era obvio que era un vampiro, pero después recordó que el moreno había reaccionado de una manera desconcertante cuando ambos habían tenido la confusión hace un par de horas, pero no estaba seguro así que contesto con otra pregunta…

 

-Tu primero Murochin… dime que es lo que eres?-

 

Himuro se había quedado helado, no sabía que contestar, ni siquiera el sabía lo que era, solo un día cuando iba de camino a casa después de salir a bailar con sus amigos, había despertado en medio del bosque, sin ropa y sin idea de cómo había llegado ahí.

 

FLASHBACK

 

El sol lo obligo a despertarse, la luz era tan intensa que traspasaba sus delgados y blanquecinos parpados, su cabeza dolía…resaca? lo más probable pensó el moreno. intento ponerse de pie después de tallar sus ojos con desespero para poder ver algo, ya que la neblina mañanera que se presenta al abrir los ojos por primera vez le impedía ver algo, escucho sonidos de pájaros, y eso lo sorprendió, el vivía en un departamento en medio de la gran ciudad, lo único que podía escuchar era el sonido de las llantas y el claxon de los autos que pasaban frente a su edificio, el sonido de los televisores vecinos y las pisadas presurosas de la gente que corría a sus trabajos por levantarse tarde, pero esta vez esos sonidos no estaban.Había una paz increíblemente desconcertante y el cantar de los pajarillos lo hacía aun más extraño.

 

Se levanto y por fin pudo ver con claridad los enormes arboles de donde se colaban los rayos del sol que lo despertaron, solo podía ver eso, arboles, arboles y mas arboles, de pronto sintió como algo le caminaba por la pierna y se sacudió con premura, levantándose de donde hasta el momento había estado recostado, y por fin se dio cuenta de todo, estaba totalmente desnudo, su cabeza por fin analizo todo lo escuchado y visto hasta el momento y se llevo una mano a la boca ahogando un grito de desespero y miedo, que había pasado? no recordaba nada, solo se acordaba de haber ido a ese antro con sus amigos, tomar un par de tragos y salir para tomar un taxi y dirigirse a su departamento, pero ese día, era el primero de luna llena, y estaba tan brillante y hermosa que se quedo observándola un par de minutos, y eso es todo, no recuerda nada mas después de eso…

 

Himuro dejo salir un par de lagrimas de sus ojos, y permaneció ahí, sentado…esperando que algo o alguien pasara por ahí, y para su suerte no estaba tan adentrado en el bosque y un guardabosques paso y lo vio…

 

-Dios mío muchacho…¿que te paso?-

 

El guardabosques se acerco al muchacho y le coloco su chaqueta con la insignia que validaba su labor como cuidador del bosque

 

-No…no lo sé!- respondió Himuro sin mirar al otro sujeto a los  ojos-

 

EL guardabosques se asusto y rápidamente lo ayudo a caminar para llevarlo a la cabaña que se utilizaba como base para las personas que trabajaban al cuidado del bosque.

 

El señor informó. por medio de un radio al receptor en dicha base, y le comunico lo sucedido, llamaron a ambulancias y a la policía, ya que este señor tenia más de una década trabajando en ese lugar y por lo que veía, se podía imaginar que le había pasado algo muy malo.

 

No era la primera vez que se encontraba con personas desnudas y desorientadas, aun que anteriormente solo habían sido una que otra mujer, pero las señales eran obvias, y el chico aunque el guardabosques no quería aceptarlo por su machismo puro, debía admitirlo era hermoso, mucho más que cualquier chica que hubiese conocido o conocería en un futuro, así que le hicieron toda clase de pruebas y preguntas, hasta Himuro mismo sospecho por un momento lo mismo que el guardabosques, no era la primera vez que un hombre se le insinuaba así que la idea de haber sufrido una violación no le parecía muy lejana, así que se hizo toda clase de pruebas y contesto cada pregunta que le hacía, pero al final no había rastro alguno de ADN ajeno en su interior, y no había rastro de que su recto haya sido forzado a nada así que se sintió aliviado, pero aun así le quedaba esa intriga, y las siguientes semanas pasaba algo similar algunas noches. Después de un par de noches vio el reflejo de un lobo blanco y se imaginaba lo que podía ser pero su cabeza se negaba a aceptarlo.

 

 

FIN FLASHBACK

 

-nee Murochin…entonces me vas a decir lo que eres?-

 

Himuro salió del trance en el que lo habían sumergido sus pensamientos y después de mirarle a los ojos pudo contestar

 

-No lo sé Atsushi, no lo sé-

 

Murasakibara quedo impresionado, no por las  palabras del chico, ya que se esperaba algo así, pero su expresión, sus lagrimas, esos ojos apagados eran preciosos incluso dentro de esa confusión… Atsushi tomo el rostro del moreno, y le dio un beso, casto, solo un roce de sus labios con los suyos

 

–Si me cuentas desde el principio, tal vez puede ayudarte a entender!- Himuro tomo aire y sin inmutarse por la cercanía del grandote comenzó a platicar lo que recordaba…

 

TO BE CONTINUE

Notas finales:

SHARE AND ENJOY

 

REVIEN n.n


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