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SACRIFICIO por Libi lulu

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Kise había permanecido en silencio aun estaba oscuro, pero por un momento Kise olvido su horrible destino mientras miraba las estrellas y esa enorme luna llena que hacia erizar sus hermosos bellos dorados…

 

-¿Que pasa ricitos? ¿Nunca habías visto las estrellas?-  Preguntó curioso por tal expresión de Asombro que tenía el rubio. La mayor parte del camino su sensible oído escucho un tintineo de dientes proveniente del rubio,  tal vez por el frio de la noche, quizá por el miedo.

 

Muy al contrario de lo bestia que la mayoría pensaba que eran, los lobos son increíblemente empáticos al igual que algunos animales, y en ese momento odiaba esa característica de su raza, podía sentir el miedo en el corazón del vampiro, un corazón que no latía, pero que no le impedía resguardar esa clase de sentimientos.

 

Mirando esas orbes doradas un pensamiento le vino a la mente, quizá los vampiros no eran tan malos como los ancianos les hacían creer. El había sentido en el corazón del pelirrojo la convicción de proteger a los de su raza menos favorecidos, ya que sabía que sus hijos eran fuertes, pero no todos los vampiros contaban con los dones de sus hijos.

 

Así que tal vez su lobo le jugaba malas pasadas, pero confió en los sentimientos del corazón muerto del vampiro, sentimientos parecidos a los que el tenia por su manada. Por esa razón, tal vez solo por esa razón había hecho caso omiso de su hermano, su lobo estaba tomando poderío en su cabeza y ahora tenía a semejante ejemplar de noblezas vampírica a su lado.

 

-Hey…Ricitos te hice una pregunta!-La voz de Aomine cambio a molesta, como osaba ese rubio a ignorar al alfa de la manada.

 

-Ricitos? te refieres a mi?- contesto Kise totalmente desorientado, después de que ese gruñido le sacara de sus pensamientos positivos y le regresara a la realidad de su tortuoso presente y su aterrador futuro.

 

-Si a ti… eres el único aquí no?- Los demás se habían convertido en lobos y habían empezado a correr por todo el bosque, disfrutando de su última noche junto a esa luna llena.

 

-Bueno, no me molesta ser llamado así, pero te informo que mi pelo aquí y en china es considerado lacio-  Su voz sonaba divertida y a la vez ofensiva mientras pasaba una mano por su hermoso y brillante cabello, que gracias a ese movimiento, por unos segundos dejaron cautivado al peli azul

 

-Hmm eghmm…- se aclaro la garganta nervioso.-Nunca te contaron la historia de Ricitos de Oro?- Pregunto sin mirar atrás, mostrando indiferencia al muchacho de ojos dorados.

 

-¿¿Ricitos de oro?? ¿¿Que es eso??- La curiosidad de Kise lo hizo regresar a su personalidad natural, sus hombros se relajaron y por un momento olvido que dejaba a su familia para siempre y el terror de su desconocido futuro también fue dejado a un lado.

 

-Que! no tuviste infancia?- Pregunto ofendido el lobo, ya que para ellos Ricitos de oro era cultura general, al igual que para los humanos.

 

-Mmmm…si la tuve, pero fue hace mucho tiempo… aunque sabes, siendo humano mis padres no prestaban mucha de su atención a mi vida, así que sentarse a contarme un cuento no era una buena inversión de su tiempo.

 

-Vale…mejor tarde que nunca, te contare la historia de Ricitos de oro- El chico bufo resignado, esos ojos intrigados se habían vuelto melancólicos nuevamente y el moreno se encanto con el suave brillo que mostraron tan de repente, tan impropio de los vampiros y por alguna razón quería volver a verlo, y mucho más si era él quien lo provocaba.

 

 

-Ricitos de oro era una niña hermosa, le caracterizaba su cabello rizado y rubio. Le encantaba pasear por el bosque, así que diariamente daba un recorrido cerca de su casa. Pero justo ese día se alejo más de la cuenta, y al adentrarse más al bosque logro ver una hermosa cabaña, y siendo una niña curiosa decidió entrar…en la casa había una mesa y ahí 3 sillitas…. esta sopa es muy caliente, decía ricitos mientras intentaba apaciguar el ardor con una de sus manos, esta sopa es muy fría, replico nuevamente la niña, “mmmm esta sopa es deliciosa”… Después de comer, Ricitos se sintió cansada, y decidió ir a tomar una siesta, en esa habitación habían 3 camas, una era muy dura según Ricitos, la otra era muy, pero muy suave, y la tercera y más pequeña era deliciosa y confortable que en cuanto se recostó callo dormida, Mientras la niña seguía durmiendo, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su paseo diario por el bosque, mientras se enfriaba la sopa.

 

-Quee?? Osoos?? – Kise se veía sorprendido y había alcanzado al moreno poniéndose frente a él en un movimiento extremadamente rápido que tomo por sorpresa al moreno, poniéndolo un poco nervioso por la cercanía del rubio.

 

-Siii… osos… bueno lo interesante de esto es que los osos llegan a casa, bla bla bla alguien probo mi sopa, bla bla bla alguien se comió toda mi sopa, bla bla bla mi cama, alguien duerme en mi cama… la niña vio a los osos molestos y corrió, salió por una ventana y fin…-

 

-¿¿Qué??... cuéntame detalles Aominechi-

 

-Aominechi???...¿¿qué es eso??-

 

-Lo siento…Pero es una especie de manía mía, en cuanto agarro confianza el “chi” aparece solo…Y pues Aomine…Ahora serás para mi Aominechi- Decía inflando los cachetes con orgullo, diciendo esa es la última palabra.

 

-Tskk...Ricitos eres extraño- Aomine sentía el peligro acercándose, su corazón palpitaba, la adrenalina invadía cada poro de su cuerpo.

 

-¿Aun no entiendo, porque ricitos?-cuestiono nuevamente un confundido Kise.


-Serás idiota? no escuchaste la historia?, Ricitos de oro, era ricitos de oro por que era rubia.- recalco molesto

 

-Ohh! que original Aominechi!- Se divertía Kise contestando con sarcasmo.

 

-Vamos apresura el paso, estamos a punto de llegar- Aomine acelero el paso, y por primera vez a Kise le pareció que tal vez, solo tal vez su futuro no sería tan terrible al lado de los lobos, al menos no tanto como se lo imaginaba.

 

.,.,.,.,.,.,.,.,.

 

La noche había sido terrible para Takao, primero no había podido pegar el ojo, aun que después de derramas unas cuantas lagrimas logro por fin arroparse en los brazos de Morfeo; Después esté pareció haberle tomado cariño pues después de conciliado el sueño, no había logrado despertar, hasta este momento.

 

 Le dolían los huesos de estar tanto en reposo, su piel ardía por las sabanas que eran distintas a las que recordó de la noche en que llegó.  Su mente divagó un par de minutos en aquel momento, recordó todo lo sucedido y se sintió mal, sintió vergüenza y se llevo una mano entre sus nalgas buscando el liquido rojo, pero nada no había rastro de sangre seca ni húmeda entre sus piernas, ni en su entrada y después se vio a sí mismo en el espejo frente a la cama, y se acerco para verse mejor, estaba limpio totalmente, olía a fresas con kiwi y las sabanas eran distintas.

 

Sus ojos recorrieron la enorme habitación y no había rastro del vampiro, se dio cuenta de sus necesidades fisiológicas y corrió al baño. En ese instante de descuido logro escuchar la puerta y salió rápidamente, tomo el cenicero que estaba en uno de los buro y amenazo a la nueva presencia.

 

-Aléjate... o te lanzare esto!-  Amenazaba Takao sin siquiera tener muy en claro que tanto daño le haría ese cenizero a un vampiro.

 

-Basta solo te traje esto…- EL peli verde había dejado la habitación sin más, entro a dejar alimentos para él y se había marchado. Takao quiso dejarlos ahí, no comer y morir de hambre pero, los alimentos lucían deliciosos, carne sazonada a las finas hiervas con espagueti y puré de patatas, agua fresca y un jugo de naranja con hielos también.

 

Takao era débil y lo sabía perfectamente, por esa razón Aomine y Kagami lo sobreprotegían de sobremanera, y no logro contenerse por más que lucho su mente con su estomago, el simple aroma de la carne le nublo el pensamiento…

 

-joder! esto esta delicioso!- devoró todo a su paso, dejando los platos relucientes, bien podrían servirse de nuevo en ese plato y nadie notaria que alguien comió en ellos antes.

 

Por fin había comido, su estomago estaba satisfecho y todas las funciones de su cuerpo respondían de mejor manera que al iniciar el día, o más bien que al despertar por que por el color de la luz del sol le decía que el crepúsculo estaba en pleno apogeo.

 

Decidió tomar un baño y al caminar noto un dolor punzante entre sus nalgas, dolor que sabía muy bien que lo había provocado o más bien quien se lo había provocado; recordando esto la furia regreso a sus entrañas haciendo que este cerrara sus puños con fuerza, marcando sus uñas en la palma y apretando los dientes con fuerza por el odio que sentía hacia ese vampiro que lo había desvirginizado con el mismo odio que Takao le tenía a él.

 

Se sintió sucio y se apresuro a meterse a la ducha, seguía desnudo y pese a que se veía y olía a limpio no se sentía de dicha manera; Abrió el grifo de agua y salió fría, le dio calosfríos en todo el cuerpo, pero se fue calmando como se iba acostumbrando. La llave del agua caliente llamo su atención, por un momento dudo, pero al final cedió a la tentación y giro la otra llave.

 

 el agua se templo rápidamente a una temperatura agradable al cuerpo, el pelinegro disfrutaba de ese placer que en el bosque los lobos no tenían, olvidándose por un minuto de todo, tan solo disfrutando de la sensación del agua tibia relajando cada uno de los músculos de su cuerpo.

 

 Mientras se remojaba bajo la regadera sintió un aroma peculiar algo que no sabía identificar pese a su buen olfato, lo ignoro mientras disfrutaba del agua y sintió la necesidad de llevar su mano a la entrada que había sido violada con rudeza. Sintió una humedad y una consistencia extraña dentro de su cuerpo, y por unos minutos todos sus músculos se tensaron con terror

 

-No puede ser, el no… no lo hizo…o si?-

 

 El chico se apresuro a sacar sus dedos y rápido noto que no era lo que pensaba, no era la esencia del vampiro lo que yacía en su interior, llevo sus dedos a su nariz y lo supo, el extraño aroma que había presenciado con anticipación era de aquella sustancia en sus dedos, que no sabia exactamente que era, pero estaba totalmente seguro que era alguna especie de ungüento medicinal.

 

Takao no lo podía creer, por un momento imagino al Vampiro aplicándole tal ungüento y sus mejillas se ruborizaron, calentándole el rostro ante aquel pensamiento, no pudo evitar recordar los momentos previos al rudo encuentro sexual, en como el vampiro lo había tocado y como le había ordenado a chuparle el miembro. Eso le hizo cosquillear no solo en su estomago, su propio pene empezó a punzar por atención, se sintió mal al recordar las palabras del chico, la cara de arrepentimiento no, más bien una cara de odio a sí mismo cuando descubrió que Takao era virgen.

 

-Claro!, Aomine le dijo que yo era suyo… por eso se sorprendió al saber que no lo era-

 

¿Como era posible eso?, por un momento Takao se estremeció en miedo, vergüenza o un sentimiento que no sabía describir al pensar en el vampiro en esos últimos minutos.

 Sintió odio, pena, ternura, despertaba una sensación en su pene que él desconocía, y sobre todo comenzaba a perdonarlo, su corazón trataba con desesperación de justificar las acciones del vampiro y el no entendía por qué.

 

Salió de la ducha con dudas que no tenía antes de  entrar en esta, su total odio se había convertido en un montón de sentimientos encontrados. Mientras lavaba su cuerpo, sacó del closet del vampiro una camisa interior blanca y se la coloco.

 

-Se paseo por la enorme recamara y llego gran librero con una cantidad de libros que en absoluto se pondría a contar. Revisó un montón de títulos, la mayoría eran de medicina, alguna que otra novela de vampiros, un montón de libros de interesantes portadas de Stephen King, otros cuantos de mitología griega y una colección de todo lo escrito por Edgar Allan Poe.

 

 Paseando por ahí también notó un estante con mangas y eso llamo la atención de Takao. Tomó 2 volúmenes del título Loveless y se dispuso a Leerlos, se había quedado tan atrapado con la historia, en la comodidad de esa cama que olvido por un instante en donde se encontraba y por qué se encontraba ahí. De pronto el sonido de la puerta aparto su atención del libro para dirigirla a la persona entrando por la puerta.

 

-lo siento… no quería interrumpir- Decía el Peli verde dejando un montón de bolsas en el suelo cerca de la cama, pero sin acercarse mucho a Takao.

 

-No importa! –Respondio Takao en un gruñido. Aunque le odiaba y su rostro y acciones claramente lo demostraban,  Por alguna razón el corazón de Takao latía con entusiasmo, desde esa ducha de sentimientos encontrados había notado que tenía ganas de ver al vampiro y por esa misma razón odiaba le odiaba mas y se odiaba a si mismo, por esa clase de pensamientos ilusos.

 

-Está bien si quieres usar mi ropa, puedes hacerlo…pero aquí tienes esto, dijo Akashi que esta era tu medida así creo que te quedara mejor que eso –Señalando las ropas que llevaba en ese momento el peli negro.

 

 Midorima dejó las bolsas y sin dedicarle una sonrisa siquiera, se alejo de él.

 

-Oye!...- Takao actuó impulsivamente, no sabía que intentaba decir, pero sabía que quería retenerlo…quería que él se quedara un rato mas.

 

-la cena te la traerán en una media hora aproximadamente…- Interrumpio el vampiro, sin mirar al mas joven se apresuro a la puerta nuevamente.

 

-Oye espera!- le llamó de nuevo.

 

-…- Midorima se detuvo sin mirarle, pero claramente esperando a escuchar lo que el otro diría.

 

-mmm perdón por tomar tus cosas, pero estoy aburrido- señalaba los mangas, a la vez que se escuchaba cierto reproche en su voz.

 

-No hay problema…solo devuélvelos a su lugar-

 

-Claro…y gracias por la ropa…supongo -

 

 

Midorima solo asintió, dio los últimos pasos y salió de la habitación dejando a un Takao confuso, su corazón latía con fuerza mientras el vampiro estaba cerca y ahora que estaba solo de nuevo sentía un frio recorrer su corazón y un hueco en el estomago.

 

Tal vez el vampiro le había hecho algo… si no porque su corazón enloquecía al estar cerca de él?, que otra explicación tendría todo ese montón de sentimientos?. El en verdad le odiaba podía sentirlo, le tomo sin su consentimiento, le hizo cosas horribles, pero aun asi… su corazón… que jodidos pasaba con su cuerpo???.

 

 

----- TO BE CONTINUE-----


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