-Hyuk… ¿es un sueño?... –me susurro casi suplicante y esa voz me gustaba más de lo que alguna vez creí- siempre soñé que algún día dirías que me amabas y ahora…
-es real…eres lo único que es real para mi… -fue lo único que atine a decir antes de sentir sus labios de nuevo en los míos, era un beso igual al anterior con un comienzo suave pero volviéndose necesitado a cada segundo. Su lengua y la mía buscándose y frotándose de una manera deliciosa, recorrí su boca y el recorrió la mía mientras me acomodaba sobre el pero sostenido con mis propios brazos. El sillón no era suficiente para nosotros dos así que Donghae se puso de pie y yo con el sin separar nuestros labios hasta llegar entre besos y caricias a la puerta de la habitación.
Una vez dentro y con la puerta cerrada el calor de mi cuerpo me pedía más de su tacto, quería sentir su piel en mis manos y les obedecí metiéndolas bajo la camisa de Donghae quien al instante soltó un suspiro que retumbo en la habitación. Yo no necesite mas para dejarme llevar por el fuego que me consumía por dentro y deje sus dulces labios para besar cada pequeño pedazo de piel desde sus labios hasta su cuello muy cerca de la clavícula.
Me vuelve loco la forma en que Hae suspira cuando siente mis labios en su piel y mis manos se mueven libremente por su pecho subiendo cada vez más, la desesperación me mata y le quito la playera que llevaba para poder besar y lamer libremente toda la suave piel de su torso mientras mis manos recorren el camino en su espalda una y otra vez.
-Hyuk…Hyuk… -su voz ronca jadeando mi nombre era como la de los mismos dioses para mí. Lo jale conmigo hasta caer en la cama, el quedo recostado sobre mi y luego se sentó sobre mis piernas para regalarme una de las vistas mas eróticas y al mismo tiempo perfectas que jamás pude imaginar. Sus ojos y su piel morena brillaban con la luz de la luna que apenas entraba por la ventana, su pecho estaba completamente desnudo y se veía húmedo por causa de mi saliva y del sudor que comenzaba a aparecer.
Deslice mis manos por su perfecto cuerpo desde su abdomen firme hasta su pecho que comenzaba a subir y bajar con más velocidad, roce uno de sus pezones con la yema de mis dedos apretándolo ligeramente y me senté para poder saborear aquel otro pezón que gritaba por atención. Su cuerpo reacciono rápidamente y pude sentir aun sobre el pantalón como se ponía cada vez más duro y el calor en esa zona aumentaba.
-Hyuk…ah…ahhh…-comenzó a mover sus caderas frotándose en mí y aumentando el dolor de mi erección bajo la ropa, no podía evitar ver su cara mientras gemía mi nombre. Aun así tome todo el control que quedaba en mí y me detuve dándole una última lamida a su pecho
-Hae… déjame hacerte mío así como yo ya soy tuyo… -tome una de sus manos y la bese, luego la puse en mi pecho, donde latía mi corazón, el se inclino un poco y beso mi frente susurrando
- yo siempre he sido tuyo Hyukjae…
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Las palabras sobraban entre ellos. Donghae estaba bajo el cuerpo de Hyukjae y todo lo que sentían por el otro lo demostraban con caricias y besos, mordidas y rasguños en medio del sofocante calor de sus cuerpos ya desnudos frotándose sin control ni penas. Era la primera vez que se veían totalmente de una manera diferente a la amistad y aun así no hubo un solo momento de incomodidad. El tiempo no parecía pasar mientras se entregaban al amor que llevaban tanto guardando.
Las manos de Hyukjae se fundían en el cuerpo de Donghae y viceversa. Donghae se aferraba a su cabello negro jadeando de placer, aun no se habían unido por completo y se sentía ya en el cielo. Realmente deseaba volverse uno con el pelinegro, lo deseaba desde hacia tantos años que le costaba contener el placer para evitar correrse sin haberlo hecho hasta el final.
Hyukjae bajaba sus besos hasta el vientre de Donghae muy cerca de su entrepierna lo cual volvía aun más duro contenerse para el moreno
-Hyuk…Hyukkie… -dijo entre jadeos- no me tortures así… por favor
-la voz excitada de Donghae hizo que llevara una de sus manos a su boca y chupara sus dedos de manera lasciva mientras miraba fijamente a Hae quien no le despegaba los ojos de encima. Su respiración era rápida y sus mejillas estaban rojas como tomate. Hyuk cubrió completamente de saliva sus dedos y los llevo a la entrada de Hae frotándola con uno solo de manera delicada mientras chupaba el sudor que corría por el moreno pecho de Donghae.
-Donghae… quiero que nunca olvidemos esto…
Lentamente introdujo el primer dedo en la entrada de Hae sintiendo lo estrecha de esta y moviéndolo hasta sentir como se destensaba poco a poco. Los gemidos de Hae le ayudaban a controlar el movimiento dentro de él. Al poco tiempo introdujo el segundo mientras Donghae se aferraba a su espalda en respuesta, jalando hasta acomodarlo a la misma altura para besar sus labios suavemente y luego llevar sus besos a su oreja y cuello pasando de los besos a las lamidas y cuando Hyuk movió sus dedos encontrando el punto que lo hacía enloquecer dejo una mordida en la pálida piel que inmediatamente se transformo en una roja marca recibiendo como respuesta un gemido ronco.
Lo había encontrado, el punto dulce de Donghae. No iba a desaprovecharlo así que lo froto con la yema de sus dedos a modo de tijera dilatándolo aun más. El moreno debajo de él gemía sin control y lo apretó aun más contra su cuerpo
-Hae… te necesito…Hae…. –Hyukjae jadeo entre besos al oído de Hae-
-Hyuk… Hyuk… hazlo…hazlo ya… -el moreno susurro entre gemidos
Entonces saco sus dedos y los remplazo dentro del cuerpo de Donghae por su miembro deslizándose lentamente aunque aun así pudo escuchar como Donghae se quejo como si se ahogara y su cuerpo se tenso completamente apretándolo alrededor.
-Hae… ¿quieres que pare?...-trago saliva mientras se contenía un poco y se aferraba a las sabanas-
-no… sigue…Por favor…- Hae tomo la iniciativa y bajo una de sus manos de la espalda de Hyuk hasta su cadera y la empujo haciendo que metiera más de su extensión hasta entrar por completo. Ligeras lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Donghae mientras Hyukjae comenzaba el vaivén de su cadera contra el cuerpo de Hae, golpeando con precisión ese punto que lo hacía enloquecer y mientras este le susurraba entre jadeos llenos de placer que resonaban en el silencio de la habitación.
-por favor… di mi nombre… -se aferro a la espalda de Hyuk mientras él se aferraba a las sabanas y besaba el cuello y mejillas de Donghae disfrutando de la calidez del momento y la enorme ola de placer que le causaba sentir al moreno completamente suyo. Se levanto ligeramente sin dejar de embestirlo y beso apasionadamente al chico que hacia latir a su corazón como loco, casi conteniendo los gemidos que querían escapar de su garganta-
-Donghae… Hae… mi Hae… -jadeo justo sobre sus labios rojos y húmedos aferrándose aun mas fuerte a las sabanas sintiendo cerca el orgasmo y acelero violentamente el movimiento de sus caderas recibiendo los gritos de placer de Donghae que le indicaban que también estaba a punto de terminar.
-Se mordió el labio conteniéndose solo un poco para tomar una de las manos del moreno y entrelazar sus dedos dando una última embestida terminando dentro de Donghae quien al sentir la semilla de Hyuk llenándolo sintió fluir la suya manchando su vientre y el de Hyuk dejando salir un gemido ronco mientras su cuerpo temblaba ligeramente del placer.
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Después de contener ese amor tan grande por tanto tiempo lo que sobraban eran palabras entre ellos, solo les bastaba sentir el calor del otro en un abrazo que duro hasta el amanecer, simplemente quedaron dormidos después de hacer el amor por primera vez.
Donghae veía fijamente el rostro de Hyuk mientras dormía, aunque se sentía feliz no podía evitar sentir un poco de miedo al pensar en cómo reaccionaría el azabache al despertar. Había pasado tiempo desde la última vez que Hyuk despertó sin recordar donde estaba ni quien era Donghae pero el recuerdo de esas veces aterraba al moreno.
Un mechón de cabello cubría los ojos de Hyukjae el cual Donghae retiro tratando de no despertar a su amado pero este lentamente abrió los ojos al sentir el roce de su mano sobre su rostro. Su mirada estaba ligeramente perdida por el sueño pero viajo por el rostro de Donghae hasta fijarse en los ojos de este. Amaba esos ojos chocolate.
-Buenos días Hyuk… -le dijo Donghae con una dulce sonrisa en sus labios y con la misma mano acariciando la mejilla del azabache, el cual le sonrió de vuelta y lo acerco mas tomandolo por la cintura-
-Te amo Donghae… siempre serás solo tu… -robo un casto beso a sus labios mientras llevaba la mano del moreno de su mejilla hasta tu pecho donde su corazón- Siempre...