El timbré sonó, clase de matemáticas otra vez, como odiaba las matemáticas, no porque no fuera bueno, sino porque no le gustaba hacer cosas que ya están escritas, le gusta lo espontaneo, explosivo, el arte. Para su suerte la clase se le hizo bastante corta y cuando se dio cuenta el timbre ya había sonado otra vez, salió rápidamente, a esperar la llamada de Sasori. Y antes de poder llegar al lugar, su celular ya estaba sonando, así que contesto.
-Perdón por cortar hace rato, Sakura me estaba llamando, y escucho que te dije arcilla, ahora cree que la engaño.
-Tu novia es algo… celosa, solo un poco, jm.
-A veces lo es, aunque con alguien como tú de competencia tiene razones, jaja,
-Eh… ¿Y qué has hecho en estas últimas horas?
-Tratar de explicarle a Sakura que Arcilla no es mujer, y bueno, estoy cocinando ahora.
-¿Cocinas? (Deja de ser tan perfecto por favor)
-Bueno, digamos que la cocina y las marionetas son mis aficiones…
-¿Marioneta?
-Dime
-¿Es normal que te extrañe? Jajá.
-¿Es normal que yo también lo haga?
-No sé, jm.
-¿Qué clase tienen ahora?
-Arte, creo que hay profesor nuevo, aunque espero que no, jm.
-¿Por qué no?
-Porque el profesor que teníamos el año pasado era el mejor.
-Te creo, te creo. Jm… Un compañero en el instituto iba a ser profe de arte, tal vez sea el, se llama Kakuzu.
-Bueno, si es el, te lo diré, jm.
-Dei, viene Sakura, tengo que cortar, te quiero, bye.
Antes de que el rubio pudiera decir nada, Sasori cortó… (M-me dijo Te quiero, ¡ME QUIERE!) Deidara empezó a bailar, dándole a Gaara una hermosa escena para recordar hasta el día de sus muertes.
-Em… yo…
Gaara se estaba riendo, GAARA, LA PERSONA MÁS SERIA Y FRIA DEL MUNDO SE ESTABA RIENDO. ¡APOCALPISIS!
-¿Quién eres y que le hiciste a mi amigo?-Dijo el rubio haciendo la forma de una pistola con la mano.
-Solamente nunca te había visto bailar, y eres gracioso.
-(Si le cuento porqué fue, me matará) Soy un excelente bailarín, jm.
-Si claro, y yo soy Dios.
-Vamos a clases, queda 1 minuto de recreo.
Cuando llegaron, el profesor aún no estaba en la sala, así que no fue un problema. Se fueron a sentar donde siempre, en el último puesto. Comenzaron a hablar trivialidades que sinceramente ni a ellos les importaban. Mientras sus fanáticas los observaban silenciosamente. Tan silenciosamente, que les sacaban fotos sin que se dieran cuenta.
El hecho de que alguien te saque fotos con tu mejor amigo en posiciones perfectamente mal interpretables puede resultar traumático, pero de ahí a que hagan cosas como historias, fanarts, ya era mucho.
En menos de 5 minutos llego el profesor. Un hombre alto, moreno, de ojos verdes, pelo largo y negro, ¿Quién diría que su profesor iba a estar tan bueno?
La clase transcurrió normal, Kakuzu se presentó e hizo que sus alumnos hicieran lo mismo. El profesor empezó a explicarles cosas que Deidara tenía más que claras, incluso, en un momento Deidara no estaba prestando atención, Kakuzu le preguntó sobre el tema y supo responder perfectamente.
La clase terminó, pero aún quedaba el club de básquetbol.
En el instituto los forzaban a tener una actividad extra programática deportiva. Gaara y Deidara se sentían atraídos por dicho deporte, y eran bastante buenos.
Incluso, cuando había partido y ellos jugaban, se llenaba de chicas. Era publicidad gratis tenerlos a ellos dos en el equipo, aparte de ser la dupla perfecta a la hora de hacer puntos.
Después del arduo entrenamiento, al más puro estilo de Gai-sensei. Por fin pudieron irse, pero no sin antes darse una ducha, cosa que para Deidara era bastante incomoda, debido a su larga cabellera.
Finalmente salieron, Deidara con el pelo mojado, prefirió hacerse una cola de caballo, y Gaara viéndose igual que siempre.
-Gaara ¿Cómo me veo?-El rubio sonrió ampliamente.
-Igual que siempre.
Deidara sabía en el fondo, que Sasori estaría ahí esperándolo.
Y ahí estaba. Fumando, al lado de su auto, esperen, ¿Sasori fuma?
Deidara tomó el cigarro, lo tiro al piso, y lo pisó.
-Mientras seas mi amigo no te quiero ver con esas cosas en la boca.
-P-pero…
-¡PERO NADA!
Sasori y Gaara se subieron al auto, en tanto Deidara se despidió, y se fue caminando, o al menos eso pretendía.
-Deidara, ¿A dónde crees que vas?
-A mi casa, ¿no es obvio?
-Sube, yo te llevo.
-No, gr…
-Dije que yo te llevo.
-Sasori, no quiero.
Entonces Sasori levantó a Deidara y lo puso en su hombro.
-Tú vienes conmigo.
-¡BAJAME! ¡SABAKU NO SASORI, SUFRIRAS LAS CONSECUENCIAS!
Hasta que con ayuda de Gaara, logró hacer que se quedara en el auto.
-Sasori, te informo que mi casa queda al otro lado.
-¿Y quién te dijo que íbamos a ir a tu casa primero? Tengo una deuda contigo.
-Gaara, ¿Sabías de esto?
-Yo solo quiero helado de maní.
Deidara solamente rodó los ojos.
Whatsapp Deidara:
“CANOSO: Rubia, conocí a un tipo, que te mueres lo bueno que está.
Ya parezco pasiva como tú, jajá.”
Deidara: Oye canoso, mañana hablamos, o mejor dicho, mañana te voy a buscar a la estación (Smile)
Mamá
-Mamá, voy a ir a casa de Gaara un rato, no volveré muy tarde, te quiero.
Ah, por cierto, ¿Hidan se puede quedar por el fin de semana? Prometo que no hará nada malo.
Whatsapp Sasori:
Hidan: “Oye, mañana viajo a Suna, tal vez podríamos salir a tomar algo como en los viejos tiempos, jajá”
-Yo encantado, jajá.
Si, Sasori y Hidan se conocen hace dos años, Igual que Gaara y Deidara.
-Oye Sasori, tu ex compañero ese… Kakuzu, es nuestro nuevo profesor, tenías razón, jm.
-Solíamos ser amigos, aunque no lo veo hace mucho… Si no tuviera que irme el sábado no me molestaría ir al instituto a ver a todos, jaja.
-(¿SE VA EL SÁBADO? ¡NO, YO LO SECUESTRO!)
Después de todo, llegaron a la heladería, la misma a la que habían ido ayer. Sasori pidió la cosa más grande que encontró, para Deidara, con eso ya tenía un día entero de sueño más que completo.
Los tres se rieron bastante, Gaara se dio cuenta, que después de todo, Sasori era su hermano, era su familia, y no era tan desagradable como recordaba.
Deidara no pudo con esa montaña de helado, así que entre los tres intentaron comer, pero no dio resultado, fue demasiado para sus estómagos.
-No quiero comer helado nunca máaas- Deidara sentía que en cualquier momento vomitaría.
Pagaron, y se fueron, todo transcurrió normal, pusieron música. “3S” de MSI.
“’CUZ I’M STUPID, SADISTIC AND SUICIDAL
HARD TO ACCEPT, AND THAT’S THE WHOLE IDEA”
Esos tres como cantantes se mueren de hambre, pero al menos lo disfrutaron.
Finalmente, llegaron a la casa de Deidara, se despidieron normalmente. El rubio entró.
-¡Mamáaa! ¡Llegué!
-Hola hijo, ¿Cómo te fue?
-Estoy cansado, y no quiero volver a comer helado en toda la vida, jm.
-¿Helado?
-Sí, Sasori nos llevó a comer helado a Gaara y a mí.
-Esa familia es tan agradable, deberías invitarlos…
-Mamá, y sobre lo de Hidan… ¿Qué dices?-Deidara sonrió.
-Hijo, tú y yo conocemos a Hidan, va a llegar borracho y no quiero escándalos.
Hidan tiene un leve problema con el alcohol, no es como que sea un alcohólico empedernido. Pero si hay fiesta, Hidan se emborracha.
-Mamá, prometo solemnemente que cuidaré de ese idiota y no llegará borracho.-Deidara puso su mano en el pecho.
-Bueno hijo- Su madre lo abrazó.- Ahora a dormir que mañana tienes clases.
-Buenas noches, jm.
Realmente estaba muy cansado, así que no se dio el tiempo de revisar su celular, ni siquiera se cambió de ropa, cayó rendido en la cama.
A las 6:45 recibió una llamada.
-¿Cómo estás?
-Con sueño, jm.
-Tienes clases hoy, jajá. Oye, en la noche saldré con unos amigos… ¿Quieres ir con nosotros?
-Suena tentador… ¿Irás a dejar a Gaara hoy?
-Sí, ¿por?
-Bueno, mi mamá no me dejará ir porque no te conoce… Pero si vienes…
-Voy saliendo, en 20 minutos estoy allá.
Sasori, como siempre, le cortó sin previo aviso. Deidara tuvo que correr, vestirse, peinarse, y todo lo que suele hacer en más de una hora, en 20 minutos.
Lo bueno es que lo logró.
El timbre sonó, pero el aún estaba en su habitación, así que su madre abrió. Deidara no bajó de todas formas, quería escuchar a Sasori.
-Buenos días, mi nombre es…
-Sasori, ya lo sé. Yo soy Sayuri, la madre de Deidara.
-Señora Sayuri, voy a ir al grano, quiero su autorización para salir con su hijo esta noche.
-Con un joven tan amable como tú, obvio. Pero con una condición.
-La que usted quiera.
-Cuídalo, puede tener casi 18, pero es un niño todavía.
-Por eso no se preocupe, lo cuidaré con mi propia vida.
CONTINUARÁ…