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Vestigia in mendacio por BellatrixBlack25

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Notas del capitulo:

Los personajes de Harry Potter no me pertenecen son de J.K Rowling.

Summary: Harry es un niño con una inteligencia, astucia y actitud que muchas personas no esperaban en él, además de que poco a poco se va dando cuenta que los hechos y las personas no son como se dan a conocer, dejando detrás de ellos rastros de mentiras que Harry va descubriendo. Luchando también contra las personas que quieren controlarlo y matarlo solo por ser quien es.

Parsel- "Hola"

Hechizos- Accio

Recuerdos- [Hola]

He reeditado los capis anteriores por lo que para las que no lo lean de nuevo le cambié el nombre a la serpiente de Harry quise darle un nombre original y Callidus me gusto porque significa Astucia o Inteligencia bueno eso es todo disfruten del capi.

Capítulo 16 El mapa merodeador y la rata

Pov Harry

Iba caminando por uno de los pasillos del tercer piso, con el firme objetivo de encontrar a Lady Hogwarts, estoy siguiendo el consejo del sombrero seleccionador y estoy usando mi magia como radar, además de Callidus, que he decidido no volver a dejar, fue estúpido e inconsciente hacerlo en primer lugar, no pienso cometer eso error de nuevo.

—"¿Sientes algo?"—sisee muy bajo, ella escaneo todo el lugar.

—"Es muy difícil maestro, hay tanta magia que me cuesta sentir algo en especial, además no sé qué busco"—ni yo, pero por algo el sombrero me dijo que la buscara, no sé cuánto me tomara esto, pero lo conseguiré.

—¡Pss, Harry! — me di la vuelta a mitad del corredor y vi a Fred y a George que me miraban desde detrás de la estatua de una bruja tuerta y jorobada. He estado hablando con ellos desde que me advirtieron de su familia en primero, aunque no lo hacemos delante de todos, son unos buenos aliados, ellos se juntan con nosotros cuando no hay nadie cerca, se llevan súper bien con Blaise.

—¿Qué hacen? —pregunte con curiosidad

—Hemos venido a darte un poco de alegría, para que no andes vagabundeando y te topes con Filch, nosotros ya lo tuvimos mucho tiempo y nos parece justo que tú lo tengas ahora—me dijo Fred guiñándome el ojo misteriosamente.

—Entra aquí... —me señaló con la cabeza un aula vacía que estaba a la izquierda de la estatua de la bruja. Entre detrás de Fred y George. George cerró la puerta sigilosamente y se volvió, mirándome con una amplia sonrisa.

—Un regalo navideño por adelantado, Harry —dijo. Fred sacó algo de debajo de la capa y lo puso en una mesa, haciendo con el brazo un ademán rimbombante. Era un pergamino grande, cuadrado, muy desgastado. No tenía nada escrito, sospechando que fuera una de las bromas de Fred y George, lo mire con detenimiento.

—¿Qué es? —pregunte curioso.

—Esto, Harry, es el secreto de nuestro éxito —dijo George, acariciando el pergamino.

—Nos cuesta desprendernos de él. Pero anoche llegamos a la conclusión de que tú lo necesitas más que nosotros. —dijo Fred sonriendo.

—De todas formas, nos lo sabemos de memoria. Es tuyo. A nosotros ya no nos hace falta—continuo George.

—¿Y para qué necesito un pergamino viejo? —preguntó Harry

—¡Un pergamino viejo! Explícaselo, George —exclamó Fred, cerrando los ojos y haciendo una mueca de dolor; como si lo hubiera ofendido gravemente.

—Bueno, Harry... cuando estábamos en primero... y éramos jóvenes, despreocupados e inocentes... —no pude evitar reir. Dudo que Fred y George hubieran sido inocentes alguna vez.

— Bueno, más inocentes de lo que somos ahora... tuvimos un pequeño problema con Filch—dijo Fred.

—Tiramos una bomba fétida en el pasillo y se molestó.

—Así que nos llevó a su despacho y empezó a amenazarnos con el habitual...

—... castigo...

—... de descuartizamiento...

—... y fue inevitable que viéramos en uno de sus archivadores un cajón en que ponía «Confiscado y altamente peligroso». —suspire ante su forma de hablar, aunque estoy acostumbrado, es como ver un partido de tenis.

—No me digan... —dije sonriendo.

—Bueno, ¿qué habrías hecho tú? George se encargó de distraerlo lanzando otra bomba fétida, yo abrí a toda prisa el cajón y cogí... esto. —dijo Fred.

—No fue tan malo como parece. Creemos que Filch no sabía utilizarlo. Probablemente sospechaba lo que era, porque si no, no lo habría confiscado —dijo George.

—¿Y saben utilizarlo? —pregunte curioso.

—Si. Esta pequeña maravilla nos ha enseñado más que todos los profesores del colegio—dijo Fred, sonriendo con complicidad.

—Es broma—dije mirando el pergamino y planeando los posibles usos que puedo darle.

—Ah, ¿sí? ¿Te estamos tomando el pelo? —dijo George. Sacó la varita, tocó con ella el pergamino y pronunció:

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas—E inmediatamente, a partir del punto en que había tocado la varita de George, empezaron a aparecer unas finas líneas de tinta, como filamentos de telaraña. Se unieron unas con otras, se cruzaron y se abrieron en abanico en cada una de las esquinas del pergamino. Luego empezaron a aparecer palabras en la parte superior. Palabras en caracteres grandes, verdes y floreados que proclamaban:

Los señores Moony, Wormtail, Padfoot y Prongs

proveedores de artículos para magos traviesos

están orgullosos de presentar

EL MAPA DEL MERODEADOR

Era un mapa que mostraba cada detalle del castillo de Hogwarts y de sus terrenos. Pero lo más extraordinario eran las pequeñas motas de tinta que se movían por él, cada una etiquetada con un nombre escrito con letra diminuta. Estupefacto, me incline sobre el mapa. Una mota de la esquina superior izquierda, etiquetada con el nombre del maldito vejete, lo mostraba caminando por su estudio. La gata del portero, la Señora Norris, patrullaba por la segunda planta, y Peeves se hallaba en aquel momento en la sala de los trofeos, dando tumbos. Y mientras mis ojos recorrían los pasillos que conocía, me percate de otra cosa: aquel mapa mostraba una serie de pasadizos en los que no había entrado nunca. Sonreí por tener en mis manos otro legado de mi padre.

— Moony, Wormtail, Padfoot y Prongs. Les debemos tanto...—suspiró George, señalando la cabecera del mapa.

—Hombres nobles que trabajaron sin descanso para ayudar a una nueva generación de quebrantadores de la ley —dijo Fred solemnemente.

—Bien. No olvides borrarlo después de haberlo utilizado —añadió George.

—De lo contrario, cualquiera podría leerlo —dijo Fred en tono de advertencia.

—No tienes más que tocarlo con la varita y decir: «¡Travesura realizada!», y se quedará en blanco —continuo George.

—Así que, joven Harry, pórtate bien—dijo Fred.

—Gracias como muestra de agradecimiento les diré los verdaderos nombres de los merodeadores ¿Quieren saberlo? —sonreí al ver como ambos quedaron en shock.

—Por favor—exclamaron a la vez.

—Bien, Prongs es mi padre James Potter, Padfoot es mi otro padre Sirius Black, Wormtail es Peter Pettigrew y Moony es el profesor Remus Lupin, porque no le preguntan directamente a él, más cosas sobre los merodeadores —sonreí cuando ambos empezaron a murmurar como locos, que uno de sus profesores era un merodeador y se fueron corriendo supongo que, a buscarlo, tomé el pergamino y empecé a escanearlo, es impresionante, tengo que preguntarle a mi padre como lo hicieron.

Mi sonrisa se borró cuando un nombre apareció en el pergamino, Peter Pettigrew, su nombre está junto al de Ronald Weasley y Hermione Granger en la sala común de Gryffindor. No creo que un prófugo este como si nada en Hogwarts, si lo que mi padre conto es cierto, debe de estar aun en su forma animaga.

—"Callidus, ve a la sala común de Gryffindor busca a una rata, la diferenciaras porque será el único animal con demasiada magia, muy similar a la que los magos poseemos, tráemelo"—le ordene con frialdad, ahora comprendo porque padre no quiso decirme el motivo por el que estuvo aquí, se dio cuenta de que esa maldita rata está en Hogwarts.

—"No regresare hasta atraparlo"—mire como creció un poco y voló hacia la sala común de Gryffindor por mi parte deje mi búsqueda para otro día, necesito crear una jaula que le impida transformarse en humano y dárselo a padre como regalo. El necesita cerrar ese ciclo de su vida más que yo.


Pov Nicholas

Trabajar en el Ministerio, bajo las ordenes de ese inútil de Fudge es molesto, pero me es fácil manipularlo, ya me reuní con todos mis seguidores, decidí que ya no usaría la misma marca del pasado, por lo que les quite la marca tenebrosa a todos, fui un tonto en poner algo tan distintivo, fue la manera más fácil para que todos fueran identificados, ahora usare un artículo personal para llamarlos.

Otra cosa que cambiare es el nombre, antes de que se llamaran mortifagos, mis seguidores llevaban el nombre de caballeros de Walpurgis, decidí retomarlo.

Hace unos días fui a Azkaban, para conocer el estado mental de los que se encuentran ahí, debo de admitir que la mayoría de ellos no están en sus cabales y no sé qué hacer, siempre me han sido fieles, siguiéndome a pesar de mi falta de cordura, simplemente no puedo abandonarlos, pero si los libero, pueden ser un peligro para Harry y es algo que no puedo permitir, despues de todo lo convertiré en mi discípulo, el me ayudara a derrocar a Dumbledore.

Por el momento dejare las cosas así, cuando Harry este completamente de mi lado, decidiré que hacer con ellos, si al menos hubieran conservado la cordura como Black, las cosas hubieran sido más fácil, cuando estuve ahí, mire a muchos presos, no quería que sospecharan si solo visitaba a mis mortifagos, con el fin de quitarles la marca, despues de hacerlo les borre la memoria sobre ese hecho, no puedo dejar ningún cabo suelto.

El único que posee mi marca es Severus, es al único que aún no he llamado, al resto les he impuesto misiones pequeñas pero que servirán para algo más grande. Igor Karkarot es otro que aún no he visitado, pero a diferencia del resto, pienso matarlo, nadie me traiciona y queda vivo para contarlo, solo debo de encontrar el momento adecuado, para evitar que se dieran cuenta que regrese, bloquee mi magia para que no activara de nuevo sus marcas.

Aún vivo con los Malfoy, iba a comprarme una casa, pero Lucius y Narcissa insistieron en que me quedara con ellos, el único motivo por el que acepte es que buscar casa es realmente molesto, además sé que Harry viene siempre en vacaciones con ellos, aunque creo que ahora no pasara todo el verano, ya que vive con Black.

—Mi lord, Draco escribió algo, que estoy seguro le interesara—lo mire intrigado y tome la carta.

Querido Padre

Volvimos a ganar en quidditch, pero no es por eso que te escribió sino lo ocurrido en el partido, cuando jugábamos los dementores atacaron, por suerte la mayoría de los jugadores volábamos bajo, excepto por los buscadores, Harry y la buscadora de Ravenclaw estaban más cerca de ellos, Harry uso el patronus, uno corpóreo, nos lo mostro y son increíbles, son tres, un ciervo, un puma y Callidus, ahora nos está enseñando a nosotros, te escribiré de nuevo si consigo hacerlo corpóreo.

Te quiere

Draco

—Impresiónate, ese niño cada día me sorprende con algo nuevo, aprender el patronus y uno corpóreo no es fácil, sin embargo, el posee tres, lo que muestra que su nivel es superior al de cualquier niño—dije con orgullo.

—Cuando su magia madure, será un mago sumamente poderoso—dijo Lucius impresionado

Esto me fortalece con la idea de esperar hasta que este a mi lado, pero primero debo de contarle mi pasado. Lo pienso hacer este verano, aunque no sé si llegue aceptarme y perdonarme, pero si miento no conseguiré nada, espero que guarde el secreto, no creo que su padre acepte que este cerca si se entera quien soy en realidad.


Pov Dumbledore

He estado hablando continuamente con Remus, pero no he conseguido saber porque está actuando de esta manera, debo de estar pendiente. Por el momento me centrare en el muchacho, por desgracia escoger a esa sangre sucia y al idiota de Weasley fue un error, ahora son enemigos declarado del chico, ya me rendí con el hecho de que cambie de casa, por lo que usare esta nueva rivalidad para probar sus habilidades continuamente. Escuche golpear y me centre de nuevo.

—Pasen—mire a los tres entrar mirándome nerviosos y temerosos.

—B-buenos días director—tartamudeo la chica con voz chillona. Weasley solo asintió, completamente pálido.

—Iré directo al grano, ya que no lograron completar, la simple tarea de ser sus amigos y hacer que cambiara de casa, ahora lo que quiero que hagan ustedes dos es hacerle la vida imposible, quiero que lo hagan enojar al punto de que use su magia, necesito saber su nivel. En cuanto a ti, serás la fiel defensora, es hora de que empieces a enamorarlo, si quieres convertirte en la futura señora Potter—conforme hablaba la mirada determinado en sus rostros me complació.

—Haremos nuestro mejor esfuerzo, no será difícil, es tan engreído—dijo con envidia Weasley.

—Intentare acercarme, pero se la pasa con el mismo grupo y esas niñas tontas no me dejan—la chica Weasley es más astuta que el hermano, así que espero mejores resultados de ella.

—Eres inteligente, busca la forma—seguí explicándole lo que quería que hicieran con detalles, lo que menos quiero es que fallen en algo tan sencillo como esto. Despues de que se fueron, mande a llamar a Severus, me he dado cuenta que el chico lo respeta por el simple hecho de ser el jefe de su casa y utilizare eso para conocer más sobre él, sus deseos, temores, anhelos, cualquier cosa que me ayude a manipularlo.

—Me mando a llamar, director—lo mire fijamente.

—Necesito que te hagas cercano al niño, conoce todas sus debilidades y fortalezas, debemos de protegerlos de los seguidores de Voldemort y si para eso tengo que amenazarlo, lo hare—murmure con frialdad.

—Disculpe que discrepe con usted director, pero el chico no confía en mí, no sé cómo quiere que consiga esa información—dijo con frialdad.

—Mi muchacho, acaso no has notado que el niño te admira, estoy seguro que si tratas de acercarte lo conseguirás, así que hazlo, quiero que me reportes tus avances—sé que está molesto, con solo ver como frunce el ceño y aprieta el labio.

—Como usted ordene, director—inclino su cabeza y se fue con su habitual andar. Las cosas tienen que mejorar, no importa cómo, conseguiré tenerlo de mi lado.


Pov Harry

Mire dudoso la jaula delante de mí, aplique muchos hechizos en ella para que le sea imposible regresar a su forma humana, además de otros hechizos que lo lastimaran un poco, no quiero que se sienta cómodo, no puedo vengarme, pero al menos lo hare sufrir hasta que llegue a manos de mi padre, será un excelente regalo de Yule. Justo en ese momento entro mi querida Callidus con la asquerosa raza entre sus fauces, la tome de la cola y me di cuenta que esta inconsciente, coloque un hechizo en ella para que permanezca inconsciente, la coloque en la jaula y la metí en la habitación que tengo en mi baúl, ahí nadie la encontrara y si por algún motivo despierta y se escapa de la jaula, no podrá salir, aunque quiera.

—"Eres increíble"—sisee emocionado. Draco entro confuso.

—El directo pidió que todos fuéramos al gran comedor, no me preguntes, no se—dijo rápidamente al ver mi confusión, que es lo que está pasando. Al llegar me di cuenta que todos los alumnos nos encontrábamos aquí, igual de confusos.

—Los demás profesores y yo tenemos que llevar a cabo un rastreo por todo el castillo —explicó el profesor Dumbledore, mientras McGonagall y Flitwick cerraban todas las puertas del Gran Comedor.

—Me temo que, por su propia seguridad, tienen que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del Gran Comedor y dejo de encargados a los dos Premios Anuales. Comuníquenme cualquier novedad —añadió, dirigiéndose al Weasley estudioso, que, por su mirada, se siente inmensamente orgulloso.

—Avísame por medio de algún fantasma—El profesor Dumbledore se detuvo antes de salir del Gran Comedor. Con un movimiento de la varita, envió volando las largas mesas hacia las paredes del Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos.

—Felices sueños —dijo Dumbledore, cerrando la puerta. El Gran Comedor empezó a bullir de excitación. Los de Gryffindor contaban al resto del colegio lo que acababa de suceder. No puedo creer que padre regresara, si lo atrapan lo pueden mandar de nuevo a Azkaban.

—¡Todos a los sacos! ¡Ahora mismo, se acabó la charla! ¡Apagaré las luces dentro de diez minutos! —gritó Percy Weasley.

—¿Creen que Pettigrew sigue en el castillo? —susurró Daphne con preocupación.

—Evidentemente, Dumbledore piensa que es posible —dijo Blaise. A mi alrededor todos se hacían la misma pregunta:

—¿Cómo ha podido entrar? —el mapa en mi bolsillo, me dio la respuesta, padre aún recuerda donde están los pasadizos, por la mirada de los gemelos, ellos piensan lo mismo, pero solo que creen que es Peter Pettigrew.

—A lo mejor sabe cómo aparecerse. Cómo salir de la nada —dijo un alumno de Ravenclaw que estaba cerca de nosotros.

—A lo mejor se ha disfrazado —dijo uno de Hufflepuff, de quinto curso.

—Podría haber entrado volando—sugirió Dean Thomas.

—Hay que ver; ¿es que soy la única persona que ha leído Historia de Hogwarts? —preguntó Granger en voz alta y con aire de sabelotodo, insoportable en verdad.

—Casi seguro ¿Por qué lo dices? —pregunto Weasley con aburrimiento. Tienen que hablar tan alto, como si quisiéramos saber lo que piensan.

—Porque el castillo no está protegido sólo por muros, sino también por todo tipo de encantamientos para evitar que nadie entre furtivamente. No es tan fácil aparecerse aquí. Y quisiera ver el disfraz capaz de engañar a los dementores. Vigilan cada una de las entradas a los terrenos del colegio. Si hubiera entrado volando, también lo habrían visto. Filch conoce todos los pasadizos secretos y estarán vigilados—indicó Granger mirando a todos engreídamente.

—¡Voy a apagar las luces ya! Quiero que todo el mundo esté metido en el saco y callado—gritó Percy.

Todas las velas se apagaron a la vez. La única luz venía de los fantasmas de color de plata, que se movían por todas partes, hablando con gravedad con los prefectos, y del techo encantado, tan cuajado de estrellas como el mismo cielo exterior. Entre aquello y el cuchicheo ininterrumpido, siento como si estuviera durmiendo a la intemperie, arrullado por la brisa.

Cada hora aparecía por el salón un profesor para comprobar que todo se hallaba en orden. Hacia las tres de la mañana, cuando por fin nos habían quedado dormidos muchos alumnos, entró el profesor Dumbledore. Vi que iba buscando a Percy, que rondaba por entre los sacos de dormir amonestando a los que hablaban. Percy estaba a corta distancia de nosotros, sé que soy el único despierto, pero necesito saber si padre sigue aquí, debí de haberle escrito informándole que tengo a la rata conmigo.

—¿Han encontrado algún rastro de él, profesor? —le preguntó Percy en un susurro.

—No. ¿Por aquí todo bien? —pregunto Dumbledore.

—Todo bajo control, señor—respondió Percy Weasley hinchando el pecho.

—Bien. No vale la pena moverlos a todos ahora. He encontrado a un guarda provisional para el agujero del retrato de Gryffindor. Mañana podrás llevarlos a todos—me pregunto qué paso y como si estuviera pensando lo mismo, Weasley estudioso hizo la pregunta correcta.

—¿Y la señora gorda, señor? — pregunto Weasley curioso y preocupado.

—Se había escondido en un mapa de Argyllshire del segundo piso. Parece que se negó a dejar entrar a Pettigrew sin la contraseña, y por eso la atacó, aunque no comprendo como hizo esos cortes en su lienzo. Sigue muy consternada, pero en cuanto se tranquilice le diré al señor Filch que restaure el lienzo—oí crujir la puerta del salón cuando volvió a abrirse, y más pasos.

—¿Señor director? —Era el profesor Snape. Me quede completamente inmóvil, agudizando el oído, con los nervios de punta.

—Hemos registrado todo el primer piso. No estaba allí. Y Filch ha examinado las mazmorras. Tampoco ha encontrado rastro de él—informo serio

—¿Y la torre de astronomía? ¿Y el aula de la profesora Trelawney? ¿Y la pajarera de las lechuzas? —pregunto Dumbledore preocupado.

—Lo hemos registrado todo... —confirmo.

—Muy bien, Severus. La verdad es que no creía que Pettigrew prolongara su estancia aquí—dijo serio.

—¿Tiene alguna idea de cómo pudo entrar; profesor? —preguntó Snape.

—Muchas, Severus, pero todas igual de improbables. Abrí un poco los ojos y miré hacia donde se encontraban ellos. Dumbledore estaba de espaldas a mí, pero pude ver el rostro de Percy, muy atento, y el perfil de Snape, que parecía enfadado.

Por suerte mañana nos iríamos a vacaciones de Yule y espero que padre este en casa, no quiero enterarme que se le ocurrió venir de nuevo aquí, me molestare mucho, si lo hace. Sonreí emocionado ante lo que ocurriría cuando llegara a casa, estoy deseando ver a Padre actuar, me pregunto qué le hará, solo espero que no se le ocurra entregarla al ministerio, a menos que su castigo sea recibir el beso del dementor, por culpa de este desgraciado perdí a mis padres, aunque en este momento me encuentro bien, no sé qué hubiera pasado si Callidus no hubiera aparecido en mi vida.

Notas finales:

Bueno chicas y chicos espero que les haya gustado, gracias por sus reviews, en el próximo capi veremos qué le pasa a la rata y las vacaciones de Yule.

Nos seguimos leyendo

Bella.


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