Explicación sin razonamiento
¡Ah!… volví a quedarme dormido, tengo sueños muy locos. Pensé mientras abría los ojos y afirmaba que las cosas son demasiado extrañas a veces.
Parpadee unos instantes y veía un rostro un tanto familiar: níveo de facciones suaves, una boca pequeña y ojos cafés, tan cálidos, que por un momento pensé que tenían un matiz rojo, era realmente hermoso de apreciar…ya que en mi normal vida jamás había visto a alguien así su belleza era de otro nivel, una que se podría describir como inhumana.
-Oye, ¿Estás vivo? -Pregunto lo cual me hizo despertar del hermoso letargo
¬ Lance un grito y reaccione inmediatamente arrinconándome al borde opuesto de la cama, y alcance a balbucear: “¡Inframundo!” Señor máteme ahora…
-Torpe, lento y sin sentido común- musito mientras caminaba hacia el escritorio nuevamente.
-¡No me pidas sentido común! ¿Cómo podría tenerlo si dices ser un demonio? Enloquecer y asustarse es lo más común. ¿Qué vas a hacerme? ¿Quieres mi alma? ¿Por qué?
-Vale, tu sí que eres dramático- dijo mientras se agarraba el cabello con los dedos y lo jalaba hacia atrás, no perdía la calma en ningún momento, aunque si parecía algo aburrido.
-¿Entonces qué quieres de mi?
Después de acabar la frase medite por un momento, en que debería estar un poco más calmo, después de todo el podía matarme, y no lo había hecho. Tenía todas las razones del mundo para caer en desesperación. Pero de algún modo el no parecía amenazante, solo era demasiado atractivo y la esencia que despedía era quizá lo único amenazante, es como cuando sabes que eres demasiado feo y no encajarías en un grupo de personas bellas, porque solo harías notar lo feo que eres y ellos remarcarían su belleza, pero ya estoy acostumbrado a eso así que no me afecta o al menos lo intentaría.
El estaba observando una foto familiar que había en el escritorio, algo molesto se inclino para luego levantar las manos en señal de desperezamiento.
-Esto no nos llevara a ningún lado…
Dijo mientras suspiraba y movía la cabeza en modo de ironía y resignación, -yo que aun estaba en guardia lo miraba pensando lo superior que él se veía, comparado conmigo-
-Deberíamos hacer una ronda de preguntas ¿Te parece? Después de todo, tu única opción es creerme. Por la razón numero uno que es: el hecho de que estés vivo y la herida ya no este, pero la realidad indudable es que la ropa ensangrentada aun esta allí, y razón numero dos porque se tu nombre y dirección y razón numero tres porque sé que soy demasiado superior a ti.
Afirmo mientras me guiñaba el ojo, por un momento pareciese como si él quisiera que el ambiente fuese más relajado para mí.
Mientras él hablaba yo, otra vez me quedaba embelesado por su apariencia, esta vez me concentre en los mechones que cubrían una parte del rostro, ese cabello tan oscuro…
-¿Empiezas ya? Me dijo levantando una ceja en ese níveo rostro mientras apoyaba un brazo en el escritorio.
Sopese las opciones y razones toda tenía bastante lógica, aun la razón número tres, aunque odiaba aceptarlo, es un hecho indudable; ordene todas mis ideas y alcance a decir:
-¿Cómo me conoces? ¿Cómo llegue aquí?
Un silencio lleno la habitación pareciese como si el también estuviera ordenando sus ideas.
-Tú me llamaste, aun cuando te buscaba, no podía encontrarte, pero de inmediato sentí un llamado y vine inmediatamente hacia ti. Cuando al fin te encontré estabas a punto de morir y no me podía dar ese lujo, así que aplique inmediatamente un hechizo de sanación antiguo- mientras decía esto parecía algo preocupado-. Si no hubiera sido yo hubieras muerto y todo por lo que luche se habría ido para siempre. Como llovía demasiado, después de curarte procure buscar un lugar mejor para que pudieras recuperarte, y hurgue un poco en tu corazón y mente. Así encontré este lugar y supe tu nombre en la tierra de los mortales.
Así fue como aconteció todo, ¿Lo entendiste? Pregunto mientras me miraba.
Y de nuevo ataco la desconexión entre mi cerebro y boca mientras pensaba: -“Oh por dios estoy escuchando a un tipo que no conozco decir todo eso” Lleve ambas manos a la cabeza e hice un movimiento de negación, para rápidamente volver a tener compostura por las razones ya dichas. Pero se me había quedado una frase –“Hurgue tu mente y corazón”.
-¡Yo no te llame! (en realidad solo estaba pensando lo estúpida que iba a ser mi muerte, en ese momento) ¿Cómo pudiste hurgar mi mente y corazón?- Musite confundido y ofendido mientras me llevaba una mano a la boca y lo miraba con sospecha.
El solo estaba mirando un anillo que estaba en su mano derecha mientras me ignoraba o eso creía yo.
-Es irónico que te preocupe tu privacidad cuando estas a punto de morir ¿No crees? Además no había nada interesante que ver en tu aburrida vida niño-. Dijo mientras sacaba la lengua y se jalaba el ojo como los gestos que hacen los niños cuando se burlan de otros.
En este punto el mismo, no parecía muy maduro.
-No me gusta que me diga niño, alguien no muy mayor a mí. Me sonroje mientras hacia un puchero.
El se acerco a la cama y se sentó en extremo que estaba libre giro un poco y me dijo:
-En este punto Takashi Rei de 17 años, según la costumbre humana deberías respetar a tus mayores, y yo, sería algo así como un dios para ti ya que llevo 421 años en tiempo humano-dijo mientras se reía suavemente.
Yo me quede con la boca abierta y lo miraba mientras todo el orgullo se me caía, pero por un momento pensé: ahora entiendo porque los humanos no leen mentes, simplemente seria aterrador, y muy molesto para personas tontas como yo”
Lo único que podía hacer era encogerme; cada vez mas asintiendo la realidad. Ahí estaba yo, hablando con un demonio de 421 años de manera ¿normal?
Ya no tenía miedo excesivo por mi vida, lo cual me llevo a plantearme 3 opciones: la primera era que ya había enloquecido, la segunda era que se trataba de una alucinación después de la muerte y por último, la aceptada pero no menos fascinante: es que la realidad es mas extraña que la ficción.
-Bueno Señor lento ¿Ya puedo continuar? Dijo como si hubiera hecho toda esa pausa a propósito para que yo captara y ordenara un poco las ideas.
-¡Rei llámame por mi maldito nombre!- le grite
-Está bien R-E-I susurro i nombre de una manera algo extraña para mí.
De repente se puso serio y prosiguió con el relato:
-“En el reino demoniaco, existen muchas clases sociales, igual que en la tierra de los mortales y el cielo, yo soy Adriel Amane cuarto hijo de la familia Amane, candidato a futuro emperador de la corona del inframundo” -. Dijo con toda la gallardía que se hubiera esperado de un caballero antiguo que se hubiera leído en un antiguo libro medieval.
-Lucifer-sama el rey ha mandado a convocar a las 4 familias reales, estas familias han de elegir un representante que por obvias razones debería ser el primogénito, aunque hay varias razones que luego explicare. Por las que esta no es necesariamente una norma. Esta prueba se dividirá en tres etapas según lo dispuso Lucifer; La primera etapa es encontrar el fragmento de una piedra…”
Se detuvo ahí, me miro y sonrió para continuar tranquilamente.
-Así que cuando tu vida estuvo a punto de extinguirse fue la piedra la que me llamo, no podía permitirme perderte- murmuro mientras esos ojos tenían una profunda y sincera tristeza.
Yo quede hipnotizado-una vez más- mientras esa extraña sensación cálida y nostálgica recorría todo mi ser. Mi corazón dio un vuelco… cuando de repente y sin aviso alguno el tomo mi mano y sonrió, pero esta sonrisa era muy diferente a todas las anteriores era un tanto vacía y sentí como si hubiera caído en una trampa.
Inmediatamente quise retirar mi mano pero él era más fuerte-¡Maldición! ¡¿Por qué es tan fuerte?!- procedió a jalarme sin que yo pudiera hacer nada al respecto mientras decía:
-¡Por eso es hora de partir al inframundo!...
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