Cambio de planes
A este punto ninguna fuerza en el mundo lo detendría, y desde este ángulo lo único que podía ver era su espalda, ya no sabía cómo actuar, quizá la resignación y/o desesperación eran mis únicas alternativas.
El se acerco a la puerta, aun sosteniéndome mi mano, mientras que con la mano libre dibujaba símbolos extraños, y de repente por un momento el tiempo pareció detenerse. Los lugares que él había marcado se iluminaron de un tono dorado revelando formas indescriptibles y desconocidas, todo iba muy rápido, hubo un gran destello de luz pero…
No paso nada y todo volvió a la normalidad.
Desconcertado lo único que alcanzo a hacer fue mirar al anillo que poseía en la mano derecha, para luego posar su mirada en mí y acto seguido lo vi desvanecerse.
Cuando lo vi en el suelo mi corazón se detuvo por un momento, todos los miedos que tenia, y en realidad no se qué miedos, se juntaron. Lo único que pude hacer fue arrastrarlo a mi cama y lentamente arroparlo.
Cuando me percate de que, más que desmayarse, parecía que había caído rendido del cansancio. Estaba yo igual, muy agotado, ya que es una tarea un tanto sobrehumana llevar ese enorme cuerpo, diez pasos que nos separaban de la puerta a la cama, fue toda una hazaña. Pero ver su rostro de cerca, de algún modo lo recompensaba.
A estas alturas no tenía miedo, solo una sensación de preocupación, ya que después de todo, esta persona me había salvado la vida. A mí, un completo extraño, y no solo eso. Alguien con todo ese poder se dio la molestia de explicarme algunas cosas; que estoy seguro no se deben revelar a todos los humanos. (Después de todo nunca he oído que un demonio negocie o explique sinceramente a un ser humano).
Aunque no podía saber si decía la verdad, yo le creía desde el fondo de mi corazón. O quizá yo era solo un tonto, realmente no me importaba ahora.
Me acerque más para observar su rostro, e hice a un lado un mechón de cabellos que caían en un lado del hermoso rostro, su piel se sentía muy tersa al tacto, de algún modo ahora puedo entender los relatos que decían que un demonio puede llevar a la perdición a cualquier humano solo con la apariencia.
Mientras razonaba estas cosas note en su rostro durmiente algo de preocupación o confusión ¿Qué clase de sueño estaría teniendo esta enigmática persona?
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-“Todo estaba cubierto por una suave luz dorada, como un tranquilo atardecer, este lugar parecía el castillo en el que habito, este corredor es conocido, con sus largos ventanales y sus cortinas rojo carmesí, toda la esencia del lugar era conocida y mis pasos me guiaban a la pequeña puerta al final del corredor. Como si mis pies conocieran aquella ruta de memoria. Al llegar frente a la puerta estaba algo ansioso, quería ver lo que había detrás de aquella puerta, todo mi ser lo ansiaba”
-“Oh, ¿ya llegaste?- escuche una voz detrás de la puerta, esta era bastante suave y tranquila algo en ella me provocaba mucha nostalgia”
Desperté con la mano extendida y algo exaltado, me encontraba en un pequeño cuarto, me incorpore, toque mi cabeza con una mano tratando de recordar lo sucedido, y note los rayos del sol de ocaso filtrándose por la ventana, todo era muy tranquilo. Pero había una respiración diferente a la mía que interrumpía el son del silencio.
Mire hacia abajo y allí estaba él, tenia los brazos cruzados, apoyados en el borde de la cama, con la cabeza escondida entre ellos. Era una vista muy graciosa, había un poco de saliva en una de las mangas, pero parecía dormir placenteramente, supuse lo que había pasado así que procedí a llamarlo.
-¡Hey… mocoso!- note inmediatamente, como su ceño se fruncía y se movía en negación aun en sueños.
Debo admitir que sus reacciones eran muy graciosas, siempre parecía un niño dispuesto a dar lucha aun cuando era de aspecto bastante débil y tierno.
-No soy mocoso. ¡Soy Takashi Rei!- dijo como si se tratase de una acto reflejo, mientras se incorporaba, y se frotaba los ojos, se le abrieron los ojos de par en par.
-¡AHH! Ya despertaste. ¿Te encuentras bien? ¿Llamo al doctor? ¿Tienes hambre?
Lo único que alcance a hacer fue soltar una carcajada, a las variadas reacciones que me había ofrecido este humano, era como un espectáculo nuevo, del que dudo que me cansaría.
-¡Y yo preocupándome por ti! Si ya estás bien decírmelo inmediatamente- puso un puchero y sus mejillas se teñían de un rojo inconfundible.
-Lo siento, es solo que realmente parecías muy preocupado, y es algo gracioso. Ya que antes parecías tenerme mucho miedo. Solo creí que por un momento los papeles se habían intercambiado. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Dos días
-Maldición… ¿Me cuidaste todo este tiempo?
-Sí, bueno era lo único que podía hacer, pensé en llevarte a un hospital, pero me temía que te descubrieran. Así que solo espere lo mejor. Además solo tuviste un ataque de fiebre, parecía consecuencia de un agotamiento.
-No te preocupes. Después de todo no eres tonto- afirme riendo y desperezándome mientras me levantaba de la cama.
Ya había recuperado algo de mi fuerza así que me sentía mejor, pero tenía la impresión de que mi poder espiritual aun estaba ausente, así que trate de ordenar las ideas; y alcance a decir:
-Quizá debería explicar la situación actual…
-¿Todavía hay más? – Note su expresión algo confusa y asustada.
-Lo siento, pero al parecer mi poder ha disminuido considerablemente, así que no puedo abrir un portal de regreso. Lo más probable es que use demasiado poder para sanar tus heridas, aumentando a eso está el hecho de que no le di tiempo a mi cuerpo para acostumbrarse al mundo humano. Así que este no pudo manejar ambas situaciones. Consecuentemente aun no puedo volver al inframundo, claro eso por ahora. Pero cuando me recupere iremos inmediatamente.
Parecía estar muy atento a mis explicaciones, al menos no estaba asustado, en su rostro se expresaba algo de preocupación, pero aun así parecía esforzarse en comprenderlo todo. Pero inmediatamente al percatarse de algo, comenzó a encoger los hombros y entrecerrar los ojos con algo de incredulidad preparándose para decir algo:
-¿Pero mientras donde te quedaras? ¿Cuánto tiempo tomara?
-¿No es obvio R-E-I? dije con toda la superioridad y autoconfianza que tenia.
-¡¡ ¿EHH?!! ¡De ningún modo! Además no podría mis padres llegaran mañana- dijo mientras esquivaba, sus pupilas miraban hacia los lados, y juntaba las manos para entrelazárselas.
Hasta yo, que no era experto en el comportamiento humano, sabía que era una mentira. Después de todo había tenido acceso a sus recuerdos, y bien sabía que sus padres llegaban cada 15 o 20 días para quedarse por 2 días. Y coincidentemente solo habían pasado cinco días desde que sus padres se fueron.
-Buen intento, señor mentiroso, pero ¿Acaso has olvidado que vi tus recuerdos?
Instantáneamente todos los colores se le subieron al rostro y procedió a tomar una bocanada de aire para contradecirme. Pero me imagino que se dio cuenta a lo que me refería, así que solo bajo la cara y exhalo todo el aire que su pequeño cuerpo había tomado
-En cuanto al tiempo-continúe diciendo-realmente no lo sé, ya que nunca me había pasado, pero a juzgar por algunos escritos antiguos, el tiempo de recuperación es proporcional a lo poderoso que es el demonio.
Note que estaba intranquilo, así que trate de relajarlo, porque no quería que la situación fuese más incomoda y perturbadora de lo que ya era.
-No te preocupes, después de todo ¿Que podría hacer si no tengo ningún poder? Podrías verlo de la siguiente manera: “Solo ayudas a la persona que te salvo la vida, ya que esta tiene ciertas situaciones”. Además no será mucho tiempo, solo estaré en este lugar, sin causarte ninguna molestia.
-Claro que soy una persona agradecida, pero el pequeño gran detalle es que esta persona quiere llevarme al inframundo luego de que yo le ayude ¿No sería como ponerme la soga al cuello?- contesto un tanto sarcástico.
-¿Tienes alguna otra opción?, no es como si pudieras deshacerte de mi fácilmente.- sonreí lo mas cínicamente que pude solo para fastidiarle.
-¿¿Pero y mis padres?? ¿Qué les diremos?
-Tranquilo, ya sabremos qué hacer en ese momento, aun tenemos tiempo.
-¿Tenemos? Suena como si yo fuera parte del problema.
-Claro que lo eres, de hecho eres la razón principal.
-¡Pero yo no lo pedí! –grito molesto.
-¡Oh no, eres tan desagradecido! dije mientras simulaba tristeza- Así le hablas a las persona que te salvo la vida.
Por un momento el parecía sorprendido y contrariado, sus emociones eran bastante fáciles de leer (y manipular). Me pregunto si todos los humanos son así.
-Me hare responsable de la situación, después de todo no puedo dejarte a la deriva- dijo mientras ponía la cara más varonil y responsable que no tenia.
Era muy lindo en cierto modo, había leído que los humanos eran criaturas irracionales y sentimentales, pero esto iba mas allá, verlo con mis propios ojos era incomprensible e indescriptiblemente satisfactorio.
-Es muy lindo de tu parte, pequeño Rei, eres demasiado tierno cuando tratas de verte responsable, pareces una esposa primeriza.
Acabe la frase, para encontrarme con unos ojos encolerizados y un sonrojo hasta las orejas, era definitivamente por que estaba molesto; por haberme burlado de su determinación, pero no podía evitarlo, era algo que no podía controlar. Se paro en una pose amenazante levantando la mano y señalándome con toda la ira que pudo grito:
-¡¡TU!! ¡¡¡Eres un demonio!!!
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