¿Normales y tranquilos días?
Mi vida supuestamente tranquila al lado de un demonio, por ahora irónicamente, si lo era.
Si bien la mayoría de las personas se preocupan de que vestirán, a que universidad irán, que trabajo tendrán o con quien se casaran; Yo no lo hago, nunca lo he hecho, solo vivo mi vida pensando en la posibilidades, pero sin elegir ninguna, es más gracioso aun ya que la situación que debía elegir, algo así como el destino en la vida, no la pude elegir, no me dejaron elegir, quizá sea un poco de karma, quien sabe.
Luego de la llegada de mis padres, la situación se normalizo, en estos meses sus llegadas y partidas se hacían de la manera más habitual, y claro Adriel seguía sin recuperar sus poderes (¡oh! ¡Qué cosa nueva!).
La rutina incluso se había apoderado de un demonio, en cierto modo era gracioso. Lo único que hacía era ver televisión, jugar videojuegos y leer todo el día. O al menos eso decía él, ya que yo no podía estar durante el día debido a la escuela.
Según él era un merecido descanso de su ajetreada vida en el inframundo (Si claro como si un noble necesitara trabajar, hasta yo sé el orden en las jerarquías, y dudo que eso cambie de “mundo a mundo”)
Nuestras conversaciones se hacían más cercanas y amenas con el tiempo, estos meses nos habían servido para acercarnos el uno al otro, o al menos, para que el pudiera irrumpir en mi vida, ya que odiaba admitirlo, pero yo casi no sabía nada acerca de él. Era una cuestión que estaba molestándome pero prefería esperar el tiempo adecuado para atacar a mi “presa”
Una de las conversaciones más triviales y extrañas que hemos tenido, y que recuerdo muy bien fue la siguiente
-Rei tu, ¿No tienes novia verdad?- lo dijo en un tono burlesco siendo un poco sarcástico.
-Más que una pregunta parece una afirmación, de todos modos ya sabes la maldita respuesta, ¿Para que rayos quieres que te responda? -musite enfundado y frunciendo el ceño, de algún modo sabia que lo hacía para molestarme, como siempre.
-No lo sé, siempre pudiste haber conseguido una encantadora novia en este espacio de tiempo- decía mientras hacia un puchero.
-Claro que no- dije mientras lo miraba indignado -Quien podría tener una linda chica mientras cuida de un demonio pseudo aterrador que quiere llevarte al inframundo, o al menos un pseudo primo hikkikomori, que lo único que hace todo el día es pedir comida y atormentarme.
-¡No soy hikkikomori!
-Te las pasa jugando todo el maldito día! Pero… ¡Espera!? Como sabes que es un hikkikomori?
-Veo la televisión y a veces pasan documentales…
-¡¿Ves que tengo toda la razón?! (Yeah! Al fin gane una conversación, es hermoso creo que podría llorar de emoción)
-Pero es lo único que puedo hacer en este mundo, tu… te vas muy temprano y llegas muy tarde- se veía un poco solitario mientras lo decía, miraba a la lejanía y bajo la cabeza dirigiéndome una sonrisa melancólica.
Por un momento me imagine a Adriel durante todo el día, en esa gran casa, yendo y viniendo de los rincones, él solo. Jugando y riendo o enfadándose por haber perdido una partida, bajando a buscar los bocadillos, que siempre me exigía. Sentí ese vacío, como mío y no pude evitar decir:
-Si lo sé pero no es mi elección debo ir al colegio después de todo, pero por eso siempre me apresuro a volver, después de todo cenar juntos es divertido- le dije mientras sonreía para reconfortarlo.
-R-E-I eres una esposa muy dedicada me dijo mientras lentamente alzaba la cabeza y delataba una sonrisa malvada y ladina. ¡Había estado fingiendo! Pero no suficiente con eso se acerco e hizo pose de victoria.
-¡Maldito seas! ¡Me engañaste! ¡Toda tu personalidad es una estafa!- Los colores se me subieron al rostro, este demonio era muy manipulador (obviamente así son los demonios, pero siempre soy una presa fácil) - Pero volviendo al tema principal - dije mientras fruncía una ceja y trataba de regular mi respiración y mi enojo, no le iba a dar el gusto. ¡No señor!-
¿Por qué la pregunta de la novia y eso?
-Nada solo estuve viendo un dorama en la televisión, era muy dramático acerca de un chico y su amor imposible…
-Pffjajaja- solo alcance a reír sin parar, la idea de ver a Adriel mientras estaba atento a una novela de quinceañeras era absurdo, muy muy absurdo. Cuando recupere el suficiente aire, le dije: Deberías dejar de ver eso, la ficción llenará tu cabeza de romance, y quien sabe y seas un adicto a esos doramas…
-¡Qué va! Es mi investigación del mundo humano-dijo mientras hacia un puchero.
-Eso no es real ¿Sabes?
Es gracioso que yo diga eso, considerando que estoy hablando con un demonio, que puede leer la mente, es más viejo que mis ancestros, puede abrir portales hacia otro mundo, choque de realidad en mi mente.
Pero contrario a eso le gustaba jugar videojuegos, ver doramas, atiborrarse de bocadillos, y podía ser lo mimado que él quisiera, era quisquilloso y manipulador, es algo así como un complejo de dios, mientras pensaba eso sonreía internamente. Pero note que él estaba con la cabeza apoyada a la mesa, que me imagino será por el calor de verano y la frescura que se siente tocar el mármol.
Estaba sentado esperando la cena, aun había unos rayos de sol que se filtraban por la ventana de la cocina, el reflejo blanco del mármol hacia el contraste más puro entre su cabellera negro azabache y el mármol. Sus cabellos caían sobre su hombro, dejando completamente visible su pálida nuca, que parecía tener un filtro dorado por la luz del ocaso. Cuando lentamente levanto la cabeza, mientras sus cabellos se acomodaban de manera natural, dejando solo un ojo visible alzo una ceja mientras esos cafés ojos me observaban y dijo:
-¿Qué?
-Nada (-3-) - dije mientras relajaba mi rostro y cerraba los ojos- Podríamos hacernos ricos con esa apariencia tuya .Quien sabe, hasta podrías ser un anfitrión, tienes esa personalidad retorcida innata en ti- dije mientras reía irónicamente.
-¿Qué es un anfitrión?
-Mmm… déjame definirlo: Es un hombre muy astuto que dice cosas muy melosas, finge amabilidad para ganar el corazón y billetera de una dama… o algo así - dije mientras reía, era una definición muy mala, pero en el fondo sabía que era así en el mundo de los adultos.
Hubo un silencio por un momento, y me aleje un poco para prender el fuego y empezar a cocinar, esta noche tendríamos de cena curry. Así que le di la espalda, sin no antes fijarme en su expresión pensativa, con el mentón apoyado en las manos cruzadas, parecía estar pensando algo trascendental.
Por mi mente pasaban una y mil preguntas, quería preguntarle acerca de que apariencia tenían los demonios ¿Todos eran tan bellos como él? Claro no le preguntaría de esa manera, le preguntaría de un modo más disfrazado y ético, lo definiría como “apariencia sobrehumana” pero no sé, es algo vergonzoso- mientras me perdía en esos pensamiento observando al curry, sentí algo.
Solo vi una mano mucho más grande a la mía, agarrando mi pequeña mano derecha; sentí su presencia en mi espalda, era una sensación muy cálida.
-¿Debería ayudarte ahora? sueles ser tan frágil, no quisiera que se lastimase, mi excelencia –
Cuando dijo esto sentí su respiración en mi nuca, que poco a poco fue acercándose a mi cara y mordía delicadamente una oreja, sentí como toda mi piel se erizaba, todos los colores se me subían al rostro, sentí un calor en las orejas en el rostro y en todo mi ser, el solo percibir su esencia y su calidez me hacían perder todos los sentidos, realmente tenia poderes sobrehumanos.
¡Como rayos podía una pequeña acción como esa desbaratarme tanto! No era justo, mis pensamientos se desconectaron de mi boca, y como siempre, la torpeza se apodero de mí,
Me di la vuelta, cuando pude coordinar algunos movimientos, para encontrarme de frente con su rostro, solo alce la mirada pero me di cuenta de que el color rojo se había apoderado de mis mejillas y lo único que podía era observar su sonrisa manipuladora, eso me saco del trance.
Alcancé a coordinar mi brazo y le di con la cuchara en la cabeza.
-¡Tú dijiste que lo hiciera!-dijo mientras se frotaba la cabeza y se apartaba algo molesto.
-S…si claro. ¡Y tu vas y haces todo lo que te digo! Aparte no que ¿No sabias?
-Pues no lo sé, solo hacia algo de un comercial de perfume que invitaba a la seducción. O algo así… ¿era aplicable o no?
-Eres un idiota –deja de jugar con los semi infartos que me produces pensé…
Solo gire y puse mis manos cerca del fuego, con tanta torpeza y mala suerte junta me queme un poco.
-Auch! Maldición…
-¿Qué paso estas bien?
-Si no pasa nada, solo me queme un poco - Por tu culpa, 100% por tu culpa, pero aunque muriera no lo admitiría dije para mí mismo.
-Trae acá ya lo curo- dijo mientras jalaba mi mano, y observaba algo preocupado, parecía genuinamente preocupado (si claro, no le creo nada, he sido estafado demasiadas veces)
- No. no es necesario, ya me pondré un ungüento, aparte no debes usar magia, tienes que recuperarte.
-Eso significa que ¿Aceptas que te lleve conmigo?- dijo mientras sonreía, sin soltar mi mano.
-Claro que no, solo q...que… que... –AHH!! Volví a caer, rayos demonios y mil demonios…
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