-¿Por dónde?- dije mientras avanzábamos dándole la mejor sonrisa que podía, ocultando un poco la preocupación que me embargaba.
Mientras mi mente, procesaba un poco de lo que había pasado, no note que aun seguía sosteniéndome de la mano .En el instante que me di cuenta, todas las preocupaciones que tenía en la cabeza, pasaron a segundo plano.
De un momento a otro sentía calidez en mi mano y todo mi cerebro parecía concentrarse en eso
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¿Quién diría que una capacidad cerebral fuera a jugarte tan en contra…
Y como mi cerebro estaba tan concentrado en esto, mi cuerpo produjo resultados inmediatos, empecé a sentir acelerado el corazón, y transpirar…
Y… aunque me repitiera eso mil veces, los hechos demostraban completa y odiosamente lo contrario para mi pesar.
-Debemos seguir hacia el norte- dijo Adriel muy tranquilo, al parecer sin notar nada, gracias al cielo, repetía en mi mente.
-¿Tardaremos mucho? Pregunté tratando de sonar lo más natural posible, ideando en mi cabeza mil y un planes para soltar la tortura que tenia por nombre mano…
Y es que, no es que esa sensación me incomodara, de hecho estaba más preocupado por lo que pensaría Adriel de mí… ya que al haber caído en el piso anteriormente, tener sangre en la mano, y encima de eso que yo este traspirando
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-No lo sé, no puedo ubicar exactamente dónde estamos, sería de mucha ayuda tener a Morial ahora. Quizá es mejor que descansemos…
Mientras aun estaba pronunciando esas palabras oímos agua corriendo a la distancia.
-Debe estar cerca – dijo Adriel tranquilamente, así que avanzamos unos pasos más y encontramos a la distancia, un pequeño riachuelo
- Parémonos aquí, para hacer algo con esto- decía mientras quitaba unos trozos de lo que había sido alguna vez una de mis camisas…
Aproveche esa celestial oportunidad (Celestial... ¿en el infierno?) Y corrí apresuradamente en dirección al riachuelo, haciendo que el alejamiento sea de lo más natural y tranquilo posible. En mi interior sonreía, y quizá un poco de esa sonrisa se desbordo por mis labios…
-Por lo visto tu estas perfectamente bien- incluso sonríes ¿Es como un tour para ti verdad?- dijo con una sonrisa burlona...
-Claro que no… después de todo aun pasaron esas cosas horribles, y tu y Morial resultaron heridos… y todo es mi culpa- dije bajando la cabeza y viendo la tierra gris que se dibujaba a mis pies…
-Yo estoy bien- dijo mientras acercaba el dedo índice y golpeaba suavemente en mi frente.
Caminamos por un estrecho sendero, mientras más avanzábamos, me di cuenta que el ambiente no cambiaba.
Ya que el ambiente era demasiado tedioso decidí que era hora de preguntar las mil y una cosas que me preguntaba antes de la decisión, ya saben trataba de evitar el tema a lo maxcimo posible, y realmente no se mucho…
-Adriel ¿De qué se trata exactamente esa competencia?
-Mmm… No lo sé- dijo lo más fresco posible… mirándome fijamente.
-¿¡Eh!?... Pero si viniste por eso y es importante ¿Qué no?
-Sí, pero la manera en que hace las cosas el rey demonio, no es muy clara, para ese maldito viejo, siempre está buscando la manera de enredar las cosas- dijo algo molesto e irritado mientras miraba al cielo y lanzaba un suspiro de resignación…
-Bueno, entonces replanteare mi pregunta ¿Qué es lo que sabes acerca de la elección?
-En realidad, nadie sabe mucho. Ese viejo es demasiado astuto- dijo mientras levantaba las manos y se las ponía tras la cabeza, en esa pose parecía bastante relajado, ya que daba pasos largos y solo parecía tomar las cosas a la ligera- Básicamente a cada familia de los 4 grandes ducados, se le emitió una orden acerca del heredero al trono. Cada familia presentaría al primogénito y su majestad daría las ordenes para elegir al mejor candidato- hizo una pausa elevando los ojos al cielo- si Aluca-neesama y Kellen no fueran tan idiotas podría seguir teniendo una vida pacifica… aunque seria aburrido- de algún modo parecía autoafirmarse, y me miro con una sonrisa, esta vez era una sincera sonrisa.
-Algo así recuerdo que me mencionaste, eres el tercero de tus hermanos, debe ser genial tener hermanos, es bastante solitario ser hijo único.
-¡Claro que no! Esos dos cabezas de aire lo único que siempre hacen es traer problemas y más problemas.
-¿¿Ah sí?? ¿En qué sentido?- realmente no sé qué decir, pero de algún modo parece hablar con cariño de sus hermanos, no lo sé a ciencia cierta pero tengo esa sensación.
- Aluca-neesama siempre esta ebria y nunca consigue un buen amante, y Kellen otro cabeza de aire, con debilidad por los hombres. Ambos o siempre están en un lio amoroso o llorando por este, por ese siempre rechace cualquier oferta de noviazgo o confraternizar, si es que los vemos entenderás a lo que me refiero- dijo mientras movía la cabeza graciosamente- ¿Crees que esa clase de “personas” son aptas para el trono?- movía las manos en forma de una cruz y haciendo una mueca divertida.
-Pffjajaja… aunque lo digas así realmente parece divertido, y se ve que los quieres mucho, ya que no asumirías ese papel, no eres de la clase de personas que se deja llevar por la obligación a ciegas.
-En realidad lo hice porque estaba aburrido…
-Si claro en el mundo demoniaco ¿no hay suficiente desenfreno y diversión?- dije mientras trataba de molestarlo con un tono irónico.
-Mmm… es algo más complejo que eso, pero ¿No crees que es demasiado banal? ¿Siempre viviendo una vida vacía?- decía esto mientras miraba a la nada, realmente sus ojos parecían vacios y tristes.
Tenía que admitirlo, esa respuesta me descoloco, lo dijo en un tono bastante serio y profundo. Aunque Adriel siempre se mostraba bastante despreocupado por todo, algo me decía que era más como esas personas que se guardan para sí mismas todo. Es demasiado interesante, quiero saber que piensa, porque piensa de esa manera, que cosas vivió, quienes son los que lo rodean y…
-Ah! Ya llegamos…
Encontramos al fin el riachuelo aunque Los árboles, el cielo, todo parecía gris, podría describirse como ese aspecto atemorizante antes de una tormenta, no era de noche y tampoco de día, era más como ese momento previo al anochecer, como si el cielo estuviera conteniendo las lágrimas.
El pequeño río, que daba a unos riscos y a un precipicio que se veía a lo lejos, también se podía ver una montaña. Mi mente se relajo un poco, ya que al menos se veía un poco más de cielo en este lugar, y sentía que estos árboles ya no me hacían prisionero.
Fije la vista en ambas direcciones y el paisaje era casi siempre el mismo, solo que las hileras de arboles dejaban al descubierto el trecho serpenteante del rio.
Antes de llegar siquiera al mismo rio Adriel procedió a sacarse lo ropajes, primero se deshizo de lo que alguna vez había sido una camisa, y poco a poco se dejaba de ver esa figura bien construida cada músculo parecía tercer puesto en el perfecto lugar, sin exageración profundas clavículas y ese abdomen níveo.
A esto es lo que describen los libros como belleza inhumana, Por un momento me hechizo, hasta que fui consciente de la herida que tenía en el brazo.
Procedí a sentarme en la orilla del rio mientras abrazaba mis rodillas y contemplaba el rio, la voz de Adriel me sacó del trance.
-Ven, deberías limpiarte también- dijo mientras se desabrochaba lo que igualmente alguna vez habían sido unos pantalones negros.
-Acaba tu primero, no… no quiero molestar. ¡Ah! Iré a echar un vistazo más allá, cuando termines, iré yo- dije fingiendo una sonrisa mientras bajaba la mirada y me eché a caminar antes de que pudiera responderme.
Mi corazón, sentía que me iba a dar un ataque >
Maldición cómo es posible que esto pase, después de todo somos iguales (o algo parecido, en una forma desequilibrada) muchas veces me había cambiado con mis compañeros de la escuela, solía hacerlo a menudo con Ken y Arima…
¡Ah! Arima- detuve mis pensamientos allí- ¿Por qué Arima estaba en mis recuerdos y trataba de lastimarme? eso es muy triste. Es mi amigo ¿por qué quería hacerme eso? ¿Quién es realmente?
Los demonios pueden poseer a los humanos… algo así leí en un libro, así que lo más probable es que eso haya pasado, después de todo es imposible que sean la misma persona. El es muy atento y amable, es de la clase de personas que moriría por salvar a alguien, recuerdo una vez que protegió a un gatito de ser atropellado. Jamás intentaría lastimar a alguien, nunca me miraría con esa espeluznante mirada. No, no, es imposible.
-No entiendo nada- lance un grito al aire replicándome un poco, así que para desquitarme me revolví el cabello.
Cuando me acerqué, vi mi reflejo en el agua. Era realmente lamentable, parecía, de algún modo como esas películas de bajo presupuesto donde los dobles son bastante cutres. Es muy gracioso, en cierto modo. Tenía un poco de sangre en la mejilla y mi cabello estaba totalmente desastroso, lo único que pude hacer es limpiar un poco aquello, tratando de ignorar a Adriel que estaba a unos cuantos metros, así que hacia bizcos para poder censurar mi vista
Camine y camine, perdido en mis pensamientos, no note cuanto me había alejado, pero aunque estaba contemplando el agua, el ambiente, de repente cambio. Y si, podía cambiar a peor, es algo un tanto inexplicable, de esos momentos en los que realmente sabes que hay algo ahí, pero no quieres mirar atrás, tu instinto de supervivencia te lo dicta.
Solo se escuchaba pequeños ruidos, que no relacionaba con ningún animal.
Me levanté y empecé a correr, sin pensar a dónde, se sentía que sea miraba atrás era el fin.
Así que corrí y corrí con toda la fuerza que jamás tuve. Cuando sentí una cálida sensación, que me detuvo.
- Rei no vayas ahí.
Justo en el momento exacto había corrido tan a lo precipitado, que no vi que me iba directo a ese precipicio que antes había visto, pero a pesar de eso al escuchar la voz de Adriel mis miedos se esfumaron, quizá suene estúpido pero así era. Sólo porque allí estaba Adriel y lo demás no importaba.
Y en ese instante los vi, una figuras parecidas a lobos pero eran demasiado horribles, de hecho el lugar se lleno de un hedor terrible, y venia de ellos, sus ojos amarillos era lo único que brillaba en ese lugar, y eran demasiados, su carne hecha trizas, y esos sonidos solo hacían más difícil no vomitar al verlos.
Mientras observaba de los lobos que nos atacaban me di cuenta que Adriel sin perder tiempo intentaba crear algo así como un escudo mágico
-Rei… sostente, no sé cuanto pueda resistir- me dijo mientras sostenía la mirada al frente.
Estábamos acorralados, yo estaba respirando difícilmente, no sabía si era por el miedo, o por el hecho de haber corrido como jamás hubiera corrido.
Mi mente sólo repetía que era tan difícil e irreal, un mal sueño poco a poco íbamos recorriendo hacia el vacío. La barrera iba perdiendo precisión, ya podía alcanzar a ver el final del precipicio lo único que pude hacer es cerrar los ojos esperando lo mejor, tratando de negar la realidad. Al menos algo así, mientras lo único que podía ver era la espada de Adriel y sentir esas repugnantes presencias del otro lado.
Pero tan mala es mi suerte y tan acentuada mi torpeza, que el pedazo de tierra en el que estaba parado, cedió a la humedad. Y me vi en cámara lenta como me alejaba de la espalda de Adriel.
En mi mente sólo pensaba que si yo no hubiera estado aquí, Adriel no hubiera tenido que pasar por esta situación. Algo en mi mente me decía que Adriel deberían salir ileso.
Mientras sentía el viento ir en contra ruta de mi cuerpo, abrí los ojos para ver aquel cielo gris una vez más, pero lo único que vi fue a Adriel.
Su rostro reflejaba desesperación, no escuchaba nada sólo un ruido sordo, alguien llamándome desesperadamente. Quise alcanzar esa voz e instintivamente levanté mi mano.
Solo veía Adriel, el me sostuvo y mientras caíamos pensaba que si moría al menos no era tan malo como la primera vez.
Tan absorto estaba, cerrando los ojos sólo sentí una extraña sensación en mis labios era una sensación cálida y suave de hecho era bastante tierno, solo podía sentir algo de nostalgia, alguien llamándome y siempre esperándome…
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-No puedo creer que haya hecho eso, es más idiota de lo que pensé, bueno al menos ya no molestara- dijo la enigmática figura que se mecía entre los árboles , para luego desaparecer en las sombras con su sequito de criaturas.
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