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U'RE MY PRINCE por MYshu_XP

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Notas del fanfic:

No tengo nada que decir...

Notas del capitulo:

XD Chan~Chan~CHAn

Las risas que compartían aquellas criaturas escuchando el cantar de las aves y los valiosos momentos que construían, todo ocurría en ese pequeño jardín de las flores favoritas de la Reina. Ella sonreía al ver como su primogénito reía y se divertía con el niño quien era hijo de su eterna amiga quien ya no pisaba más las tierras del Reino de Lysalia viva, que descanse en paz.

 

-Todo en orden, su alteza, su hijo es poseedor de muy buena salud-

 

-Gracias por todo, Sr. Kim-

 

El Sr. Kim era el doctor de la familia real, había venido a realizar el chequeo matutino al joven príncipe como siempre. Cada vez que venía aquí traía a su pequeño JongHyun, su único hijo, a quien se le podría considerar el mejor amigo del  príncipe Kibum. Sin más tiempo que perder, llamó a su pequeño hijo.

 

-JongHyun, el deber llama y no puede esperar más…-

 

-Sí, lo entiendo padre-

 

JongHyun aun deseaba quedarse a jugar, pero entendía que el trabajo de su padre era de suma importancia.  Miró a su mejor amigo, no lo vería hasta dentro de unas semanas hasta cuando fuera su chequeo y lo extrañaría mucho.

 

-Hasta luego, Kibum-

 

Justo antes que él pueda alejarse, el pequeño príncipe le agarró del brazo.

 

-No quiero, él no se va-

 

La Reina tan solo suspiró, no era la primera vez que su hijo hacía esto, él aún era un niño. Culpaba discretamente a su esposo por haberlo consentido tanto, pero que se podía esperar de un hombre quien es por primera vez padre y sobreprotegía demasiado al crío. Por lo tanto, los caprichos eran entendibles por su edad y por el Rey. Lo hacía por cosas simples como sus juguetes, animales y, como en este caso, personas.

 

-Hijo, el Sr. Kim ya debe retirarse-

 

-Yo no quiero...NO QUIERO-

 

Los gritos del pequeño se fueron apaciguando hasta convertirse en sollozos y llantos, lloraría hasta que pueda quedarse con él, si es posible para siempre. Su familia le conseguía  varios compañeros de juegos, pero no entendía por qué los otros niños lo odiaban y se burlaban de él. Por eso hubo un tiempo en el que pensaba que estaría solo por el resto de su vida, sin embargo, apareció JongHyun, alguien con quien fue capaz de arrebatarle una sonrisa  y fue el único que lo acepto como es. Y sin él, sentía una profunda soledad con tristeza. Si quería una prueba de ello, JongHyun en ese momento lo abrazaba mostrándole apoyo incondicional.

 

La Reina se sentía algo avergonzada por la actitud de su hijo frente al médico, quien a pesar del alboroto causado, solo sonrío amablemente. De alguna manera u otra, comprendía la situación del príncipe dando razón a sus siguientes palabras.

 

-Mi hijo tiene un gran amigo.-

 

-Sr. Kim, ¿Usted permitiría a su menor hijo quedarse por esta noche?

 

Las caras de los niños cambiaron de tristeza a unas de alegría e ilusión.

 

-Estoy de acuerdo, su alteza… Después de todo, mi hijo tiene el privilegio de estar jugando con el susodicho heredero a la corona-

 

-Gracias por su atención, Sr. Kim- mostró una sonrisa de gratitud.

 

Después de esa pequeña charla, el doctor se despidió de su hijo y se retiró de ese jardín. Recordaba los días en su esposa aún estaba a su lado y cuando nació el nuevo miembro de la familia llenando el hogar de pura felicidad, lo que diría que es la calma antes de la tormenta. Ella los dejó cuando JongHyun tenía 2 años. Desde que lo vio por primera vez, pensó que el pequeño había salido a ella. En la mirada del hijo, se veía la ternura y amabilidad que tenía su difunta esposa, sin embargo, el  niño sigue creciendo  y aunque ya no se ve físicamente, el niño siguió cultivando esos valores.

 

JongHyun había sido un niño muy curioso desde que nació, le encantaba observar todo lo que pasaba a su alrededor, siempre le hacía cuestiones sobre todo lo que se movía, lo que no lo hacía y hasta su propio ser. Le hubiera encantado responderle todas las preguntas que alguna vez escuchó de él. Sin embargo, la información que tenía era muy escasa y no tenía derecho de conocer más allá.

 

Veía en él la capacidad de ser todo un gran médico…Ejercer su misma profesión…

 

Lástima que el posible destino del hijo era ser el escudero del príncipe, aun quería conservar  lo más preciado que ella le dejó, pero no podría intervenir en el camino de su muchacho. Pues, JongHyun se convertiría en el mejor escudero que haya tenido la familia real y confiaba que él haría un gran trabajo, solo basta la espera.

 

-¡JongHyun, ven por aquí!- el pequeño heredero lo jaló del brazo.

 

-¿A dónde?-

 

-A un hermoso lugar…-

 

El príncipe de esas humildes tierras, sonreía brillantemente mientras iba con su mejor amigo a un lugar más apartado del bello jardín de rosas de su madre. El aroma eterno del pequeño embriagaba al otro que solo se dejaba llevar, dio un vistazo a su amada Reina quien seguía leyendo ese libro grande y de la antigüedad, una era del más allá que él no conocía y le interesaba.

 

Pronto, JongHyun se dio cuenta de que habían llegado a una de las dimensiones de esa gran muralla que rodeaba el castillo de Lysalia, cubiertas de lianas verdes y oscuras.

 

-¿Qué hacemos aquí, mi señor?...-

 

-Una vez mi madre me contó que un lugar secreto se oculta tras estas paredes y que solo se abrirían ante aquellas personas que se profesaban un sentimiento profundo…-

 

-¿Sentimiento profundo?...- siguió cuestionando curioso al ver como Kibum rozaba delicadamente la tosca pared nada comparada con sus frágiles manos.

 

-Cuestione lo mismo y mi madre solo me dijo que eso solo sería para mi persona especial y que cuando la encuentre, venga aquí… JongHyun-

 

-¿Sí, mi señor?-

 

-Tú eres mi persona especial…-

 

La brisa fuerte del viento volvió esas palabras en ligero susurros y el príncipe se acercó ligeramente al aquel otro niño quien sería su más leal y fiel escudero de toda la vida, hasta que la muerte los separe. JongHyun no sabía que hacer frente a la corta distancia que se reducía cada vez más y más hasta poder sentir el aliento del pequeño príncipe rozando sus labios.

 

-Mi… mi señor-

 

Solo aquello pudo pronunciar antes de que Kibum quebrara la distancia entre ellos dos, provocando que ambos inocentes labios se chocaran suavemente entre sí. Ninguno hizo nada por parar aquel dulce contacto que tenían y lo único que pudieron hacer fue cerrar ligeramente los ojos, sin experiencia alguna y temiendo por decepcionar al alma ajena, prosiguieron de la misma forma, hasta que el mismo príncipe se alejó.

 

JongHyun pudo observar su rostro por primera vez, sin descartar cualquier detalle insignificante que pudiera notar. Veía ese rojizo tono pintar cada una de sus mejillas hasta parecer las dos más jugosas manzanas rojas que cualquiera moriría por probar, sus ojos con ese brillo desvergonzado que se lucía involuntariamente y al encontrarse en su mirada, pudo ver su reflejo en esos profundos y preciados ojos.

 

Definitivamente su príncipe era la criatura más hermosa que haya visto antes.

 

-Mi señor…- susurró JongHyun.

 

-Cuando le pregunte a mi madre quien era su persona especial… Ella me dijo que era mi padre- Kibum se sonrojó lo más que pudo involuntariamente –La vi a ella haciendo eso con él y cuando le pregunte sobre ello, me dijo que solamente lo haga con mi persona especial…Y tú lo eres.-

 

JongHyun sonrío y le sujetó las manos ajenas con ambas suyas –Si yo soy tu persona especial… Tú también serás la mía.-

 

-¿De verdad?-

 

Él solo asintió con una sonrisa al ver el brillante rostro de su príncipe gobernado por el entusiasmo. Kibum radiaba de felicidad y él también al saber que era la causa de ello. Notó que el pequeño heredero se acercaba a él levemente en busca de otro mágico toque entre ambos, sin embargo, un llamado de la Reina fue inevitable que interrumpió aquel valioso momento.

 

Pronto ambos caminaron tomados de la mano hacia dónde eran invocados, abandonando aquel sitio oculto que sin saberlo, sería su más preciado lugar debido a que…

 

Ahí se dieron su primer beso.

 

…..………….……………….

 

Pasaron los días, meses hasta que transcurrió un año completo. A ambos niños les faltaba tan solo tres años para poder cumplir recién la década, pero en ese tiempo se habían vuelto más unidos y tuvieron un nuevo amigo de juegos. WooHyun era un niño pobre sin padres que vivía en el pueblo más decadente en riquezas de Lysalia. Un día, el Rey y la Reina salieron en el carruaje con su único hijo con la prioritaria intención de mostrarle el lugar que algún día, él gobernaría.

 

No obstante, al haber un peculiar problema en su carruaje, casi atropellan al pobre niño desamparado sin hogar, quien solo recibió una gran herida en su brazo. Pronto ambos padres le ayudaron  y solicitaron la presencia del Sr. Kim para que pudiera brindarle el mejor servicio. Se sanó y la familia lo acogió como un hijo más. Al principio Kibum estaba celoso, pero luego se encariñó con el pequeño niño como si fuera su hermano menor, pero al estar con JongHyun…

 

-No… JongHyun vendrá conmigo a jugar a los caballeros-

 

-¡No WooHyun! Él me prometió que vendría a ver las aves conmigo-

 

-Mi señor…WooHyun…por favor, paren-

 

Ambos niños jalaban al pobre JongHyun de cada brazo, mientras el de medio se resistía a no llorar porque la verdad era que le dolía y sus pequeños  brazos eran cada vez jalados con más fuerza. Estuvo por un buen rato así, hasta que la gentil Reina de Lysalia hizo su presencia, parando aquella disputa que tenían los menores.

 

-No deben jalar al pequeño JongHyun, ustedes quieren realizar esas actividades. Sin embargo ¿Han pensado en realidad de lo que él quiere hacer?- regañó severamente la mujer real.

 

-Lo siento, mi señora…- dijo en voz baja WooHyun algo apenado de su comportamiento.

 

-Yo no soy aquella con quien ustedes deben disculparse, JongHyun es quien se lo merece- respondió ella señalando al niño que se sobaba sus brazos.

 

-Lo lamento, JongHyun- WooHyun se agachó ante él, quien solo lo levantó diciendo que aceptaba las disculpas.

 

La Reina miró a su hijo -Kibum… Es tu turno-

 

-Él me lo prometió… Me dijo que iríamos a ver a las aves.- respondió él mirando hacia otra parte.

 

-Aun así, esa no es la forma de tratarlo- le replicó su madre.

 

-Me lo prometió, él lo hizo… ¡No es justo!-

 

Justo en ese momento, Kibum salió corriendo lo más rápido que pudo del jardín, yéndose hacia su pequeño escondite, dónde estaba seguro que nadie lo encontraría. Su madre preocupada, quiso seguirla, pero el leve tirón de su vestido la detuvo para ver al pequeño JongHyun ofreciéndose a ir por él, a lo cual aceptó.

 

Aquel niño de siete años corrió lo más rápido que le permitió sus piernas, en busca de su príncipe. Que luego de varios minutos, se le ocurrió el lugar perfecto en dónde podía encontrarlo, por eso, fue hacia la parte trasera del todo el jardín y en una modesta cavidad honda en las paredes del castillo, pudo ver al niño heredero sentado mientras abrazaba ambas piernitas cercanas a su pecho.

 

-Mi señor…-

 

-J-Jonggie…- el pigmeo levantó su rostro mirando a su futuro escudero, haciendo que el otro se percatara de sus traicioneras lágrimas y sin más preámbulos, saltó hacia él abrazándolo.

 

-¿Qué sucede, mi señor?- dijo algo complejo de la acción del contrario.

 

-No te alejes…- los sollozos del pequeño se hicieron más fuertes y JongHyun se dio cuenta de su prenda superior mojada sintiéndose lo peor del mundo.

 

Su príncipe estaba llorando por él.

 

-¿Por qué piensas eso?...- dijo suavemente mientras acariciaba el pelo sedoso ajeno.

 

-E-Es que…Wo-WooHyun te va a alejar de mí, quiere hacerlo como lo hizo con mi madre y mi padre…- las manos de Kibum apretaban fuertemente su prenda –NO QUIERO QUE TE ALEJE DE MÍ…-

 

-Yo jamás lo hare…-

 

JongHyun dirigió sus mismas manos al rostro de Kibum haciendo que lo mirada y de esta manera, acercarse a su rostro y así poder realizar nuevamente ese especial roce entre ambos que habían realizado hace un año. Solo que esta vez, JongHyun comenzó a mover sus labios torpemente, intentando dominar por completo el beso y a hacer que le cueste un poco al otro seguirle el paso.

 

Después al separarse, Kibum terminó en los brazos del otro, apoyando su cabeza en su pecho, aspirando aquel tentador aroma de su mejor amigo.

 

-¿Jamás me abandonaras? ¿Cierto?-

 

Sonrío –No lo hare, mi señor…-

 

-¿Estaremos juntos por siempre?-

 

-Eso espero, mi príncipe…-

 

En aquella consoladora y conmovedora posición, Kibum se quedó dormido apoyado en el pecho del otro, quien había decidido velar por su sueño, pero tan solo al ser un niño no tenía la suficiente resistencia. Por ello, él también se dejó llevar por los dulces brazos de Morfeo y la respiración hilarante de su pequeño príncipe. Luego de un rato, la Reina y el Sr. Kim, quien había venido para irse con su hijo, los encontraron después de horas de estarlos buscando. La escena fue muy tierna para ambos, que la Reina quería llamar a un pintor para que la retrate pero al ver la prisa que llevaba el médico, optó por la opción de olvidar su idea.

 

Despertaron a JongHyun, quien no quería irse, solo quería estar con Kibum. No obstante, sabía que tenía que obedecer a su padre. Vio al heredero ser cargado para llevarlo a su habitación real, entonces de la mano de su padre salieron por el gran castillo. Usualmente realizaban una larga caminata hasta esa vieja y desgastada casa que llamaban hogar, pero extrañamente hoy tomaron un carruaje hasta allá, el rostro de su padre estaba demasiado serio.

 

Pero eso no era lo que le preocupaba a JongHyun.

 

-Padre ¿Qué decía esa carta que le diste a la Reina antes de irnos?- preguntó inocentemente en medio recorrido.

 

El hombre serio evitaba la mirada del niño -Hijo… Nos iremos por un tiempo de Lysalia-

 

-¿Qué? ¿Por qué?-

 

-En el reino cercano, se ha dado el origen de una enfermedad muy extraña. Yo como muchos otros médicos hemos sido llamados, debido al temor en que se convierta en una miserable pandemia y si es peor, una epidemia… Llegaremos a casa, tomaremos lo necesario y nos iremos esta noche-

 

El niño tembló al escucharlo y aunque sabía que solo debía asentir acatando las decisiones de su padre, se atrevió a decirle su deseo. -Papá… Yo no quiero irme-

 

-JongHyun, estamos hablando sobre la posible crisis en que podría estar la humanidad, si no se encuentra una cura rápido para esto. Ya han muerto más de cien personas en los reinos cercanos y no podemos perder más tiempo.-

 

-P-Pero…-

 

-Entiéndelo de una vez, no quiero nada de reclamos. Seguramente no regresaremos por un largo tiempo, por eso hable con la Reina, ya no serás el futuro escudero de su hijo…-

 

Por un momento, hubo un gran silencio en el viejo transporte, que los ojos del Sr. Kim se posaron en él en unos segundos, descubriendo el misterio del por qué su hijo se había quedado callado. JongHyun silenciosamente estaba llorando y se mordía sus labios intentando controlar el llanto.

 

El Sr. Kim se sintió miserable por un momento y eso hizo que se arrepintiera de hablarle tan hostil y fríamente a su hijo de tan solo siete años. JongHyun, su único hijo, aún era un infante a quien sin querer, le estaba arrebatando su infancia y las alegrías de ser todo un niño, llevándolo a peligrosas situaciones dónde cualquiera de ellos dos podría morir.  Odiaba haberlo hecho, odiaba seguir haciéndolo y a sí mismo, lo que más lamenta fue la vez que golpeó al niño cuando era más pequeño, solo por hacerle entender que los hombres no lloran…

 

Eso jamás se lo perdonaría a sí mismo… ni siquiera con la muerte.

 

-Perdóname, hijo… siento haberte alejado del príncipe, pero tienes que aprender a elegir siempre lo más relevante en una situación, aunque sea sobre la amistad y el amor…-

 

Fue lo último que su padre dijo, antes de bajar de aquel carruaje. Las lágrimas de JongHyun no cesaban y por más que con su manga las secaba, volvían a salir. Sentía mucha culpa, no quería dejar a Kibum y mucho menos con lo último que le dijo al verse, pero aparte de ello, sentía un pequeño dolor en su pecho que no le era posible de identificar. Aun así, con su padre, esa misma noche se fueron del Reino de Lysalia en ese mismo carruaje, con solo un pensamiento en mente para él.

 

“Lo siento mucho mi Kibum… Al final, no seré capaz de cumplirte la promesa que te hice”

 

 

Notas finales:

Bueno, en realidad ¿Qué decir?... Algunos dirán: ¡¿Por qué cuelgas esto si no has terminado con tus otros fics?!... Pués la verdad que este fic es un pequeño corto que lo había escrito hace unos años y jamás lo continue (Mi amiga lo leyó y casi me mata por no continuarlo...), bueno, lo hice luego de hace un tiempo en realidad, y la verdad es que lo tomo como un pequeño respiro, como una manera de relajarme y reinvicarme, antes de continuar mis otros fics. Por eso escribo esto, como algo de diversión heheheh

_________________________________ <3

Y bueno, a las personas que recién leen esto y tal vez es la primera vez que leen algo de esta humilde cuenta XD Solo ARIGATO por tomarse el tiempo, pronto tendré el capítulo 2, espero que les haya gustado, una sola pregunta ¿Qué les pareció? :D 

Chan~Chan~Chan


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