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Errores por Hikari Chibi Uchiha

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Notas del fanfic:

Summary: Feliciano Vargas era una de las pocas personas que había logrado que aquel chico alemán le abriera su corazón. Uno, dos, tres errores de los cuales Ludwig no podrá perdonarse tan fácilmente

Notas del capitulo:

Disclaimer:

Hikari: Hace unas horas publiqué un drabble spamano, pues después de quejarme de tener exámenes y así vengo a publicar otro Gerita jajaja la vida me castigara por esto QwQ

Arthur: No lo dudes, además de que ibas por el camino del romance y el humor y de la nada volviste a tus escritos dramáticos

Hikari: Arthur es que era inevitable, lo comprenderás cuando seas mayor(?) bueno lectores lo mismo de siempre, si hace unas horas yo no era Hidekaz Himaruya dudo que lo sea ahora, por lo que Hetalia no me pertenece y esto es por simple ocio

Arthur: Disfruten el drabble dramático típico de los escritos de Hikari.

El chico se encontraba arrodillado, junto aquella cama de sábanas blancas, la cual estuvo constantemente visitando en los últimos meses. Él no era una persona que mostrara sus sentimientos con facilidad, pero la situación lo ameritaba…él había perdido a alguien importante.

Ludwig tenía 18 años de edad, la plena juventud en donde comienzas a pensar sobre tus planes del futuro, donde logras ingresar a una de las mejores universidades que te prometen abrirte las puertas para tener un mundo lleno de posibilidades. Ahí conoció a su persona especial: Feliciano Vargas.

Un chico con una sonrisa boba siempre marcada en su risueño rostro, cabello castaño claro, ojos color almendra y un divertido rulo anti gravedad saliendo de su coronilla. Mejillas sonrojadas, ojos que se mantenían la mayoría del tiempo cerrados, piel clara y suave y un leve tic verbal que demostraba nada más que su felicidad.

Pero había algo que no siempre era felicidad en la vida de Feliciano. Desde el día de su nacimiento tuvo una deficiencia cardiaca. Al nacer prematuramente junto con su mellizo mayor, ambos se encontraban siempre en constante peligro de caer en algún ataque que les llevara a la muerte. Ambos chicos vivieron bajo la protección y el cariño de una familia que siempre los cuidó en los mejores hospitales de Europa.

¿Han oído esa teoría de que aquellos que compartieron el útero materno están conectados más allá de simple hermandad? Ludwig conocía a los chicos hace poco más de un año, suficiente tiempo para que pudiera ver con sus propios ojos la verdad de esta teoría

Lovino (el mayor) y Feliciano eran demasiado contrastantes, sus personalidad casi siempre chocaban por lo diferentes que eran, pero ambos podían comunicarse de forma bastante “irreal”. Ambos aun eran delicados de salud, cuando uno caía enfermo el otro caía casi simultáneamente y se recuperaban juntos.

Ludwig no supo de la debilidad cardiaca de Feliciano hasta hace unos cuantos meses, justo aquel día en que, durante lo que parecía una mañana normal de escuela, cayó inconsciente y  tuvieron que mandarlo de urgencia al hospital. En esa misma noche su hermano también cayó por las mismas causas.

Ninguno pudo regresar a la escuela en aquellos 4 meses, ambos se encontraban en la misma habitación, una cama junto a la otra. Cuando Ludwig iba a visitar a Feliciano siempre era recibido por abrazos y besos pero también por groserías y amenazas del hermano mayor, quien al parecer le tenía un miedo irracional a los alemanes. Pero cuando lograban un poco de privacidad, ambos gozaban besarse y entrelazar sus dedos. ¿No se los había mencionado? Feliciano era una de las pocas personas que había logrado que Ludwig le abriera completamente su corazón

Aquel alemán fornido y cuadrado que siempre estaba a la vista era en realidad un novio protector y preocupado por su pareja italiana. Siempre que podía le visitaba en el hospital, convencido de que aquella estancia en ese horrible lugar sería corta y pronto ambos podrían regresar a sus comunes y cotidianas vidas estudiantiles, ya que Feliciano le había comentado que no era la primera vez que colapsaban por lo que pronto se recuperarían y estarían como siempre.

Le creyó. Fue su primer error. La mañana en que llegó al hospital y le informaron que los mellizos habían caído en estado crítico no pudo evitar sentir el pánico nacer en la boca del estomago. Tuvieron que pasar tres días para que a esperanza del trasplante de corazón fuese anunciada…solamente un corazón.

-Ve~ mi hermanito me dijo que él estará bien y está convenciendo a mamá para que me den a mi ese corazón- Decía Feliciano con dificultad, estaba conectado a una serie de maquinas y envuelto entre distintos tubos. Su pecho subía y bajaba con dificultad además de que su piel era más pálida de lo que realmente era

-No te preocupes, seguro ambos lograran salir de esta, siempre han estado en todo juntos ¿no?- Feliciano solo sonrió con una boba expresión mientras tomaba con sus manos debiluchas la gran mano de Ludwig. Segundo error: esperanza.

Una semana más fue lo que pasó antes de que el corazón de Feliciano dejara de palpitar. Justamente en el momento en que Ludwig había decidido dejarlo un momento solo para ir por algo de comer, justo en el preciso momento en que soltó su mano con una promesa de no tardar y regresar al asiento que ocupaba junto a la cama donde reposaba Feliciano. No más de cinco minutos en que Feliciano decidió detener su corazón. ¿Cuál habrá sido su último pensamiento? ¿En realidad estaría conforme con lo que conllevaba su muerte?  Tercer error: soltarlo, no cumplir su promesa, dejarlo.

Casi al instante el corazón de Lovino también colapso, pero para los médicos y hasta para los mismos padres, la muerte del primer hijo fue un paso para tomar una mejor decisión.

Una semana más, Lovino seguía en recuperación pero ya ese encontraba de forma estable. Ludwig no iba a verlo, no iba a felicitarlo, no podía hacer tal grado de honradez llena de hipocresía. En cada visita se sentaba ahí donde era su lugar junto a la cama de Feliciano. Lovino le había dejado de insultar solo para ignorarlo completamente.

La muerte de Feliciano no fue fácil para nadie. A veces Ludwig creía volver a oír aquella risa bobalicona, creía oír la voz de Feliciano repetir su nombre, creía oír los “Ti amo” que siempre le dedicaba, pero ya no estaba más a su lado.

-¿Por qué tuvo que ser él? ¿Por qué no fue…?- No podía evitar ese tipo de pensamientos egoístas cruzaran por su mente— ¿Por qué no fue Lovino?- Pensaba en silencio mientras que unas mudas lagrimas recorrían sus mejillas, ocultaba su rostro entre las sabanas blancas y las arrugaba con su puño

-Sé que hubieras preferido que yo hubiese muerto y no él…-dijo en voz baja Lovino, sin siquiera dirigirle la mirada, pero Ludwig tampoco quería verle a la cara- Mis padres también piensan lo mismo, Feliciano siempre fue el preferido…hubiera sido mejor que yo fuese el que se muriera y no él

Ludwig no asintió ese hecho, pero tampoco lo negó. Ciertamente estaba de acuerdo con Lovino, la mente humana cuando está en aquel estado depresivo tiende a culpar de forma irracional los factores que lo rodean. Así se encontraba Ludwig, quien se levantó en completo silencio y dejó la habitación sin dirigirle ni un monosílabo al mayor de los italianos.

Ahora que su razón de tantas alegrías se había ido, ¿qué más le daría el destino en aquel largo sendero llamado vida?

~*~* ~*~* ~*~* ~*~*FIN ~*~* ~*~* ~*~* ~*~*

Notas finales:

Hikari: Uno mucho más corto que el anterior drabble, y mucho más dramático. Ya saben como que últimamente había hecho muchas cosas felices, ya me hacía falta matar a alguien y esta vez el elegido fue…Feliciano!

Arthur: ¡¡¡Tú estás mal de la cabeza!!! ¡Solo a ti te hace sentir feliz matar dramáticamente a los personajes de un anime del que ni tienes los derechos!

Hikari: Cállate Artie, que tu solo eres el suplente de Lovi, quien al parecer se desapareció al saber de que iba a ser el segundo drabble xD así que viendo que estas tu aquí lee la tarjeta

Arthur: “Hikari agradece que se tomen su tiempo para leer aunque sea sus pequeños drabbles, le hace muy feliz recibir sus reviews con comentarios y críticas constructivas. Recuerden que pueden dejarlos en fanfiction, amor-yaoi y facebook (no recomendado).” Bien pues ya es hora de que te vayas a estudiar para tu examen señorita *la toma del cuello dispuesto a llevársela*

Hikari: QwQ bien, gracias por leer hasta acá y les mando muchos saludos desde aquí, sufriré un rato estudiando para mi examen. ¡Bye bye-perowna!


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