AMOR, CORRE ~MyungYeol~
~MyungSoo…
Tu sonrisa, tus ojos, tu cabello, tus lágrimas… este lugar me hace recordar todo de ti. El momento en el que nos conocimos, que compartimos juntos, cuando ambos nos confesamos, cuando nos despedimos. Sentado en nuestra banca de nuestro parque, sigo esperando, estaré hasta que vuelvas. Para mí, el tiempo se detiene desde que no estás junto a mí. Antes me gustaba estar solo, desde que te conozco no aguanto estar solo… menos si tú no estás a mi lado. Con cada palabra, acción o tontería que hacías para que yo sonriera, siempre cumpliste tu promesa.~
Los recuerdos inundaban la mente de MyungSoo, se sentía nostálgico en aquel lugar. Donde todas la situaciones eran felices, menos la última. Ese recuerdo lo atormentaba, porque debió pedir que no se vaya, pelear por él. Cada palabra resonaba en su cabeza, no podía olvidar lo que ese día fue para ellos… una confesión, una despedida.
Flash Back
MyungSoo corría, no podía dejar vencerse por el cansancio que seguía desde cuadras atrás. Tenía que ver a SungYeol. La noticia que había escuchado no le agradaba, nunca se imaginó escuchar “SungYeol se va a estudiar al extranjero” o “El padre de SungYeol tiene suerte de ascender de puesto, pero tendrán que mudarse” esas palabras lo destruyeron. Sabía dónde encontrarlo, sabía todo de él menos la razón de querer dejarlo.
-¡SungYeol! –gritó al chico sentado en su banca-
-Myung… -dijo casi en un susurro-
-¿Por qué no me dijiste nada? –pregunto molesto-
-Yo no quiero irme –dijo llorando- solo mis padres se mudarían, yo me quedaría con mi tía pero…
-¿Pero qué? –aún seguía enojado-
-Descubrieron la razón por la que me quería quedar –eso tomo desprevenido a MyungSoo-
-¿La razón? –pregunto confundido- ¿cuál razón?
-No te lo quería decir así –dijo sonrojado- pero la razón eres tú, Myung desde hace tiempo estoy enamorado de ti… no me odies ¿sí? Aunque no sientas lo mismo, solo con ser mi amigo… -fue interrumpido por un beso-
Tanto MyungSoo como SungYeol deseaban ese contacto desde hace mucho, no querían separarse… sabían que después de todo sería un adiós y un hermoso recuerdo.
-Yo te amo SungYeol –dijo tomando su mano- no desde el primer minuto, pero desde ese día no puedo dejar de pensar en ti de una u otra manera –ambos rieron-
-Gran momento para declararnos –dijo con tristeza-
-Solo será poco tiempo ¿no? –SungYeol asintió- yo te esperaría todo el tiempo del mundo. Ahora que sé que mis sentimientos son correspondidos.
-Aunque mis padres no estén de acuerdo y no quieran que regrese, lo haré –dijo firme- así que espérame aquí Myung, o tendré que buscarte en cada lugar del mundo.
-Entonces, ¿puedo preguntarte algo? –él asintió- ¿quieres ser mi novio?
-Por siempre y en el lugar que me encuentre.
Con esa promesa unieron nuevamente sus labios. Pero una persona interrumpió el momento mágico que habían formado.
-¡Para eso saliste! –grito la mujer-¡ para armar un espectáculo en el parque!
-Mamá –dijo Yeol asustado- ¿Qué haces aquí?
-Buscándote –dijo enojada- despídete de tu amigo que nos iremos hoy.
-¿Hoy? –pregunto MyungSoo confundido-
-Mamá dijiste que nos iríamos el viernes –dijo SungYeol- ¿por qué tan rápido?
-Es la decisión de tu padre. Además sabía que estarías pegado de este muchacho hasta irnos.
-Señora Lee, la conozco desde hace mucho tiempo –dijo Myung tranquilo- no entiendo por qué están así al enterarse que SungYeol me quiere como algo más que un amigo…
-¿Por qué? –dijo enojada- eso no es natural. Mi hijo no será gay, yo quiero nietos y que tenga una familia.
-Mamá –dijo Yeol llorando- ¿me van a hacer sufrir solo por qué no me quieren comprenden?
-Señora lo siento, pero ahora somos novios –dijo Myung abrazando al más alto- nos podrán separar pero siempre estaremos juntos, porque nos amamos.
-¡Cállate! No permitiré que sigan en comunicación –dijo sujetando el brazo de su hijo- nos vamos SungYeol.
-Pero mamá… -lo arrastraba sin compasión a su hijo- MyungSoo, no te olvides de mí.
-No lo haré –dijo preocupado por SungYeol-
SungYeol estaba siendo jalado por su madre y MyungSoo solo podía observar, cualquier actitud que tomará en ese instante podía perjudicar a su novio. No quería que se vaya, más aun sabiendo de la mente débil de SungYeol. Sin embargo, solo podía esperar del futuro incierto que tenían.
Fin Flash Back
~SungYeol…
En todo este tiempo separado de Myung me he sentido muy solo. No podía dejar que destruyera mi vida, pero con todos los problemas que sobrellevaba mi esperanza siempre era descansar de una vez por todas. Aún recuerdo todas las sesiones con el psicólogo Minho, era lo mismo todos los días… solo me observaba y tomaba notas de mis acciones. Hasta que un día tuve el valor de hablar con él y contarle todo lo que me atormentaba. Pasaron 4 meses desde aquello, mis fuerzas disminuían, el doctor me ayudaba aconsejando a mis padres de una solución rápida, que era volver a Corea pero ellos no aceptaban. Un día no podía soportar el dolor e hice algo que pudo haber acabado en desgracia. Mis padres, después de dos dolorosos meses, entendieron que ellos no podían ayudarme, tomaron la decisión de que regresará solo si seguía con mis terapias. Este es el día que regreso junto a la persona que amo, mi cura no será rápida pero si estoy con la persona que amo será más sencillo.~
El año en Japón fue muy complicado para SungYeol. Desde muy pequeño él tenía la mente débil, no podía estar solo o como lo consideraba el psicólogo: “él está solo en su interior”. La soledad muchas personas la puede sobrellevar, pero en el caso de su hijo es inevitable que quiera desaparecer si se siente solo aunque no lo esté físicamente. Cuando los señores Lee entendieron esas palabras, se aseguraron que su hijo sea feliz… no iban a interponerse nunca más en la felicidad de su hijo.
-Hijo discúlpanos por hacerte sufrir tanto tiempo –dijo su madre con lágrimas en los ojos-
-Solo queríamos tu bienestar y causamos lo contrario, perdónanos –dijo su padre abrazando a su hijo-
-Papá duele –eso era cierto, no era el mismo chico saludable- no se preocupen. Yo los perdone hace mucho, disculpen por ser tan débil…
-SungYeol, gracias por ser nuestro hijo –dijo su mamá, lo abrazo pero con más delicadeza- te amamos, no lo olvides.
-Cuídate mucho, hijo –dijo su papá- vive el amor, disfruta de tu vida. Sé feliz con MyungSoo, dile que lo sentimos.
-Lo haré papá –dijo caminando a la puerta de abordaje- les escribiré seguido –se despidió- nos vemos pronto MyungSoo –dijo caminando hacia el avión, feliz-
Sentado en la misma banca del mismo parque, como todos los días a la misma hora. Hora en la que se prometían encontrarse siempre.
~MyungSoo…
Aquí estoy, aquí me quedo, el tiempo se detiene y veo la espalda que tanto extraño. Pero no quiero levantarme o ilusionarme como muchas veces pasa en mis sueños~
Cree que sus ojos lo traicionan como tantas veces paso. Él no lo había visto desde hace 6 meses, siempre hablaban solo por correo… SungYeol no quería que lo viera. Lo poco que veía de esa espalda le decía que si era su niño, pero estaba más delgado y lo sentía más frágil que el último día que se vieron. Entendió que era él cuando volteo, le estaba llamando… su voz le dice: “Amor, corre” y eso hace. Corre hasta encontrarlo, es más alto que él como siempre pero no parece él mismo.
-SungYeol -dijo tomando sus manos- ¿por qué estás tan delgado? –pregunto preocupado-
-MyungSoo –dijo sonriendo- tengo mucho que contarte –bajo su rostro-
-Antes de preguntarte eso, debí hacer esto –lo beso, un beso largo que transmitía el amor que sentían- lo siento.
-Tendremos mucho tiempo para todo –dijo sacando unas llaves- MyungSoo, ¿quieres vivir conmigo?
-¿En serio? –pregunto entusiasmado-
-Mis padres no quieren que perdamos más tiempo –dijo feliz- lo pagaran hasta que yo esté bien, de ahí tendré que buscar trabajo.
-¿Estar bien? –Yeol volvió a bajar su rostro- amor yo te voy a ayudar ¿entiendes? No me separaré de ti. Vamos a estar juntos siempre –dijo sonriendo- así que viviremos juntos ¿no?
-Myung te amo –dijo y lo abrazo- cuando lleguemos al departamento te contaré todo.
MyungSoo se dejó llevar, el departamento estaba muy cerca de su universidad. Él suponía que SungYeol estudiarían juntos. Cuando caminaban Myung se dio cuenta de algo que lo preocupo. Las muñecas de Yeol, escondidas bajo su camisa, tenían marcas como de cortes. Se asustó pensando en todo lo que había pasado su niño para que tenga esas cicatrices.
-Llegamos –dijo entrando-
-Yeollie, amor ¿qué paso en este año? –pregunto sin rodeos Myung, remango la camisa de su novio para que vean los cortes-
-Yo he tenido algunos incidentes –dijo triste- cuando me mude a Japón me inscribieron en una escuela solo de hombres. Al principio todo estaba bien, estaba solo pero siempre podía hablar contigo porque era un internado y mis padres no me controlaban el celular. Pero un día, mi compañero de habitación encontró mi álbum de fotos. Casi la mayoría era de nosotros, hasta ahí no había problema, al final encontró la carta que te iba a mandar ese día. Esa carta la puso en el periódico del colegio, desde ese día era conocido como el chico gay. Nadie me dejaba en paz, me sentía acosado el día entero. Regrese a mi casa, me cambiaron de colegio a uno mixto. Todo salía mejor, pero ahí tenía mi acosador personal… mi amiga Yuki me ayudaba en todo lo que podía, pero ya no era él mismo. No comía, no dormía bien… ella estaba muy preocupada así que hablo con mis padres. Me llevaron al psicólogo, lo cual odié pero funciono. Expulsaron al chico, Yuki me acompañaba a todas mis sesione, le confesé que estaba enamorado de un chico… pensé que reaccionaría mal, pero solo me abrazo diciendo que ya lo sabía. Ella llevó a mis padres a hablar con Minho, él tuvo la difícil tarea de convencerlos. Aunque tardaron un par de meses en comprenderme, yo ya no quería estar así… un día me corte con la navaja de mi papá. Yuki llego a mi casa, me encontró desmayado y me llevo al hospital. Mis padres decidieron que era tiempo de que regresará y fuera feliz –dijo sonriendo- no quería decírtelo, lo siento por recién contarte –dijo apenado- no quería que dejaras de quererme. Soy débil, pero contigo soy fuerte…
-Lo sé Yeollie –acariciaba su rostro- no te preocupes amor. Vas a volver a ser el chico divertido, cariñoso y lleno de vida –dijo y beso sus cabellos- necesito agradecer a Yuki por cuidar de ti, algún día hablaré con ella.
-Ya lo hiciste –dijo riendo-
-¿Cómo? –pregunto curioso-
-Cuando estaba en el hospital, ella conversaba por mí contigo –sonrió- no te diste cuenta ¿no?
-Jamás me di cuenta –rio- te conozco 6 años y no me di cuenta.
-Yuki es grandiosa –dijo recordando- uno de estos días va a venir a asegurarse que cuidas bien de mí.
-Y ahora que se cree, ella te conoce solo meses. Yo 6 años –repitió, SungYeol rio- ¿recuerdas cómo nos conocimos?
-¿Cómo podría olvidarlo? –dijo sonriendo-
Flash Back
Un día soleado, todos los niños jugando en el parque más concurrido de la ciudad. Solo uno estaba sentado en una de las tantas bancas del lugar leyendo. Para tener 12 años era muy extraño encontrarlo tan concentrado en algo que no era jugar. O eso pensaba SungYeol, que se divertía con sus primos en los juegos que había.
-Ahora regreso –dijo caminando hacia el niño que tenía casi pegado el libro al rostro-
-SungYeol no vayas, ese chico es raro –dijo SungJong, primo del pequeño Yeol-
-Además no le gusta hablar con nadie –dijo el mayor de los tres, SungKyu-
-No debe ser divertido estar solo –dijo Yeol caminando-
A este niño no le gustaba estar solo, para él hacer amigos era muy difícil. Si no fuera por sus primos, estaría solo… no quería ver a otros así. Se acercó por atrás del chico, que según él ahora tenía cara de gato, y le tapó sus ojos.
-¡Hola! ¿Quieres jugar conmigo? –dijo sonriendo-
-¡Hey! –se sorprendió- me interrumpiste, tonto.
-No me llames tonto –dijo molesto- solo quería invitarte a jugar.
-Nadie te pidió eso –dijo y cerró el libro-
-Disculpe chico sombrío que siempre está solo. Quería ser amable, yo odio estar solo.
-A mí me gusta –dijo y Yeol caminaba de regreso- ¡espera!
-¿Qué? –dijo molesto-
-No me dijiste cómo te llamas –dijo curioso-
-Me llamo SungYeol, ¿y tú?
-MyungSoo –dijo sonriendo- puedo jugar contigo.
-¿No te gustaba estar solo?
-Sí, porque nadie me decía para jugar…
-Está bien, vamos. Sabes una cosa MyungSoo… -lo miró curioso- tienes una hermosa sonrisa.
-Gracias –dijo sonrojado-
-Desde hoy prometo sacarte siempre una sonrisa.
Ambos fueron a jugar, aunque SungKyu y SungJong ya no estaban se divirtieron juntos. Desde ese momento solo se separaban para ir a sus respectivas casas. Durante 6 años fueron inseparables.
Fin Flash Back
Unieron sus labios para un nuevo beso, recordaron su primer encuentro y en ese instante eran felices. Para MyungSoo ya no era solo suficiente solo besos, pero SungYeol estaba muy frágil lo cuidaría hasta que se recupere completamente.
-SungYeol te amo y ya no te dejaré –dijo abrazándolo- y ahora te prometo que volverás a ser el chico saludable y lleno de vida que vi la primera vez.
-Gracias MyungSoo –dijo feliz, pero se soltó rápido- ahora tengo cita con mi nuevo psicólogo. Ojala sea tan bueno como el doctor Minho –dijo sonriendo- y guapo, sobre todo eso.
-¿Guapo? –dijo alerta- ¿qué tan guapo?
-Alto, rostro pequeño y ojos grandes –dijo riendo por lo último- tiene ojos de rana, mira –dijo enseñándole una foto-
-¿Quién es este chico? –pregunto curioso-
-Es Lee Taemin, el novio de Minho –lo miro sorprendido- por eso me entendía bien. Taemin es menor que él, también sufría de acoso escolar.
-Ahora estoy más tranquilo –dijo y suspiro-
-¿Tranquilo? –sonrió- aún no sabemos cómo es el doctor Lee JungShin –dijo saliendo de la casa-
-Espera, iré contigo –SungYeol rio-
-¿Estás celoso?
-No, solo quiero saber en qué te puedo ayudar –dijo serio- además quiero conocer a la persona que estará contigo más tiempo que yo.
-¡Tonto! –dijo sonriendo- para tu información solo tengo sesión dos veces por semana. Nosotros viviremos e iremos juntos a la universidad. Solo tendrás que compartir tu tiempo cuando Yuki venga de visita.
-¿Irás a la universidad de Seúl? –él asintió- ¿Yuki vendrá de visita?
-Sí, me dijo que vendría la próxima semana –dijo caminando-
-Pero yo quiero estar solo contigo, no te compartiré.
-Pasaremos tanto tiempo juntos que te aburrirás de mí –dijo e hizo un puchero-
-Sabes que me podría aburrir de cualquier cosa menos de estar junto a ti –SungYeol sonrió- ahora vayamos a conocer a tu doctorcito…
-Vamos –dijo riendo-
Dos años después…
~MyungSoo…
Después de ese día todo cambio, con el regreso de SungYeol mis días ya no eran grises y solos estaba con la persona que más amo. Ese día aún recuerdo lo feliz, emocionado y algo enojado que estaba. Conocimos a ese doctor, que para mi suerte estaba comprometido, resulto ser un buen amigo del otro doctor. Después de dos meses de sesiones SungYeol ya se sentía bien y listo para afrontar cualquier problema. Sin embargo, aún tenía sueños del acoso y de nuestra separación. Siempre lo despertaba para asegurarle que estábamos juntos. Sus padres nos visitaban a menudo, siempre llamaban y estaban contentos de la mejoría de su hijo. El doctor Minho y Taemin también llamaban mucho para hablar con él, se había encontrado con muchos ángeles en quien confiar. Yo estaba contento con todas esas energías que le brindaban. Aunque las visitas de Yuki si me molestaban, no es por ser malo pero siempre ocupaba gran parte del tiempo con Yeol.~
-Chicos vendré recién el próximo año –dijo triste-
-Estamos noviembre no te veremos solo dos meses –dijo Myung molesto-
-Myungie, no seas así –dijo Yeol defendiendo a su amiga-
-Está bien, lo siento –dijo Myung-
-No hay problema –dijo feliz- aunque necesito hablar contigo de algo importante, ven.
-Ahora dime –dijo después de seguirla-
-Ya quita esa cara MyungSoo –dijo riendo- te estoy haciendo un favor, mañana es su aniversario ¿no? –él asintió- no arruines tu sorpresa que ya te descubrí.
-¿Tu plan era dejarnos solos para mañana? –dijo sorprendido, ella asintió- gracias enana.
-¿Me has dicho enana? –dijo molesta- tú no me puedes decir enana, enano.
-¿Yo enano? –dijo enojado- mido 1.80…
-Y yo 1.78. No eres alto para mí, Myungie –rio victoriosa- Adiós chicos, disfrute de su compañía –dijo y subió al carro- Enano cuida bien de mi jirafita ¿sí? –se fue, dejando a uno riendo y al otro más enojado que nunca-
-¿Te dijo enano? –dijo riendo SungYeol-
-Según ella no soy tan alto…
-Para ella no –rio- Yuki es muy alta, ya sabes era la más alta de la escuela.
-Bueno ya que –dijo resignado- ahora por fin estamos solos.
-¿Qué quieres hacer? –pregunto curioso-
-Dormir contigo en mi cama –dijo entrando a la casa- Yuki no dejaba que me acercara a ti. Según ella yo soy un pervertido y tú muy inocente.
-Myung encontramos “ese” tipo de revistas entre tu ropa…
-Ok si puede ser, pero con él único que quiero hacer cosas malas es contigo.
-Yo también –dijo sonrojado-
-Tenía preparada una sorpresa para mañana, pero se pude adelantar –dijo riendo-
Ambos entraron a la casa en una danza de besos. La sorpresa se adelanto un poco, pero ellos estaban más que felices. Su vida estaba llena de amor y mucha suerte desde que comenzaron su vida juntos. A veces la vida nos da malos momentos o crisis, pero si las sabes afrontar con una sonrisa y no te rindes vencerás a cualquier mal. No obstante, para MyungSoo el problema llamado “Yuki” no tenía solución.