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El objeto de la suerte por Samantha0507

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Se mantuvo apoyado en el pecho del peliverde mientras le explicaba lo sucedido, esté sentía que le hervía la sangre, no podía aceptar que Takao hubiera estado tan mal, ya con esté más calmado lo soltó indicándole que debía hablar por teléfono, Midorima se acercó a Aomine y Kise, que estaban aún mirándolos desde la entrada, Kise se dirigió a sentarse con Takao, mientras Aomine junto al peliverde los miraban.

-Qué harás?..- el peliverde lo miro y le sonrío.

- Llamaré a mi casa, para que vengan a buscarnos, lo llevaré a casa…- El moreno iba a reclamar cuando Midorima agrego.- en un par de días me mudare, estaremos más cómodos, finalmente es un departamento amplio, mis padres no tendrán problemas en que él se quede con nosotros hasta que nos vayamos juntos al nuevo lugar.- un suspiro salió de los labios moreno, produciendo una pequeña sonrisa en los labios del peliverde.- Haz cambiado Aomine, nunca pensé en verte preocupado por alguien que no fueras tú mismo.- un leve sonrojo apareció en la antigua estrella de la generación de los milagros, quien rápidamente contraataco diciendo.

-Debo decir lo mismo Midorima, aunque viniendo de ti ahora era algo obvio no, tú te harás "cargo" de nosotros ahora, verdad?- él peliverde lo miro algo consternado.- No me mires con esa cara Midorima, con el embarazo de Akashi, es obvio que ahora el Sub-capitán quede a cargo de nosotros y nuestras estupideces…- el peliverde sonrío, tenía razón finalmente era su minuto de reemplazar al capitán y poder darle a Akashi y a Murasakibara, la posibilidad de disfrutar juntos ese embarazo.

Midorima llamo a su padre quien le dijo que estaría en 30 minutos cerca del departamento del rubio para que estuvieran listos, Aomine y Midorima se quedaron en silencio, solo esperando, hasta cierto punto Midorima agradecía la nueva actitud que el moreno estaba teniendo, finalmente todos ellos tenían muchas cosas por las que pedir perdón y por la cual mejorar como personas, cuando el padre de Midorima llamo, el peliverde ya se encontraba con las maletas de su compañero junto a él; en la calle frente al edificio de departamentos donde vivía Kise estaba él padre de Midorima, quien tenía un gesto de preocupación en su rostro, Aomine saludo respetuosamente al padre del peliverde, ya que lo conocía desde que eran compañeros de escuela, luego todos dirigieron la mirada hacia la entrada del edificio logrando divisar a un agotado Takao, que caminaba a paso lento junto a Kise.- Aomine, puedes subir las maletas al auto?- el moreno asintió, cuando noto como el ojiverde se acercaba a Takao y lo tomaba entre sus brazos como princesa.- Oiii…Shin-chan, bájame puedo caminar…- pero el peliverde ni se inmuto, Takao no volvió a emitir ningún reclamo al notar la cara del hombre junto al auto.- El padre de Shin-chan-pensó, subiendo al auto a su preciada carga Midorima se voltio a mirar a sus antiguos compañeros.- Kise, gracias, Aomine, no lo arruines…- dejando a todos muy sorprendido, Kise saludando al padre de Midorima con un gesto respetuoso, se apresuró entregando a Takao un papel, por la ventanilla del auto.- Ese es mi número si algo pasa no dudes en llamar… Takaochi…- para el ojo de halcón fue un acto de amistad de verdad honesto, nuevamente las ganas de llorar lo embargaban, sintió al peliverde subirse al auto, pudo notar como el gesto en la cara del padre de Midorima no cambiaba, era un gesto de preocupación, pero rápidamente se cerraron sus ojos, quedando ajeno a la conversación entre Midorima y su padre.

-Hijo, él no es solo tú compañero verdad?- el peliverde mantenía la mirada apartada, pero un profundo sonrojo se hizo presente, dándole a entender al mayor, que el chico que descansaba en el asiento trasero era nada más y nada menos que el amor de su hijo- tú madre quedó preocupada, pero le dije que no preparara un futon, que el muchacho dormirá contigo, creo que lo que más necesita ahora es sentirse acompañado…- Midorima entendió las palabras de su padre, de quien él había heredado sus expresiones y gestos, su padre le estaba apoyando sin decir aquellas palabras que tanta vergüenza podrían traerles a ambos.-…Gracias…- susurro el peliverde, provocando una sonrisa en su padre y una alegría inmensa en el peliverde.

Al llegar a casa la madre del peliverde los esperaba en la entrada, Midorima se bajó apresurado, abriendo las puertas para despertar a su compañero, el moreno abrió los ojos con dificultad, hasta que noto que estaba en la entrada de la casa que visitaba todas las mañanas, junto con el carrito, Takao empezaba a procesar lo que estaba pasando y una vergüenza lo hizo bajar el rostro y murmurar suavemente mientras bajaba del auto del padre de Midorima.- eeehh…. Shin-chan, es mejor que me vaya a otro lugar, tus padres pueden molestarse si traes a alguien como yo… - nuevamente esa amarga sensación se produjo en su pecho, la idea de ser rechazado y más aún por los padres del hombre que amaba, era algo que él no podría soportar o peor que los padres de Midorima, se enteraran de que el peliverde lo había besado y lo rechazaran, no, no podía permitir eso, no quería que nadie hiciera sentir a Midorima de esa forma, gruesas lagrimas comenzaron a bajar por el rostro del moreno-… Shin-chan…- lograba hablar entre sollozos.- no quiero… que sepan que soy…soy homosexual… sé que doy asco…- pero antes que pudiera seguir la madre de Midorima se acercó al moreno abrazándolo fuertemente.- No llores, te curare el labio y hoy te quedarás con mi hijo en su habitación, eres alguien muy especial…- se separó de Takao y sonriendo continuo.- será un gusto que seas parte de la familia ahora Kazu-chan.- limpiando las lágrimas que corrían por su rostro, Takao apoyo su frente en el hombro de la mamá de Midorima y devolvió el abrazo, no recordaba la última vez que se había sentido tan protegido por una madre, no podía recordar la última vez que su madre lo había llamado Kazu-chan y le había sonreído, no podía evitar llorar, el calor de los brazos de la madre de Midorima le hizo recordar que él aún era un niño, que no tenía a nadie más en el mundo que a sus padres y que hoy se había quedado solo.

La madre de Midorima lo atendió, pero solo dejo que curara su labio, finalmente aún sentía vergüenza de decir que su padre lo había golpeado a tal punto, de que notaran los moretones en sus costillas o en su cuello, cuando ya se encontraba recostado en la cama de Midorima, con una taza de té que le habían llevado, se sentía por fin un poco más tranquilo, necesitaba pensar en que haría al día siguiente, tenía bastante DINERO ahorrado y sus abuelos antes de morir le habían dejado un poco más que podría usar para mantenerse, estaba tan metido en sus pensamientos que no noto cuando cierto peliverde se acercó, hasta que se sentó junto a él.

-Takao, hable con mi padre…- el moreno sintió pánico, mil y un pensamientos pasaron por su cabeza, y si él padre del peliverde se había enterado de lo que su hijo había dicho en la casa de Kise, si había mandado a Midorima a que le dijera que no se podía quedar en su casa, ya eran cerca de las 11 de la noche, era viernes, a donde iría, sintió que le costaba respirar, le dolía el pecho y la garganta se le apretaba, estaba a punto de llorar, trato de dejar la tasa de té que aún tenía en las manos sobre la mesita de noche del peliverde, pero sus manos temblaban fuertemente, se quitó las cobijas haciendo ademan de parase, pero un fuerte mareo lo hizo tambalear, sentía nauseas, el peliverde lo sostuvo y lo volvió a sentar.- Takao que tienes? Te sientes mal?- la voz de Midorima salió sumamente preocupado.- llamare a mis padres tú no estás bien…- el moreno lo tomo de la manga.- Shin-chan…- la voz del menor sonaba ahogada, pero a la vez destrozada.- No los llames… solo dame …dame un minuto para arreglarme y me iré de tu casa.- lagrimas corrían nuevamente.- No quiero, que tengas problemas con tu padre…mi padre tenía razón doy asco, soy algo asqueroso- el peliverde estaba atónito, no entendía de qué demonios hablaba su compañero.- Takao, tú no te mueves de aquí, mi padre no quiere que te vayas y si lo quisiera me iría contigo idiota…-lo abrazo tratando de esconder el sonrojo en su rostro.- en unas semanas me mudare a un departamento, quiero que vengas conmigo y mi padre me aconsejo que comenzáramos a llevar las cosas esté fin de semana, para que no sea tan agotador.- Takao no podía creer lo que estaba escuchando.- serás mi novio desde ahora Tak…Kazunari…- lo último fue casi como un susurro para el moreno, poco a poco fue perdiendo la conciencia, cayendo dormido entre los brazos, desde su ahora novio, Midorima en un principio se asustó al sentir como el cuerpo entre sus brazos perdía fuerza, lo recostó en la cama y notó como el moreno por fin dormía, corrió los cabellos que le caían en la frente.- esperemos que la fortuna esté de nuestro lado.

Dos meses después.

Takao sentía que no podía con tanta felicidad, habían pasado dos meses desde el incidente con sus padres y a la larga su vida iba de lo mejor, una vez a la semana comían con los padres del peliverde y estos lo recibían como un miembro más de la familia.

Habían tenido discusiones como cualquier pareja, aun recordaba la primera casi pelea, aunque solo él había gritado y se había enojado, que había sido casi al mes de ser novios y había sido también el día más

Flash back

Terminado el entrenamiento, Midorima y Takao irían a cenar a la casa de los padres del primero, cuando ya se habían cambiado y mientras Midorima tomaba el Lucky Ítem del día, que no era nada más y nada menos que un nomo de jardín, del que Takao desconocía su procedencia, pero asumía que del jardín de la casa de la madre del peliverde, Takao le indico que lo esperaría en la entrada, saliendo del gimnasio notando la presencia de alguien a fuera, a esa hora era bastante extraño que alguien se quedara, encontrándose con una compañera del colegio, pero del curso paralelo, Sakura era una chica muy guapa y que según le habían comentado estaba siempre pendiente de él y de Midorima.

-Saku-chan, es tarde que haces por aquí?.- sonrío amablemente, notando un leve sonrojo en el rostro de su compañera.- Takao-kun, yo quería entregarte esto…- la chica extendió una carta a Takao, quien paso de una visible sorpresa a una cara de completa ternura.

Desde lejos el peliverde observaba todo lo que pasaba, sentía que su corazón hervía, millones de pensamientos daban vueltas en su cabeza, sería mejor suspender la cena con sus padres necesita pensar lejos de sus padres y hablar con Takao.

-Takao…- lo llamo su compañero, Sakura al verse acompañada por el amigo del ojos de halcón dijo.- Takao-kun, no es necesario que me respondas hoy, hablemos mañana…adiós.- besando sorpresivamente los labios del moreno, después de eso ningún dijo nada, se fueron al departamento en completo silencio, pero cuando llegaron el peliverde se habló con tono estoico.- Llamaré a mis padres, les diré que no iremos hoy… Takao yo creo que es mejor que terminemos esta relación.- en ese minuto el moreno dejo caer el bolso que traía al hombro, un ruido sordo por toda la habitación, el peliverde al darse cuenta decidió continuar.- yo nunca te pregunte tus sentimientos y me aproveche de tu situación… no quiero que te sientas obligado a nada… podemos armar un cuarto para ti dentro del departamento… no hay necesidad en que durmamos junto…- pero justo ante de que pudiera continuar sintió el cuerpo del moreno aferrarse a su espalda.- IDIOTA! IDIOTA, IDIOTA IDIOTA!.- los puños del ojos de halcón golpearon la espalda del más alto.- COMO A PESAR DE TODO NO ENTIENDES QUE TE AMO!- el menor lo tomo de la mano y lo llevo a la habitación, empujando al peliverde sobre la cama.- AHORA ENTENDERAS QUE LO QUE SIENTO POR TI NO LO HE SENTIDO NUNCA POR NADIE SHIN-CHAN.- besando apasionadamente al peliverde, ya con ambos recostados, poco a poco los besos se hicieron más calmado y profundo, Midorima alargo sus manos recorriendo el pecho del moreno, el suave olor de Takao envolvía sus sentidos, con rapidez le quito la camisa y lo puso debajo de él, las tetillas del moreno estaban tan rosadas, comenzó a besarlas con sus dientes mordió suavemente, haciendo gemir a Takao, quien sentía que su pantalón estaba demasiado apretados en su parte delantera, arqueo la espalda y en un jadeo.- Shinnn-channn… te amo…- jadeaba, el peliverde se levantó y quito la venda cuidadosamente se sus dedos, mientras el moreno lo miraba sonrojado y con la respiración agitada, el moreno comenzó a desabrochar la camisa del peliverde, con un movimiento rápido Midorima se deshizo de su camisa, y del resto de ropa que cubría al pequeño moreno entre sus piernas, Midorima termino de desnudarse y se abrazó a Takao, sus pieles al tocarse reaccionaron inmediatamente, quería frotar cada parte de su cuerpo contra la piel de su compañero, en los distintos movimientos recorriendo el cuerpo del otro sus miembros se tocaron, frotándose, ambos gimieron de forma reconfortante, Midorima lamio sus dedos, mientras con su mano libre tomaba el miembro del moreno, acariciándolo suavemente, Takao sentía que no aguantaría mucho, quería gemir, gritar, sentía su miembro palpitar, rápidamente uno de los largos dedos del peliverde comenzó a masajear su entra.- mmmm….- un gemido salió de sus labios, no pudo evitar sonrojarse, cubrió su rostro con sus manos, pero Midorima lo evito.- quiero ver tu rostro cuando entre.- un segundo dedo irrumpió en su cuerpo, sentía un poco de dolor, el tercer dedo entro fuertemente, masajeando su entrada, de la nada el moreno sintió como algo grande se habría paso por su entrada, el dolor y el placer que sentía era impresionante, lagrimas corrían por sus mejillas con rapidez, se quedaron quietos acostumbrándose a todo lo nuevo que estaban viviendo y sintiendo.- Shin- chan… - un jadeo salía de sus labios- por favor muévete…- el peliverde no desaprovecho la súplica de su compañero, empezó a embestir al moreno, de golpe una corriente recorrió la espalda del moreno, por su columna, sintió como si sus piernas se quedaran dormida.- mmmm…aaaahhh shhinn-cchhaan… ahí, másss, ahí…- al oír la vos de Takao, la excitación del peliverde aumento, empezando con un vaivén más fuertes, al cabo de unos segundos el moreno hablo.- Shiinn … me voy…me voy a corrermmmmm…- cuando el moreno se corrió, su entrada se contrajo apretando el miembro del peliverde haciendo que este se corriera en un gemido ensordecedor.

El peliverde salió con cuidado de su compañero y esa noche durmieron abrazados, solo importándole la persona que tenían a su lado.

Fin Flash back.

Habían tenido sexo, su primera vez había sido con mucho amor, luego de eso habían tenido sexo bastante seguido, esa noche irían a comer donde los padres del peliverde, pero Midorima no estaba tan convencido, Takao había estado sintiéndose mal hace unos días, quizá si se quedaran a descansar, todo estaría mejor, si incluso el entrenador lo había mandado a descansar, ya que una fuerte puntada en el estomagó lo había doblado de dolor en medio del entrenamiento.

Midorima llamo a su madre y le comento que Takao estaba enfermo que se quedarían que dejaran la comida para el fin de semana., entro a la habitación donde el moreno estaba recostado, había estado mareado y con un poco de fiebre.- Takao, como te sientes.- el moreno lo miro y sonrío, instintivamente el ojos de halcón de enderezo quedando sentado sobre la cama .- mejor Shin-chan, ya no me duele el estomagó, pero preferiría quedarme en casa, porque no vas tu solo a casa de tus padres, yo dormiré.- Midorima lo iba regañar, cuando el semblante del moreno cambio poniendo sumamente pálido.- mmmmm…- el moreno puso una mano en su estomagó y otra en su boca y corrió al baño, siendo seguido por un peliverde más que preocupado y nervioso, quien no pudo evitar que su compañero cerrará con seguro la puerta del baño.- Takao abre la puerta… no te encierres.- sintió los ruidos dentro del baño, el moreno vomitaba, Midorima insistía en que abriera, sintió el agua correr y Takao abrió la puerta, estaba demasiado pálido.- Takao no te encierres cuando estás enfermo, te puede pasar algo y tendré que tirar la puerta abajo para ver qué te pasa…- el peliverde no quería regañarlo, pero estaba muy preocupado, el moreno le contesto haciendo un esfuerzo.- Shin-chan tranquilo, estaba vomitando, es bastante asqueroso y no quería…- un fuerte mareo le hizo apoyarse en el pecho de su pareja, sin dejarlo terminar la oración.- Takao que pasa?.- el peliverde abrazo el cuerpo de pequeño mientras este perdía súbitamente el conocimiento cayendo sin fuerza entre sus brazos.

 


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